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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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Levítico 21-22

La santidad de los sacerdotes

21 El SEÑOR dijo a Moisés: “Habla a los sacerdotes, hijos de Aarón, y diles que no se contaminen a causa de algún difunto de su pueblo, salvo que sea un pariente cercano como su madre, su padre, su hijo, su hija, su hermano, o su hermana virgen que esté cerca de él y que no haya tenido marido. Por ella él puede contaminarse. No se contaminará profanándose, pues es dirigente en medio de su pueblo. No raparán su cabeza ni cortarán la punta de su barba ni harán incisiones en su cuerpo. Serán santos para su Dios y no profanarán el nombre de su Dios; porque ellos presentarán las ofrendas quemadas, el pan de su Dios; por tanto, serán santos.

“El sacerdote no tomará mujer prostituta o privada de su virginidad. Tampoco tomará mujer divorciada de su marido, porque él está consagrado a su Dios. Por tanto, lo tendrás por santo, pues él ofrece el pan de tu Dios. Será santo para ti, porque santo soy yo, el SEÑOR, que los santifico.

“Si la hija de un sacerdote se profana prostituyéndose, a su padre profana. Será quemada al fuego.

10 “El que de entre sus hermanos sea sumo sacerdote, sobre cuya cabeza se haya derramado el aceite de la unción y haya sido investido para llevar las vestiduras, no dejará suelto el cabello de su cabeza, ni rasgará sus vestiduras, 11 ni entrará donde haya algún difunto. Ni por su padre, ni por su madre se contaminará. 12 No saldrá del santuario ni profanará el santuario de su Dios, porque sobre él está la consagración del aceite de la unción de su Dios. Yo, el SEÑOR.

13 “Él tomará por esposa a una mujer virgen. 14 No tomará una viuda, ni una divorciada, ni una mujer privada de su virginidad, ni una prostituta. Más bien, tomará por esposa a una mujer virgen de su pueblo. 15 Así no profanará su descendencia en medio de su pueblo; porque yo soy el SEÑOR, el que lo santifico”.

16 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: 17 “Habla a Aarón y dile: ‘A través de sus generaciones, ningún descendiente tuyo que tenga algún defecto se acercará para ofrecer el pan de su Dios. 18 Ciertamente ningún hombre que tenga algún defecto se acercará, sea ciego, cojo, mutilado, desproporcionado, 19 quien tenga fractura en el pie o en la mano, 20 jorobado, enano, quien tenga nube en el ojo, quien tenga sarna o tiña, o tenga testículo dañado. 21 Ningún hombre de la descendencia del sacerdote Aarón que tenga algún defecto podrá presentar las ofrendas quemadas al SEÑOR. Tiene defecto; no se acercará a ofrecer el pan de su Dios. 22 Podrá comer del pan de su Dios, de las cosas muy sagradas y de las cosas sagradas; 23 pero no entrará detrás del velo ni se acercará al altar, porque tiene defecto. Así no profanará mi santuario, porque yo soy el SEÑOR, el que los santifico”.

24 Y Moisés se lo dijo a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel.

22 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: “Di a Aarón y a sus hijos que traten con reverencia las cosas sagradas de los hijos de Israel, para que no profanen mi santo nombre en aquello que me han consagrado. Yo, el SEÑOR.

“Diles: ‘A través de sus generaciones, todo hombre de sus descendientes, que estando impuro se acerque a las cosas sagradas que los hijos de Israel consagran al SEÑOR, tal persona será excluida de delante de mí. Yo, el SEÑOR.

“‘El hombre de los descendientes de Aarón que sea leproso o padezca de flujo no comerá de las cosas sagradas hasta que esté purificado. El que toque alguna cosa inmunda por contacto con un cadáver, o la persona que haya tenido emisión de semen; o quien haya tocado cualquier reptil y por tanto ha quedado impuro; o quien haya tocado a alguien impuro, fuera cual fuera su impureza; la persona que lo toque quedará impura hasta el anochecer y no comerá de las cosas sagradas hasta que haya lavado su cuerpo con agua. A la puesta del sol quedará purificado. Después podrá comer de las cosas sagradas, porque estas son su alimento.

“‘No comerá un animal mortecino ni uno despedazado, contaminándose por ello. Yo, el SEÑOR.

“‘Ellos, pues, guardarán mi ordenanza para que no carguen con la culpa por esto ni mueran por haberla profanado. Yo soy el SEÑOR, el que los santifico.

10 “‘Ningún extraño podrá comer de lo que es sagrado; ni el huésped del sacerdote ni el asalariado lo podrán comer. 11 Pero la persona que el sacerdote haya comprado con su dinero podrá comer de ello. Y los que hayan nacido en su casa, estos podrán comer de su alimento. 12 Si la hija del sacerdote se casa con un hombre extraño, ella no podrá comer de la ofrenda alzada de las cosas sagradas. 13 Pero si la hija del sacerdote ha quedado viuda o está divorciada, y no teniendo hijos ha vuelto a la casa de su padre como en su juventud, ella podrá comer del alimento de su padre. Pero ningún extraño comerá de él.

