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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Traducción en lenguaje actual (TLA)
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Levítico 6-7

Pecados contra el prójimo

1-3 Dios también le dijo a Moisés lo que se debe hacer cuando la gente cometa los siguientes pecados:

«Si alguno de ustedes engaña a otro israelita en algún negocio, o se niega a devolverle algo que había dejado a su cuidado, o que le había entregado en depósito, me engaña a mí. Y si le roba algo, o le quita por la fuerza lo que le pertenece, me roba a mí. Y si encuentra un objeto perdido, y luego niega haberlo encontrado, también peca contra mí. Aunque jure no haber cometido ninguno de estos pecados, será considerado culpable.

4-6 »En todos estos casos, la persona deberá devolver todo lo que haya robado. El día que presente su ofrenda para pedirme perdón, deberá devolverlo todo, y añadir un veinte por ciento más. Además, llevará al sacerdote un carnero sin ningún defecto, o el dinero equivalente a su precio. El sacerdote me presentará la ofrenda en favor de esa persona, y yo la perdonaré».

Ofrendas diarias

Dios también le ordenó a Moisés 9-13 que diera las siguientes instrucciones a los sacerdotes:

«Las ofrendas que se presentan para ser quemadas en mi honor deben quedarse toda la noche sobre el fuego del altar, hasta quemarse completamente. El sacerdote se pondrá su túnica y su ropa interior de lino, y luego de recoger las cenizas de la ofrenda quemada las depositará a un costado del altar. Después de eso se cambiará de ropa y llevará las cenizas a un lugar especial fuera del campamento. Todas las mañanas, el sacerdote le echará más leña al fuego, y sobre el fuego pondrá el animal que vaya a ser quemado en mi honor, junto con la grasa de los animales ofrecidos para pedirme salud y bienestar.

»El fuego del altar debe estar siempre encendido. Se trata de un fuego que nunca debe apagarse.

14 »Cuando los sacerdotes me presenten la ofrenda de cereales, deberán hacer lo siguiente: 15 El sacerdote tomará de la ofrenda un puñado de harina, junto con el aceite y todo el incienso, y lo quemará sobre el altar para que ustedes se acuerden de que yo soy quien les da todas las cosas. Se trata de una ofrenda de aroma agradable presentada en mi honor.

16-18 »Los sacerdotes se comerán el resto de la ofrenda, pues es la parte que les he dado para siempre. Al cocinar esto no deberán ponerle levadura, y se lo comerán en el patio del santuario, que es el lugar apartado para eso. Es una ofrenda muy especial, como lo son las ofrendas para pedir perdón por el pecado. Si algo entra en contacto con esta ofrenda será considerado tan especial como ella».

Otras ofrendas

19 Dios también le dio estas instrucciones a Moisés:

20-23 «Cuando Aarón y sus descendientes sean consagrados como sacerdotes, me presentarán como ofrenda dos kilos de harina. Un kilo me lo ofrecerán en la mañana, y el otro kilo en la tarde.

»Esa ofrenda de harina se preparará con bastante aceite, en una sartén, y me la presentarán cortada en pedazos. Luego la quemarán por completo, como una ofrenda de aroma agradable. De esa ofrenda nadie debe comer.

»Esta ley no cambiará nunca».

Cómo presentar la ofrenda por el perdón de pecados

24 Dios también le ordenó a Moisés 25 que les diera a los sacerdotes las siguientes instrucciones:

«El animal que me ofrezcan para pedir perdón por el pecado lo deben matar en mi altar, el mismo lugar donde se matan los animales que se queman en mi honor. 26 El sacerdote que presente esta ofrenda comerá una parte de ella en el patio del santuario, que es el lugar apartado para eso.

27-30 »Si algo entra en contacto con esta ofrenda, será considerado tan especial como ella.

»Si la carne del animal que se ofrece es cocinada en una olla de barro, ésta tendrá que romperse al terminar la ceremonia. Si es cocinada en una olla de bronce, la olla deberá ser raspada y lavada con agua.

»Si la sangre del animal salpica el traje de algún sacerdote, la parte manchada se tendrá que lavar en un lugar especial.

»Si la sangre es llevada al santuario para pedir mi perdón, no podrá comerse la carne; tendrá que ser quemada.

»Ésta es una ofrenda especial, y sólo podrán comer de ella los sacerdotes.

