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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Amós 1-3

Las palabras de Amós, que fue uno de los pastores de Tecoa, que profetizó acerca de Israel en días de Uzías, rey de Judá, y en días de Jeroboam hijo de Joás, rey de Israel, dos años antes del terremoto. Dijo:

«Jehová rugirá desde Sión,
dará su voz desde Jerusalén,
los campos de los pastores se enlutarán
y se secará la cumbre del Carmelo.»

Así ha dicho Jehová:
«Por tres pecados de Damasco,
y por el cuarto,
no revocaré su castigo:
porque trillaron a Galaad con trillos de hierro.
Prenderé fuego a la casa de Hazael
y consumirá los palacios de Ben-adad.
Quebraré los cerrojos de Damasco
y destruiré a los moradores del valle de Avén
y a los gobernadores de Bet-edén,
y el pueblo de Siria será transportado a Kir,
dice Jehová.»

Así ha dicho Jehová:
«Por tres pecados de Gaza,
y por el cuarto,
no revocaré su castigo:
porque llevó cautivo a todo un pueblo
para entregarlo a Edom.
Prenderé fuego al muro de Gaza
y consumirá sus palacios.
Destruiré a los moradores de Asdod
y a los gobernadores de Ascalón;
volveré mi mano contra Ecrón
y el resto de los filisteos perecerá,
ha dicho Jehová, el Señor.»

Así ha dicho Jehová:
«Por tres pecados de Tiro,
y por el cuarto,
no revocaré su castigo:
porque entregaron a todo un pueblo cautivo a Edom
y no se acordaron del pacto de hermanos.
10 Prenderé fuego al muro de Tiro
y consumirá sus palacios.»

11 Así ha dicho Jehová:
«Por tres pecados de Edom,
y por el cuarto,
no revocaré su castigo:
porque persiguió a espada a su hermano
y violó todo afecto natural;
en su furor le ha robado siempre
y ha guardado perpetuamente el rencor.
12 Prenderé fuego a Temán
y consumirá los palacios de Bosra.»

13 Así ha dicho Jehová:
«Por tres pecados de los hijos de Amón,
y por el cuarto,
no revocaré su castigo:
porque para ensanchar sus tierras
abrieron a las mujeres de Galaad
que estaban embarazadas.
14 Encenderé fuego en el muro de Rabá
y consumirá sus palacios con estruendo
en el día de la batalla,
con tempestad en día tempestuoso;
15 y su rey irá en cautiverio
con todos sus príncipes,
dice Jehová.»

Así ha dicho Jehová:
«Por tres pecados de Moab,
y por el cuarto,
no revocaré su castigo:
porque quemó los huesos del rey de Edom
hasta calcinarlos.
Prenderé fuego a Moab
y consumirá los palacios de Queriot;
y morirá Moab en el tumulto,
con estrépito y sonido de trompeta.
Quitaré al juez de en medio de él
y mataré con él a todos sus príncipes,
dice Jehová.»

Así ha dicho Jehová:
«Por tres pecados de Judá,
y por el cuarto,
no revocaré su castigo:
porque menospreciaron la ley de Jehová,
no guardaron sus ordenanzas
y los hicieron errar sus mentiras,
en pos de las cuales anduvieron sus padres.
Prenderé, por tanto, fuego a Judá,
el cual consumirá los palacios de Jerusalén.»

Así ha dicho Jehová:
«Por tres pecados de Israel,
y por el cuarto,
no revocaré su castigo:
porque vendieron por dinero al justo,
y al pobre por un par de zapatos.
Pisotean en el polvo de la tierra
las cabezas de los desvalidos
y tuercen el camino de los humildes.
El hijo y el padre se allegan a la misma joven,
profanando mi santo nombre.
Sobre las ropas empeñadas se acuestan
junto a cualquier altar,
y el vino de los multados beben en la casa de sus dioses.
Yo destruí delante de ellos a los amorreos
que eran altos como los cedros
y fuertes como las encinas;
destruí su fruto arriba y sus raíces abajo.
10 A vosotros os hice subir de la tierra de Egipto
y os conduje por el desierto cuarenta años,
para que tomarais posesión de la tierra del amorreo.
11 Y levanté profetas entre vuestros hijos
y nazareos entre vuestros jóvenes.
¿No es esto cierto, hijos de Israel?,
dice Jehová.
12 Mas vosotros disteis a beber vino a los nazareos,
y a los profetas mandasteis diciendo:
“No profeticéis.”
13 Por eso, yo os apretaré en vuestro lugar,
como se aprieta el carro lleno de gavillas:
14 el ligero no podrá huir,
al fuerte no le ayudará su fuerza
ni el valiente librará su vida;
15 el que maneja el arco no resistirá,
ni escapará el ligero de pies
ni el jinete salvará su vida.
16 El esforzado entre los valientes
huirá desnudo aquel día,
dice Jehová.»

