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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Version
Jeremías 6-8

El juicio contra Jerusalén y Judá

¡Huid, hijos de Benjamín,
de en medio de Jerusalén!
¡Tocad bocina en Tecoa!
¡Alzad señales de humo sobre Bet-haquerem!,
porque del norte
asoma el mal, un gran quebrantamiento.
Destruiré a la bella y delicada hija de Sión.
Contra ella vendrán pastores con sus rebaños;
junto a ella y a su alrededor plantarán sus tiendas.
Cada uno apacentará su manada.
«¡Anunciad guerra contra ella!
¡Levantaos! ¡Asaltémosla a mediodía!
¡Ay de nosotros,
que va cayendo el día
y las sombras de la tarde se han extendido!
¡Levantaos! ¡Asaltemos de noche
y destruyamos sus palacios!»

Así dijo Jehová de los ejércitos:

«Cortad árboles y levantad un terraplén
contra Jerusalén.
Ésta es la ciudad que ha de ser castigada,
pues toda ella está llena de violencia.
Como de la fuente nunca cesan de manar las aguas,
así de ella nunca cesa de manar la maldad;
injusticia y robo se oyen en ella;
continuamente en mi presencia hay enfermedad y herida.
¡Corrígete, Jerusalén,
para que no se aparte mi alma de ti,
para que no te convierta en desierto,
en tierra deshabitada!»

Así dijo Jehová de los ejércitos:
«Del todo rebuscarán como a vid
al resto de Israel;
vuelve a pasar tu mano
como vendimiador entre los sarmientos.»

10 «¿A quién hablaré y amonestaré, para que escuchen?
Sus oídos son incircuncisos,
y no pueden escuchar;
y la palabra de Jehová les es cosa vergonzosa,
¡no la aman!
11 Por tanto, estoy lleno de la ira de Jehová,
estoy cansado de contenerme.

»Derrámala sobre los niños en la calle,
e igualmente sobre la reunión de los jóvenes,
porque será preso tanto el marido como la mujer,
tanto el viejo como el muy anciano.
12 Sus casas serán traspasadas a otros,
sus heredades y también sus mujeres,
porque yo extenderé mi mano
sobre los moradores de la tierra,
dice Jehová.

13 »Desde el más chico de ellos hasta el más grande,
cada uno sigue la avaricia;
y desde el profeta hasta el sacerdote,
todos son engañadores.
14 Curan la herida de mi pueblo con liviandad,
diciendo: “Paz, paz”,
¡pero no hay paz!
15 ¿Se han avergonzado
de haber hecho abominación?
Ciertamente no se han avergonzado,
ni aun saben tener vergüenza;
por tanto, caerán entre los que caigan;
cuando los castigue caerán,
dice Jehová.»

16 Así dijo Jehová:
«Paraos en los caminos, mirad
y preguntad por las sendas antiguas,
cuál sea el buen camino.
Andad por él y hallaréis descanso para vuestra alma.»
Mas dijeron: «¡No andaremos!»

17 «Puse también sobre vosotros atalayas, que dijeran:
“¡Estad atentos al sonido de la trompeta!”
Y ellos dijeron: “¡No lo estaremos!”»

18 Por tanto, oíd, naciones, y entended, congregación, lo que sucederá.

19 «Oye, tierra:
Yo traigo el mal sobre este pueblo,
el fruto de sus pensamientos,
porque no escucharon mis palabras
y aborrecieron mi Ley.
20 ¿Para qué me traéis este incienso de Sabá
y la buena caña olorosa de tierra lejana?
Vuestros holocaustos no son aceptables
ni vuestros sacrificios me agradan.»

21 Por tanto, Jehová dice esto:
«Yo pongo a este pueblo
tropiezos, y caerán en ellos
los padres y los hijos juntamente;
el vecino y su compañero perecerán.»

22 Así ha dicho Jehová:
«Un pueblo viene de la tierra del norte,
una nación grande se levantará de los confines de la tierra.
23 Arco y lanza empuñarán;
crueles son, y no tendrán compasión;
su estruendo brama como el mar,
y montan a caballo
como hombres dispuestos para la guerra,
contra ti, hija de Sión.»

24 Al oír de su fama,
nuestras manos se han descoyuntado.
De nosotros se ha apoderado la angustia,
un dolor como de mujer que está de parto.
25 ¡No salgas al campo
ni andes por el camino,
porque espada de enemigo
y temor hay por todas partes!

26 ¡Hija de mi pueblo, cíñete de ropas ásperas
y revuélcate en ceniza!
¡Ponte de luto como por el hijo único, y llora amargamente,
porque pronto vendrá sobre nosotros el destructor!

27 «Por fortaleza y por torre de vigilancia te he puesto en mi pueblo: conoce, pues, y examina el camino de ellos.»

28 Todos ellos son rebeldes, porfiados y calumniadores.
Son bronce y hierro;
todos ellos son corruptores.
29 Se quemó el fuelle,
por el fuego se ha consumido el plomo;
en vano fundió el fundidor,
pues la escoria no se ha desprendido.
30 Plata desechada los llamarán,
porque Jehová los desechó.

Mejorad vuestros caminos y vuestras obras

Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo: «Ponte a la puerta de la casa de Jehová y proclama allí esta palabra. Diles: “Oíd palabra de Jehová, todo Judá, los que entráis por estas puertas para adorar a Jehová. Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Mejorad vuestros caminos y vuestras obras, y os haré habitar en este lugar. No fiéis en palabras de mentira, diciendo: ‘¡Templo de Jehová, templo de Jehová, templo de Jehová es éste!’