14 “‘El que por inadvertencia coma algo sagrado añadirá a ello un quinto de su valor y lo dará al sacerdote junto con lo sagrado. 15 No profanarán, pues, las cosas sagradas que los hijos de Israel apartan para el SEÑOR, 16 haciendo que ellos carguen con la culpabilidad cuando coman de sus cosas sagradas. Porque yo soy el SEÑOR, el que los santifico’”.

Los animales para los sacrificios

17 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: 18 “Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles que si alguno de la casa de Israel o de los extranjeros en Israel presenta su sacrificio, en cumplimiento de cualquier voto o de cualquier ofrenda voluntaria que presenta en holocausto al SEÑOR, 19 para que les sea aceptado será un macho sin defecto, ya sea toro, cordero o cabrito. 20 No ofrecerán ningún animal con defecto, porque no les será aceptado.

21 “Asimismo, cuando alguien ofrezca un sacrificio de paz al SEÑOR, sea en cumplimiento de un voto o sea como una ofrenda voluntaria, para que sea aceptado será sin defecto, tanto de las vacas como de las ovejas. No ha de haber defecto en él. 22 El animal ciego, perniquebrado, mutilado, verrugoso, sarnoso o tiñoso, no lo ofrecerán al SEÑOR. No pondrán de ellos una ofrenda quemada sobre el altar del SEÑOR.

23 “Podrás presentar como ofrenda voluntaria el toro o el carnero que tenga un miembro desproporcionado o atrofiado, pero no será aceptado como cumplimiento de un voto.

24 “No ofrecerán al SEÑOR un animal con los testículos heridos o dañados, arrancados o cortados. No harán esto en su tierra; 25 tampoco los aceptarán de manos de los extranjeros para ofrecerlos como alimento de su Dios. Porque están deformados y tienen defectos; no les serán aceptados”.

26 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: 27 “Cuando nazca un ternero, un cordero o un cabrito, estará con su madre siete días. Desde el octavo día en adelante será aceptado en sacrificio, como ofrenda quemada al SEÑOR.

28 “No degollarán en el mismo día una vaca o una oveja junto con su cría.

29 “Cuando ofrezcan al SEÑOR un sacrificio de acción de gracias, lo sacrificarán de manera que les sea aceptado. 30 El mismo día se comerá; no dejarás nada de él hasta la mañana. Yo, el SEÑOR.

31 “Guarden, pues, mis mandamientos y pónganlos por obra. Yo, el SEÑOR.

32 “No profanen mi santo nombre, pues yo he de ser santificado en medio de los hijos de Israel. Yo soy el SEÑOR, el que los santifico, 33 que los saqué de la tierra de Egipto para ser su Dios. Yo, el SEÑOR”.

Mateo 28

La resurrección de Jesús

28 Después del sábado, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María para ver el sepulcro. Y he aquí, hubo un gran terremoto; porque el ángel del Señor descendió del cielo, y al llegar removió la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestidura era blanca como la nieve. Los guardias temblaron por miedo de él y quedaron como muertos. Y respondiendo el ángel dijo a las mujeres:

—No teman, porque sé que buscan a Jesús, quien fue crucificado. No está aquí, porque ha resucitado, así como dijo. Vengan, vean el lugar donde estaba puesto. Vayan de prisa y digan a sus discípulos que ha resucitado de entre los muertos. He aquí va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán. He aquí se los he dicho.

Entonces ellas salieron a toda prisa del sepulcro con temor y gran gozo, y corrieron a dar las nuevas a sus discípulos. Y he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo:

—¡Les saludo!

Y acercándose ellas, abrazaron sus pies y lo adoraron. 10 Entonces Jesús les dijo:

—No teman. Vayan, den las noticias a mis hermanos, para que vayan a Galilea. Allí me verán.

El soborno de la guardia

11 Entre tanto que ellas iban, he aquí algunos de la guardia fueron a la ciudad y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían sucedido. 12 Ellos se reunieron en consejo con los ancianos, y tomando mucho dinero se lo dieron a los soldados 13 diciendo: “Digan: ‘Sus discípulos vinieron de noche y lo robaron mientras nosotros dormíamos’. 14 Y si esto llega a oídos del procurador, nosotros le persuadiremos y les evitaremos problemas”.

15 Ellos tomaron el dinero e hicieron como habían sido instruidos. Y este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy.

La Gran Comisión

16 Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había mandado. 17 Cuando lo vieron, lo adoraron; pero algunos dudaron.

18 Jesús se acercó a ellos y les habló diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. 19 Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles que guarden todas las cosas que les he mandado. Y he aquí, yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo[a]”.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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