Cómo presentar la ofrenda para hacer las paces

1-2 »La ofrenda para hacer las paces conmigo es muy especial. Por lo tanto, el animal que me ofrezcan se matará a la entrada del santuario, y su sangre será derramada sobre los cuatro costados del altar.

3-4 »El sacerdote quemará sobre el altar la cola, los intestinos, los riñones, parte del hígado, y la grasa que recubre todo eso, junto con la grasa de los lomos.

5-6 »De esta ofrenda sólo podrán comer los sacerdotes. Se trata de una ofrenda que se presenta en mi honor, así que deberán comerla en el lugar especialmente apartado para eso.

La parte que corresponde a los sacerdotes

7-8 »En cuanto a las ofrendas para hacer las paces conmigo y pedirme perdón, sólo tengo una instrucción: Una parte del animal que se quema en mi honor, y su piel, será para el sacerdote que haga la ofrenda sobre el altar. También serán para el sacerdote las ofrendas horneadas, cocidas o fritas. 10 Cualquier otra ofrenda de cereales, ya sea que se remoje en aceite o se presente seca, se la repartirán por partes iguales los demás sacerdotes.

Cómo presentar la ofrenda para pedir salud y bienestar

11 »La ofrenda para pedirme salud y bienestar deben presentarla de la siguiente manera: 12 Si quien presenta la ofrenda lo hace para darme las gracias, deberá presentar harina, y también panes y galletas sin levadura. Todo esto debe amasarse con bastante aceite.

13 »Junto con esa ofrenda deberá también presentarme unos panes con levadura. 14 Esta ofrenda es para mí, pero el sacerdote que la presente podrá tomar una parte.

15 »La carne del animal ofrecido debe comerse el mismo día en que se presenta como ofrenda. No debe dejarse nada para el día siguiente.

Otras reglas relacionadas con el culto

16 »Si la ofrenda se presenta de manera voluntaria, o para cumplir una promesa, la carne del animal ofrecido deberá comerse el mismo día. Si queda algo de carne podrá comerse al día siguiente. 17 Pero si al tercer día aún queda algo, deberán quemarlo.

18 »Si al tercer día alguien come de esa carne, esa persona cometerá pecado. Además, ya no aceptaré esa ofrenda, ni la tomaré en cuenta, pues la consideraré despreciable.

19 »Toda persona que se considere pura, podrá comer carne. Sin embargo, si algo que se considera impuro toca la carne, ésta no deberá comerse, sino quemarse.

20 »Si alguien, considerado impuro, come carne de la ofrenda para hacer las paces conmigo, deberá ser expulsado del país.

21 »Si alguien toca algo considerado impuro y, a pesar de todo, come carne de una ofrenda para pedir salud y bienestar, deberá ser expulsado del país».

Instrucciones acerca de la grasa y la sangre

22 Dios también le ordenó a Moisés 23 que les diera a los israelitas las siguientes instrucciones:

«Ustedes no deberán comer grasa de toro, ni de cordero, ni de cabra. 24 La grasa de los animales muertos o despedazados por las fieras podrán usarla para lo que quieran, menos para comerla. 25 El que coma grasa de los animales que se ofrecen para quemarlos en mi honor, deberá ser expulsado del país.

26 »Tampoco deberán comer la sangre de ningún animal o ave. No importa dónde vivan ustedes, 27 cualquiera que coma carne con sangre deberá ser expulsado del país».

La parte de los sacerdotes

28 Dios también le ordenó a Moisés 29 que les diera a los israelitas las siguientes instrucciones:

«Si alguien presenta una ofrenda para pedirme salud y bienestar, parte de esa ofrenda me la deberá presentar él mismo. 30 Con sus propias manos me traerá la ofrenda que se quema en mi honor, junto con el pecho y la grasa, y frente a mi altar hará la ceremonia del ofrecimiento. 31-32 Entonces el sacerdote quemará la grasa en el altar.

»De esta ofrenda, el pecho será para los sacerdotes, pero la pierna derecha trasera se le dejará al sacerdote que presente la ofrenda, 33 porque es la parte que le corresponde por sus servicios. 34 Yo he decidido que el pecho y la pierna de estos animales sean para siempre de los sacerdotes. De las ofrendas que presentan los israelitas, ésta será siempre la parte que les corresponde a los sacerdotes».

Conclusión de las instrucciones anteriores

35-36 Desde el día en que Moisés consagró a Aarón y a sus hijos como sacerdotes del Dios de Israel, quedó establecido que esta parte de las ofrendas que se presentan en honor de Dios sería siempre para ellos. 37 También quedó establecido cómo debían presentarse las ofrendas que se queman en honor de Dios, lo mismo que las ofrendas de cereales, las ofrendas para hacer las paces con Dios, las ofrendas para consagrar a los sacerdotes y las ofrendas para pedir a Dios salud y bienestar. 38 Éstas fueron las instrucciones que Dios le dio a Moisés en el monte Sinaí, mientras los israelitas estaban en el desierto.

Mateo 25:1-30

Las diez muchachas

25 »En el reino de Dios pasará lo mismo que sucedió en una boda. Cuando ya era de noche, diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran descuidadas, y las otras cinco, responsables. Las cinco descuidadas no llevaron aceite suficiente, pero las cinco responsables llevaron aceite para llenar sus lámparas de nuevo.

»Como el novio tardó mucho en llegar, a las diez muchachas les dio sueño y se durmieron. Como a la media noche, se oyeron gritos: “¡Ya viene el novio, salgan a recibirlo!”

»Las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas. Entonces las cinco muchachas descuidadas dijeron a las responsables: “Compartan con nosotras el aceite que ustedes traen, porque nuestras lámparas se están apagando”.

»Las cinco responsables contestaron: “No tenemos bastante aceite para darles también a ustedes. Es mejor que vayan a comprarlo.”

10 »Mientras las cinco muchachas descuidadas fueron a comprar aceite, llegó el novio. Entonces, las cinco muchachas responsables entraron con él a la fiesta de bodas, y la puerta se cerró. 11 Cuando las cinco descuidadas volvieron, encontraron todo cerrado y gritaron: “¡Señor, Señor, ábranos la puerta!”

12 »Pero el novio les contestó: “No sé quiénes son ustedes. No las conozco.”

13 »Por eso ustedes, mis discípulos, deben estar siempre alerta, porque no saben ni el día ni la hora en que yo volveré.

Los tres empleados

14 »En el reino de Dios pasará lo mismo que sucedió cierta vez, cuando un hombre decidió irse de viaje. Llamó a sus empleados y les encargó su dinero. 15 El hombre sabía muy bien lo que cada uno podía hacer. Por eso, a uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil, y a otro mil. Luego se fue de viaje.

16 »El empleado que había recibido cinco mil monedas hizo negocios con ellas, y logró ganar otras cinco mil. 17 El que recibió dos mil monedas ganó otras dos mil. 18 Pero el que recibió mil monedas fue y las escondió bajo tierra.

19 »Mucho tiempo después, el hombre que se había ido de viaje regresó, y quiso arreglar cuentas con sus empleados. 20 Llegó el que había recibido cinco mil monedas, se las entregó junto con otras cinco mil y le dijo: “Señor, usted me dio cinco mil monedas, y aquí tiene otras cinco mil que yo gané.”

21 »El hombre le dijo: “¡Excelente! Eres un empleado bueno, y se puede confiar en ti. Ya que cuidaste bien lo poco que te di, ahora voy a encargarte cosas más importantes. Vamos a celebrarlo.”

22 »Después llegó el empleado que había recibido dos mil monedas, y le dijo: “Señor, usted me dio dos mil monedas, y aquí tiene otras dos mil que yo gané.”

23 »El hombre le contestó: “¡Excelente! Eres un empleado bueno, y se puede confiar en ti. Ya que cuidaste bien lo poco que te di, ahora voy a encargarte cosas más importantes. Vamos a celebrarlo.”

24 »Por último, llegó el empleado que había recibido mil monedas, y dijo: “Señor, yo sabía que usted es un hombre muy exigente, que pide hasta lo imposible. 25 Por eso me dio miedo, y escondí el dinero bajo tierra. Aquí le devuelvo exactamente sus mil monedas.”

26 »El hombre le respondió: “Eres un empleado malo y perezoso. Si sabías que soy muy exigente, 27 ¿por qué no llevaste el dinero al banco? Así, al volver, yo recibiría el dinero que te di, más los intereses.”

28 »Entonces el hombre dijo a sus ayudantes: “Quítenle a éste las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil. 29 Porque al que tiene mucho se le dará más, y le sobrará; pero al que no tiene nada, hasta lo poco que tiene se le quitará. 30 Y a este empleado inútil, échenlo afuera, a la oscuridad; allí tendrá tanto miedo que llorará y le rechinarán de terror los dientes.”