Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
2 Samuel 16-18

Siba engaña a David

16 Cuando David pasó un poco más allá de la cumbre del monte, he aquí que Siba, criado de Mefiboset, salió a recibirlo con un par de asnos aparejados, llevando doscientos panes, cien tortas de pasas, cien frutas de verano y una tinaja de vino.

El rey preguntó a Siba:

—¿Para qué traes esto?

Siba respondió:

—Los asnos son para que monte la familia del rey; los panes y la fruta, para que coman los jóvenes; y el vino es para que beban los que se cansen en el desierto.

El rey preguntó:

—¿Dónde está el hijo de tu señor?

Siba respondió al rey:

—He aquí que él se ha quedado en Jerusalén, porque ha dicho: “Hoy la casa de Israel me devolverá el reino de mi padre”.

Entonces el rey dijo a Siba:

—¡He aquí que es tuyo todo lo que pertenece a Mefiboset!

Siba respondió:

—Ante ti me postro; halle yo gracia ante tus ojos, oh mi señor el rey.

Simei maldice a David

Al llegar el rey David a Bajurim, he aquí que salió de allí un hombre de la familia de la casa de Saúl, que se llamaba Simei hijo de Gera. Mientras salía, iba maldiciendo y arrojando piedras a David y a todos los servidores del rey David; pero todo el pueblo y todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda.

Simei decía maldiciéndolo:

—¡Fuera, fuera, hombre sanguinario y hombre perverso! El SEÑOR ha hecho recaer sobre ti toda la sangre de la casa de Saúl, en cuyo lugar has reinado. Pero el SEÑOR ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón, y he aquí que estás en desgracia, porque eres un hombre sanguinario.

Entonces Abisai, hijo de Sarvia, preguntó al rey:

—¿Por qué ha de maldecir este perro muerto a mi señor el rey? ¡Por favor, déjame pasar, y le cortaré la cabeza!

10 Pero el rey respondió:

—¿Qué tengo yo con ustedes, hijos de Sarvia? Que maldiga; porque si el SEÑOR le ha dicho: “Maldice a David”, ¿quién le dirá: “¿Por qué haces esto?”.

11 Entonces David dijo a Abisai y a todos sus servidores:

—He aquí, mi hijo, que ha salido de mis entrañas, acecha mi vida. ¡Cuánto más ahora uno de Benjamín! Déjenlo que maldiga, porque el SEÑOR se lo ha dicho. 12 Quizás el SEÑOR mirará mi aflicción[a], y me concederá el SEÑOR bienestar a cambio de sus maldiciones del día de hoy.

13 Mientras David y los suyos iban por el camino, Simei iba por la ladera del monte y paralelo a él, maldiciéndolo, arrojando piedras frente a él y esparciendo polvo.

14 El rey y todo el pueblo que estaba con él llegaron fatigados, y descansaron allí.

Husai entra al servicio de Absalón

15 Absalón y todo el pueblo, los hombres de Israel, entraron en Jerusalén; y Ajitofel estaba con él. 16 Sucedió que cuando Husai el arquita, amigo de David, llegó ante Absalón, Husai dijo a Absalón:

—¡Viva el rey! ¡Viva el rey!

17 Absalón preguntó a Husai:

—¿De esta manera expresas tu lealtad para con tu amigo? ¿Por qué no te fuiste con tu amigo?

18 Husai respondió a Absalón:

—No. Yo seré de quien elijan el SEÑOR, este pueblo y todos los hombres de Israel; y con él me quedaré. 19 Además, ¿a quién voy yo a servir? ¿No es a su hijo? Como he servido a tu padre, así te serviré a ti.

Absalón y las concubinas de David

20 Entonces Absalón dijo a Ajitofel:

—Da tu consejo sobre lo que debemos hacer.

21 Y Ajitofel contestó a Absalón:

—Únete a las concubinas de tu padre, que él dejó para guardar el palacio. Todo el pueblo de Israel oirá que te has hecho odioso a tu padre, y se fortalecerán las manos de todos los que están contigo.

22 Entonces instalaron una tienda para Absalón sobre la azotea, y él se unió a las concubinas de su padre a la vista de todo Israel.

Husai frustra el consejo de Ajitofel

23 En aquellos días el consejo que daba Ajitofel era como si alguien[b] consultara la palabra de Dios. Así era considerado todo consejo de Ajitofel, tanto por David como por Absalón.

