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Old/New Testament

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La Biblia de las Américas (LBLA)
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2 Reyes 17-18

Causas de la caída del reino de Israel

17 En el año doce de Acaz, rey de Judá, Oseas, hijo de Ela(A), comenzó a reinar sobre Israel en Samaria, y reinó nueve años. E hizo lo malo ante los ojos del Señor, aunque no como los reyes de Israel que habían sido antes de él. Subió contra él Salmanasar(B), rey de Asiria, y Oseas fue hecho su siervo(C), y le pagaba tributo. Pero el rey de Asiria descubrió una conspiración de[a] Oseas, quien había enviado mensajeros a So, rey de Egipto, y no había pagado tributo al rey de Asiria como había hecho año tras año; por tanto el rey de Asiria lo detuvo y lo encadenó en la cárcel. Entonces el rey de Asiria invadió todo el país y subió a Samaria(D), y le puso sitio por tres años. En el año noveno de Oseas, el rey de Asiria tomó Samaria(E) y se llevó a Israel al destierro(F) en Asiria, y los puso en Halah y en Habor, río de Gozán(G), y en las ciudades de los medos(H).

Esto[b] sucedió porque los hijos de Israel habían pecado contra el Señor su Dios(I), que los había sacado[c] de la tierra de Egipto de bajo la mano de Faraón, rey de Egipto(J), y habían reverenciado a otros dioses(K); y anduvieron en las costumbres[d] de las naciones que el Señor había arrojado de delante de los hijos de Israel(L), y en las costumbres de los reyes de Israel que ellos habían introducido[e](M). Y los hijos de Israel secretamente hicieron cosas[f] que no eran rectas contra el Señor su Dios. Además se edificaron lugares altos en todas sus ciudades, desde las torres de atalaya hasta las ciudades fortificadas(N). 10 Se erigieron pilares sagrados(O) y Aseras[g] sobre toda colina alta y bajo todo árbol frondoso(P), 11 y quemaron incienso allí en todos los lugares altos, como las naciones que el Señor se había llevado al destierro de delante de ellos; e hicieron cosas malas provocando al Señor. 12 Y sirvieron a ídolos, acerca de los cuales el Señor les había dicho: Vosotros no haréis esto(Q). 13 Y el Señor amonestaba(R) a Israel y a Judá por medio de todos sus profetas(S) y de todo vidente(T), diciendo: Volveos de vuestros malos caminos y guardad mis mandamientos, mis estatutos conforme a toda la ley que ordené a vuestros padres y que os envié por medio[h] de mis siervos los profetas(U). 14 Sin embargo, ellos no escucharon, sino que endurecieron su cerviz como[i] sus padres, que no creyeron en el Señor su Dios(V). 15 Desecharon sus estatutos(W) y el pacto que Él había hecho con sus padres(X), y sus advertencias con las cuales los había amonestado. Y siguieron la vanidad(Y) y se hicieron vanos(Z), y fueron en pos de las naciones que los rodeaban, respecto de las cuales el Señor les había ordenado que no hicieran como ellas(AA). 16 Y abandonaron todos los mandamientos del Señor su Dios, y se hicieron imágenes fundidas de dos becerros(AB); hicieron una Asera[j](AC), adoraron a todo el ejército de los cielos(AD) y sirvieron a Baal(AE). 17 Hicieron pasar por el fuego a sus hijos y a sus hijas(AF), practicaron la adivinación y los augurios(AG), y se entregaron a[k] hacer lo malo ante los ojos del Señor, provocándole(AH). 18 Y el Señor se airó en gran manera contra Israel(AI) y los quitó de su presencia; no quedó sino solo la tribu de Judá(AJ).

19 Tampoco Judá[l] guardó los mandamientos del Señor su Dios(AK), sino que anduvieron en las costumbres[m] que Israel había introducido[n](AL). 20 Y el Señor desechó a toda la descendencia[o] de Israel, y los afligió y los entregó en mano de saqueadores, hasta que los echó de su presencia(AM). 21 Cuando Él arrancó a Israel de la casa de David(AN), ellos hicieron rey a Jeroboam(AO), hijo de Nabat. Entonces Jeroboam apartó a Israel de seguir al Señor, y les hizo cometer[p] un gran pecado(AP). 22 Y los hijos de Israel anduvieron en todos los pecados que había cometido Jeroboam; no se apartaron de ellos, 23 hasta que el Señor quitó a Israel de su presencia, como Él había hablado por medio[q] de todos sus siervos los profetas(AQ). E Israel fue llevado de su propia tierra al destierro, a Asiria(AR), hasta hoy.

