Old/New Testament
Profecías contra los reyes de Judá
22 Así dice Jehová: Desciende a la casa del rey de Judá, y habla allí esta palabra,
2 y di: Oye la palabra de Jehová, oh rey de Judá, que estás sentado sobre el trono de David, tú, y tus siervos, y tu pueblo que entra por estas puertas.
3 Así dice Jehová: Haced juicio y justicia, y librad al oprimido de mano del opresor, y no engañéis ni robéis al extranjero, ni al huérfano ni a la viuda, ni derraméis sangre inocente en este lugar.
4 Porque si efectivamente obedecéis esta palabra, los reyes descendientes de David que se sientan sobre su trono, entrarán montados en carros y en caballos por las puertas de esta casa; ellos, y sus criados y su pueblo.
5 Mas si no oís estas palabras, por mí mismo he jurado, dice Jehová, que esta casa será desierta.
6 Porque así ha dicho Jehová acerca de la casa del rey de Judá: Como Galaad eres tú para mí, y como la cima del Líbano; sin embargo, te convertiré en soledad, y como ciudades deshabitadas.
7 Prepararé contra ti destruidores, cada uno con sus armas, y cortarán tus cedros escogidos y los echarán en el fuego.
8 Y muchas gentes pasarán junto a esta ciudad, y dirán cada uno a su prójimo: ¿Por qué hizo así Jehová con esta gran ciudad?
9 Y se les responderá: Porque dejaron el pacto de Jehová su Dios, y adoraron dioses ajenos y les sirvieron.
10 No lloréis al muerto, ni de él os condoláis; llorad amargamente por el que se va, porque no volverá jamás, ni verá la tierra donde nació.
11 Porque así ha dicho Jehová acerca de Salum hijo de Josías, rey de Judá, el cual reinó en lugar de Josías su padre, y que salió de este lugar: No volverá más aquí,
12 sino que morirá en el lugar adonde lo llevaron cautivo, y no verá más esta tierra.
Profecía contra Joacim
13 ¡Ay del que edifica su casa con injusticia, y sus salas sin equidad, sirviéndose de su prójimo de balde, y no dándole el salario de su trabajo!
14 Que dice: Edificaré para mí casa amplia, y salas espaciosas; y le abre ventanas, y la cubre de cedro, y la pinta de bermellón.
15 ¿Reinarás, porque ambicionas sobrepujar en madera de cedro? ¿No comió y bebió tu padre, e hizo juicio y justicia, y entonces le fue bien?
16 Él juzgó la causa del afligido y del menesteroso, y entonces estuvo bien. ¿No es esto conocerme a mí?, dice Jehová.
17 Mas tus ojos y tu corazón no son sino para tu avaricia, y para derramar sangre inocente, y para opresión y para hacer violencia.
18 Por tanto, así ha dicho Jehová acerca de Joacim hijo de Josías, rey de Judá: No lo llorarán, diciendo: ¡Ay, hermano mío! y ¡Ay, hermana!, ni lo lamentarán, diciendo: ¡Ay, señor! ¡Ay, su grandeza!
19 Como un asno será enterrado, arrastrándole y echándole fuera de las puertas de Jerusalén.
20 Sube al Líbano y clama, y alza tu voz en Basán, y grita desde Abarim; porque todos tus amantes están destruidos.
21 Te he hablado en tu prosperidad, mas dijiste: No oiré. Éste fue tu camino desde tu juventud, que nunca escuchaste mi voz.
22 A todos tus pastores pastoreará el viento, y tus amantes irán en cautiverio; entonces te avergonzarás y te confundirás a causa de toda tu maldad.
23 Oh habitante del Líbano, que tienes tu nido en los cedros. ¡Cómo gemirás cuando te vengan dolores, dolor como de mujer que está de parto!
24 Vivo yo, dice Jehová, que si Conías hijo de Joacim rey de Judá fuera anillo en mi mano derecha, aun de allí te arrancaría.
25 Te entregaré en manos de los que buscan tu vida, y en manos de aquellos que te atemorizan; sí, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de los caldeos.
