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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Jeremías 30-31

Dios promete que los cautivos volverán

30 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: «Así habló Jehová, Dios de Israel: Escribe en un libro todas las palabras que te he hablado. Porque vienen días, dice Jehová, en que haré volver a los cautivos de mi pueblo de Israel y de Judá, ha dicho Jehová, y los traeré a la tierra que di a sus padres, y la disfrutarán.»

Éstas, pues, son las palabras que habló Jehová acerca de Israel y de Judá. Así ha dicho Jehová:

«¡Hemos oído gritos de terror y espanto!
¡No hay paz!
¡Inquirid ahora, considerad si un varón da a luz!,
porque he visto que todos los hombres
tenían las manos sobre sus caderas
como la mujer que está de parto,
y que se han puesto pálidos todos los rostros.
¡Ah, cuán grande es aquel día!
Tanto, que no hay otro semejante a él.
Es un tiempo de angustia para Jacob,
pero de ella será librado.

»Aquel día, dice Jehová de los ejércitos,
yo quebraré el yugo de su cuello y romperé sus coyundas,
y extranjeros no volverán a ponerlo en servidumbre,
sino que servirán a Jehová, su Dios, y a David, su rey, a quien yo les levantaré.

10 »Tú, pues, siervo mío Jacob, no temas,
dice Jehová;
no te atemorices, Israel,
porque he aquí que yo soy el que te salvo de lejos,
a ti y a tu descendencia,
de la tierra de tu cautiverio.
Jacob volverá, descansará y vivirá tranquilo,
y no habrá quien lo espante.
11 Porque yo estoy contigo para salvarte,
dice Jehová,
y destruiré a todas las naciones entre las cuales te esparcí.
Pero a ti no te destruiré,
aunque te castigaré con justicia:
de ninguna manera te dejaré sin castigo.»

12 Así ha dicho Jehová:
«Incurable es tu quebrantamiento
y dolorosa tu llaga.
13 No hay quien juzgue tu causa para sanarte;
no hay para ti medicina eficaz.
14 Todos tus enamorados te olvidaron;
no te buscan,
porque te herí como hiere un enemigo,
con azote de adversario cruel,
a causa de la magnitud de tu maldad
y de tus muchos pecados.
15 ¿Por qué gritas a causa de tu quebrantamiento?
Incurable es tu dolor,
porque por la grandeza de tu iniquidad
y por tus muchos pecados te he hecho esto.
16 Pero serán devorados todos los que te devoran,
y todos tus adversarios, todos ellos,
irán al cautiverio;
pisoteados serán los que te pisotearon,
y a todos los que te despojaron,
yo los entregaré al despojo.
17 Mas yo haré venir sanidad para ti,
y sanaré tus heridas,
dice Jehová,
porque “Desechada” te llamaron, diciendo:
“Ésta es Sión, de la que nadie se acuerda.”»

18 Así ha dicho Jehová:
«He aquí yo hago volver a los cautivos de las tiendas de Jacob,
y de sus tiendas tendré misericordia;
la ciudad será edificada sobre su colina,
y el palacio será asentado en su lugar.
19 Saldrá de ellos acción de gracias
y voz de nación que está en regocijo.
Los multiplicaré y no serán disminuidos;
los multiplicaré y no serán menoscabados.
20 Serán sus hijos como antes,
y su congregación delante de mí será confirmada.
Yo castigaré a todos sus opresores.
21 De ella saldrá su soberano,
y de en medio de ella saldrá su gobernante.
Lo haré acercarse
y él se acercará a mí,
porque ¿quién es aquel que se atreve a acercarse a mí?,
dice Jehová.
22 Entonces vosotros seréis mi pueblo
y yo seré vuestro Dios.

23 »La tempestad de Jehová
sale con furor;
la tempestad que se prepara
se cierne sobre la cabeza de los impíos.
24 No se calmará el ardor de la ira de Jehová
hasta que haya hecho y cumplido
los pensamientos de su corazón.
¡Al final de los días entenderéis esto!

