Old/New Testament
El reino de justicia
32 Isaías continuó diciendo:
«Llegará el momento en que el rey
y los gobernantes de mi pueblo
actuarán con justicia;
2 brindarán protección y refugio
contra los ataques enemigos,
contra los tiempos difíciles,
y contra la corrupción.
3 »Estarán siempre vigilantes
y escucharán con atención;
4 actuarán con prudencia,
y hablarán con la verdad.
5 »Los malvados y tramposos
serán despreciados
6 porque siempre que hablan, ofenden;
hacen planes perversos,
cometen muchos crímenes,
no dan de comer al hambriento
ni dan de beber al sediento,
¡y hasta mienten contra Dios!
7 »Esos tramposos dicen mentiras
y hacen planes malvados;
con sus mentiras perjudican
a los pobres y necesitados
que reclaman justicia.
8 En cambio, la gente honesta
sólo hace lo bueno,
y por eso es confiable».
Mujeres irresponsables
9 Isaías les dijo a las mujeres:
«Ustedes, mujeres irresponsables,
oigan bien lo que les voy a decir.
Escuchen bien mis palabras,
ustedes, que viven tan tranquilas.
10 Ahora todo parece estar bien,
pero dentro de un año
se pondrán a temblar de miedo,
porque no habrá pan ni vino.
11 »Les repito:
Ustedes, mujeres irresponsables,
que viven tan tranquilas,
comiencen a temblar.
Quítense esos vestidos
y pónganse ropas ásperas
en señal de dolor.
12 Recorran con lágrimas en los ojos
los campos llenos de trigo,
los viñedos llenos de uvas,
13 y los hogares de Jerusalén,
que alguna vez fueron felices.
Porque todo mi país
se llenará de espinos y matorrales.
14 »Mi ciudad, antes llena de gente,
quedará abandonada para siempre.
También quedarán abandonados
el palacio y las fortalezas.
En su lugar vivirán contentos
los asnos salvajes,
y podrá pastar el ganado.
Promesas de paz y seguridad
15 »Pero Dios vendrá a visitarnos,
y con su poder creador
convertirá el desierto en tierra fértil,
y la tierra fértil en un bosque hermoso.
16 Entonces habrá justicia
en todos los rincones del país.
17 La justicia traerá para siempre
paz, tranquilidad y confianza.
18 Mi pueblo vivirá
en un lugar tranquilo y seguro.
19 Aun cuando caiga granizo
y los bosques sean dañados,
aun cuando mi ciudad
vuelva a ser humillada,
20 ustedes vivirán felices.
Sus sembrados tendrán mucha agua,
y los burros y los bueyes
tendrán pastos en abundancia».
Confianza en Dios
33 Isaías anunció:
«¡Qué mal te va a ir, Asiria!
¡Tú eres el destructor de mi pueblo!
Cuando acabes de destruirlo,
también tú serás destruido;
cuando acabes de traicionarlo,
también tú serás traicionado».
2 Isaías continuó diciendo:
«Sálvanos, Dios nuestro;
¡ten compasión de nosotros!
Danos fuerzas cada mañana;
¡ayúdanos en momentos difíciles!
3 »Los pueblos huyen
al oír tus amenazas;
las naciones se dispersan
cuando muestras tu poder.
4 Los enemigos de esos pueblos
parecen saltamontes
que se lanzan sobre ellos
y les quitan sus riquezas.
5 »Dios nuestro,
tú eres el Dios soberano
que vive en el cielo.
Has hecho que en Jerusalén
haya honestidad y justicia;
6 nos haces vivir seguros;
tu sabiduría y tus conocimientos
nos han dado la salvación;
¡el obedecerte es nuestro tesoro!
Dios ayuda en el sufrimiento
7 »Nuestros valientes
gritan por las calles;
nuestros mensajeros de paz
lloran amargamente.