24 Y el rey de Asiria trajo hombres de Babilonia, de Cuta, de Ava[r](AS), de Hamat(AT) y de Sefarvaim, y los puso en las ciudades de Samaria en lugar de los hijos de Israel. Y tomaron posesión de Samaria y habitaron en sus ciudades(AU). 25 Y aconteció que como al principio de habitar ellos allí, no temieron al Señor(AV), el Señor envió leones entre ellos que mataron a muchos de ellos. 26 Entonces hablaron al rey de Asiria, diciendo: Las naciones que has llevado al destierro a las ciudades de Samaria, no conocen la costumbre del dios de la tierra; por eso él ha enviado leones entre ellos, y he aquí, los leones los matan porque ellos no conocen la costumbre del dios de la tierra.

27 Y el rey de Asiria ordenó, diciendo: Llevad allá a uno de los sacerdotes que llevasteis al destierro[s], y que él vaya y habite[t] allí; y que les enseñe la costumbre del dios de la tierra. 28 Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado al destierro desde Samaria, y habitó en Betel, y les enseñó cómo habían de temer al Señor. 29 Pero cada nación continuó haciendo sus propios dioses, y los pusieron en las casas de los lugares altos que los samaritanos habían hecho(AW), cada nación en las[u] ciudades en que habitaban. 30 Y los hombres de Babilonia hicieron a Sucot-benot; los hombres de Cuta(AX) hicieron a Nergal; los hombres de Hamat hicieron a Asima; 31 y los aveos hicieron a Nibhaz y a Tartac; y los de Sefarvaim quemaban a sus hijos en el fuego(AY) como ofrenda a Adramelec(AZ) y Anamelec, dioses de Sefarvaim(BA). 32 También temían al Señor(BB) y nombraron de entre sí[v] sacerdotes de los lugares altos, que oficiaban por ellos en las casas de los lugares altos(BC). 33 Temían al Señor y servían a sus dioses conforme a la costumbre de las naciones de donde habían sido llevados al destierro.

34 Hasta el día de hoy siguen haciendo conforme a sus antiguas costumbres. No temen al Señor, ni siguen[w] sus estatutos ni sus ordenanzas ni la ley ni el mandamiento que el Señor había ordenado a los hijos de Jacob, a quien puso el nombre de Israel(BD), 35 con los cuales el Señor hizo un pacto y les ordenó, diciendo: No temeréis a otros dioses(BE) ni os inclinaréis ante ellos, no los serviréis ni les ofreceréis sacrificios(BF). 36 Sino que al Señor, que os hizo subir de la tierra de Egipto(BG) con gran poder y con brazo extendido(BH), a Él temeréis y ante Él os inclinaréis(BI) y a Él ofreceréis sacrificios. 37 Y los estatutos, las ordenanzas, la ley y el mandamiento que Él os escribió(BJ), cuidaréis de cumplirlos siempre, y no temeréis a otros dioses. 38 Y el pacto que he hecho con vosotros, no lo olvidaréis, ni temeréis a otros dioses(BK). 39 Sino que al Señor vuestro Dios temeréis, y Él os librará de la mano de todos vuestros enemigos. 40 Pero ellos no escucharon, sino que hicieron conforme a su antigua costumbre. 41 Y aunque estas naciones temían al Señor, también servían a sus ídolos[x](BL); y de la misma manera que hicieron sus padres, así hacen hasta hoy sus hijos y sus nietos.

Ezequías rey de Judá

18 Y aconteció que en el año tercero de Oseas, hijo de Ela, rey de Israel(BM), comenzó a reinar Ezequías, hijo de Acaz, rey de Judá(BN). (BO)Tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre era Abi[y], hija de Zacarías. Él hizo lo recto ante los ojos del Señor(BP), conforme a todo lo que su padre David había hecho. Quitó los lugares altos(BQ), derribó los pilares sagrados y cortó la Asera[z]. También hizo pedazos la serpiente de bronce que Moisés había hecho(BR), porque hasta aquellos días los hijos de Israel le quemaban incienso; y la llamaban Nehustán[aa]. Confió en el Señor, Dios de Israel(BS); y después de él, no hubo ninguno como él entre todos los reyes de Judá, ni entre los que fueron antes de él(BT), porque se apegó al Señor; no se apartó de[ab] Él(BU), sino que guardó los mandamientos que el Señor había ordenado a Moisés. Y el Señor estaba con él; adondequiera que iba prosperaba(BV). Se rebeló contra el rey de Asiria y no le sirvió(BW). Derrotó[ac] a los filisteos hasta Gaza(BX) y su territorio, desde las torres de atalaya hasta las ciudades fortificadas(BY).

