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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Nueva Traducción Viviente (NTV)
Version
Oseas 9-11

Oseas anuncia el castigo de Israel

Oh pueblo de Israel,
    no te alegres como lo hacen otras naciones.
Pues has sido infiel a tu Dios,
    alquilándote como una prostituta
    y rindiendo culto a otros dioses en cada campo de trillar.
Ahora tus cosechas serán insuficientes para alimentarte;
    no habrá uvas para hacer vino nuevo.
Ya no podrás quedarte aquí en la tierra del Señor.
    En cambio, volverás a Egipto,
y en Asiria comerás alimentos
    ceremonialmente impuros.
Allí no presentarás ofrendas de vino al Señor,
    y ninguno de tus sacrificios le agradará.
Serás inmundo como el alimento tocado por una persona que está de luto.
    Todo el que presente tales sacrificios quedará contaminado.
Ellos mismos podrán comer esta comida,
    pero no podrán ofrecerla al Señor.
Entonces, ¿qué harás en los días de los festivales?
    ¿Cómo celebrarás los festivales del Señor?
Aunque escapes de la destrucción a manos de Asiria,
    Egipto te vencerá y Menfis[a] te enterrará.
La ortiga se apoderará de tus tesoros de plata
    y la zarza invadirá tus casas arruinadas.

Ha llegado la hora del castigo de Israel;
    ha llegado el día del pago merecido.
    Pronto Israel se dará perfecta cuenta de esto.
A causa de tu gran pecado y hostilidad
    dices: «¡Los profetas están locos
    y los hombres inspirados son necios!».
El profeta es un centinela sobre Israel[b] para mi Dios,
    sin embargo, dondequiera que va le tienden trampas.
    Hasta en la casa de Dios enfrenta hostilidad.
Lo que hace mi pueblo es tan depravado
    como lo que se hizo en Guibeá hace mucho tiempo.
Dios no olvidará;
    sin falta los castigará por sus pecados.

10 Dice el Señor: «Oh Israel, cuando te encontré por primera vez,
    fue como encontrar uvas frescas en el desierto.
Cuando vi a tus antepasados,
    fue como ver los primeros higos maduros de la temporada.
Pero después me abandonaron por Baal-peor
    y se entregaron a ese ídolo vergonzoso.
En poco tiempo se volvieron viles,
    tan viles como el dios al que rinden culto.
11 La gloria de Israel saldrá volando como un ave,
    porque tus hijos no nacerán,
ni crecerán en la matriz,
    ni siquiera serán concebidos.
12 Aunque algunos de tus hijos lleguen a crecer,
    yo te los arrebataré.
Será un día terrible cuando me aleje
    y te deje solo.
13 He visto a Israel llegar a ser tan hermoso como Tiro.
    Pero ahora Israel sacará a sus hijos para ser masacrados».

14 Oh Señor, ¿qué debería pedir para tu pueblo?
    Pediré matrices que no den a luz
    y pechos que no den leche.

15 Dice el Señor: «Toda su perversidad empezó en Gilgal;
    allí comencé a odiarlos.
A causa de sus malas acciones,
    los sacaré de mi tierra.
Ya no los amaré
    porque todos sus líderes son rebeldes.
16 El pueblo de Israel ha sido derribado.
    Sus raíces se han secado
    y no darán más fruto.
Y si dan a luz,
    yo mataré a sus amados hijos».

17 Mi Dios rechazará al pueblo de Israel
    porque no quiere escuchar ni obedecer.
Será un vagabundo,
    sin hogar entre las naciones.

Juicio de Dios contra Israel

10 Qué próspero es Israel,
    una vid frondosa llena de uvas.
Pero mientras más se enriquece la gente,
    más altares paganos construye.
Cuanto más abundantes sus cosechas,
    tanto más hermosas sus columnas sagradas.
El corazón de los israelitas es inconstante;
    ellos son culpables y deben ser castigados.
El Señor derribará sus altares
    y hará pedazos sus columnas sagradas.
Entonces dirán: «No tenemos rey
    porque no temimos al Señor.
Pero aun si tuviéramos un rey,
    ¿qué podría hacer por nosotros?».
La gente habla palabras vacías
    y hace pactos que no tiene intención de cumplir.
Así que la injusticia brota en medio de ellos
    como hierbas venenosas en el campo de un agricultor.