17 Entonces Ajitofel dijo a Absalón:

—Permíteme escoger a doce mil hombres, y me levantaré y perseguiré a David esta noche. Caeré sobre él cuando esté cansado y desalentado. Lo atemorizaré, y todo el pueblo que está con él huirá; entonces mataré solo al rey. Él es el hombre a quien buscas. Así haré volver a ti a todo el pueblo; y cuando todos hayan vuelto, todo el pueblo estará en paz.

El consejo pareció bueno a Absalón y a todos los ancianos de Israel. Pero Absalón dijo:

—Por favor, llamen también a Husai el arquita, para que escuchemos asimismo lo que él tenga que decir.

Cuando Husai vino a Absalón, este le habló diciendo:

—De esta manera ha hablado Ajitofel. ¿Seguiremos su consejo? Si no, habla tú.

Husai dijo a Absalón:

—El consejo que ha dado Ajitofel esta vez no es bueno. —Y Husai añadió—: Tú sabes que tu padre y sus hombres son valientes y que están con ánimo provocado, como la osa en el campo a la que le han quitado sus crías. Además, tu padre es hombre de guerra y no pasará la noche con el pueblo. He aquí que ahora estará escondido en alguna cueva o en otro lugar. Y acontecerá que si al comienzo caen algunos del pueblo[c], cualquiera que lo oiga dirá: “Ha habido una matanza entre la gente que sigue a Absalón”. 10 Así, aun el hombre más valiente, cuyo corazón es como el corazón de un león, sin duda desmayará. Porque todo Israel sabe que tu padre es un hombre valiente y que los que están con él son hombres de valor. 11 Aconsejo, pues, que todo Israel se reúna contigo, desde Dan hasta Beerseba, tan numeroso como la arena que está a la orilla del mar; y que tú en persona vayas a la batalla. 12 Entonces iremos contra él en cualquier lugar donde se encuentre y caeremos sobre él, como el rocío cae sobre la tierra. Y no dejaremos vivo a él ni a ninguno de los hombres que están con él. 13 Y si se retira a alguna ciudad, todos los de Israel llevaremos sogas a esa ciudad, y la arrastraremos hasta el arroyo, de manera que no se encuentre allí ni siquiera una piedrecita.

14 Entonces Absalón y todos los hombres de Israel dijeron:

—El consejo de Husai el arquita es mejor que el consejo de Ajitofel.

El SEÑOR había determinado que el acertado consejo de Ajitofel se frustrara, para que el SEÑOR hiciera caer el mal sobre Absalón.

David es informado del plan de Absalón

15 Entonces Husai dijo a los sacerdotes Sadoc y Abiatar:

—De esta y esta manera aconsejó Ajitofel a Absalón y a los ancianos de Israel, y de esta y esta manera los aconsejé yo. 16 Por tanto, manden inmediatamente a informar a David, diciendo: “No pases esta noche en las llanuras del desierto. Cruza sin falta el Jordán, para que no sea aniquilado el rey junto con toda la gente que está con él”.

17 Jonatán y Ajimaas estaban junto a En-rogel. Una criada había de ir e informarles, porque ellos no debían exponerse yendo a la ciudad. Y ellos habían de ir e informar al rey David. 18 Pero un muchacho los vio e informó a Absalón. Por tanto, los dos se dieron prisa y llegaron a la casa de un hombre en Bajurim, quien tenía un pozo en su patio, y se metieron dentro de él. 19 La esposa tomó una manta, la extendió sobre la boca del pozo y tendió sobre ella grano trillado; y nada se supo del asunto. 20 Cuando los servidores de Absalón llegaron a la casa de la mujer, le preguntaron:

—¿Dónde están Ajimaas y Jonatán?

La mujer les respondió:

—Ya han pasado el depósito de agua.

Ellos los buscaron, pero no los hallaron; y se volvieron a Jerusalén.

21 Y sucedió que después que se habían ido, los hombres salieron del pozo. Luego fueron e informaron al rey David diciéndole:

—Levántense y dense prisa para cruzar las aguas, porque así ha aconsejado Ajitofel contra ustedes.

22 Entonces David se levantó, junto con toda la gente que estaba con él, y cruzaron el Jordán. Para el amanecer no quedó ni uno solo que no hubiera cruzado el Jordán.

23 Al ver Ajitofel que no se había seguido su consejo, aparejó el asno, partió y se fue a su casa, en su ciudad. Después de poner en orden su casa, se ahorcó y murió. Entonces fue sepultado en la tumba de su padre.