El rugido del león

Oíd esta palabra que ha hablado Jehová contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto:

«A vosotros solamente he conocido
de todas las familias de la tierra;
por tanto, os castigaré por todas vuestras maldades.»

¿Andarán dos juntos
si no están de acuerdo?
¿Rugirá el león en la selva
sin haber presa?
¿Rugirá el cachorro de león desde su guarida
sin haber cazado nada?
¿Caerá el ave a tierra, en la trampa,
si no hay cebo?
¿Saltará la trampa del suelo
si no ha atrapado algo?
¿Se tocará la trompeta en la ciudad
y no se alborotará el pueblo?
¿Habrá algún mal en la ciudad,
que Jehová no haya enviado?
Porque no hará nada Jehová, el Señor,
sin revelar su secreto a sus siervos los profetas.
Si el león ruge,
¿quién no temerá?
Si habla Jehová, el Señor,
¿quién no profetizará?

Destrucción de Samaria

Proclamad en los palacios de Asdod
y en los palacios de la tierra de Egipto,
y decid: «Reuníos sobre los montes de Samaria
y ved las muchas opresiones en medio de ella
y las violencias cometidas en su medio.»
10 No saben hacer lo recto, dice Jehová;
atesoran rapiña y despojo en sus palacios.

11 Por eso, Jehová, el Señor, ha dicho:
«Un enemigo vendrá por todos lados de la tierra
y derribará tu fortaleza,
y tus palacios serán saqueados.»

12 Así ha dicho Jehová:
«De la manera como el pastor libra de la boca del león
dos piernas o la punta de una oreja,
así escaparán los hijos de Israel
que moran en Samaria,
que se sientan en un rincón del diván,
en un cómodo lecho.»

13 Oíd y testificad contra la casa de Jacob,
dice Jehová, Dios de los ejércitos:
14 «El día que castigue
las rebeliones de Israel,
castigaré también los altares de Bet-el;
los cuernos del altar serán cortados
y caerán a tierra.
15 Derribaré la casa de invierno
junto con la casa de verano,
y las casas de marfil desaparecerán.
Muchas casas serán destruidas,
dice Jehová.»

Apocalipsis 6

Los sellos

Entonces vi que el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir con una voz como de trueno: «¡Ven!»

Miré, y vi un caballo blanco. El que lo montaba tenía un arco y le fue dada una corona, y salió venciendo y para vencer.

Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: «¡Ven!»

Salió otro caballo, de color rojizo. Al que lo montaba le fue dado poder para quitar la paz de la tierra y hacer que se mataran unos a otros. Y se le dio una espada muy grande.

Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: «¡Ven!»

Miré, y vi un caballo negro. El que lo montaba tenía una balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: «Dos libras de trigo por un denario y seis libras de cebada por un denario, pero no dañes el aceite ni el vino.»

Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: «¡Ven!»

Miré, y vi un caballo amarillo. El que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades lo seguía: y les fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la tierra.

Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían muerto por causa de la palabra de Dios y del testimonio que tenían. 10 Clamaban a gran voz, diciendo: «¿Hasta cuándo Señor, santo y verdadero, vas a tardar en juzgar y vengar nuestra sangre de los que habitan sobre la tierra?» 11 Entonces se les dieron vestiduras blancas y se les dijo que descansaran todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos que también habían de ser muertos como ellos.

12 Miré cuando abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto. El sol se puso negro como tela de luto, la luna entera se volvió toda como sangre 13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. 14 El cielo se replegó como un pergamino que se enrolla, y todo monte y toda isla fueron removidos de sus lugares. 15 Los reyes de la tierra, los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, todo esclavo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes, 16 y decían a los montes y a las peñas: «Caed sobre nosotros y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero, 17 porque el gran día de su ira ha llegado y ¿quién podrá sostenerse en pie?»

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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