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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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Levítico 17-18

Centralización de los sacrificios

17 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: “Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles que esto es lo que ha mandado el SEÑOR diciendo: ‘Cualquier hombre de la casa de Israel que dentro o fuera del campamento degüelle una vaca, un cordero o una cabra, y no lo traiga a la entrada del tabernáculo de reunión para ofrecerlo como sacrificio al SEÑOR delante del tabernáculo del SEÑOR, ese hombre será considerado reo de sangre. Derramó sangre; ese hombre será excluido de entre su pueblo. Esto es a fin de que los hijos de Israel traigan sus animales que sacrifican sobre el campo abierto, para que los traigan al SEÑOR a la entrada del tabernáculo de reunión, al sacerdote, y los sacrifiquen como sacrificios de paz al SEÑOR. El sacerdote esparcirá la sangre sobre el altar del SEÑOR, a la entrada del tabernáculo de reunión, y hará arder el sebo como grato olor al SEÑOR. Así nunca más ofrecerán sus sacrificios a los demonios, tras los cuales se han prostituido. Esto será para ellos un estatuto perpetuo a través de sus generaciones’.

“Les dirás también que cualquier hombre de la casa de Israel, o de los extranjeros que habitan entre ellos, que ofrezca holocausto o sacrificio y no lo traiga a la entrada del tabernáculo de reunión para ofrecerlo al SEÑOR, tal hombre será excluido de entre su pueblo.

Prohibición de comer sangre

10 “Si alguna persona de la casa de Israel, o de los extranjeros que habitan entre ustedes[a]come cualquier sangre, pondré mi rostro contra la persona que coma la sangre y la excluiré de entre su pueblo. 11 Porque la vida del cuerpo está en la sangre, la cual yo les he dado sobre el altar para hacer expiación por sus personas. Porque es la sangre la que hace expiación por la persona. 12 Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: ‘Ninguna persona de entre ustedes comerá sangre; tampoco comerá sangre el extranjero que habita entre ustedes’.

13 “Si alguna persona de los hijos de Israel, o de los extranjeros que habitan entre ustedes, caza un animal o un ave que se pueda comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra. 14 Porque la vida de toda carne es su sangre; por eso he dicho a los hijos de Israel: ‘No comerán la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre. Todo el que la coma será excluido’.

15 “Asimismo, cualquier persona, sea natural o extranjera, que coma un animal mortecino, o uno despedazado lavará su ropa, se lavará con agua y quedará impuro hasta el anochecer; entonces quedará purificado. 16 Pero si no los lava ni lava su cuerpo, cargará con su culpa”.

Relaciones incestuosas e inmorales

18 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: “Habla a los hijos de Israel y diles que yo soy el SEÑOR, su Dios. No harán como hacen en la tierra de Egipto, en la cual habitaron. Tampoco harán como hacen en la tierra de Canaán a la cual los llevo. No seguirán sus costumbres. Pondrán por obra mis decretos y guardarán mis estatutos para andar en ellos. Yo soy el SEÑOR su Dios. Por tanto, guardarán mis estatutos y mis decretos, los cuales el hombre que los cumpla, por ellos vivirá. Yo, el SEÑOR.

“Ningún hombre se acerque a una mujer que sea su parienta cercana para descubrir su desnudez[b]. Yo, el SEÑOR.

“No descubrirás la desnudez de tu padre o la desnudez de tu madre. Ella es tu madre; no descubrirás su desnudez.

“No descubrirás la desnudez de la mujer de tu padre. Es la desnudez de tu padre.

“No descubrirás la desnudez de tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre, nacida en casa o nacida fuera de ella.

10 “No descubrirás la desnudez de la hija de tu hijo o de la hija de tu hija, porque su desnudez es tu propia desnudez.

11 “No descubrirás la desnudez de la hija de la mujer de tu padre, que tu padre engendró. Ella es tu hermana.

12 “No descubrirás la desnudez de la hermana de tu padre. Ella es parienta cercana de tu padre.

13 “No descubrirás la desnudez de la hermana de tu madre. Ella es parienta cercana de tu madre.

14 “No descubrirás la desnudez del hermano de tu padre. No te acercarás a su mujer. Ella es tu tía.

15 “No descubrirás la desnudez de tu nuera. Ella es la mujer de tu hijo. No descubrirás su desnudez.

16 “No descubrirás la desnudez de la mujer de tu hermano. Es la desnudez de tu hermano.

17 “No descubrirás la desnudez de una mujer y la de su hija. No tomarás la hija de su hijo ni la hija de su hija para descubrir su desnudez. Ellas son sus parientas cercanas. Eso es una infamia.