Y aconteció que en el año cuarto del rey Ezequías, que era el año séptimo de Oseas, hijo de Ela, rey de Israel, Salmanasar, rey de Asiria, subió contra Samaria y la sitió(BZ), 10 y al cabo de tres años la tomaron. En el año sexto de Ezequías, que era el año noveno de Oseas, rey de Israel, Samaria fue tomada(CA). 11 Y el rey de Asiria llevó a Israel al destierro en Asiria, y los puso en Halah y en el Habor, río de Gozán, y en las ciudades de los medos(CB), 12 porque no obedecieron la voz del Señor su Dios, sino que quebrantaron su pacto, es decir, todo lo que Moisés, siervo del Señor, había ordenado; no escucharon, ni lo cumplieron(CC).

Invasión de Senaquerib

13 (CD)Y en el año catorce del rey Ezequías, subió Senaquerib, rey de Asiria, contra todas las ciudades fortificadas de Judá, y las tomó. 14 Entonces Ezequías, rey de Judá, envió a decir al rey de Asiria en Laquis: He hecho lo malo(CE). Retírate[ad] de mí; lo que me impongas[ae], aceptaré. Y el rey de Asiria impuso a[af] Ezequías, rey de Judá, trescientos talentos[ag] de plata y treinta talentos de oro. 15 Y Ezequías le dio toda la plata que se hallaba en la casa del Señor y en los tesoros de la casa del rey(CF). 16 En aquel tiempo Ezequías quitó el oro de las puertas del templo del Señor, y de los postes de las puertas que el mismo Ezequías, rey de Judá, había revestido de oro, y lo entregó al rey de Asiria.

17 Entonces el rey de Asiria envió, desde Laquis a Jerusalén, al Tartán(CG), al Rabsaris y al Rabsaces con un gran ejército contra el rey Ezequías. Y subieron y llegaron a Jerusalén. Y cuando subieron, llegaron y se colocaron junto al acueducto del estanque superior que está en la calzada del campo del Batanero[ah](CH). 18 Llamaron al rey, y salió a ellos Eliaquim, hijo de Hilcías(CI), que era mayordomo, con el escriba Sebna(CJ) y el cronista Joa, hijo de Asaf. 19 Y el Rabsaces les dijo: Decid ahora a Ezequías: «Así dice el gran rey, el rey de Asiria: “¿Qué confianza es esta que tú tienes[ai](CK)? 20 Tú dices (pero solo son palabras vanas[aj]): ‘Tengo consejo y poder para la guerra’. Mas ahora, ¿en quién confías que te has rebelado contra mí(CL)? 21 He aquí, tú confías en el báculo de esta caña quebrada, es decir, en Egipto(CM), en el cual, si un hombre se apoya, penetrará en su mano[ak] y la traspasará. Así es Faraón, rey de Egipto, para todos los que confían en él. 22 Pero si me decís: ‘Nosotros confiamos en el Señor nuestro Dios’, ¿no es Él aquel cuyos lugares altos y cuyos altares Ezequías ha quitado(CN) y ha dicho a Judá y a Jerusalén: ‘Adoraréis delante de este altar en Jerusalén’? 23 Ahora pues, te ruego que llegues a un acuerdo[al] con mi señor el rey de Asiria, y yo te daré dos mil caballos, si por tu parte puedes poner jinetes sobre ellos. 24 ¿Cómo, pues, puedes rechazar a[am] un oficial[an] de los menores de los siervos de mi señor, y confiar[ao] en Egipto para tener carros y hombres de a caballo? 25 ¿He subido ahora sin el consentimiento del Señor contra este lugar para destruirlo? El Señor me dijo: ‘Sube contra esta tierra y destrúyela’”».

