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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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Isaías 34-36

Juicio contra Edom y las naciones

34 ¡Acérquense, oh naciones, para oír; escuchen, oh pueblos! Oiga la tierra y su plenitud, el mundo y todo lo que produce. Porque el SEÑOR tiene furor contra todas las naciones, e ira contra todo el ejército de ellas. Él las destruirá por completo; las entregará a la matanza. Sus muertos serán arrojados, y de sus cadáveres se levantará el hedor. Los montes se disolverán con la sangre de ellos. Todo el ejército de los cielos se corromperá, y los cielos se plegarán como un rollo de pergamino. Todo su ejército caerá como caen las hojas de la parra, o como caen los frutos secos de la higuera.

“Porque en los cielos aparecerá[a] mi espada. He aquí que descenderá sobre Edom; para juicio, sobre el pueblo de mi anatema”.

Llena está de sangre la espada del SEÑOR; está engrasada con el sebo, con la sangre de corderos y de machos cabríos, y con el sebo de los riñones de carneros. Porque el SEÑOR tiene sacrificios en Bosra, y una gran matanza en la tierra de Edom. Junto con ellos caerán los toros salvajes, y los novillos junto con los toros. Su tierra se saciará de sangre, y su suelo se saturará con el sebo. Porque es día de venganza del SEÑOR, año de retribución por la causa de Sion.

Sus arroyos se convertirán en brea, y su polvo en azufre. Su tierra llegará a ser brea ardiente. 10 No se apagará ni de noche ni de día; perpetuamente subirá su humo. De generación en generación quedará en ruinas; nunca jamás pasará nadie por ella. 11 La poseerán el búho y el erizo; la lechuza y el cuervo habitarán en ella. Sobre ella se extenderán el cordel del caos y la plomada del vacío. 12 Sus nobles no tendrán nada allí que pueda llamarse reino, y todos sus gobernantes serán como nada. 13 Sobre sus palacios crecerán espinos; y sobre sus fortalezas, ortigas y cardos. Serán guarida de chacales y campo de avestruces. 14 Las fieras del desierto se encontrarán con las hienas. La cabra montés gritará a su compañero. La lechuza también hallará allí sosiego, y hallará reposo para sí. 15 Allí anidará y ovará el búho; empollará y los cubrirá bajo su sombra. También se reunirán allí los buitres, cada cual con su pareja.

16 Busquen en el libro del SEÑOR y lean: “Ninguno de estos faltará; no faltará ninguno con su respectiva pareja. Porque la boca del SEÑOR lo ha mandado, y su mismo Espíritu los reunirá. 17 Él realizó el sorteo para ellos, y su mano les repartió a cordel. Para siempre la tendrán como heredad, y habitarán allí de generación en generación”.

La redención de Sion

35 Se alegrarán el desierto y el sequedal. Se regocijará el Arabá y florecerá como la rosa. Florecerá profusamente; se regocijará en gran manera, y cantará con júbilo. Le será dada la gloria del Líbano, la majestad del Carmelo y de Sarón. Ellos verán la gloria del SEÑOR, la majestad de nuestro Dios.

Fortalezcan las manos débiles; afirmen las rodillas vacilantes. Digan a los de corazón apocado: “¡Fortalézcanse; no teman! He aquí que su Dios viene con venganza y retribución divina. Él mismo vendrá y los salvará”.

Entonces serán abiertos los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos se destaparán. Entonces el cojo saltará como un venado, y cantará la lengua del mudo; porque aguas irrumpirán en el desierto, y torrentes en el Arabá. La arena candente se convertirá en laguna; y el sequedal, en manantiales de agua. En la morada de los chacales habrá pastizales y área de cañaverales y de juncos.

Y habrá allí una calzada[b] a la cual se llamará Camino de Santidad. No pasará por ella ningún impuro. Será para los que siguen el camino, y los simples no se desviarán. Allí no habrá leones; no subirán por ella fieras voraces, ni se encontrarán allí. Pero caminarán por allí los redimidos. 10 Los rescatados del SEÑOR volverán y entrarán en Sion con cánticos. Y sobre sus cabezas habrá alegría perpetua. Alcanzarán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido.

Embajada de Senaquerib a Jerusalén

36 Aconteció que en el año catorce del rey Ezequías subió Senaquerib, rey de Asiria, contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó. Después el rey de Asiria envió al Rabsaces, desde Laquis hasta Jerusalén, al rey Ezequías, con un poderoso ejército. El Rabsaces se detuvo junto al acueducto del estanque de arriba, que está en el camino del Campo del Lavador. Luego salieron hacia él Eliaquim hijo de Hilquías, el administrador del palacio; Sebna, el escriba; y Jóaj hijo de Asaf, el cronista. Entonces les dijo el Rabsaces:

—Digan a Ezequías que así ha dicho el gran rey, el rey de Asiria: “¿Qué confianza es esa en que confías? Tú has dicho[c] tener plan y poderío para la guerra, pero solo son palabras de labios. Pero ahora, ¿en quién confías para que te hayas rebelado contra mí? He aquí que tú confías en Egipto, en ese bastón de caña cascada, que a cualquiera que se apoye sobre ella, le entrará por la mano y se la atravesará. Así es el faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él”. Pero si me dices: “Confiamos en el SEÑOR nuestro Dios”, ¿no es este aquel cuyos lugares altos y cuyos altares ha quitado Ezequías, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: “Delante de este altar adorarán”?

