Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Version
Josué 7-9

Derrota de Israel en Hai

Pero los israelitas fueron infieles en cuanto a las cosas dedicadas al anatema[a], porque Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi[b], hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó de las cosas dedicadas al anatema(A). Entonces la ira del Señor se encendió contra los israelitas.

Josué envió hombres desde Jericó a Hai, que está cerca de Bet Avén(B) al este de Betel[c], y les dijo: «Suban y reconozcan la tierra». Y los hombres subieron y reconocieron a Hai. Cuando volvieron a Josué, le dijeron: «Que no suba todo el pueblo. Solo[d] dos o tres mil hombres subirán[e] a Hai. No hagas cansar a todo el pueblo subiendo allá, porque ellos son pocos».

Así que subieron allá unos tres mil hombres del pueblo, pero huyeron(C) ante los hombres de Hai. Los hombres de Hai hirieron de ellos a unos treinta y seis hombres, y los persiguieron desde[f] la puerta hasta Sebarim, y los derrotaron[g] en la bajada. El corazón del pueblo desfalleció y se hizo como agua(D).

Entonces Josué rasgó sus vestidos y postró su rostro en tierra delante del arca del Señor hasta el anochecer, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas(E). Y Josué dijo: «¡Ah, Señor Dios[h]! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos después en manos de los amorreos y destruirnos? ¡Ojalá nos hubiéramos propuesto habitar[i] al otro lado del Jordán! ¡Ah, Señor! ¿Qué puedo decir, ya que Israel ha vuelto la espalda[j] ante sus enemigos? Porque los cananeos y todos los habitantes de la tierra se enterarán de ello, y nos rodearán y borrarán nuestro nombre de la tierra(F). ¿Y qué harás Tú por Tu gran nombre?».

El pecado de Acán

10 Y el Señor dijo a Josué: «¡Levántate! ¿Por qué te has postrado rostro en tierra? 11 Israel ha pecado y también ha transgredido Mi pacto que les ordené. Y hasta han tomado de las cosas dedicadas al anatema, y también han robado y mentido(G), y además las han puesto entre sus propias cosas. 12 No pueden, pues, los israelitas hacer frente a sus enemigos(H). Vuelven la espalda[k] delante de sus enemigos porque se han convertido en anatema. No estaré más con ustedes a menos que destruyan las cosas dedicadas al anatema de en medio de ustedes.

13 »Levántate, consagra al pueblo y di: “Conságrense para mañana(I), porque así ha dicho el Señor, Dios de Israel: ‘Hay anatema en medio de ti, oh Israel. No podrás hacer frente a tus enemigos hasta que quiten el anatema de en medio de ustedes(J)’. 14 Por la mañana se acercarán, pues, por[l] tribus. Y será que la tribu que el Señor señale se acercará por familias, y la familia que el Señor señale se acercará por casas, y la casa que el Señor señale se acercará hombre por hombre(K). 15 Y será que el hombre que sea sorprendido con las cosas dedicadas al anatema será quemado(L), él y todo lo que le pertenece, porque ha quebrantado el pacto del Señor, y ha cometido una terrible ofensa[m] en Israel(M)”».

16 Josué se levantó muy de mañana, e hizo acercar a Israel por[n] tribus, y fue designada la tribu de Judá. 17 Mandó acercar a las familias de Judá, y fue designada la familia de los de Zera. Hizo acercar a la familia de Zera, hombre por hombre, y Zabdi fue designado. 18 Mandó acercar su casa hombre por hombre. Fue designado Acán[o], hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá(N). 19 Entonces Josué dijo a Acán: «Hijo mío, te ruego, da gloria al Señor, Dios de Israel(O), y dale alabanza. Declárame ahora lo que has hecho. No me lo ocultes». 20 Y Acán respondió a Josué: «En verdad he pecado contra el Señor, Dios de Israel, y esto es lo que he hecho[p]. 21 Cuando vi entre el botín un hermoso manto de Sinar y 200 siclos (2.28 kilos) de plata y una barra de oro de cincuenta siclos de peso, los codicié y los tomé(P); todo eso está escondido en la tierra dentro de mi tienda con la plata debajo».

22 Josué envió emisarios, que fueron corriendo a la tienda y hallaron el manto escondido en su tienda con la plata debajo. 23 Los sacaron de la tienda y los llevaron a Josué y a todos los israelitas, y los pusieron delante del Señor. 24 Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán, hijo de Zera, y la plata, el manto, la barra de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes[q], sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo lo que le pertenecía, y los llevaron al valle de Acor(Q).

25 Y Josué dijo: «¿Por qué nos has turbado(R)? El Señor te turbará hoy». Todo Israel los apedreó[r] y los quemaron después de haberlos apedreado[s]. 26 Levantaron sobre él un gran montón de piedras que permanece hasta hoy. El Señor se volvió del furor de Su ira. Por eso se ha llamado aquel lugar el valle de Acor[t](S) hasta el día de hoy.

La conquista de Hai

Entonces el Señor dijo a Josué: «No temas ni te acobardes(T). Toma contigo a todo el pueblo de guerra y levántate, sube a Hai. Mira, he entregado en tu mano(U) al rey de Hai, su pueblo, su ciudad y su tierra. Harás con Hai y con su rey lo mismo que hiciste con Jericó y con su rey. Tomarán para ustedes como botín solamente los despojos y el ganado(V). Prepara[u] una emboscada a la ciudad detrás de ella».

Josué se levantó con todo el pueblo de guerra para subir a Hai. Y escogió Josué 30,000 hombres, valientes guerreros, y los envió de noche.

Josué les dio órdenes, diciéndoles: «Miren, ustedes van a poner emboscada a la ciudad por detrás de ella[v](W). No se alejen mucho de la ciudad, sino estén todos alerta. Entonces yo y todo el pueblo que me acompaña nos acercaremos a la ciudad. Cuando ellos salgan a nuestro encuentro como la primera vez, nosotros huiremos delante de ellos(X), y ellos saldrán tras nosotros hasta que los hayamos alejado de la ciudad, porque dirán: “Huyen ante nosotros como la primera vez”. Huiremos, pues, ante ellos. Ustedes saldrán[w] de la emboscada y se apoderarán de la ciudad, porque el Señor su Dios la entregará en sus manos. Cuando hayan tomado la ciudad, le[x] prenderán fuego. Lo harán conforme a la palabra del Señor. Miren que yo se lo he mandado(Y)».

Josué los envió, y fueron al lugar de la emboscada y se quedaron entre Betel[y] y Hai, al occidente de Hai; pero Josué pasó la noche entre el pueblo.

10 Josué se levantó muy de mañana, pasó revista al pueblo y subió con los ancianos de Israel frente al pueblo de Hai(Z). 11 Entonces todos los hombres[z] de guerra que estaban con él subieron y se acercaron, y llegaron frente a la ciudad, y acamparon al lado norte de Hai. Había un valle entre él y Hai. 12 Josué tomó unos 5,000 hombres y los puso en emboscada entre Betel(AA) y Hai(AB), al occidente de la ciudad[aa]. 13 Y apostaron al pueblo: todo el ejército que acampó al norte de la ciudad, y su retaguardia que acampó al occidente de la ciudad. Y Josué pasó[ab] aquella noche en medio del valle.

14 Al ver esto el rey de Hai, los hombres de la ciudad se apresuraron, se levantaron temprano y salieron para enfrentarse a Israel en batalla, él y todo su pueblo, en el lugar señalado frente a la llanura del desierto, sin saber que había una emboscada contra él por detrás de la ciudad. 15 Josué y todo Israel se fingieron vencidos delante de ellos, y huyeron camino del desierto(AC). 16 Y todo el pueblo que estaba en la ciudad fue llamado para perseguirlos, y persiguieron a Josué, y se alejaron de la ciudad(AD). 17 No quedó hombre en Hai o Betel que no saliera tras Israel, y dejaron la ciudad sin protección[ac] por perseguir a Israel.

18 Entonces el Señor dijo a Josué: «Extiende la jabalina que está en tu mano hacia Hai, porque la entregaré en tu mano». Y Josué extendió hacia la ciudad la jabalina que estaba en su mano(AE). 19 Los que estaban emboscados se levantaron rápidamente de su lugar, y corrieron cuando él extendió su mano, entraron en la ciudad y se apoderaron de ella, inmediatamente le prendieron fuego a la ciudad.

20 Cuando los hombres de Hai se volvieron y miraron, vieron que el humo de la ciudad subía al cielo y no tenían lugar adónde huir, ni por un lado ni por el otro, porque el pueblo que iba huyendo hacia el desierto se volvió contra sus perseguidores. 21 Al ver Josué y todo Israel que los emboscados habían tomado la ciudad y que el humo de la ciudad subía, se volvieron y comenzaron a matar[ad] a los hombres de Hai.

22 Y los de la emboscada[ae] salieron de la ciudad a su encuentro, así que los de Hai quedaron en medio de Israel, unos[af] por un lado y otros[ag] por el otro. Los mataron[ah] hasta no quedar de ellos[ai] ni sobreviviente ni fugitivo(AF). 23 Pero al rey de Hai lo tomaron vivo, y lo trajeron a Josué.