26 Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías, Sebna y Joa dijeron al Rabsaces: Te rogamos que hables a tus siervos en arameo(CO), porque nosotros lo entendemos[ap], y no nos hables en la lengua de Judá[aq] a oídos del pueblo que está sobre la muralla. 27 Pero el Rabsaces les dijo: ¿Acaso me ha enviado mi señor para hablar estas palabras solo a tu señor y a ti, y no a los hombres que están sentados en la muralla, condenados a comer sus propios excrementos y beber su propia orina con vosotros? 28 El Rabsaces se puso en pie, gritó a gran voz en la lengua de Judá, y dijo[ar]: Escuchad la palabra del gran rey, el rey de Asiria. 29 Así dice el rey: «Que no os engañe Ezequías, porque él no os podrá librar de mi[as] mano(CP); 30 ni que Ezequías os haga confiar en el Señor, diciendo: “Ciertamente el Señor nos librará, y esta ciudad no será entregada en manos del rey de Asiria”. 31 No escuchéis a Ezequías, porque así dice el rey de Asiria: “Haced la paz conmigo[at] y salid a mí, y coma cada uno de su vid y cada uno de su higuera, y beba(CQ) cada cual de las aguas de su cisterna, 32 hasta que yo venga y os lleve a una tierra como vuestra tierra, tierra de grano y de mosto, tierra de pan y de viñas, tierra de olivos y de miel, para que viváis y no muráis(CR)”. Pero no escuchéis a Ezequías porque os engaña, diciendo: “El Señor nos librará”. 33 ¿Acaso alguno de los dioses de las naciones ha librado su tierra de la mano del rey de Asiria(CS)? 34 ¿Dónde están los dioses de Hamat y de Arfad(CT)? ¿Dónde están los dioses de Sefarvaim, de Hena y de Iva(CU)? ¿Cuándo han librado ellos a Samaria de mi mano(CV)? 35 ¿Quiénes de entre todos los dioses de estas[au] tierras han[av] librado su tierra de mi mano(CW), para que el Señor libre a Jerusalén de mi mano?». 36 Pero el pueblo se quedó callado y no le respondió palabra alguna, porque la orden del rey era: No le respondáis. 37 Entonces Eliaquim, hijo de Hilcías(CX), mayordomo de la casa real, el escriba Sebna y el cronista Joa, hijo de Asaf, fueron a Ezequías con sus vestidos rasgados(CY), y le relataron las palabras del Rabsaces.

Juan 3:19-36

19 Y este es el juicio: que la luz vino al mundo(A), y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas(B). 20 Porque todo el que hace lo malo odia la luz(C), y no viene a la luz para que sus acciones no sean expuestas. 21 Pero el que practica la verdad(D) viene a la luz, para que sus acciones sean manifestadas que han sido hechas en Dios.

Testimonio final de Juan el Bautista

22 Después de esto vino Jesús con sus discípulos(E) a la tierra de Judea, y estaba allí con ellos, y bautizaba(F). 23 Juan también bautizaba en Enón, cerca de Salim, porque allí había mucha agua[a]; y muchos venían y eran bautizados. 24 Porque Juan todavía no había sido metido en la cárcel(G). 25 Surgió entonces una discusión entre los discípulos de Juan y un judío acerca de la purificación(H). 26 Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí(I), mira, el que estaba contigo al otro lado del Jordán(J), de quien diste testimonio(K), está bautizando y todos van a Él. 27 Respondió Juan y dijo: Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del cielo(L). 28 Vosotros mismos me sois testigos de que dije: «Yo no soy el Cristo[b](M), sino que he sido enviado delante de Él». 29 El que tiene la novia es el novio(N), pero el amigo del novio, que está allí y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. Y por eso, este gozo mío se ha completado(O). 30 Es necesario que Él crezca, y que yo disminuya.

31 El que procede de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra, procede[c] de la tierra y habla de la tierra(P). El que procede del cielo está sobre todos(Q). 32 Lo que Él ha visto y oído, de eso da testimonio; y nadie recibe su testimonio(R). 33 El que ha recibido su testimonio ha certificado(S) esto: que Dios es veraz. 34 Porque aquel a quien Dios ha enviado(T) habla las palabras de Dios, pues Él da el Espíritu(U) sin medida[d]. 35 El Padre ama al Hijo y ha entregado todas las cosas en su mano(V). 36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna(W); pero el que no obedece[e](X) al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.

La Biblia de las Américas (LBLA)

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