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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Biblia del Jubileo (JBS)
Version
Amós 4-6

Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres, que quebrantáis a los menesterosos, que decís a sus señores: Traed, y beberemos.

El Señor DIOS juró por su Santidad: He aquí, vienen días sobre vosotros en que os llevará con anzuelos, y a vuestros descendientes en barquillos de pescador.

Y saldrán por los portillos la una en pos de la otra, y seréis echadas del palacio, dice el SEÑOR.

Id a Bet-el, y prevaricad; en Gilgal aumentad la rebelión, y traed de mañana vuestros sacrificios, y vuestros diezmos cada tres años;

y ofreced sacrificio de alabanza con leudo, y pregonad, publicad voluntarias ofrendas; pues que así lo queréis, hijos de Israel, dijo el Señor DIOS.

Yo también os di limpieza de dientes en todas vuestras ciudades, y falta de pan en todos vuestros pueblos; mas no os tornasteis a mí, dijo el SEÑOR.

Y también yo os detuve la lluvia tres meses antes de la siega; e hice llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovió; y la parte sobre la cual no llovió, se secó.

Y venían dos o tres ciudades a una ciudad para beber agua, y no se saciaban; con todo, no os tornasteis a mí, dijo el SEÑOR.

Os herí con viento solano y oruga; vuestros muchos huertos y vuestras viñas, y vuestros higuerales y vuestros olivares comió la langosta; pero nunca os tornasteis a mí, dijo el SEÑOR.

10 Envié entre vosotros mortandad en el camino a Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, quité vuestros caballos; e hice subir el hedor de vuestros reales hasta vuestras narices; y nunca os tornasteis a mí, dijo el SEÑOR.

11 Os trastorné, como cuando Dios trastornó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón escapado del fuego; y nunca os tornasteis a mí, dice el SEÑOR.

12 Por tanto, de esta manera haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, aparéjate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel.

13 Porque he aquí, el que forma los montes, y crea el viento, y denuncia al hombre su pensamiento; el que hace a las tinieblas mañana, y pasa sobre las alturas de la tierra; el SEÑOR, Dios de los ejércitos, es su Nombre.

Oíd esta palabra, porque yo levanto endecha sobre vosotros, Casa de Israel.

Cayó la virgen de Israel, no más podrá levantarse; dejada fue sobre su tierra, no hay quien la levante.

Porque así dijo el Señor DIOS: La ciudad que sacaba mil, quedará con ciento; y la que sacaba ciento, quedará con diez, en la casa de Israel.

Pero así dijo el SEÑOR a la Casa de Israel: Buscadme, y vivid;

y no busquéis a Bet-el ni entréis en Gilgal, ni paséis a Beerseba; porque Gilgal será llevada en cautiverio, y Bet-el será deshecha.

Buscad al SEÑOR, y vivid; no sea que hienda, como fuego, a la Casa de José, y la consuma, sin haber en Bet-el quien lo apague.

Los que convierten en ajenjo el juicio, y dejan de hacer la justicia en la tierra,

miren al que hace el Arcturo y el Orión, y las tinieblas vuelve en mañana, y hace oscurecer el día en noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; el SEÑOR es su nombre;

que da esfuerzo al despojador sobre el fuerte, y que el despojador venga contra la fortaleza.

10 Ellos aborrecieron en la puerta al reprensor, y al que hablaba lo recto abominaron.

11 Por tanto, puesto que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo; edificasteis casas de sillares, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas.

12 Porque he sabido de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados, que afligen al justo, y reciben rescate, y a los pobres en la puerta hacen perder su causa.

13 Por tanto, el prudente en tal tiempo calla, porque el tiempo es malo.

14 Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así el SEÑOR Dios de los ejércitos será con vosotros, como decís.

15 Aborreced el mal, y amad el bien, y poned juicio en la puerta; por ventura el SEÑOR, Dios de los ejércitos, tendrá piedad del remanente de José.

16 Por tanto, así dijo el SEÑOR, el Dios de los ejércitos, el Señor: En todas las plazas habrá llanto, y en todas las calles dirán: ¡Ay! ¡ay! Y al labrador llamarán a lloro, y a endecha a los que endechar supieren.

17 Y en todas las viñas habrá llanto; porque pasaré por medio de ti, dijo el SEÑOR.

18 ¡Ay de los que desean el día del SEÑOR! ¿Para qué queréis este día del SEÑOR? Será de tinieblas, y no de luz;

19 como el que huye de delante del león, y se topa con el oso; o si entrare en casa y arrimare su mano a la pared, y le muerda la culebra.

20 ¿No será el día del SEÑOR tinieblas, y no luz; oscuridad, que no tiene resplandor?

21 Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me darán buen olor vuestras asambleas.

22 Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestros presentes, no los recibiré; ni miraré a los sacrificios pacíficos de vuestros engordados.