Confrontación de Absalón y David

24 David llegó a Majanaim, y Absalón cruzó el Jordán con todos los hombres de Israel. 25 Absalón había puesto a Amasa al mando del ejército, en lugar de Joab. Amasa era hijo de un hombre llamado Jeter el israelita[d], que se había unido a Abigaíl hija de Najas y hermana de Sarvia, que era la madre de Joab. 26 Absalón y los de Israel acamparon en la tierra de Galaad.

27 Y aconteció que cuando David llegó a Majanaim, Sobi hijo de Najas, de Rabá de los hijos de Amón; Maquir hijo de Amiel, de Lo-debar; y Barzilai el galaadita, de Rogelim, 28 trajeron camas, tazas, vasijas de barro, trigo, cebada, harina, grano tostado, habas, lentejas, 29 miel, mantequilla, ovejas y queso de vaca, y los presentaron a David y al pueblo que estaba con él, para que comieran. Porque pensaron: “La gente está hambrienta, cansada y sedienta en el desierto”.

18 David pasó revista a la gente que estaba con él, y puso sobre ellos jefes de millares y jefes de centenas. Luego David envió a la gente: una tercera parte al mando de Joab, otra tercera parte al mando de Abisai, hijo de Sarvia y hermano de Joab, y la otra tercera parte al mando de Itai el geteo. Luego el rey dijo al pueblo:

—Yo mismo iré también con ustedes.

Pero el pueblo dijo:

—No irás; porque si nosotros tenemos que huir, no harán caso de nosotros. Aunque muera la mitad de nosotros, no nos harán caso. Pero tú vales hoy tanto como diez mil de nosotros[e]. Ahora pues, será mejor que nos des ayuda desde la ciudad.

El rey les dijo:

—Haré lo que les parezca bien.

Entonces el rey se quedó de pie junto a la puerta mientras todo el pueblo salía de cien en cien y de mil en mil. Y el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo:

—Traten benignamente al joven Absalón, por consideración a mí.

Y todo el pueblo escuchó cuando el rey dio orden a todos los jefes acerca de Absalón.

Derrota y muerte de Absalón

La gente salió al campo al encuentro de Israel, y se dio la batalla en el bosque de Efraín. Allí cayó el pueblo de Israel ante los servidores de David. Aquel día hubo allí una gran matanza de veinte mil hombres. La batalla se extendió por toda la región y aquel día el bosque devoró más gente que la que había devorado la espada.

Sucedió que Absalón se encontró con los servidores de David. Absalón iba montado sobre un mulo, y el mulo se metió por debajo del espeso ramaje de una gran encina. A Absalón se le enredó la cabeza en la encina, de modo que quedó colgado[f] entre el cielo y la tierra, mientras el mulo que estaba debajo de él siguió adelante. 10 Un hombre lo vio y avisó a Joab diciendo:

—He aquí que he visto a Absalón colgado de una encina.

11 Joab respondió al hombre que le dio la noticia:

—Y viéndolo tú, ¿por qué no lo mataste allí mismo, derribándolo a tierra? Yo te hubiera dado ciento diez gramos de plata y un cinturón.

12 El hombre respondió a Joab:

—Aunque yo recibiera en mi mano once kilos de plata, no extendería mi mano contra el hijo del rey, porque nosotros oímos cuando el rey les mandó a ti, a Abisai y a Itai, diciendo: “Cuídenme al joven Absalón”. 13 Si yo hubiera arriesgado mi vida[g] (y nada se le esconde al rey), tú mismo habrías estado en contra.

14 Joab respondió:

—No perderé mi tiempo contigo.

Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, que aún estaba vivo en medio de la encina. 15 Luego lo rodearon diez jóvenes, escuderos de Joab, e hirieron a Absalón y lo remataron. 16 Entonces Joab tocó la corneta, y el pueblo dejó de perseguir a Israel, porque Joab detuvo al pueblo.

17 Tomaron después a Absalón, lo echaron en un gran hoyo en el bosque y levantaron sobre él un gran montón de piedras. Y todo Israel huyó, cada uno a su morada.

18 En vida Absalón había mandado erigir para sí un monumento que está en el valle del Rey, porque había dicho: “Yo no tengo hijo que conserve la memoria de mi nombre”. Él puso su nombre a aquel monumento. Y hasta el día de hoy se llama Monumento de Absalón.

David se entera del final de Absalón

19 Entonces Ajimaas hijo de Sadoc dijo:

—Correré y daré las buenas noticias al rey, de cómo el SEÑOR lo ha librado de mano de sus enemigos.