La gente de Samaria tiembla de miedo
    por su ídolo, el becerro en Bet-avén,[c]
    y está de luto por él.
Aunque sus sacerdotes se regocijan en él,
    su gloria será arrebatada.[d]
Este ídolo será llevado a Asiria,
    un regalo para el gran rey.
Se burlarán de Efraín e Israel será avergonzado
    porque confiaron en ese ídolo.
Samaria y su rey serán arrancados;
    flotarán a la deriva como un madero sobre las olas del mar.
Y los santuarios paganos de Avén,[e] donde Israel pecaba, se derrumbarán.
    Alrededor de sus altares crecerán espinos y cardos.
Suplicarán a los montes: «¡Entiérrennos!»,
    y rogarán a las colinas: «¡Caigan sobre nosotros!».

Dice el Señor: «¡Oh Israel, desde los tiempos de Guibeá,
    hay tan solo pecado y más pecado!
No has mejorado en absoluto.
    ¿Acaso no fue justo que los hombres perversos de Guibeá fueran atacados?
10 Ahora, cuando concuerde con mis planes,
    también a ustedes los atacaré.
Llamaré a los ejércitos de las naciones
    para castigarlos por sus múltiples pecados.

11 »Israel[f] es como una vaquilla entrenada que pisotea el grano,
    un trabajo fácil que le encanta.
    Pero yo pondré un yugo pesado sobre su tierno cuello.
Forzaré a Judá a tirar el arado
    y a Israel[g] a labrar la tierra dura.
12 Yo dije: “Planten buenas semillas de justicia,
    y levantarán una cosecha de amor.
Aren la dura tierra de sus corazones,
    porque ahora es tiempo de buscar al Señor
para que él venga
    y haga llover justicia sobre ustedes”.

13 »Sin embargo, han cultivado perversidad
    y han levantado una abundante cosecha de pecados.
Han comido el fruto de la mentira,
    confiando en su poderío militar
y creyendo que los grandes ejércitos
    podrían mantener a su nación a salvo.
14 Ahora los terrores de la guerra
    se levantarán entre su gente.
Todas sus fortificaciones caerán,
    tal como Salmán destruyó a Bet-arbel.
Allí, a las madres y a los niños
    los estrellaron contra el suelo hasta matarlos.
15 Habitantes de Betel, debido a su gran maldad,
    les espera el mismo destino.
Cuando amanezca el día del juicio,
    el rey de Israel será completamente destruido.

El amor del Señor por Israel

11 »Cuando Israel era niño, yo lo amé,
    y de Egipto llamé a mi hijo;
pero cuanto más lo llamaba,
    más se alejaba de mí[h]
y ofrecía sacrificios a las imágenes de Baal
    y quemaba incienso a ídolos.
Yo mismo le enseñé a Israel[i] a caminar,
    llevándolo de la mano;
pero no sabe ni le importa
    que fui yo quien lo cuidó.
Guie a Israel
    con mis cuerdas de ternura y de amor.
Quité el yugo de su cuello
    y yo mismo me incliné para alimentarlo.

»Sin embargo, como mi pueblo se niega a regresar a mí,
    regresará a Egipto
    y será forzado a servir a Asiria.
La guerra, como un torbellino, pasará por sus ciudades;
    los enemigos derribarán sus puertas.
Los destruirán,
    atrapándolos en sus propios planes malignos.
Pues mi pueblo está decidido a abandonarme.
Aunque me llaman el Altísimo,
    no me honran de verdad.

»Oh, Israel, ¿cómo podría abandonarte?
    ¿Cómo podría dejarte ir?
¿Cómo podría destruirte como a Adma
    o demolerte como a Zeboim?
Mi corazón está desgarrado dentro de mí
    y mi compasión se desborda.
No, no desataré mi ira feroz.
    No destruiré por completo a Israel,
ya que no soy un simple mortal, soy Dios.
    Yo soy el Santo que vive entre ustedes
    y no vendré a destruir.
10 Pues algún día la gente me seguirá.
    Yo, el Señor, rugiré como un león.
Y cuando ruja,
    mi pueblo regresará temblando del occidente.
11 Vendrán de Egipto como una bandada de aves.
    Regresarán de Asiria temblando como palomas
y los traeré de regreso a casa»,
    dice el Señor.