23 Quita de mí la multitud de tus cantares, que no escucharé las salmodias de tus instrumentos.

24 Antes corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso arroyo.

25 ¿Por ventura me ofrecisteis sacrificios y presente en el desierto en cuarenta años, casa de Israel?

26 Y ofrecisteis a Moloc vuestro rey, y a Quiún vuestros ídolos, la estrella de vuestros dioses que os hicisteis.

27 Os haré, pues, transportar más allá de Damasco, dijo el SEÑOR, cuyo Nombre es Dios de los ejércitos.

¡Ay de los reposados en Sion, y de los confiados en el monte de Samaria, nombrados principales entre las mismas naciones, a cuales vendrán sobre ellos, oh casa de Israel!

Pasad a Calne, y mirad; y de allí id a la gran Hamat; descended luego a Gat de los palestinos; ved si son aquellos reinos mejores que estos reinos, si su término es mayor que vuestro término.

Los que dilatáis el día malo, y acercáis la silla de violencia;

los que duermen en camas de marfil, y se extienden sobre sus lechos; y comen los corderos del rebaño, y los becerros de en medio del engordadero;

los que gorjean al son de la flauta, e inventan instrumentos musicales, como David;

los que beben vino en tazones, y se ungen con los ungüentos más preciosos; y no se afligen por el quebrantamiento de José.

Por tanto, ahora pasarán en el principio de los que a cautividad pasaren, y el banquete de los que se extienden sobre sus lechos será quitado.

El Señor DIOS juró por su alma, el SEÑOR Dios de los ejércitos dijo: Tengo en abominación la grandeza de Jacob, y aborrezco sus palacios; y la ciudad y su plenitud entregaré al enemigo.

Y acontecerá que si diez hombres quedaren en una casa, morirán.

10 Y su tío tomará a cada uno, y le quemará para sacar los huesos de casa; y dirá al que estará en los rincones de la casa: ¿Hay aún alguno contigo? Y dirá: No. Y dirá aquel: Calla, que no conviene hacer memoria del nombre del SEÑOR.

11 Porque he aquí, el SEÑOR mandará, y herirá con hendiduras la casa mayor, y la casa menor con aberturas.

12 ¿Correrán los caballos por las piedras? ¿Ararán en ellas con vacas? ¿Por qué habéis vosotros tornado el juicio en veneno, y el fruto de justicia en ajenjo?

13 Los que os alegráis en nada; los que decís: ¿No nos hemos adquirido cuernos con nuestra fortaleza?

14 Pues he aquí, levantaré yo sobre vosotros, oh casa de Israel, dijo el SEÑOR Dios de los ejércitos, gentiles que os oprimirán desde la entrada de Hamat hasta el arroyo del desierto.

Apocalipsis 7

¶ Y después de estas cosas vi cuatro ángeles que estaban sobre los cuatro ángulos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.

Y vi otro ángel que subía del nacimiento del sol, teniendo el sello del Dios vivo; y clamó con gran voz a los cuatro ángeles, a los cuales era dado hacer daño a la tierra y al mar,

diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que señalemos a los esclavos de nuestro Dios en sus frentes.

Y oí el número de los señalados: ciento cuarenta y cuatro mil señalados de todas las tribus de los hijos de Israel.

De la tribu de Judá, doce mil señalados. De la tribu de Rubén, doce mil señalados. De la tribu de Gad, doce mil señalados.

De la tribu de Aser, doce mil señalados. De la tribu de Neftalí, doce mil señalados. De la tribu de Manasés, doce mil señalados.

De la tribu de Simeón, doce mil señalados. De la tribu de Leví, doce mil señalados. De la tribu de Isacar, doce mil señalados.

De la tribu de Zabulón, doce mil señalados. De la tribu de José, doce mil señalados. De la tribu de Benjamín, doce mil señalados.

Después de estas cosas miré, y he aquí una gran compañía, la cual ninguno podía contar, de todas naciones y linajes y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de luengas ropas blancas, y palmas en sus manos;

10 y clamaban a alta voz, diciendo: Salvación al que está sentado sobre el trono de nuestro Dios, y al Cordero.

11 Y todos los ángeles estaban alrededor del trono, y de los ancianos, y de los cuatro animales; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,

12 diciendo: Amén. La bendición y la gloria, la sabiduría, y la acción de gracias, la honra, la potencia y la fortaleza, sean a nuestro Dios para siempre jamás. Amén.

13 ¶ Respondió uno de los ancianos, y me preguntó: ¿Estos que están vestidos de luengas ropas blancas, quiénes son, y de dónde han venido?

14 Y yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han venido de gran tribulación, y han lavado sus luengas ropas, y las han blanqueado en la sangre del Cordero.

15 Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado en el trono morará entre ellos.

16 No tendrán más hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni ningún otro calor;

17 porque el Cordero que está en medio del trono los regirá, y los guiará a fuentes vivas de aguas; y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos.

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