20 Joab le respondió:

—No serás tú quien lleve las noticias en este día. Las llevarás otro día. No llevarás las noticias en este día, porque el hijo del rey ha muerto.

21 Entonces Joab dijo al etíope:

—Ve tú e informa al rey de lo que has visto.

El etíope se postró ante Joab y corrió. 22 Entonces Ajimaas hijo de Sadoc volvió a decir a Joab:

—Sea como sea, deja que yo también corra tras el etíope.

Joab le dijo:

—Hijo mío, ¿para qué has de correr, si no te van a dar un premio por las noticias?

23 Pero él respondió:

—Sea como sea, correré.

Entonces le dijo:

—Corre.

Ajimaas corrió por el camino de la llanura y pasó al etíope.

24 David estaba sentado entre las dos puertas. El centinela fue a la azotea de la puerta de la muralla, y alzando los ojos miró, y he allí un hombre que corría solo. 25 El centinela llamó e informó al rey. Y el rey dijo:

—Si viene solo, trae buenas noticias.

En tanto que él iba acercándose, 26 el centinela vio a otro hombre que corría. Y el centinela llamó al portero diciendo:

—¡He aquí, otro hombre viene corriendo solo!

Y el rey dijo:

—Ese también trae buenas noticias.

27 El centinela volvió a decir:

—Me parece que el correr del primero es como el correr de Ajimaas hijo de Sadoc.

El rey respondió:

—Ese es un hombre de bien y trae buenas noticias.

28 Ajimaas llamó y dijo al rey:

—¡Paz!

Se postró ante el rey con el rostro en tierra y añadió:

—¡Bendito sea el SEÑOR tu Dios, que ha entregado a los hombres que habían levantado su mano contra mi señor el rey!

29 El rey le preguntó:

—¿Está bien el joven Absalón?

Ajimaas respondió:

—Cuando Joab envió al siervo del rey, a tu siervo[h], vi un gran alboroto, pero no supe de qué se trataba.

30 El rey dijo:

—Pasa y detente allí.

Él pasó y se detuvo. 31 Y he aquí el etíope llegó y dijo:

—Reciba mi señor el rey la buena noticia de que el SEÑOR ha defendido hoy tu causa ante todos los que se levantaron contra ti.

32 El rey preguntó al etíope:

—¿Está bien el joven Absalón?

El etíope respondió:

—Como aquel joven sean los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal.

David llora a Absalón

33 El rey se estremeció. Subió a la sala que estaba encima de la puerta y lloró. Decía mientras subía:

—¡Hijo mío Absalón! ¡Hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera que yo muriera en tu lugar, Absalón, hijo mío, hijo mío!

Lucas 17:20-37

El reino de Dios es actual

20 Y cuando los fariseos le preguntaron acerca de cuándo había de venir el reino de Dios, les respondió diciendo:

—El reino de Dios no vendrá con advertencia. 21 No dirán: “¡Miren, aquí está!” o “¡Allí está!”. Porque el reino de Dios está en medio de ustedes.

La manifestación del Hijo del Hombre

22 Dijo a sus discípulos:

—Vendrá el tiempo cuando desearán ver uno de los días del Hijo del Hombre y no lo verán. 23 Les dirán: “¡Miren, aquí está!” o “¡Miren, allí está!”. Pero no vayan ni les sigan. 24 Porque como el relámpago que resplandece ilumina el cielo de un extremo al otro, así también será el Hijo del Hombre en su día. 25 Pero primero es necesario que él padezca mucho y sea rechazado por esta generación.

26 »Como pasó en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre: 27 Ellos comían y bebían; se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca y vino el diluvio y los destruyó a todos.

28 »Asimismo, también será como pasó en los días de Lot: Comían, bebían, compraban, vendían, plantaban y edificaban; 29 pero el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. 30 Así será en el día en que se manifieste el Hijo del Hombre.

31 »En aquel día, el que esté en la azotea y sus cosas estén en la casa no descienda para tomarlas. Asimismo, el que esté en el campo no vuelva atrás. 32 Acuérdense de la mujer de Lot. 33 Cualquiera que procure salvar su vida, la perderá; y cualquiera que la pierda, la conservará. 34 Les digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado y el otro será dejado. 35 , 36 [a] Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada y la otra dejada.

37 Respondiendo le preguntaron:

—¿Dónde, Señor?

Y él dijo:

—Donde esté el cadáver, allí se juntarán los buitres.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano