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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Amós 7-9

Tres visiones de destrucción

Así me mostró el SEÑOR Dios[a]: He aquí que él formaba un enjambre de langostas cuando comenzaba a brotar el heno tardío, después de la siega del rey. Aconteció que cuando acababan de comer la hierba de la tierra, dije:

—¡Oh SEÑOR Dios[b], perdona, por favor! ¿Cómo podrá levantarse Jacob que es tan pequeño?

El SEÑOR desistió de ello.

—No será así —ha dicho el SEÑOR—.

Así me mostró el SEÑOR Dios[c]: He aquí que el SEÑOR Dios[d] convocó para juzgar por fuego, y el fuego consumió el gran océano y una parte de la tierra. Yo dije:

—¡Oh SEÑOR Dios[e], desiste, por favor! ¿Cómo podrá restablecerse Jacob que es tan pequeño?

El SEÑOR desistió de ello.

—No será así tampoco —dijo el SEÑOR Dios[f]—.

Así me mostró: He aquí que el Señor estaba de pie sobre un muro hecho a plomo, y en su mano tenía una plomada de albañil. Entonces me preguntó el SEÑOR:

—¿Qué ves, Amós?

Yo respondí:

—Una plomada de albañil.

Y el SEÑOR dijo:

—He aquí yo pongo una plomada de albañil en medio de mi pueblo Israel. ¡No lo soportaré más! Los altares de Isaac serán destruidos y los santuarios de Israel quedarán desolados. Y me levantaré con espada contra la casa de Jeroboam.

Confrontación de Amós con Amasías

10 Entonces Amasías, sacerdote de Betel, envió a decir a Jeroboam, rey de Israel: “Amós ha conspirado contra ti en medio de la casa de Israel. ¡La tierra no puede soportar todas sus palabras! 11 Así ha dicho Amós: ‘Jeroboam morirá a espada e Israel saldrá de su tierra en cautiverio’ ”.

12 Y Amasías dijo a Amós:

—¡Vidente, vete; huye a la tierra de Judá y come allá tu pan! Profetiza allá 13 y no profetices más en Betel porque es el santuario del rey y la casa del reino.

14 Respondió Amós y dijo a Amasías:

—Yo no soy profeta ni hijo de profeta; soy ganadero y cultivador de higos silvestres. 15 Pero el SEÑOR me tomó de detrás del rebaño y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo Israel”. 16 Ahora pues, escucha la palabra del SEÑOR: Tú dices:“No profetices contra Israel ni prediques contra la casa de Isaac”. 17 Por tanto, así dice el SEÑOR: “Tu mujer se prostituirá en la ciudad; tus hijos y tus hijas caerán a espada. Tu tierra será repartida a cordel, tú morirás en tierra inmunda, e Israel definitivamente será llevado cautivo de su tierra”.

Visión del fin del reino de Israel

Así me mostró el SEÑOR Dios[g]: He aquí una cesta con frutas de verano. Y me preguntó

—¿Qué ves, Amós?

Yo respondí:

—Una cesta de frutas de verano[h].

Entonces el SEÑOR me dijo:

—¡Ha llegado el final[i] de mi pueblo Israel! ¡No lo soportaré más! En aquel día gemirán los cantores del templo, dice el SEÑOR Dios[j]. Muchos serán los cadáveres; en todo lugar serán arrojados en silencio.

»Oigan esto, los que pisotean a los necesitados y arruinan a los pobres de la tierra diciendo: “¿Cuándo pasará la luna nueva para que vendamos el trigo y el sábado para que abramos los almacenes del trigo; para que reduzcamos el peso y aumentemos el precio falsificando fraudulentamente las balanzas; para comprar a los pobres por dinero y a los necesitados por un par de zapatos; para que vendamos los desechos del trigo?”.

El SEÑOR ha jurado por la gloria de Jacob: “¡No me olvidaré jamás de todas las cosas que han hecho! ¿No temblará la tierra por esto? ¿No harán duelo todos sus habitantes? Subirá toda como el río Nilo; se agitará y mermará como el Nilo de Egipto. Sucederá en aquel día, dice el SEÑOR Dios[k], que haré que el sol se oculte al medio día, y en pleno día haré que la tierra sea cubierta de tinieblas. 10 Convertiré las fiestas de ustedes en duelo y todas sus canciones en cantos fúnebres. Haré que todos los lomos se cubran de luto y que se rapen todas las cabezas. Traeré a ella duelo como por hijo único y su final será un día de amargura.

Hambre y sed de la Palabra de Dios

11 “He aquí que vienen días, dice el SEÑOR Dios[l], en los cuales enviaré hambre a la tierra; no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír las palabras del SEÑOR. 12 Irán errantes de mar a mar. Desde el norte hasta el oriente andarán errantes buscando palabra del SEÑOR y no la encontrarán. 13 En aquel día desmayarán de sed las bellas muchachas y los jóvenes. 14 Los que juran por la culpa de Samaria diciendo: ‘¡Viva tu dios, oh Dan!’ y, ‘¡Que viva el camino de Beerseba!’, caerán y nunca más se levantarán”.

