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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Sofonías 1-3

Este es el mensaje que Sofonías recibió del SEÑOR en tiempos de Josías hijo de Amón, rey de Judá. Sofonías era hijo de Cusí, nieto de Guedalías y bisnieto de Amarías, quien era hijo de Ezequías.

El día del castigo del Señor

El SEÑOR dice: «Destruiré todo lo que hay
    sobre la faz de la tierra.
Destruiré a seres humanos y animales,
    a las aves del cielo y a los peces del mar.
Haré tambalear a los perversos y a toda la gente,
    dice el SEÑOR.

»Amenazaré a Judá con la mano levantada
    y a todos los habitantes de Jerusalén.
Destruiré a los que adoran a Baal
    y a los sacerdotes que celebran su culto,
a los que se arrodillan en las azoteas
    a adorar las estrellas[a] del cielo,
a los que adoran al SEÑOR,
    pero también juran por el dios Moloc,
a quienes le dieron la espalda al SEÑOR,
    a los que no buscan al SEÑOR
    y a los que no le piden consejo.
Guarden silencio delante del Señor DIOS,
    porque el día del SEÑOR está cerca.
El SEÑOR tiene planeado un sacrificio;
    que se consagre cada uno de sus invitados.[b]
El día del juicio[c] del SEÑOR
    castigaré a los líderes, a los hijos del rey
    y a todos los que visten a la moda extranjera.
Ese día castigaré a todos los que saltan por encima
    de la línea de entrada del templo.[d]
Castigaré a todos los que llenan
    de mentiras y violencia la casa de su amo.[e]

10 »El SEÑOR dice: Ese día habrá gritos
    de lamentación y amargura
desde la puerta del Pescado
    hasta el otro extremo de la ciudad.
Faltará comida incluso
    en las afueras de la ciudad.
11 Laméntense, habitantes del Barrio del Mortero,
    porque todos los negociantes y los ricos comerciantes han sido destruidos.

12 »Ese día tomaré una lámpara y buscaré por todo Jerusalén
    a los que se sienten tan satisfechos que dicen:
“El SEÑOR no hace nada,
    ni bueno ni malo”.
13 Por lo tanto, se les arrebatarán sus riquezas
    y sus casas serán destruidas.
Construirán casas,
    pero no podrán vivir en ellas.
Plantarán cultivos de uvas,
    pero no podrán beber su vino».

14 El gran día del SEÑOR está cerca,
    viene rápidamente.
El día del SEÑOR se escucharán
    ruidos horribles, gritos de guerra.
15 Ese será un día lleno de ira,
    dificultades y angustia,
día de ruina, destrucción y oscuridad,
    día de nubes espesas y oscuras,
16     en el que sonarán trompetas y gritos de batalla
contra las ciudades fortificadas
    y sus torres de defensa.

17 «Le haré la vida tan difícil a esa gente
    que caerán por todos lados como ciegos.
Ellos pecaron contra el SEÑOR,
    por eso se derramará su sangre
    y esta cubrirá el suelo como polvo.
Sus cuerpos quedarán regados por el piso
    como excrementos de animal.
18 No podrán salvarse
    ni siquiera con todo su dinero.
El día en que el SEÑOR muestre su furia,
    el fuego de su ira quemará toda la tierra.
Sí, él destruirá por completo
    a todos los habitantes de este lugar».

Tú, nación que no sientes vergüenza,
    que se junte todo el pueblo
y vuelva a Dios antes de que seas destruida
    y arrastrada como hoja al atardecer.
Regresa antes de que la furia del SEÑOR te destruya,
    antes de que el día de la furia del SEÑOR llegue a ti.
Ustedes, la gente humilde que obedece a Dios,
    busquen al SEÑOR y pídanle ayuda.
Busquen la justicia y la humildad.
    Así tal vez podrán salvarse
    el día en que el SEÑOR muestre su furia.

Castigo para los vecinos de Israel

Gaza será abandonada
    y Ascalón será destruida.
Los habitantes de Asdod serán expulsados al medio día
    y Ecrón[f] será desterrada[g].
Naciones que viven cerca del mar, pueblo de Creta,
    este mensaje del SEÑOR tiene que ver con ustedes:

«Canaán, tierra de los filisteos,
    haré que todos sus habitantes desaparezcan
    y ustedes quedarán desocupadas.
Las ciudades cercanas al mar
    se convertirán en campos abandonados
    con unos pocos pastores y rebaños.
Después esa tierra les pertenecerá
    a los sobrevivientes de Judá.
La gente de Judá llevará sus rebaños a esos campos;
    y en la tarde descansarán en las casas de Ascalón.
El SEÑOR su Dios los ayudará
    y les devolverá lo que se les había arrebatado.