»Ahora pues, comprométete con mi señor, el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si acaso tú puedes proveer quienes cabalguen sobre ellos. ¿Cómo podrás resistir a un oficial de uno de los más insignificantes servidores de mi señor, confiando en Egipto por carros y jinetes? 10 Y ahora, ¿acaso he subido contra esta tierra para destruirla sin que haya intervenido el SEÑOR? El SEÑOR me ha dicho: “Sube a esa tierra y destrúyela”.

11 Entonces Eliaquim, Sebna y Jóaj dijeron al Rabsaces:

—Por favor, habla a tus siervos en arameo, porque nosotros lo entendemos. No nos hables en hebreo, a oídos del pueblo que está sobre la muralla.

12 Pero el Rabsaces dijo:

—¿Acaso me ha enviado mi señor para decir estas palabras solo a tu señor y a ti? ¿No les concierne también a los hombres que están sobre la muralla, quienes, como ustedes, han de comer sus propios excrementos y beber su propia orina?

13 Entonces el Rabsaces se puso de pie y gritó a gran voz en hebreo, diciendo:

—¡Oigan las palabras del gran rey, el rey de Asiria! 14 Así ha dicho el rey: “No los engañe Ezequías, porque él no los podrá librar. 15 Tampoco los haga confiar Ezequías en el SEÑOR, diciendo: ‘Ciertamente el SEÑOR nos librará, y esta ciudad no será entregada en mano del rey de Asiria’ ”. 16 ¡No escuchen a Ezequías! Porque así ha dicho el rey de Asiria: “Hagan la paz conmigo y ríndanse a mí. Y comerá cada uno de su vid y de su higuera, y beberá cada uno de las aguas de su pozo, 17 hasta que yo venga y los lleve a una tierra como la suya, tierra de grano y de vino, tierra de pan y de viñas. 18 No los engañe Ezequías, diciendo: ‘el SEÑOR nos librará’. ¿Acaso alguno de los dioses de las naciones libró su tierra de la mano del rey de Asiria? 19 ¿Dónde están los dioses de Hamat y de Arfad? ¿Dónde están los dioses de Sefarvaim? ¿Acaso libraron estos a Samaria de mi mano? 20 ¿Cuáles de entre todos los dioses de estas tierras libraron sus tierras de mi mano, para que el SEÑOR libre a Jerusalén de mi mano?”.

21 Pero ellos callaron y no respondieron ni una palabra, porque había una orden del rey que decía: “No le respondan”. 22 Entonces Eliaquim hijo de Hilquías, el administrador del palacio; Sebna, el escriba; y Jóaj hijo de Asaf, el cronista, fueron a Ezequías con sus vestiduras rasgadas y le declararon las palabras del Rabsaces.

Colosenses 2

Quiero, pues, que sepan cuán grande conflicto tengo por ustedes, por los de Laodicea y por todos los que nunca me han visto personalmente para que unidos en amor, sus corazones sean reanimados hasta lograr toda la riqueza de la plena certidumbre de entendimiento, para conocer el misterio de Dios[a]; es decir, Cristo mismo. En él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. Digo esto para que nadie los engañe con falsos argumentos persuasivos. Pues, aunque estoy ausente en el cuerpo, no obstante, en espíritu estoy con ustedes, gozándome y mirando su buen orden y la firmeza de su fe en Cristo.

La vida plena en Cristo

Por tanto, de la manera que han recibido a Cristo Jesús el Señor, así anden en él, firmemente arraigados y sobreedificados en él, y confirmados por la fe así como han sido enseñados, abundando en acciones de gracias.

Miren que nadie los lleve cautivos por medio de filosofías y vanas sutilezas, conforme a la tradición de hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no conforme a Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad; 10 y ustedes están completos en él, quien es la cabeza de todo principado y autoridad.

11 En él también ustedes fueron circuncidados con una circuncisión no hecha con manos, al despojarlos del cuerpo pecaminoso carnal mediante la circuncisión que viene de Cristo. 12 Fueron sepultados juntamente con él en el bautismo, en el cual también fueron resucitados juntamente con él por medio de la fe en el poder de Dios que lo levantó de entre los muertos. 13 Mientras ustedes estaban muertos en los delitos y en la incircuncisión de su carne, Dios les dio vida juntamente con él, perdonándonos todos los delitos. 14 Él anuló el acta que había contra nosotros, que por sus decretos nos era contraria, y la ha quitado de en medio al clavarla en su cruz. 15 También despojó a los principados y las autoridades, y los exhibió como espectáculo público habiendo triunfado sobre ellos en la cruz.

16 Por tanto, nadie los juzgue en asuntos de comida o de bebida, o respecto a días de fiesta, lunas nuevas o sábados. 17 Todo ello es solo una sombra de lo porvenir, pero la realidad pertenece a Cristo. 18 Nadie los prive de su premio fingiendo humildad y culto a los ángeles, haciendo alarde de lo que ha visto[b], vanamente hinchado por su mente carnal, 19 y no aferrándose a la cabeza de la cual todo el cuerpo, nutrido y unido por coyunturas y ligamentos, crece con el crecimiento que da Dios.

La vida nueva en Cristo

20 Siendo que la muerte de ustedes con Cristo los separó de los principios elementales del mundo, ¿por qué, como si aún vivieran en el mundo, se someten a ordenanzas como: 21 “No uses ni gustes ni toques”? 22 Tales cosas son destinadas a perecer con el uso pues son según los mandamientos y las doctrinas de hombres. 23 De hecho, semejantes prácticas tienen reputación de ser sabias en una cierta religiosidad, en la humillación y en el duro trato del cuerpo, pero no tienen ningún valor contra la sensualidad.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

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