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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Ezequiel 22-23

Los pecados de Jerusalén

22 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

Tú, hijo de hombre, ¿quieres juzgar tú, quieres juzgar tú a la ciudad derramadora de sangre? Entonces hazles saber todas sus abominaciones.

Dirás, pues: Así dice el Señor Jehová: ¡Ciudad derramadora de sangre en medio de ti, para que venga tu hora, y que te haces ídolos para contaminarte!

En tu sangre que derramaste has pecado, y te has contaminado en tus ídolos que hiciste; y has hecho acercarse tu día, y has llegado al término de tus años; por tanto, he hecho de ti un oprobio para las naciones, y un escarnio para todas las tierras.

Las que están cerca de ti y las que están lejos se reirán de ti, amancillada de nombre, y llena de desórdenes.

He aquí que los príncipes de Israel, cada uno según su poder, han estado en ti para derramar sangre.

En ti se ha tenido en poco al padre y a la madre; en medio de ti se ha oprimido al extranjero; en ti se ha maltratado al huérfano y a la viuda.

Has menospreciado mis santuarios, y has profanado mis sábados.

Hubo en ti calumniadores para derramar sangre; y sobre los montes comieron en ti; en medio de ti cometieron infamias.

10 Descubrieron en ti la desnudez del padre, y en ti hicieron violencia a la que estaba inmunda por su menstruo.

11 Cada uno hizo abominación con la mujer de su prójimo, cada uno contaminó pervertidamente a su nuera, y cada uno violó en ti a su hermana, hija de su padre.

12 En ti recibieron regalos para derramar sangre; interés y usura tomaste, y a tus prójimos explotaste con violencia; te olvidaste de mí, dice el Señor Jehová.

13 Y he aquí que batí mis manos a causa de las ganancias deshonestas que has hecho, y a causa de la sangre que derramaste en medio de ti.

14 ¿Aguantará tu corazón? ¿Serán fuertes tus manos en los días en que yo proceda contra ti? Yo Jehová he hablado, y lo haré.

15 Te dispersaré por las naciones, y te esparciré por las tierras; y haré fenecer de ti tu inmundicia.

16 Y por ti misma serás degradada a la vista de las naciones; y sabrás que yo soy Jehová.

17 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

18 Hijo de hombre, la casa de Israel se me ha convertido en escoria; todos ellos son bronce y estaño y hierro y plomo en medio del horno; y en escorias de plata se convirtieron.

19 Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto todos vosotros os habéis convertido en escorias, por tanto, he aquí que yo os reuniré en medio de Jerusalén.

20 Como quien junta plata y bronce y hierro y plomo y estaño en medio del horno, para encender fuego en él para fundirlos, así os juntaré en mi furor y en mi ira, y os pondré allí, y os fundiré.

21 Sí, yo os juntaré y soplaré sobre vosotros con el fuego de mi furor, y en medio de él os pondré y os fundiré.

22 Como se funde la plata en el crisol, así seréis fundidos en medio de él; y sabréis que yo Jehová habré derramado mi enojo sobre vosotros.

23 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

24 Hijo de hombre, di a ella: Tú eres una tierra que no ha sido limpiada, ni rociada con lluvia en el día del furor.

25 Hay conjuración de sus profetas en medio de ella, como león rugiente que arrebata la presa; devoraron almas, tomaron haciendas y objetos preciosos, multiplicaron sus viudas en medio de ella.

26 Sus sacerdotes violaron mi ley, y contaminaron mis santuarios; entre lo santo y lo profano no hicieron diferencia, ni enseñaron a distinguir entre inmundo y limpio; y de mis sábados apartaron sus ojos, y yo he sido profanado en medio de ellos.

27 Sus príncipes en medio de ella son como lobos que arrebatan la presa, para derramar sangre, para destruir las almas, para obtener ganancias injustas.

28 Y sus profetas revocaban con lodo suelto, profetizándoles vanidad y adivinándoles mentiras, diciendo: Así ha dicho el Señor Jehová, cuando Jehová no había hablado.

29 El pueblo de la tierra usaba de opresión y cometía robo, hacía violencia al afligido y menesteroso, y oprimía sin derecho al extranjero.

30 Y busqué entre ellos algún hombre que reconstruyera el muro y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.

31 Por tanto, derramé sobre ellos mi ira; con el ardor de mi ira los consumí; hice recaer el camino de ellos sobre su propia cabeza, dice el Señor Jehová.

Parábola de Jerusalén y Samaria

23 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

Hijo de hombre, hubo dos mujeres, hijas de una misma madre,

las cuales fornicaron en Egipto; fornicaron en su juventud. Allí fueron apretados sus pechos, allí fueron estrujados sus pechos virginales.