24 Cuando Israel acabó de matar a todos los habitantes de Hai en el campo y en el desierto, adonde ellos los habían perseguido y todos habían caído a filo de espada hasta ser exterminados, todo Israel volvió a Hai y la hirieron a filo de espada. 25 El total de los que cayeron aquel día, tanto hombres como mujeres, fue de 12,000; todo el pueblo[aj] de Hai(AG).

26 Josué no retiró su mano con la cual tenía extendida la jabalina(AH), hasta que hubo exterminado por completo[ak] a todos los habitantes de Hai. 27 Solo el ganado y los despojos de aquella ciudad tomó Israel para sí como botín, conforme a la palabra que el Señor había ordenado a Josué(AI).

28 Josué incendió la ciudad de Hai y la convirtió en un montón de ruinas para siempre(AJ), en una desolación hasta el día de hoy. 29 También colgó al rey de Hai en un árbol hasta la tarde. A la puesta del sol Josué dio orden que bajaran su cadáver del árbol. Lo arrojaron a la entrada de la puerta de la ciudad y levantaron sobre él un gran montón de piedras que permanece hasta el día de hoy(AK).

La lectura de la ley

30 (AL)Entonces Josué edificó un altar al Señor, Dios de Israel, en el monte Ebal, 31 tal como Moisés, siervo del Señor, había ordenado a los israelitas, como está escrito en el libro de la ley de Moisés, un altar de piedras sin labrar[al], sobre las cuales nadie había alzado herramienta de hierro(AM). Sobre él ofrecieron holocaustos al Señor y sacrificaron ofrendas de paz.

32 Allí, sobre las piedras, Josué escribió una copia de la ley que Moisés(AN) había escrito, en presencia de los israelitas. 33 Todo Israel, con sus ancianos, oficiales y jueces, estaba de pie a ambos lados del arca, delante de los sacerdotes levitas que llevaban el arca del pacto del Señor, tanto el extranjero como el nativo. La mitad de ellos estaba frente al monte Gerizim(AO), y la otra mitad frente al monte Ebal(AP), tal como Moisés, siervo del Señor, había ordenado la primera vez, para que bendijeran al pueblo de Israel.

34 Después Josué leyó todas las palabras de la ley, la bendición y la maldición, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley(AQ). 35 No hubo ni una palabra de todo lo que había ordenado Moisés que Josué no leyera delante de toda la asamblea de Israel, incluyendo las mujeres, los niños y los extranjeros que vivían[am] entre ellos(AR).

Astucia de los gabaonitas

Y sucedió que cuando se enteraron todos los reyes que estaban al otro lado del Jordán, en los montes, en los valles y en toda la costa del mar Grande(AS) hacia el Líbano, los reyes de los hititas, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos(AT), a una se reunieron y se pusieron de acuerdo[an](AU) para pelear contra Josué y contra Israel.

Cuando los habitantes de Gabaón también se enteraron de lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai(AV), ellos usaron de astucia y fueron como embajadores[ao], y llevaron alforjas viejas sobre sus asnos, y odres de vino viejos, rotos y remendados[ap], y sandalias gastadas y remendadas en sus pies, y vestidos viejos sobre sí. Todo el pan de su provisión estaba seco y desmenuzado.

Vinieron a Josué al campamento en Gilgal(AW), y le dijeron a él y a los hombres de Israel: «Hemos venido de un país lejano. Hagan, pues, pacto con nosotros». Y los hombres de Israel dijeron a los heveos(AX): «Quizá habitan en nuestra tierra[aq], ¿cómo, pues, haremos pacto con ustedes[ar](AY)?».

Respondieron ellos a Josué: «Somos tus siervos(AZ)». Y Josué les preguntó: «¿Quiénes son, y de dónde vienen?».

Ellos le dijeron: «Tus siervos han venido de un país muy lejano(BA) a causa de la fama del Señor tu Dios. Porque hemos oído hablar de Él, de todo lo que hizo en Egipto(BB), 10 y de todo lo que hizo a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón, rey de Hesbón, y a Og, rey de Basán, que estaba en Astarot. 11 Y nuestros ancianos y todos los habitantes de nuestro país nos dijeron: “Tomen provisiones en su mano para el camino, vayan a su encuentro y díganles: ‘Somos siervos de ustedes(BC); hagan, pues, pacto con nosotros’”. 12 Este pan nuestro estaba caliente cuando lo sacamos de nuestras casas para provisión el día que salimos para venir a ustedes, pero ahora está seco y desmenuzado. 13 Estos odres de vino que llenamos eran nuevos, y vean que están rotos. Estos vestidos nuestros y nuestras sandalias están gastados a causa de lo muy largo del camino».