8 Los caminos están desiertos,
nadie transita por ellos;
se han roto los pactos,
se rechaza a los testigos,
y no hay respeto por nadie.
9 Todos en el país están tristes;
los bosques del Líbano
se han secado
y han perdido su color.
Todo el valle de Sarón
ha quedado hecho un desierto;
la región de Basán
y el monte Carmelo
han perdido su verdor».
10 Dios dice:
«Ahora mismo voy a actuar
y demostraré mi poder.
11 Todos los planes de Asiria
son pura paja y basura;
pero mi soplo es un fuego
que los quemará por completo.
12 Sus ejércitos arderán
como espinas en el fuego,
y quedarán reducidos a cenizas.
13 Ustedes, los que están lejos,
miren lo que hice;
y ustedes, los que están cerca,
reconozcan mi poder.
14 »En Jerusalén
los pecadores tiemblan,
los malvados se llenan de miedo
y gritan:
“No podremos sobrevivir
al fuego destructor de Dios;
¡ese fuego no se apaga
y no quedaremos con vida!”»
¿Quién se salvará en el juicio de Dios?
15-16 Isaías dijo:
«Sólo vivirá segura
la gente que es honesta
y siempre dice la verdad,
la que no se enriquece
a costa de los demás,
la que no acepta regalos
a cambio de hacer favores,
la que no se presta
a cometer un crimen,
¡la que ni siquiera se fija
en la maldad que otros cometen!
Esa gente tendrá como refugio
una fortaleza hecha de rocas;
siempre tendrá pan,
y jamás le faltará agua».
La gloria futura de Jerusalén
17 Isaías les dijo a los israelitas:
«Ustedes verán a un rey
en todo su esplendor;
verán un país tan grande
que parecerá no tener fronteras.
18 Y cuando se pongan a pensar
en el miedo que sentían, dirán:
“¿Y dónde han quedado
los que nos cobraban los impuestos?
¿Dónde están los contadores
que nos cobraban tanto dinero?”
19 »Ya no volverán a ver
a ese pueblo tan violento,
que hablaba un idioma
tan difícil y enredado
que nadie podía entender.
20 Fíjense en mi templo
y en la ciudad de Jerusalén:
¡allí celebraremos nuestras fiestas!
Será un lugar tan seguro
como una carpa bien plantada,
con estacas bien clavadas
y cuerdas que no se rompen.
21 ¡Allí Dios mostrará su poder!
»Jerusalén tendrá ríos muy anchos,
pero los barcos enemigos
no podrán pasar por allí.
22 Dios es nuestro juez
y nuestro rey.
¡Nuestro Dios nos salvará!
23 »Las naves de Asiria
tienen flojas las cuerdas,
su mástil tambalea
y no sostiene su bandera.
Sus enemigos, y hasta los cojos,
les quitan todas sus riquezas.
24 Pero Dios perdonará los pecados
de los habitantes de Jerusalén.
Ninguno de ellos volverá a decir:
“Siento que me muero”».
Saludo
1 1-2 Queridos hermanos y hermanas de la iglesia de Colosas:
Nosotros, Pablo y Timoteo, les enviamos nuestros saludos. Ustedes son parte del pueblo especial de Dios y han puesto su confianza en Cristo. Yo soy apóstol de Jesucristo porque Dios, nuestro Padre, así lo quiso.
Deseo de todo corazón que Dios y el Señor Jesucristo les den mucho amor y paz.
Pablo da gracias a Dios
3 Siempre que oramos por ustedes, damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 4 pues hemos sabido que ustedes confían mucho en Cristo y aman a todos los que forman parte del pueblo de Dios. 5 Ustedes se comportan así porque, desde que oyeron el mensaje verdadero de la buena noticia, saben bien lo que Dios les tiene guardado en el cielo. 6 Esta buena noticia se está anunciando por todo el Imperio Romano, y está dando buenos resultados. Así ocurrió entre ustedes desde el día en que supieron de verdad cuánto los ama Dios. 7 Eso lo aprendieron de labios de Epafras, nuestro querido compañero de trabajo, que tan fielmente les sirve por amor a Jesucristo. 8 Él nos ha traído noticias de ustedes, y nos ha contado cómo el Espíritu Santo les hace amar a los demás.
