Old/New Testament
4 Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres y quebrantáis a los menesterosos, que decís a vuestros maridos: Traed, y bebamos.
2 El Señor Jehová juró por su santidad: He aquí, vienen sobre vosotras días en que os levantarán con ganchos, y a vuestros descendientes con anzuelos de pescador;
3 y saldréis por las brechas una tras otra, y seréis echadas hacia Harmona, dice Jehová.
Aunque castigado, Israel no aprende
4 Id a Betel a prevaricar; aumentad en Gilgal vuestras rebeldías, y traed de mañana vuestros sacrificios, y vuestros diezmos el tercer día.
5 Y ofreced sacrificio de alabanza con pan leudado, y proclamad, publicad ofrendas voluntarias, pues que así lo queréis, hijos de Israel, dice el Señor Jehová.
6 Yo, por mi parte, os hice estar a diente limpio en todas vuestras ciudades, y hubo falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová.
7 También os detuve la lluvia desde tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió, y la parte sobre la cual no llovió, se secó.
8 Y venían dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban; con todo, no os volvisteis a mí, dice Jehová.
9 Os herí con tizón y con añublo; la langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares; pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová.
10 Envié contra vosotros mortandad tal como en Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, di al cautiverio vuestros caballos, e hice subir el hedor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová.
11 Os trastorné como cuando Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón escapado del fuego; mas no os volvisteis a mí, dice Jehová.
12 Por tanto, de esta manera te haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, prepárate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel.
13 Porque he aquí, el que forma los montes, y crea el viento, y pone al desnudo ante el hombre los pensamientos de éste; el que hace de las tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra; Jehová Dios de los ejércitos es su nombre.
Llamamiento al arrepentimiento
5 Escuchad esta palabra que yo levanto para lamentación sobre vosotros, casa de Israel.
2 Cayó la virgen de Israel, y no podrá levantarse ya más; yace abatida en tierra, no habrá quien la levante.
3 Porque así dice el Señor Jehová: La ciudad que haya salido con mil, volverá con ciento, y la que haya salido con ciento, volverá con diez, en la casa de Israel.
4 Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis;
5 y no busquéis a Betel, ni entréis en Gilgal, ni paséis a Beerseba; porque Gilgal será llevada en cautiverio, y Betel será deshecha.
6 Buscad a Jehová, y vivid; no sea que acometa como fuego a la casa de José y la consuma, sin haber en Betel quien lo apague.
7 Los que convertís en ajenjo el juicio, y echáis la justicia por tierra,
8 buscad al que hace las Pléyades y el Orión, y vuelve las tinieblas en mañana, y hace oscurecer el día como noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; Jehová es su nombre;
9 que envía destrucción sobre el fuerte, y hace que la ruina venga sobre la fortaleza.
10 Ellos aborrecieron al reprensor en la puerta de la ciudad, y abominaron al que hablaba lo recto.
11 Por tanto, puesto que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo, edificasteis casas de piedra labrada, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas.
12 Porque yo sé cuán numerosas son vuestras rebeliones, y cuán grandes son vuestros pecados; sé que oprimís al justo, y recibís cohecho, y en los tribunales hacéis perder su causa a los pobres.
13 Por eso, el prudente calla en este tiempo, porque el tiempo es malo.
14 Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos estará con vosotros, como decís.
15 Aborreced el mal, y amad el bien, y restableced la justicia en la puerta; quizá Jehová Dios de los ejércitos tendrá piedad del remanente de José.
16 Por tanto, así dice Jehová, Dios de los ejércitos: En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles dirán: ¡Ay! ¡Ay!, y llamarán al labrador a duelo, y a endecha a los que sepan endechar.
17 Y en todas las viñas habrá llanto; porque pasaré en medio de ti, dice Jehová.
El día de Jehová
18 ¡Ay de los que desean el día de Jehová! ¿Para qué os servirá este día de Jehová? Será de tinieblas, y no de luz;
19 como el que huye de delante del león, y se encuentra con el oso; o como el que entra en casa y apoya su mano en la pared, y le muerde una culebra.