Vanos recursos para escapar de Dios

Vi al Señor que estaba de pie sobre el altar, y dijo: “¡Golpea los capiteles de las columnas y estremézcanse los umbrales! Hazlos pedazos sobre las cabezas de todos ellos, y a sus descendientes los mataré a espada. ¡De ellos no habrá quien se fugue ni escape!

“Aunque caven hasta el Seol, de allá los tomará mi mano. Si suben hasta los cielos, de allá los haré bajar. Si se esconden en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré y los tomaré. Aunque se escondan de mis ojos en el fondo del mar, allí mandaré la serpiente y los morderá. Aunque vayan cautivos delante de sus enemigos, allí mandaré la espada que los matará. Sobre ellos pondré mis ojos para mal y no para bien”.

El SEÑOR Dios[m] de los Ejércitos es el que toca la tierra y ella se derrite. Hacen duelo todos los que habitan en ella. Toda la tierra sube como el Nilo y luego merma como el Nilo de Egipto. Él edifica su morada en los cielos y pone en la tierra los cimientos de su firmamento. Convoca las aguas del mar y las derrama sobre la faz de la tierra. ¡El SEÑOR es su nombre!

Israel no escapará del juicio divino

“Oh hijos de Israel, ¿acaso no son para mí como los hijos de los etíopes?, dice el SEÑOR. ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, a los filisteos de Caftor y a los sirios de Quir? He aquí, los ojos del SEÑOR Dios[n] están contra el reino pecador. Yo lo destruiré de sobre la faz de la tierra, pero no destruiré del todo a la casa de Jacob, dice el SEÑOR. Pues he aquí que yo mandaré y haré que la casa de Israel sea sacudida entre las naciones, como se sacude en un harnero sin que caiga a tierra un solo grano. 10 Pero a espada morirán todos los pecadores de mi pueblo que dicen: ‘No se acercará ni nos alcanzará el desastre’.

Restauración de Judá y de Israel

11 “En aquel día levantaré la cabaña caída de David y cerraré sus brechas. Reconstruiré sus ruinas y lo edificaré como en el tiempo pasado, 12 para que posean lo que quede de Edom y de todos los pueblos sobre los cuales es invocado mi nombre, dice el SEÑOR que hace esto.

13 “He aquí que vienen días, dice el SEÑOR, cuando el que ara alcanzará al que siega y el que pisa las uvas al que lleva la semilla; las montañas gotearán vino nuevo y todas las colinas se derretirán. 14 Pues restauraré de la cautividad a mi pueblo Israel, y ellos edificarán las ciudades desoladas y las habitarán. Plantarán viñas y beberán del vino de ellas; plantarán huertos y comerán de sus frutos. 15 Pues los plantaré en su tierra y nunca más serán arrancados de la tierra que yo les di”, ha dicho el SEÑOR tu Dios.

Apocalipsis 8

El séptimo sello

Cuando él abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban de pie delante de Dios, y les fueron dadas siete trompetas. Y otro ángel vino y se puso de pie delante del altar. Tenía un incensario de oro, y le fue dado mucho incienso para que lo añadiese a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro, que estaba delante del trono. Y el humo del incienso con las oraciones de los santos subió de la mano del ángel en presencia de Dios. Y el ángel tomó el incensario, lo llenó con fuego del altar y lo arrojó sobre la tierra. Y se produjeron truenos y estruendos y relámpagos y un terremoto.

Las siete trompetas

Los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.

El primero tocó la trompeta. Y se produjo granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron arrojados sobre la tierra. Y la tercera parte de la tierra fue quemada, y la tercera parte de los árboles fue quemada, y toda la hierba verde fue quemada.

El segundo ángel tocó la trompeta. Y algo como un gran monte ardiendo con fuego fue lanzado al mar. Y la tercera parte del mar se convirtió en sangre; y murió la tercera parte de las criaturas vivientes que estaban en el mar, y la tercera parte de los barcos fue destruida.

10 El tercer ángel tocó la trompeta. Y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha; y cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre las fuentes de agua. 11 El nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo, y muchos hombres murieron por las aguas, porque fueron hechas amargas.

12 El cuarto ángel tocó la trompeta. Y fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna y la tercera parte de las estrellas, de manera que se oscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba el día durante una tercera parte, y también la noche de la misma manera.

13 Miré y oí volar un águila[a] por en medio del cielo, diciendo a gran voz: “¡Ay, ay, ay de los que habitan en la tierra, por razón de los demás toques de trompeta que los tres ángeles aún han de tocar!”.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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