»Yo oí a los de Moab y Amón insultar a mi pueblo.
    Oí sus burlas e insultos.
Escuché cómo se alegraban
    de haberle arrebatado su territorio a Judá.
Por eso, tan cierto como que soy
    el SEÑOR Todopoderoso, Dios de Israel,
juro que Moab será destruida por completo como Sodoma,
    y que los amonitas serán destruidos como Gomorra.
Su tierra será como un campo lleno de maleza,
    cubierto con sal para convertirlo en ruinas.
Los sobrevivientes de mi pueblo
    se quedarán con su tierra».

10 Esa gente fue arrogante;
    insultaron y maltrataron al pueblo del SEÑOR Todopoderoso.
    Pero serán castigados por todo eso.
11 El SEÑOR Todopoderoso los aterrorizará
    porque destruirá a sus dioses.
Entonces cada uno de los habitantes de la costa
    se inclinará dondequiera que esté para adorarle.

12 «Incluso ustedes, etíopes,
    serán atravesados con mi espada».
13 El Señor extenderá su mano hacia el norte
    y destruirá a Asiria.
Él destruirá a Nínive[h]
    y la convertirá en un desierto.
14 Entonces los animales salvajes
    entrarán a esa ciudad.
Las lechuzas y los cuervos pasarán la noche
    entre sus ruinas;
sus graznidos se escucharán
    por las ventanas.
De la ciudad sólo quedarán escombros
    y madera desnuda.
15 Eso será todo lo que quedará
    de esa alegre ciudad,
la ciudad que se sentía tan segura,
    que se creía la más importante.
Nínive se convertirá en un lugar desolado.
    Será el lugar de descanso de animales salvajes.
Todo el que pase por allí se sorprenderá al verla,
    hará gestos y silbidos.

El futuro de Jerusalén

Mira a Jerusalén, la ciudad rebelde.
    Esa sucia ciudad que oprimía a la gente.
La ciudad que se negó a escuchar.
    La que ignoró mis enseñanzas,
la que no confió en el SEÑOR
    ni se acercó a su Dios.
Los líderes de esa ciudad
    son como leones que rugen.
Sus jueces son como lobos que atacan al atardecer
    y devoran completamente los cadáveres.
Sus profetas son gente extravagante que miente
    y engaña para obtener lo que quiere.
Sus sacerdotes les faltan al respeto a las cosas sagradas
    y violan la ley.
Por el contrario, el SEÑOR es justo en esa ciudad.
    Él no hace nada malo
y todos los días demuestra su justicia.
    Sí, él es siempre justo en sus decisiones.
    Nunca hace nada cruel o perverso.

«He destruido a las naciones;
    sus torres han sido demolidas.
He destruido sus calles
    para que nadie pase por ellas.
Sus ciudades han sido destruidas
    para que ya nadie viva en ellas.
Pensé que al decirte eso sentirías temor de mí
    y aprenderías la lección.
Pensé que así nunca olvidarías mi disciplina.
    Pero lo que sucedió fue que se llenaron de ganas de hacer más maldades.

»Por eso, espérenme, dice el SEÑOR.
    Esperen el día en que me levante para darles su castigo.
He decidido reunir a las naciones y reinos,
    para castigarlos a ustedes
y mostrarles lo mal que me siento;
    para mostrarles toda mi ira.
Sí, el fuego de mi ira
    quemará la tierra entera.
En aquel tiempo purificaré los labios de todos los pueblos
    y haré que gente de otras naciones invoque el nombre del SEÑOR.
    Así, todos podrán servirme como si fueran uno solo.
10 Aun desde más allá de Etiopía mi pueblo dispersado vendrá pidiéndome ayuda;
    ellos me traerán la ofrenda que me pertenece.

11 »Jerusalén, en aquel tiempo ya no sentirás vergüenza
    por todos los pecados que cometiste en mi contra.
Sacaré de ti a los que se creen tan importantes
    y no quedarán más arrogantes en mi monte santo[i].
12 Sólo quedarán allí los sencillos y humildes
    que confían en el nombre del SEÑOR.
13 Los sobrevivientes del pueblo de Israel no harán el mal
    ni dirán falsedades ni mentirán.
Ellos serán como ovejas que pastan y se acuestan tranquilas
    sin miedo a ser atacadas».