Pablo pide fortaleza para la iglesia de Colosas
9 Desde el momento en que supimos todo eso, no hemos dejado de orar por ustedes. Y siempre le pedimos a Dios que puedan conocer su voluntad, y que tengan toda la sabiduría y la inteligencia que da el Espíritu Santo. 10 Así podrán vivir de acuerdo con lo que el Señor quiere, y él estará contento con ustedes porque harán toda clase de cosas buenas y sabrán más cómo es Dios; 11 por el gran poder de Dios cobrarán nuevas fuerzas, y podrán soportar con paciencia todas las dificultades. Así, con gran alegría, 12 darán gracias a Dios, el Padre. Porque él nos ha preparado para que recibamos, en su reino de luz, la herencia que él ha prometido a su pueblo elegido. 13 Dios nos rescató de la oscuridad en que vivíamos, y nos llevó al reino de su amado Hijo, 14 quien por su muerte nos salvó y perdonó nuestros pecados.
La obra de Cristo
15 Cristo es el Hijo de Dios, y existe desde antes de la creación del mundo; él es la imagen del Dios que no podemos ver. 16 Por medio de él, Dios creó todo lo que hay en el cielo y en la tierra, lo que puede verse y lo que no se puede ver, y también los espíritus poderosos que tienen dominio y autoridad. En pocas palabras: Dios creó todo por medio de Cristo y para Cristo.
17 Cristo existía antes de todas las cosas. Por medio de él, todo se mantiene en orden, 18 y él gobierna a su iglesia y le da vida. Él es la cabeza, y la iglesia es su cuerpo.
Cristo es el principio de todas las cosas. Por eso él fue el primero en resucitar, para que ocupe el primer lugar en todo. 19 Y en él se encuentra todo el poder divino.
20 Por medio de Cristo, Dios hizo que todo el universo volviera a estar en paz con él. Y esto lo hizo posible por medio de la muerte de su Hijo en la cruz.
Cristo nos hace amigos de Dios
21-22 Antes, ustedes estaban lejos de Dios y eran sus enemigos, pues pensaban y hacían lo malo. Sin embargo, ahora Dios los ha hecho sus amigos por medio de la muerte de su Hijo, quien se hizo hombre. Dios lo hizo así para que ustedes pudieran presentarse ante él sin pecado y libres de culpa. 23 Pero esto será así, sólo si mantienen su confianza en Cristo y siguen creyendo en lo que nos promete el mensaje de la buena noticia. Este mensaje ha sido anunciado por todo el Imperio Romano, y yo colaboro anunciándolo.
El trabajo de Pablo para la Iglesia
24 Ahora me alegro de sufrir por ustedes, pues así voy completando en mi propio cuerpo los sufrimientos del cuerpo de Cristo, que es la iglesia. 25 Por el bien de ustedes, Dios me ha hecho servidor de la iglesia y me ha enviado a anunciar su mensaje. 26 Este mensaje habla del plan que, desde hacía muchos siglos, Dios había mantenido en secreto, pero que ahora ha revelado a su pueblo elegido. 27 Dios decidió darles a conocer este plan tan grande y maravilloso para todas las naciones, y que es el siguiente: Dios envió a Cristo, para que habite en ustedes y les dé la seguridad de que van a compartir el poder y la gloria de Dios.
28 Nosotros anunciamos a Cristo, y con toda sabiduría aconsejamos y enseñamos a todos, para que lleguen a ser perfectos como Cristo. 29 Para esto trabajo y lucho con la fuerza y el poder que Cristo me da.
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