31 »En aquel tiempo, dice Jehová, yo seré el Dios de todas las familias de Israel y ellas serán mi pueblo».

Así ha dicho Jehová:
«El pueblo que escapó de la espada
halló gracia en el desierto,
cuando Israel iba en busca de reposo.
Jehová se me manifestó hace ya mucho tiempo, diciendo:
“Con amor eterno te he amado;
por eso, te prolongué mi misericordia.
Volveré a edificarte: serás reedificada,
virgen de Israel.
De nuevo serás adornada con tus panderos
y saldrás en alegres danzas.
Volverás a plantar viñas
en los montes de Samaria;
plantarán los que plantan y disfrutarán de ellas,
porque habrá día en que clamarán los guardas
en los montes de Efraín:
‘¡Levantaos y subamos a Sión,
a Jehová, nuestro Dios!’”»

Así ha dicho Jehová:
«Regocijaos en Jacob con alegría;
dad voces de júbilo a la cabeza de naciones.
¡Haced oír, alabad y decid:
“Salva, Jehová, a tu pueblo,
el resto de Israel”!
Yo los hago volver de la tierra del norte,
los reuniré de los extremos de la tierra;
entre ellos, juntamente, a ciegos y a cojos,
a la mujer que está encinta y a la que dio a luz.
En gran compañía volverán acá.
Irán con llanto,
mas con misericordia los haré volver
y los haré andar junto a arroyos de aguas,
por camino derecho en el cual no tropezarán,
porque yo soy el padre de Israel,
y Efraín es mi primogénito.

10 »¡Oíd palabra de Jehová, naciones,
y hacedlo saber en las costas que están lejos!
Decid: “El que dispersó a Israel,
lo reunirá y guardará,
como el pastor a su rebaño”,
11 porque Jehová redimió a Jacob,
lo redimió de mano del más fuerte que él.
12 Vendrán con gritos de gozo a lo alto de Sión
y correrán a los bienes de Jehová:
al pan, al vino, al aceite
y al ganado de ovejas y de vacas.
Su vida será como un huerto de riego
y nunca más tendrán dolor alguno.
13 Entonces la virgen danzará alegremente,
junto con los jóvenes y los viejos;
cambiaré su llanto en gozo,
los consolaré
y los alegraré de su dolor.
14 El alma del sacerdote satisfaré con abundancia,
y mi pueblo será saciado de mis bienes,
dice Jehová.»

15 Así ha dicho Jehová:
«Voz fue oída en Ramá,
llanto y lloro amargo:
es Raquel que llora por sus hijos,
y no quiso ser consolada acerca de sus hijos,
porque perecieron.»

16 Así ha dicho Jehová:
«Reprime del llanto tu voz
y de las lágrimas tus ojos,
porque salario hay para tu trabajo,
dice Jehová.
Volverán de la tierra del enemigo.
17 Esperanza hay también para tu porvenir,
dice Jehová,
y los hijos volverán a su propia tierra.
18 Escuchando, he oído a Efraín que se lamentaba:
“Me azotaste, y fui castigado como novillo indómito;
conviérteme, y seré convertido,
porque tú eres Jehová, mi Dios.
19 Después que me aparté,
me arrepentí,
y después que reconocí mi falta,
me golpeé el muslo;
me avergoncé y me confundí,
porque llevé la afrenta de mi juventud.”
20 ¿No es Efraín un hijo precioso para mí?
¿No es un niño en quien me deleito?
Desde que hablé de él,
lo he recordado constantemente.
Por eso mis entrañas se conmovieron por él,
y ciertamente tendré de él misericordia,
dice Jehová.

21 »Levanta para ti indicadores,
ponte señales altas,
fíjate con atención en la calzada.
¡Vuélvete por el camino por donde fuiste, virgen de Israel,
vuelve a estas tus ciudades!
22 ¿Hasta cuándo andarás errante, hija rebelde?,
porque Jehová ha creado una cosa nueva sobre la tierra:
¡la mujer cortejará al varón!»