26 Te haré llevar cautivo a ti y a tu madre que te dio a luz, a tierra ajena en que no nacisteis; y allí moriréis.
27 Pero a la tierra a la cual ellos con toda el alma anhelan volver, allá no volverán.
28 ¿Es este hombre Conías una vasija despreciada y quebrada? ¿Es un trasto que nadie estima? ¿Por qué fueron arrojados él y su descendencia, y echados a una tierra que no habían conocido?
29 ¡Tierra, tierra, tierra!, oye palabra de Jehová.
30 Así dice Jehová: Escribid lo que sucederá a este hombre privado de descendencia, hombre a quien nada próspero sucederá en todos los días de su vida; porque ninguno de su descendencia logrará sentarse sobre el trono de David, ni reinar sobre Judá.
Reinado del Mesías
23 ¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mis pastos!, dice Jehová.
2 Por tanto, así dice Jehová, Dios de Israel, a los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros dispersasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis cuidado. He aquí que yo visito la maldad de vuestras obras, dice Jehová.
3 Y yo mismo recogeré el remanente de mis ovejas de todas las tierras adonde las eché, y las haré volver a sus moradas; y crecerán y se multiplicarán.
4 Y pondré sobre ellas pastores que las apacienten; y no temerán más, ni se amedrentarán, ni serán menoscabadas, dice Jehová.
5 He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David un renuevo justo, y reinará como Rey, el cual obrará con prudencia, y hará juicio y justicia en la tierra.
6 En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová es nuestra justicia.
7 Por tanto, he aquí que vienen días, dice Jehová, en que no dirán más: Vive Jehová que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto,
8 sino: Vive Jehová que hizo subir y trajo la descendencia de la casa de Israel de la tierra del norte, y de todos los países adonde yo los había echado; y habitarán en su tierra.
Denuncia contra los falsos profetas
9 Respecto a los profetas: Mi corazón está quebrantado dentro de mí, todos mis huesos tiemblan; estoy como un ebrio, y como un hombre a quien ha dominado el vino, por causa de Jehová, y por causa de sus santas palabras.
10 Porque la tierra está llena de adúlteros; a causa de la maldición, la tierra está desierta; los pastizales del desierto se secaron; la carrera de ellos fue mala, y su valentía no es recta.
11 Porque tanto el profeta como el sacerdote son impíos; aun en mi casa hallé su maldad, dice Jehová.
12 Por tanto, su camino será como resbaladeros en oscuridad; serán empujados, y caerán en él; porque yo traeré mal sobre ellos en el año de su visitación, dice Jehová.
13 En los profetas de Samaria he visto desatinos; profetizaban en nombre de Baal, e hicieron errar a mi pueblo de Israel.
14 Y en los profetas de Jerusalén he visto torpezas; cometían adulterios, y andaban en mentiras, y fortalecían las manos de los malhechores, para que ninguno se convirtiese de su maldad; me fueron todos ellos como Sodoma, y sus moradores como Gomorra.
15 Por tanto, así dice Jehová de los ejércitos contra aquellos profetas: He aquí que yo les hago comer ajenjos, y les haré beber agua de hiel; porque de los profetas de Jerusalén salió la impiedad sobre toda la tierra.
16 Así dice Jehová de los ejércitos: No escuchéis las palabras de los profetas que os profetizan; os alimentan con vanas esperanzas; hablan visión de su propio corazón, no de la boca de Jehová.
17 Dicen continuamente a los que me desprecian: Jehová dijo: Paz tendréis; y a cualquiera que anda tras la obstinación de su corazón, dicen: No vendrá mal sobre vosotros.
18 Porque ¿quién asistió al consejo de Jehová, y vio, y oyó su palabra? ¿Quién estuvo atento a su palabra, y la ha escuchado?
19 Mirad que una tormenta de Jehová va a estallar con furor; sí, una tempestad que remolinea y se cierne sobre la cabeza de los malvados.