Y se llamaban, la mayor, Oholá, y su hermana, Oholibá; las cuales llegaron a ser mías, y dieron a luz hijos e hijas. Y se llamaron: Samaria, Oholá; y Jerusalén, Oholibá.

Y Oholá cometió fornicación aun cuando me pertenecía a mí; y se enamoró de sus amantes los asirios, vecinos suyos,

vestidos de púrpura violeta, gobernadores y capitanes, jóvenes apuestos todos ellos, jinetes expertos.

Y se prostituyó con ellos, con todos los más escogidos de los hijos de los asirios; y con todos aquellos de quienes se enamoró, se contaminó con todos los ídolos de ellos.

Y no dejó sus fornicaciones comenzadas en Egipto; porque con ella se echaron en su juventud, y ellos comprimieron sus pechos virginales, y derramaron sobre ella su fornicación.

Por lo cual la entregué en manos de sus amantes, en manos de los hijos de los asirios, de quienes se había enamorado locamente.

10 Ellos descubrieron su desnudez, tomaron sus hijos y sus hijas, y a ella la mataron a espada; y vino a ser refrán de aviso entre las mujeres, pues en ella se hicieron escarmientos.

11 Y lo vio su hermana Oholibá, y se corrompió en su lujuria más que ella; y sus fornicaciones fueron más que las fornicaciones de su hermana.

12 Se enamoró locamente de los hijos de los asirios sus vecinos, gobernadores y capitanes, vestidos de ropas y armas excelentes, jinetes expertos, todos ellos jóvenes apuestos.

13 Y vi que se había contaminado; un mismo camino era el de ambas.

14 Y aumentó sus fornicaciones; pues cuando vio a hombres pintados en la pared, imágenes de caldeos pintadas de bermellón,

15 ceñidos por sus lomos con talabartes, y con amplios turbantes en sus cabezas, teniendo todos ellos apariencia de capitanes, a la manera de los hombres de Babilonia, de Caldea, tierra de su nacimiento,

16 se enamoró locamente de ellos a primera vista, y les envió mensajeros a la tierra de los caldeos.

17 Así, pues, se llegaron a ella los hombres de Babilonia en su lecho de amores, y la contaminaron con sus inmundicias, y ella también se contaminó con ellos, y su alma se hastió de ellos.

18 Así hizo patentes sus fornicaciones y descubrió sus desnudeces, por lo cual mi alma se hastió de ella, como se había ya hastiado mi alma de su hermana.

19 Mas todavía multiplicó sus fornicaciones, trayendo a su memoria los días de su juventud, en los cuales había fornicado en la tierra de Egipto.

20 Y se enamoró apasionadamente de aquellos disolutos, cuya carne es como la carne de los asnos, y cuyo flujo como flujo de caballos.

21 Así trajiste de nuevo a la memoria la lujuria de tu juventud, cuando los egipcios estrujaban tus pechos, los pechos de tu juventud.

22 Por tanto, Oholibá, así dice el Señor Jehová: He aquí que yo suscitaré contra ti a tus amantes, de los cuales se hastió tu alma, y les haré venir contra ti de todas partes;

23 los de Babilonia, y todos los caldeos, los de Pecod, Soa y Coa, y todos los de Asiria con ellos; jóvenes apuestos, gobernadores y capitanes, nobles y varones de renombre, que montan a caballo todos ellos.

24 Y vendrán contra ti con estrépito de carros y ruedas, y con multitud de pueblos. Escudos, paveses y yelmos pondrán contra ti en derredor; y yo les encomendaré el juicio, y por sus leyes te juzgarán.

25 Y pondré mi celo contra ti, y procederán contigo con furor; te quitarán la nariz y las orejas, y lo que te quede caerá a espada. Ellos tomarán a tus hijos y a tus hijas, y tu remanente será consumido por el fuego.

26 Y te despojarán de tus vestidos, y te arrebatarán todas tus hermosas joyas.

27 Y haré cesar de ti tu lujuria, y tu fornicación traída de la tierra de Egipto; y no levantarás ya más a ellos tus ojos, ni nunca más te acordarás de Egipto.

28 Porque así dice el Señor Jehová: He aquí que yo te entrego en manos de aquellos que aborreciste, en manos de aquellos de los cuales se hastió tu alma;

29 los cuales procederán contigo con odio, y tomarán todo el fruto de tu labor, y te dejarán desnuda y descubierta; y se descubrirá la inmundicia de tus fornicaciones, y tu lujuria y tu prostitución.