23 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: «Aún dirán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo haga volver a sus cautivos: “¡Jehová te bendiga, morada de justicia, monte santo!” 24 Y habitará allí Judá; y en todas sus ciudades, los labradores y los que van con los rebaños. 25 Porque satisfaré al alma cansada y saciaré a toda alma entristecida.»

26 En esto, me desperté y miré, y mi sueño me fue agradable.

El nuevo pacto

27 «Vienen días, dice Jehová, en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá de simiente de hombre y de simiente de animal. 28 Y así como tuve cuidado de ellos para arrancar y derribar, para trastornar, perder y afligir, tendré cuidado de ellos para edificar y plantar, dice Jehová. 29 En aquellos días no dirán más: “Los padres comieron las uvas agrias y a los hijos les da dentera”, 30 sino que cada cual morirá por su propia maldad; a todo aquel que coma uvas agrias le dará dentera.

31 »Vienen días, dice Jehová, en los cuales haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 32 No como el pacto que hice con sus padres el día en que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. 33 Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Pondré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. 34 Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: “Conoce a Jehová”, porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová. Porque perdonaré la maldad de ellos y no me acordaré más de su pecado.

35 »Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día,
las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche,
que agita el mar y braman sus olas;
Jehová de los ejércitos es su nombre:
36 Si llegaran a faltar estas leyes delante de mí,
dice Jehová,
también faltaría la descendencia de Israel,
y dejaría de ser para siempre una nación delante de mí.

37 »Así ha dicho Jehová:
Si se pudieran medir los cielos arriba
y explorar abajo los fundamentos de la tierra,
también yo desecharía a toda la descendencia de Israel
por todo lo que hicieron, dice Jehová.

38 »Vienen días, dice Jehová, en que la ciudad será edificada a Jehová, desde la torre de Hananeel hasta la puerta del Ángulo. 39 El cordel de medir saldrá en línea recta hasta el collado de Gareb, y luego girará hacia Goa. 40 Todo el valle de los cadáveres y de la ceniza, y todos los campos hasta el arroyo Cedrón, hasta la esquina de la puerta de los Caballos al oriente, serán santos a Jehová. Nunca volverán a ser arrasados ni jamás serán destruidos.»

Filemón

Salutación

Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro, a la amada hermana Apia, a Arquipo, nuestro compañero de milicia, y a la iglesia que está en tu casa: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

El amor y la fe de Filemón

Doy gracias a mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones, porque oigo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús y para con todos los santos, y pido para que la participación de tu fe sea eficaz en el conocimiento de todo el bien que está en vosotros por Cristo Jesús, pues tenemos gran gozo y consolación en tu amor, porque por ti, hermano, han sido confortados los corazones de los santos.

Pablo intercede por Onésimo

Por eso, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, prefiero rogártelo apelando a tu amor, siendo yo, Pablo, ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo. 10 Te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, 11 el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil. 12 Te lo envío de nuevo. Tú, pues, recíbelo como a mí mismo.

13 Yo quisiera retenerlo conmigo, para que en lugar tuyo me sirviera en mis prisiones por causa del evangelio. 14 Pero nada quise hacer sin tu consentimiento, para que tu favor no fuera forzado, sino voluntario.

15 Quizá se apartó de ti por algún tiempo para que lo recibas para siempre, 16 no ya como esclavo, sino como más que esclavo, como hermano amado, mayormente para mí, pero cuánto más para ti, tanto en la carne como en el Señor.

17 Así que, si me tienes por compañero, recíbelo como a mí mismo. 18 Y si en algo te dañó, o te debe, ponlo a mi cuenta. 19 Yo, Pablo, lo escribo de mi mano: yo lo pagaré (por no decirte que aun tú mismo te me debes también). 20 Sí, hermano, tenga yo algún provecho de ti en el Señor, conforta mi corazón en el Señor.

21 Te he escrito confiando en tu obediencia, sabiendo que harás aun más de lo que te digo. 22 Prepárame también alojamiento, porque espero que por vuestras oraciones os seré concedido.

Salutaciones y bendición final

23 Te saludan Epafras, mi compañero de prisiones por Cristo Jesús, 24 Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores.

25 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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