14 Y los hombres de Israel tomaron de sus provisiones, y no pidieron el consejo[as] del Señor(BD). 15 Josué hizo paz con ellos y celebró pacto con ellos(BE) para conservarles la vida. También los jefes de la congregación se lo juraron.

16 Pero sucedió que después de tres días de haber hecho pacto con ellos, los israelitas se enteraron de que eran vecinos y que habitaban en su tierra[at]. 17 Entonces salieron los israelitas, y al tercer día llegaron a sus ciudades. Sus ciudades eran Gabaón(BF), Cafira, Beerot y Quiriat Jearim. 18 Los israelitas no los mataron[au] porque los jefes de la congregación les habían hecho un juramento por el Señor, Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los jefes.

19 Pero todos los jefes dijeron a[av] la congregación: «Nosotros les hemos jurado por el Señor, Dios de Israel, y ahora no podemos tocarlos. 20 Esto es lo que haremos con ellos: los dejaremos vivir, para que no venga sobre nosotros la ira por el juramento que les hemos hecho». 21 Y los jefes les dijeron: «Déjenlos vivir». Y ellos fueron leñadores y aguadores(BG) para toda la congregación, tal como los jefes les habían dicho.

Juicio contra los gabaonitas

22 Entonces Josué los mandó llamar y les habló: «¿Por qué nos han engañado, diciendo: “Habitamos muy lejos de ustedes”, cuando habitan en nuestra tierra[aw](BH)? 23 Ahora pues, malditos son y nunca dejarán de ser esclavos[ax](BI), leñadores y aguadores para la casa de mi Dios».

24 Y ellos respondieron a Josué: «Porque ciertamente tus siervos fueron informados de que el Señor tu Dios había ordenado a Su siervo Moisés que les diera toda la tierra, y que destruyera a todos los habitantes de la tierra delante de ustedes. Por tanto, temimos en gran manera por nuestras vidas a causa de ustedes, y hemos hecho(BJ) esto. 25 Ahora pues, estamos en tus manos. Haz con nosotros lo que te parezca bueno y justo(BK)».

26 Y así hizo él con ellos, y los libró de las manos de los israelitas, y estos no los mataron. 27 Y aquel día Josué los hizo leñadores y aguadores para la congregación y para el altar del Señor, en el lugar que Él escogiera(BL), hasta el día de hoy.

Lucas 1:21-38

21 El pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaba de su tardanza en el templo. 22 Pero cuando salió, no podía hablarles, y se dieron cuenta de que había visto una visión en el templo. Él les hablaba por señas(A) y permanecía mudo. 23 [a]Cuando se cumplieron los días de su servicio sacerdotal, regresó a su casa.

24 Después de estos días, Elisabet su mujer concibió, y se recluyó[b] por cinco meses, diciendo: 25 «Así ha obrado el Señor conmigo en los días en que se dignó mirarme para quitar mi afrenta entre los hombres(B)».

Anuncio del nacimiento de Jesús

26 Al sexto mes, el ángel Gabriel(C) fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret(D), 27 a una virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José(E), de los descendientes[c] de David(F); y el nombre de la virgen era María. 28 Y entrando el ángel, le dijo: «¡Salve, muy favorecida[d]! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres[e]».

29 Ella se turbó(G) mucho por estas[f] palabras, y se preguntaba qué clase de saludo sería este. 30 Y el ángel le dijo: «No temas(H), María, porque has hallado gracia delante de Dios. 31 Concebirás en tu seno y darás a luz un Hijo, y le pondrás por[g] nombre Jesús(I). 32 Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo(J), y el Señor Dios le dará el trono de Su padre David(K); 33 y reinará sobre la casa de Jacob(L) para siempre, y Su reino no tendrá fin(M)».

34 Entonces María dijo al ángel: «¿Cómo será esto, puesto que soy virgen[h]?». 35 El ángel le respondió: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti(N), y el poder del Altísimo(O) te cubrirá con su sombra; por eso el santo Niño(P) que nacerá[i] será llamado Hijo de Dios(Q). 36 Tu parienta Elisabet en su vejez también ha concebido un hijo; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril. 37 Porque ninguna cosa será imposible para[j] Dios(R)». 38 Entonces María dijo: «Aquí tienes a la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra». Y el ángel se fue de su presencia.

Nueva Biblia de las Américas (NBLA)

Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation