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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Proverbios 22-24

22 De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas,

Y la buena gracia más que la plata y el oro.
El rico y el pobre se encuentran;
A ambos los hizo Jehová.
El avisado ve el mal y se esconde;
Mas los simples pasan adelante y reciben el daño.
Riquezas, honor y vida
Son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová.
Espinos y lazos hay en el camino del perverso;
El que guarda su alma, se alejará de ellos.
Instruye al niño en el buen camino,
Y aun cuando envejezca no se apartará de él.
El rico se enseñorea de los pobres,
Y el que toma prestado es siervo del que presta.
El que siembra iniquidad, iniquidad segará,
Y la vara de su insolencia se consumirá.
El ojo misericordioso será bendecido,
Porque da de su pan al indigente.
10 Echa fuera al escarnecedor, y se irá la contienda,
Y cesarán las riñas y los insultos.
11 El que ama la limpieza de corazón,
Por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey.
12 Los ojos de Jehová velan por la ciencia;
Mas él confunde las palabras de los prevaricadores.
13 Dice el perezoso: Hay un león afuera;
Seré muerto en plena calle.
14 Fosa profunda es la boca de la mujer extraña;
Aquel contra el cual Jehová esté airado caerá en ella.
15 La necedad está ligada en el corazón del muchacho;
Mas la vara de la corrección la alejará de él.
16 El que oprime al pobre para aumentar sus ganancias,
O que da al rico, ciertamente se empobrecerá.

Preceptos y amonestaciones

17 Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios,
Y aplica tu corazón a mi sabiduría;
18 Porque es cosa deliciosa, si las guardas dentro de ti;
Y las tienes todas a punto sobre tus labios.
19 Para que pongas tu confianza en Jehová,
Te las he hecho saber hoy a ti también.

20 ¿No te he escrito tres veces
En consejos y en ciencia,
21 Para hacerte saber la certidumbre de las palabras de verdad,
A fin de que vuelvas a informar fielmente a los que te enviaron?

22 No robes al pobre, porque es pobre,
Ni quebrantes en la puerta al afligido;
23 Porque Jehová defenderá la causa de ellos,
Y despojará el alma de aquellos que los despojaren.
24 No te juntes con el iracundo,
Ni te acompañes con el hombre violento,
25 No sea que aprendas sus maneras,
Y pongas trampa para tu alma.
26 No seas de aquellos que hacen tratos a la ligera,
Ni de los que salen por fiadores de deudas.
27 Si no tienes para pagar,
¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?
28 No desplaces los linderos antiguos
Que pusieron tus padres.
29 ¿Has visto un hombre solícito en su trabajo?
Delante de los reyes estará;
No estará delante de los de baja condición.

23 Cuando te sientes a comer con algún señor,

Considera bien lo que está delante de ti,
Y pon cuchillo a tu garganta,
Si eres dado a la gula.
No codicies sus manjares delicados,
Porque es pan engañoso.
No te afanes por hacerte rico;
Sé prudente y deja de pensar en ello.
¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo tan fugaces?
Porque se harán alas
Como alas de águila, que se remonta al cielo.
No comas pan con el avaro,
Ni codicies sus manjares;
Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.
Come y bebe, te dirá;
Mas su corazón no está contigo.
Vomitarás la parte que comiste,
Y perderás tus suaves palabras.
No hables a oídos del necio,
Porque menospreciará la prudencia de tus razones.
10 No desplaces el lindero antiguo,
Ni entres en la heredad de los huérfanos;
11 Porque el defensor de ellos es el Fuerte,
El cual defenderá la causa de ellos contra ti.
12 Aplica tu corazón a la instrucción,
Y tus oídos a las palabras de sabiduría.
13 No rehúses corregir al muchacho;
Porque si lo castigas con vara, no morirá.
14 Lo castigarás con vara,
Y preservarás su alma del Seol.
15 Hijo mío, si tu corazón es sabio,
También a mí se me alegrará el corazón;
16 Mis entrañas también se alegrarán
Cuando tus labios hablen cosas rectas.
17 No tenga tu corazón envidia de los pecadores,
Sino que permanezca en el temor de Jehová todo el tiempo;
18 Porque ciertamente existe un mañana,
Y tu esperanza no será cortada.

19 Escucha, hijo mío, y sé sabio,
Y endereza tu corazón al camino recto.
20 No estés con los bebedores de vino,
Ni con los engullidores de carne;
21 Porque el bebedor y el comilón empobrecerán,
Y la somnolencia hará vestir vestidos rotos.

22 Oye a tu padre, a aquel que te engendró;
Y cuando tu madre envejezca, no la menosprecies.
23 Compra la verdad, y no la vendas;
La sabiduría, la instrucción y la inteligencia.
24 Mucho se alegrará el padre del justo,
Y el que engendra al sabio se gozará con él.
25 Alégrense tu padre y tu madre,
Y gócese la que te dio a luz.

26 Dame, hijo mío, tu corazón,
Y miren tus ojos por mis caminos.
27 Porque abismo profundo es la ramera,
Y pozo angosto la extraña.
28 También ella, como robador, acecha,
Y multiplica entre los hombres los prevaricadores.

29 ¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor?
¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas?
¿Para quién las heridas sin razón?
¿Para quién los ojos turbios?
30 Para los que se detienen mucho en el vino,
Para los que van buscando las mezclas alcohólicas.
31 No mires al vino cuando rojea,
Cuando resplandece su color en la copa.
Se entra suavemente;
32 Mas al fin como serpiente morderá,
Y como áspid dará dolor.
33 Tus ojos verán cosas extrañas,
Y tu corazón hablará perversidades.
34 Serás como el que yace en medio del mar,
O como el que está en la punta de un mástil.
35 Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió;
Me azotaron, mas no lo sentí;
Cuando despierte, aún volveré a pedir más.

24 No tengas envidia de los hombres malos,

Ni desees estar con ellos;
Porque su corazón piensa en robar,
Y sus labios hablan iniquidad.

Con sabiduría se edifica una casa,
Y con prudencia se consolida;
Y con ciencia se llenan las estancias
De todo bien preciado y agradable.
El hombre sabio es fuerte,
Y de pujante vigor el hombre docto.
Porque con estrategia se gana la guerra,
Y en la multitud de consejeros está la victoria.
Inaccesible es para el insensato la sabiduría;
En la puerta no abrirá él su boca.

Al que maquina hacer el mal,
Le llamarán forjador de intrigas.
El pensamiento del necio es pecado,
Y abominación a los hombres el escarnecedor.

10 Si eres flojo en el día de trabajo,
Tu fuerza será reducida.
11 Libra a los que son llevados a la muerte;
Salva a los que están en peligro de muerte.
12 Porque si dices falsamente: No nos dimos cuenta,
¿Acaso no lo sabrá el que pesa los corazones?
El que vigila tu vida, él lo conocerá,
Y dará al hombre según sus obras.

13 Come, hijo mío, de la miel, porque es buena,
Y el panal es dulce a tu paladar.
14 Así será a tu alma el conocimiento de la sabiduría;
Si la hallas tendrás recompensa,
Y al fin tu esperanza no se verá defraudada.

15 Oh impío, no aceches la tienda del justo,
No saquees su morada;
16 Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse;
Mas los impíos se hundirán en la desgracia.

17 Cuando caiga tu enemigo, no te regocijes,
Y cuando tropiece, no se alegre tu corazón;
18 No sea que Jehová lo mire, y le desagrade,
Y aparte de sobre él su enojo.

19 No te exasperes por los malvados,
Ni tengas envidia de los impíos;
20 Porque para el malo no habrá buen fin,
Y la lámpara de los impíos será apagada.

21 Teme a Jehová, hijo mío, y al rey;
No provoques a ira a ninguno de los dos;
22 Porque su castigo vendrá de repente;
Y el furor de ambos, ¿quién lo podrá prever?