Canto de alegría

14 ¡Sion, canta con alegría!
    ¡Israel, grita de felicidad!
¡Jerusalén, alégrate
    y celebra con todo tu corazón!
15 El SEÑOR te ha perdonado;
    ha alejado a tus enemigos.
El Rey de Israel, el SEÑOR, está dentro de ti.
    Así que ya no tendrás miedo del sufrimiento.
16 Ese día se dirá a Jerusalén:
    «Sion, no tengas miedo, no te rindas.
17 El SEÑOR tu Dios está en medio de ti.
    Él es un guerrero que da la victoria;
con regocijo demostrará su alegría por ti.
    Tendrá un nuevo amor por ti.
Festejará por ti con cantos alegres,
18     como se celebra en un día de fiesta».[j]

«Ya no habrán más insultos para ti;
    ya nadie más se burlará de ti.[k]
19 Ese día, haré que dejen de hacerte daño.
Rescataré a los heridos
    y reuniré a los que han sido expulsados de su tierra.
Serán famosos y respetados en todos los lugares
    en los que ahora sienten vergüenza.
20 Ese día los traeré de regreso.
    Los reuniré a todos
y serán famosos y respetados
    entre todos los pueblos de la tierra.
Eso sucederá cuando traiga de vuelta
    ante sus ojos a los prisioneros».
    Es lo que dice el SEÑOR.

Apocalipsis 16

Las siete copas de la ira de Dios

16 Luego, oí una fuerte voz que venía del templo y les decía a los siete ángeles: «Vayan y derramen sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios».

Entonces, el primer ángel fue y vació su copa sobre la tierra. A todos los que tenían la marca de la bestia y que adoraban su imagen les salieron llagas terribles y muy dolorosas.

Después, el segundo ángel vació su copa sobre el mar. El agua se convirtió en sangre como de muerto, y todos los seres del mar murieron.

El tercer ángel vació su copa sobre los ríos y los manantiales, y se convirtieron en sangre. Entonces, oí al ángel de las aguas que le decía a Dios:

«Tú eres el que es y ha sido siempre.
    Tú eres el Santo y eres justo al hacer estos juicios.
Ellos derramaron la sangre de tu pueblo santo y de tus profetas.
    Ahora les diste sangre para que bebieran.
    Eso es lo que merecen».

Oí también que el altar decía:

«Sí, Señor, Dios Todopoderoso,
    tus juicios son correctos y justos».

Después, el cuarto ángel vació su copa sobre el sol, y el sol recibió el poder de quemar a la gente con fuego. Los seres humanos sufrieron graves quemaduras, pero no cambiaron su forma de pensar ni de vivir. No honraron a Dios, quien había mandado esas plagas, sino que maldijeron su nombre.

10 El quinto ángel vació su copa sobre el trono de la bestia y su reino se oscureció. La gente se mordía la lengua de dolor. 11 Pero no sintieron remordimiento por sus pecados ni dejaron de hacer maldades, sino que por sus dolores y sus llagas maldijeron al Dios del cielo.

12 Luego, el sexto ángel vació su copa sobre el gran río Éufrates y el agua del río se secó. Así se preparó el camino a los reyes que venían del oriente. 13 Después, vi a tres espíritus malos que parecían ranas. Salieron de la boca del dragón, de la bestia y del falso profeta. 14 Estos eran espíritus de demonios que tenían el poder de hacer milagros. Salían a reunir a los reyes del mundo entero para la batalla del gran día del Dios Todopoderoso.

15 «Escuchen, voy a llegar de sorpresa como un ladrón. Afortunado el que se mantenga despierto y vestido, pues no tendrá que salir desnudo sintiendo vergüenza de que lo vean así».

16 Entonces, los espíritus malos reunieron a los reyes en un lugar que en hebreo se llama Armagedón[a].

17 El séptimo ángel vació su copa en el aire, y del templo salió una fuerte voz desde el trono que decía: «¡Todo se acabó!» 18 Después hubo rayos, ruidos, truenos y un gran terremoto, el peor de todos desde que el hombre apareció en la tierra. 19 La gran ciudad se partió en tres y se destruyeron las ciudades de las naciones. Dios no se olvidó de castigar a la gran Babilonia y le dio la copa llena del vino de su terrible ira. 20 Todas las islas desaparecieron y no quedó ninguna montaña. 21 Sobre la gente cayó del cielo granizo que pesaba cerca de 40 kilos[b]. La gente maldijo a Dios por esa tremenda tormenta de granizo.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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