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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Salmos 57-59

Plegaria pidiendo ser librado de los perseguidores(A)

Al músico principal; sobre «No destruyas». Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva.

57 Ten misericordia de mí, Dios, ten misericordia de mí,
porque en ti ha confiado mi alma
y en la sombra de tus alas me ampararé
hasta que pasen los quebrantos.
Clamaré al Dios Altísimo,
al Dios que me favorece.
Él enviará desde los cielos y me salvará
de la infamia del que me acosa. Selah
Dios enviará su misericordia y su verdad.

Mi vida está entre leones;
estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas;
sus dientes son lanzas y saetas,
y su lengua, espada aguda.

    ¡Exaltado seas, Dios, sobre los cielos!
    ¡Sobre toda la tierra sea tu gloria!

Red han armado a mis pasos;
se ha abatido mi alma;
hoyo han cavado delante de mí;
en medio de él han caído ellos mismos. Selah

Listo está mi corazón, Dios,
mi corazón está dispuesto;
cantaré y entonaré salmos.
¡Despierta, alma mía!
¡Despertad, salterio y arpa!
¡Me levantaré de mañana!
Te alabaré entre los pueblos, Señor;
cantaré de ti entre las naciones,
10 porque grande hasta los cielos es tu misericordia
y hasta las nubes tu verdad.

11     ¡Exaltado seas, Dios, sobre los cielos!
    ¡Sobre toda la tierra sea tu gloria!

Plegaria pidiendo el castigo de los malos

Al músico principal; sobre «No destruyas». Mictam de David

58 Poderosos, ¿pronunciáis en verdad justicia?
¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?
Antes bien, en el corazón maquináis la maldad;
hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra.

Se apartaron los impíos desde la matriz;
se descarriaron hablando mentira desde que nacieron.
Veneno tienen, como veneno de serpiente;
son como la víbora sorda que cierra su oído,
que no oye la voz de los que encantan,
por más hábil que sea el encantador.

Quiebra, Dios, sus dientes en sus bocas;
quiebra, Jehová, las muelas de los leoncillos.
Sean disipados como aguas que corren;
cuando disparen sus saetas, que se rompan en pedazos.
Pasen ellos como con el caracol que se deshace;
como el que nace muerto, no vean el sol.
Antes que sus ollas sientan la llama de los espinos,
así vivos, así airados, los arrebatará él con tempestad.

10 Se alegrará el justo cuando vea la venganza;
sus pies lavará en la sangre del impío.
11 Entonces dirá el hombre:
«Ciertamente hay galardón para el justo;
ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.»

Oración pidiendo ser librado de los enemigos

Al músico principal; sobre «No destruyas». Mictam de David, cuando envió Saúl, y vigilaron la casa para matarlo.

59 Líbrame de mis enemigos, Dios mío;
ponme a salvo de los que se levantan contra mí.
Líbrame de los que cometen maldad
y sálvame de hombres sanguinarios,

porque están acechando mi vida;
se han juntado contra mí poderosos,
no por falta mía, ni pecado mío, Jehová;
sin delito mío corren y se preparan.
Despierta para venir a mi encuentro, y mira.
Y tú, Jehová, Dios de los ejércitos, Dios de Israel,
despierta y castiga a todas las naciones;
no tengas misericordia de todos los que se rebelan con maldad. Selah

Volverán a la tarde,
ladrarán como perros
y rodearán la ciudad.
Declaran con su boca;
espadas hay en sus labios,
pues dicen: «¿Quién oye?»

Mas tú, Jehová, te reirás de ellos;
te burlarás de todas las naciones.
A causa del poder del enemigo esperaré en ti,
porque Dios es mi defensa.
10 El Dios de mi misericordia irá delante de mí;
Dios hará que vea en mis enemigos mi deseo.

11 No los mates, para que mi pueblo no olvide;
dispérsalos con tu poder y abátelos,
Jehová, escudo nuestro.
12 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios,
sean ellos presos en su soberbia,
y por la maldición y mentira que profieren.
13 ¡Acábalos con furor,
acábalos, para que no existan más!
¡Sépase que Dios gobierna en Jacob
hasta los confines de la tierra! Selah
14 Vuelvan, pues, a la tarde, y ladren como perros
y rodeen la ciudad.
15 Anden ellos errantes para hallar qué comer;
y al no saciarse, que pasen la noche quejándose.

16 Pero yo cantaré de tu poder,
alabaré de mañana tu misericordia,
porque has sido mi amparo
y refugio en el día de mi angustia.
17 Fortaleza mía, a ti cantaré,
porque eres, Dios, mi refugio,
el Dios de mi misericordia.

Romanos 4

El ejemplo de Abraham

¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? Si Abraham hubiera sido justificado por las obras, tendría de qué gloriarse, pero no ante Dios, pues ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios y le fue contado por justicia. Pero al que trabaja no se le cuenta el salario como un regalo, sino como deuda; pero al que no trabaja, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. Por eso también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, diciendo:

«Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas,
y cuyos pecados son cubiertos.
Bienaventurado el hombre a quien el Señor no culpa de pecado.»

¿Es, pues, esta bienaventuranza solamente para los de la circuncisión o también para los de la incircuncisión? Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. 10 ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la incircuncisión. 11 Y recibió la circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo cuando aún no había sido circuncidado, para que fuera padre de todos los creyentes no circuncidados, a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; 12 y padre de la circuncisión, para los que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.

La promesa realizada mediante la fe

13 La promesa de que sería heredero del mundo, fue dada a Abraham o a su descendencia no por la Ley sino por la justicia de la fe, 14 porque si los que son de la Ley son los herederos, vana resulta la fe y anulada la promesa. 15 La ley produce ira; pero donde no hay Ley, tampoco hay transgresión. 16 Por eso, la promesa es fe, para que sea por gracia, a fin de que sea firme para toda su descendencia, no solamente para la que es por la Ley, sino también para la que es de la fe de Abraham. Él es padre de todos nosotros, 17 como está escrito: «Te he puesto por padre de muchas naciones.» Y lo es delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos y llama las cosas que no son como si fueran.

18 Él creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas naciones, conforme a lo que se le había dicho: «Así será tu descendencia.» 19 Y su fe no se debilitó al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años), o la esterilidad de la matriz de Sara. 20 Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció por la fe, dando gloria a Dios, 21 plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido. 22 Por eso, también su fe le fue contada por justicia.

23 Pero no sólo con respecto a él se escribió que le fue contada, 24 sino también con respecto a nosotros a quienes igualmente ha de ser contada, es decir, a los que creemos en aquel que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, 25 el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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