23 También éstos son dichos de los sabios:

Hacer acepción de personas en el juicio no es bueno.
24 El que dice al malo: Justo eres,
Los pueblos lo maldecirán, y le detestarán las naciones;
25 Mas los que lo reprenden tendrán felicidad,
Y sobre ellos vendrá gran bendición.
26 Besados serán los labios
Del que responde palabras rectas.

27 Termina tus labores fuera,
Y disponlas en tus campos,
Y después edificarás tu casa.

28 No seas sin motivo testigo contra tu prójimo,
Y no lisonjees con tus labios.
29 No digas: Como me hizo, así le haré;
Daré el pago al hombre según su obra.

30 Pasé junto al campo del hombre perezoso,
Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento;
31 Y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos,
Las ortigas habían ya cubierto su faz,
Y su cerca de piedras estaba ya destruida.
32 Miré, y reflexioné;
Lo vi, y aproveché la lección.
33 Un poco de sueño, cabeceando otro poco,
Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir;
34 Así vendrá como vagabundo tu indigencia,
Y tu pobreza como hombre armado.

2 Corintios 8

Generosidad de los macedonios

Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a la iglesia de Macedonia;

que en medio de una gran prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su extrema pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.

Pues doy testimonio de que espontáneamente han dado conforme a sus posibilidades, y aun más allá de sus posibilidades,

pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos.

Y no como lo esperábamos, sino que se dieron a sí mismos primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios;

de manera que exhortamos a Tito para que tal como comenzó antes, asimismo acabase también entre vosotros esta obra de gracia.

Por tanto, así como abundáis en todo, en fe, en palabra, en conocimiento, en toda diligencia, y en vuestro amor para con nosotros, abundad también en esta gracia.

No digo esto como un precepto, sino para poner a prueba, por medio de la diligencia de otros, también la autenticidad de vuestro amor.

Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros fueseis enriquecidos con su pobreza.

10 Y en esto doy mi opinión; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis antes, no sólo a hacerlo, sino también a quererlo, desde el año pasado.

11 Ahora, pues, acabad también de hacerlo, para que como estuvisteis prontos a quererlo, así también lo estéis en cumplirlo conforme a lo que tengáis.

12 Porque si la voluntad está ya pronta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene.

13 Porque no digo esto para que haya para otros holgura, y para vosotros estrechez,

14 sino para que en este tiempo, con igualdad, la abundancia vuestra supla la escasez de ellos, para que también la abundancia de ellos supla la necesidad vuestra, para que haya igualdad,

15 como está escrito: El que recogió mucho, no sobreabundó, y el que poco, no escaseó.

16 Pero gracias a Dios que puso en el corazón de Tito la misma diligencia por vosotros.

17 Pues no sólo recibió la exhortación, sino que, poniendo en ello aún más diligencia, partió por su propia voluntad para ir a vosotros.

18 Y enviamos juntamente con él al hermano cuya alabanza en el evangelio se oye por todas las iglesias;

19 y no sólo esto, sino que también fue designado por las iglesias como compañero de nuestra peregrinación en esta colecta, que es administrada por nosotros para gloria del Señor mismo, y para demostrar vuestra buena voluntad;

20 evitando que nadie nos desacredite en cuanto a esta ofrenda abundante que administramos,

21 procurando hacer las cosas honradamente, no sólo delante del Señor, sino también delante de los hombres.

22 Enviamos también con ellos a nuestro hermano, cuya diligencia hemos comprobado repetidas veces en muchas cosas, y ahora mucho más diligente por la mucha confianza que tiene en vosotros.

23 En cuanto a Tito, es mi compañero y colaborador para con vosotros; y en cuanto a nuestros hermanos, son enviados de las iglesias, y gloria de Cristo.

24 Mostrad, pues, para con ellos ante las iglesias la prueba de vuestro amor, y de nuestro gloriarnos respecto de vosotros.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.