20 No se apartará la ira de Jehová hasta que lo haya hecho, y hasta que haya cumplido los designios de su corazón; en los postreros días lo entenderéis cumplidamente.
21 No envié yo aquellos profetas, pero ellos corrían; yo no les hablé, mas ellos profetizaban.
22 Pero si ellos hubieran asistido a mi consejo, habrían hecho oír mis palabras a mi pueblo, y lo habrían hecho volver de su mal camino, y de la maldad de sus obras.
23 ¿Soy yo Dios de hace poco solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos?
24 ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?
25 Yo he oído lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentiras en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé.
26 ¿Hasta cuándo estará esto en el corazón de los profetas que profetizan mentiras, y que son profetas de la impostura de su propio corazón,
27 los que piensan hacer que mi pueblo se olvide de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta a su prójimo, al modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal?
28 El profeta que tenga un sueño, cuente el sueño; y el que tenga mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo?, dice Jehová.
29 ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que hace pedazos la roca?
30 Por tanto, he aquí que yo estoy contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno de su prójimo.
31 Dice Jehová: He aquí que yo estoy contra los profetas que emplean sus lenguas y dicen: Él ha dicho.
32 He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho pueden hacer a este pueblo, dice Jehová.
33 Y cuando te pregunte este pueblo, o el profeta, o el sacerdote, diciendo: ¿Cuál es la carga de Jehová?, les dirás: Vosotros sois la carga; os voy a arrojar de mí, dice Jehová.
34 Y al profeta, al sacerdote o al pueblo que dijere: Carga de Jehová, yo enviaré castigo sobre tal hombre y sobre su casa.
35 Así diréis cada cual a su prójimo, y cada cual a su hermano: ¿Qué ha respondido Jehová, y qué habló Jehová?
36 Y nunca más volveréis a mencionar: Carga de Jehová; porque la palabra de cada uno le será por carga; pues pervertisteis las palabras del Dios viviente, de Jehová de los ejércitos, Dios nuestro.
37 Así dirás al profeta: ¿Qué te respondió Jehová, y qué habló Jehová?
38 Pero si decís: Carga de Jehová; entonces Jehová dice así: Porque dijisteis esta palabra, Carga de Jehová, habiendo yo enviado a deciros: No digáis: Carga de Jehová,
39 por tanto, he aquí que yo os levantaré en alto y os dejaré caer, y arrancaré de mi presencia a vosotros y a la ciudad que di a vosotros y a vuestros padres;
40 y pondré sobre vosotros afrenta perpetua, y eterna confusión que nunca borrará el olvido.
Saludo
1 Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y el conocimiento pleno de la verdad que es según la piedad,
2 a base de la esperanza en la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes de los tiempos eternos,
3 y a su debido tiempo manifestó su palabra por la predicación que me fue encomendada conforme al mandato de Dios nuestro Salvador,
4 a Tito, verdadero hijo según la fe común: Gracia, misericordia y paz, de parte de Dios Padre y del Señor Jesucristo nuestro Salvador.
Requisitos de ancianos y obispos
5 Por esta causa te dejé en Creta, para que acabases de poner en orden lo que faltaba, y constituyeses ancianos en cada ciudad, como yo te ordené;
6 el que sea irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes, que no estén acusados de disolución ni de rebeldía.
7 Porque el obispo debe ser irreprensible, como administrador de Dios; no arrogante, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,
8 sino hospedador, amante de lo bueno, sensato, justo, santo, dueño de sí mismo,
9 retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también pueda exhortar con sana doctrina y redargüir a los que contradicen.
10 Porque hay aún muchos rebeldes, habladores de vanidades y engañadores, especialmente los de la circuncisión,
11 a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no deben.
12 Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones, ociosos.
13 Este testimonio es verdadero; por lo cual, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe,
14 no atendiendo a fábulas judaicas, ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.
15 Todas las cosas son puras para los puros, mas para los contaminados e incrédulos nada es puro; pues hasta su mente y su conciencia están contaminadas.
16 Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y desobedientes, descalificados en cuanto a toda buena obra.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.