18 “No tomarás mujer juntamente con su hermana, para hacerla su rival, descubriendo su desnudez mientras aquella viva.

19 “No te acercarás a una mujer durante su impureza menstrual, para descubrir su desnudez.

20 “No tendrás relaciones sexuales con la mujer de tu prójimo, contaminándote con ella.

21 “No darás ningún descendiente tuyo para hacerlo pasar por fuego a Moloc[c]. No profanarás el nombre de tu Dios. Yo, el SEÑOR.

22 “No te acostarás con un hombre como uno se acuesta con una mujer. Eso es una abominación.

23 “No tendrás cópula con ningún animal, contaminándote con él; ni mujer alguna se pondrá delante de un animal para tener cópula con él. Eso es una depravación.

24 “No se contaminarán con ninguna de estas cosas, porque con todas estas cosas se han contaminado los pueblos que yo echo de delante de ustedes. 25 La tierra ha sido contaminada; por eso castigué la maldad de ellos sobre ella, y la tierra vomitó a sus habitantes. 26 Pero ustedes, guarden mis estatutos y mis decretos, y no hagan ninguna de todas estas abominaciones, ni el natural ni el extranjero que habita entre ustedes 27 (porque los habitantes de la tierra que los antecedieron hicieron todas estas abominaciones, y la tierra fue contaminada); 28 no sea que la tierra los vomite por haberla contaminado, como vomitó a la nación que los antecedió. 29 Porque cualquier persona que haga alguna de todas estas abominaciones será excluida de entre su pueblo. 30 Guarden, pues, mi ordenanza, no cometiendo las cosas abominables que se practicaban antes de ustedes; y no se contaminen con ellas. Yo, el SEÑOR, vuestro Dios”.

Mandamientos relativos a la santidad

Mateo 27:27-50

Los soldados se burlan de Jesús

27 Entonces los soldados del procurador llevaron a Jesús al Pretorio y reunieron a toda la compañía alrededor de él. 28 Después de desnudarle, le echaron encima un manto de escarlata. 29 Habiendo entretejido una corona de espinas, se la pusieron sobre su cabeza, y en su mano derecha pusieron una caña. Se arrodillaron delante de él y se burlaron de él, diciendo:

—¡Viva, rey de los judíos!

30 Y escupiendo en él, tomaron la caña y le golpeaban la cabeza.

La crucifixión de Jesús

31 Cuando se hubieron burlado de él, le quitaron el manto, le pusieron sus propios vestidos y lo llevaron para crucificarle. 32 Mientras salían, hallaron a un hombre de Cirene llamado Simón. A este lo obligaron a cargar la cruz de Jesús. 33 Cuando llegaron al lugar que se llama Gólgota, que significa lugar de la Calavera, 34 le dieron a beber vino mezclado con ajenjo; pero cuando lo probó, no lo quiso beber. 35 Después de crucificarlo, repartieron sus vestidos, echando suertes. 36 Y sentados, le guardaban allí.

37 Pusieron sobre su cabeza su acusación escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. 38 Entonces crucificaron con él a dos ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda. 39 Los que pasaban lo insultaban, meneando sus cabezas 40 y diciendo:

—Tú que derribas el templo y en tres días lo edificas, ¡sálvate a ti mismo, si eres Hijo de Dios, y desciende de la cruz!

41 De igual manera, aun los principales sacerdotes junto con los escribas y los ancianos se burlaban de él, y decían:

42 —A otros salvó; a sí mismo no se puede salvar. ¿Es rey de Israel? ¡Que descienda ahora de la cruz, y creeremos en él! 43 Ha confiado en Dios. Que lo libre ahora si lo quiere, porque dijo: “Soy Hijo de Dios”.

44 También los ladrones que estaban crucificados con él lo injuriaban de la misma manera.

La muerte de Jesús

45 Desde el medio día descendió oscuridad sobre toda la tierra hasta las tres de la tarde. 46 Como a las tres de la tarde Jesús exclamó a gran voz diciendo:

—¡Elí, Elí! ¿Lama sabactani?, (esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?)[a].

47 Cuando algunos de los que estaban allí le oyeron, decían:

—Este hombre llama a Elías.

48 Y de inmediato uno de ellos corrió, tomó una esponja, la llenó de vinagre y, poniéndola en una caña, le daba de beber. 49 Pero otros decían:

—Deja, veamos si viene Elías a salvarlo.

50 Pero Jesús clamó otra vez a gran voz y entregó el espíritu.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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