Cargos contra Israel y Judá

12 [j]Israel me rodea con mentiras y engaño,
    pero Judá todavía obedece a Dios
    y es fiel al Santo.[k]

Apocalipsis 3

Mensaje a la iglesia de Sardis

»Escribe esta carta al ángel[a] de la iglesia de Sardis. Este es el mensaje de aquel que tiene el Espíritu de Dios de siete aspectos[b] y las siete estrellas:

»Yo sé todo lo que haces y que tienes la fama de estar vivo, pero estás muerto. ¡Despierta! Fortalece lo poco que te queda, porque hasta lo que queda está a punto de morir. Veo que tus acciones no cumplen con los requisitos de mi Dios. Vuelve a lo que escuchaste y creíste al principio, y retenlo con firmeza. Arrepiéntete y regresa a mí. Si no despiertas, vendré a ti de repente, cuando menos lo esperes, como lo hace un ladrón.

»Sin embargo, hay algunos en la iglesia de Sardis que no se han manchado la ropa con maldad. Ellos caminarán conmigo vestidos de blanco, porque son dignos. Todos los que salgan vencedores serán vestidos de blanco. Nunca borraré sus nombres del libro de la vida, sino que anunciaré delante de mi Padre y de sus ángeles que ellos me pertenecen.

»Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias.

Mensaje a la iglesia de Filadelfia

»Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Filadelfia.

Este es el mensaje de aquel que es santo y verdadero,
    el que tiene la llave de David.
Lo que él abre, nadie puede cerrar;
    y lo que él cierra, nadie puede abrir:[c]

»Yo sé todo lo que haces y te he abierto una puerta que nadie puede cerrar. Tienes poca fuerza; sin embargo, has obedecido mi palabra y no negaste mi nombre. Mira, a esos que pertenecen a la sinagoga de Satanás—esos mentirosos que dicen ser judíos y no lo son—los obligaré a que vengan y se postren a tus pies. Ellos reconocerán que es a ti a quien amo.

10 »Dado que has obedecido mi mandato de perseverar, yo te protegeré del gran tiempo de prueba que vendrá sobre el mundo entero para probar a los que pertenecen a este mundo. 11 Yo vengo pronto.[d] Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite tu corona. 12 A todos los que salgan vencedores, los haré columnas en el templo de mi Dios, y nunca tendrán que salir de allí. Yo escribiré sobre ellos el nombre de mi Dios, y ellos serán ciudadanos de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén que desciende del cielo y de mi Dios. Y también escribiré en ellos mi nuevo nombre.

13 »Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias.

Mensaje a la iglesia de Laodicea

14 »Escribe esta carta al ángel de la iglesia de Laodicea. Este es el mensaje de aquel que es el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio[e] de la nueva creación de Dios:

15 »Yo sé todo lo que haces, que no eres ni frío ni caliente. ¡Cómo quisiera que fueras lo uno o lo otro!; 16 pero ya que eres tibio, ni frío ni caliente, ¡te escupiré de mi boca! 17 Tú dices: “Soy rico, tengo todo lo que quiero, ¡no necesito nada!”. Y no te das cuenta de que eres un infeliz y un miserable; eres pobre, ciego y estás desnudo. 18 Así que te aconsejo que de mí compres oro—un oro purificado por fuego—y entonces serás rico. Compra también ropas blancas de mí, así no tendrás vergüenza por tu desnudez, y compra ungüento para tus ojos, para que así puedas ver. 19 Yo corrijo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé diligente y arrepiéntete de tu indiferencia.

20 »¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos. 21 Todos los que salgan vencedores se sentarán conmigo en mi trono, tal como yo salí vencedor y me senté con mi Padre en su trono.

22 »Todo el que tenga oídos para oír debe escuchar al Espíritu y entender lo que él dice a las iglesias».

Nueva Traducción Viviente (NTV)

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