20 ¿No será el día de Jehová tinieblas, y no luz; oscuridad en la que no hay resplandor?
21 Odio y aborrezco vuestras solemnidades, y no me complazco en vuestras asambleas.
22 Y si me ofrecéis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados.
23 Aleja de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus instrumentos.
24 Pero corra el derecho como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo.
25 ¿Me ofrecisteis sacrificios y ofrendas en el desierto en cuarenta años, oh casa de Israel?
26 Antes bien, llevabais a Sicut, vuestro rey, y a Quiyún, vuestro dios, esos ídolos que os hicisteis.
27 Os haré, pues, deportar más allá de Damasco, dice Jehová, cuyo nombre es Dios de los ejércitos.
Destrucción de Israel
6 ¡Ay de los descuidados en Sión, y de los confiados en el monte de Samaria, los señalados como principales entre las naciones, a los cuales acude la casa de Israel!
2 Pasad a Calné, y mirad; y de allí id a la gran Hamat; descended luego a Gat de los filisteos; ved si son aquellos reinos mejores que estos reinos, si su extensión es mayor que la vuestra,
3 oh vosotros que creéis alejar el día malo, y acercáis la silla de iniquidad.
4 Los que duermen en camas de marfil, y reposan sobre sus lechos; y comen los corderos del rebaño, y los terneros engordados en el establo;
5 gorjean al son de la flauta, e inventan instrumentos musicales, como David;
6 beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos; y no se afligen por el quebrantamiento de José.
7 Por tanto, ahora irán a la cabeza de los que van a cautividad, y se acercará el duelo de los que se entregan a los placeres.
El castigo será terrible
8 El Señor Jehová juró por sí mismo, Jehová Dios de los ejércitos dice: Abomino la soberbia de Jacob, y aborrezco sus palacios; y entregaré al enemigo la ciudad y cuanto hay en ella.
9 Y acontecerá que si quedan diez hombres en una casa, morirán.
10 Y un pariente tomará a cada uno, y lo quemará para sacar los huesos de casa; y dirá al que estará en los rincones de la casa: ¿Hay aún alguno contigo? Y dirá: No. Y dirá aquél: Calla, porque no podemos mencionar el nombre de Jehová.
11 Porque he aquí, Jehová manda, y herirá con hendiduras la casa mayor, y la casa menor con aberturas.
12 ¿Correrán los caballos por las peñas? ¿Ararán en ellas con bueyes? ¿Por qué habéis vosotros convertido el juicio en veneno, y el fruto de justicia en ajenjo?
13 Vosotros que os alegráis por lo que es nada, que decís: ¿No hemos tomado a Carnáyim con nuestra fuerza?
14 Pues he aquí, oh casa de Israel, dice Jehová Dios de los ejércitos, que yo levantaré contra vosotros una nación que os oprimirá desde la entrada de Hamat hasta el torrente del Arabá.
Los 144.000 sellados
7 Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.
2 Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había concedido el hacer daño a la tierra y al mar,
3 diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.
4 Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.
5 De la tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce mil sellados. De la tribu de Gad, doce mil sellados.
6 De la tribu de Aser, doce mil sellados. De la tribu de Neftalí, doce mil sellados. De la tribu de Manasés, doce mil sellados.
7 De la tribu de Simeón, doce mil sellados. De la tribu de Leví, doce mil sellados. De la tribu de Isacar, doce mil sellados.
8 De la tribu de Zabulón, doce mil sellados. De la tribu de José, doce mil sellados. De la tribu de Benjamín, doce mil sellados.
La multitud vestida de ropas blancas
9 Después de esto miré, y vi una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones, tribus, pueblos y lenguas, que estaban de pie delante del trono y en la presencia del Cordero, cubiertos de ropas blancas, y con palmas en las manos;
10 y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.
11 Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,
12 diciendo: Amén. La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.
13 Entonces uno de los ancianos tomó la palabra, diciéndome: Estos que están cubiertos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?
14 Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Éstos son los que han venido procedentes de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
15 Por eso están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su santuario; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.
16 Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni ardor alguno;
17 porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.