30 Estas cosas se harán contigo porque fornicaste en pos de las naciones, y te contaminaste con sus ídolos.

31 En el camino de tu hermana anduviste; yo, pues, pondré su cáliz en tu mano.

32 Así dice el Señor Jehová: Beberás el cáliz de tu hermana, que es hondo y ancho; será por mofa y por irrisión; está lleno hasta los bordes.

33 Serás llena de embriaguez y de aflicción con el cáliz del espanto y del estupor, con el cáliz de tu hermana Samaria.

34 Lo beberás, pues, y lo agotarás; romperás con los dientes sus tiestos, y te rasgarás los pechos, porque yo he hablado, dice el Señor Jehová.

35 Por tanto, así dice el Señor Jehová: Por cuanto te has olvidado de mí, y me has echado tras tus espaldas, por eso, carga tú también con la culpabilidad de tu lujuria y tus fornicaciones.

36 Y me dijo Jehová: Hijo de hombre, ¿no juzgarás tú a Oholá y a Oholibá, y les echarás en cara sus abominaciones?

37 Porque han adulterado, y hay sangre en sus manos, y han adulterado con sus ídolos; y aun a sus hijos que habían dado a luz para mí, hicieron pasar por el fuego, para que les sirvieran de comida.

38 Incluso me han llegado a hacer esto: contaminaron mi santuario en aquel mismo día, y profanaron mis sábados.

39 Pues cuando habían sacrificado sus hijos a sus ídolos, entraban en mi santuario el mismo día para contaminarlo; he aquí lo que han hecho en mi propia casa.

40 Además, enviasteis a buscar hombres que viniesen de lejos, a los cuales habían sido enviados mensajeros, y he aquí que llegaron aquellos por cuyo amor te lavaste, te pintaste los ojos, y te ataviaste con adornos;

41 y te sentaste sobre suntuoso estrado, y fue preparada mesa delante de él, y sobre ella pusiste mi incienso y mi aceite.

42 Y se oía allí clamor de multitud que se solazaba; y con los varones de la gente común fueron traídos los sabeos del desierto, y pusieron pulseras en sus manos, y bellas coronas sobre sus cabezas.

43 Y dije respecto de la consumida por tantos adulterios: Todavía cometen fornicaciones con ella, y ella con ellos.

44 Porque todos han venido a ella como quien viene a una mujer ramera; así vinieron a Oholá y a Oholibá, mujeres libertinas.

45 Pero los hombres justos las juzgarán por la ley de las adúlteras, y por la ley de las que derraman sangre; porque son adúlteras, y hay sangre en sus manos.

46 Porque así dice el Señor Jehová: Surja contra ellas una reunión de gentes para entregarlas al terror y al pillaje;

47 y las turbas las apedrearán, y las atravesarán con sus espadas; matarán a sus hijos y a sus hijas, y consumirán sus casas con fuego.

48 Así haré cesar la lujuria de la tierra, y escarmentarán todas las mujeres, aprendiendo a no ir en pos de vuestra lujuria.

49 Y harán recaer sobre vosotras vuestras inmoralidades, y pagaréis los pecados de vuestra idolatría; y sabréis que yo soy el Señor Jehová.

1 Pedro 1

Saludo

Pedro, apóstol de Jesucristo, a los que viven como extranjeros, esparcidos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,

elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.

La esperanza viva

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos hizo renacer para una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de los muertos,

para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,

que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo.

En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, seáis afligidos en diversas tentaciones,

para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece, aunque se prueba con fuego, se halle que resulta en alabanza, gloria y honra en la revelación de Jesucristo,

a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;

obteniendo el objetivo de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.

10 Acerca de esta salvación investigaron y averiguaron diligentemente los profetas que profetizaron acerca de la gracia destinada a vosotros,

11 escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.

12 A los cuales fue revelado que no administraban para sí mismos, sino para nosotros, las cosas que ahora os fueron anunciadas mediante los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las que anhelan mirar los ángeles.

Llamamiento a una vida santa

13 Por lo cual, estad preparados para la acción, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá en la revelación de Jesucristo.

14 Como hijos obedientes, no os amoldéis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;

15 sino que así como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;

16 pues escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor durante todo el tiempo de vuestra peregrinación;

18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual os fue transmitida por vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,

19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,

20 ya provisto desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado al final de los tiempos por amor de vosotros,

21 que por medio de él creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, de manera que vuestra fe y esperanza sean en Dios.

22 Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para un amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;

23 habiendo nacido de nuevo, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por medio de la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.

24 Porque:

Toda carne es como hierba,
Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.
La hierba se seca, y la flor se cae;

25 Mas la palabra del Señor permanece para siempre.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.