»”Pero si de veras mejoráis vuestros caminos y vuestras obras; si en verdad practicáis la justicia entre el hombre y su prójimo, y no oprimís al extranjero, al huérfano y a la viuda, ni en este lugar derramáis la sangre inocente, ni vais en pos de dioses extraños para mal vuestro, yo os haré habitar en este lugar, en la tierra que di a vuestros padres para siempre.

»”Vosotros confiáis en palabras de mentira, que no aprovechan. Hurtáis, matáis, adulteráis, juráis en falso, quemáis incienso a Baal y vais tras dioses extraños que no habíais conocido, 10 ¿y ahora venís y os presentáis delante de mí en esta Casa sobre la cual es invocado mi nombre, y decís: ‘Somos libres’, para seguir haciendo todas estas abominaciones? 11 ¿Es cueva de ladrones delante de vuestros ojos esta Casa, sobre la cual es invocado mi nombre? Esto también yo lo veo, dice Jehová. 12 Id ahora a mi lugar en Silo, donde hice habitar mi nombre al principio, y ved lo que le hice por la maldad de mi pueblo Israel. 13 Ahora, pues, por cuanto vosotros habéis hecho todas estas cosas, dice Jehová, y aunque os hablé sin cesar, no escuchasteis, y aunque os llamé, no respondisteis, 14 haré también a esta Casa, sobre la cual es invocado mi nombre, en la que vosotros confiáis, y a este lugar que os di a vosotros y a vuestros padres, como hice a Silo. 15 Os echaré de mi presencia, como eché a todos vuestros hermanos, a toda la generación de Efraín.”

16 »Tú, pues, no ores por este pueblo; no eleves por ellos clamor ni oración, ni me ruegues, porque no te oiré. 17 ¿No ves lo que estos hacen en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén? 18 Los hijos recogen la leña, los padres encienden el fuego y las mujeres amasan la masa para hacer tortas a la reina del cielo y ofrendas a dioses ajenos, para provocarme a ira. 19 ¿Me provocarán ellos a ira?, dice Jehová. ¿No obran más bien ellos mismos su propia confusión? 20 Por tanto, así ha dicho Jehová, el Señor: Sobre este lugar, sobre los hombres, sobre los animales, sobre los árboles del campo y sobre los frutos de la tierra se derramarán mi furor y mi ira. Se encenderán y no se apagarán.»

Castigo de la rebelión de Judá

21 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: «¡Añadid vuestros holocaustos a vuestros sacrificios, y comed la carne! 22 Porque no hablé yo con vuestros padres, ni nada les mandé acerca de holocaustos y de víctimas el día que los saqué de la tierra de Egipto. 23 Pero esto les mandé, diciendo: Escuchad mi voz, y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo; y andad en todo camino que os mande, para que os vaya bien. 24 Pero no escucharon ni inclinaron su oído, antes caminaron en sus propios consejos, en la dureza de su corazón malvado. Fueron hacia atrás y no hacia adelante, 25 desde el día que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Os envié todos los profetas, mis siervos; los envié desde el principio y sin cesar. 26 Pero no me escucharon ni inclinaron su oído, sino que endurecieron su corazón e hicieron peor que sus padres.

27 »Tú, pues, les dirás todas estas palabras, pero no te escucharán; los llamarás, pero no te responderán. 28 Les dirás, por tanto: “Ésta es la nación que no escuchó la voz de Jehová, su Dios, ni admitió corrección; pereció la fidelidad, de la boca de ellos fue arrancada.”»

29 ¡Córtate el cabello, arrójalo
y levanta llanto sobre las alturas,
porque Jehová ha aborrecido
y dejado a la generación objeto de su ira!

30 «Los hijos de Judá han hecho lo malo ante mis ojos, dice Jehová; pusieron sus abominaciones en la Casa, sobre la cual fue invocado mi nombre, y la profanaron. 31 Y han edificado los lugares altos de Tofet, que está en el valle del hijo de Hinom, para quemar en el fuego a sus hijos y a sus hijas, cosa que yo no les mandé ni me pasó por la mente. 32 Por tanto, vendrán días, dice Jehová, en que no se dirá más Tofet ni valle del hijo de Hinom, sino valle de la Matanza. Y serán enterrados en Tofet, por no haber otro lugar. 33 Los cuerpos muertos de este pueblo serán comida para las aves del cielo y para las bestias de la tierra, y no habrá quien las espante. 34 Yo haré desaparecer de las ciudades de Judá y de las calles de Jerusalén la voz de gozo y la voz de alegría, la voz del esposo y la voz de la esposa, porque la tierra será desolada.»

«En aquel tiempo, dice Jehová, sacarán de sus sepulcros los huesos de los reyes de Judá, los huesos de sus príncipes, los huesos de los sacerdotes, los huesos de los profetas y los huesos de los habitantes de Jerusalén. Los esparcirán al sol y a la luna y a todo el ejército del cielo, a los cuales amaron y sirvieron, en pos de los cuales anduvieron, a los cuales consultaron y ante los cuales se postraron. No serán recogidos ni enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra. Y escogerá la muerte antes que la vida todo el resto que quede de esta mala generación, en todos los lugares adonde arroje yo a los que queden, dice Jehová de los ejércitos.

»Les dirás asimismo que así ha dicho Jehová:

»El que cae, ¿no se levanta?
El que se desvía, ¿no vuelve al camino?
¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía sin fin?
Abrazaron el engaño y no han querido volverse.
Escuché con atención:
no hablan rectamente,
no hay hombre que se arrepienta de su mal,
diciendo: “¿Qué he hecho?”
Cada cual se volvió a su propia carrera,
como caballo que se lanza con ímpetu a la batalla.
Aun la cigüeña en el cielo
conoce su tiempo,
y la tórtola, la grulla y la golondrina
guardan el tiempo de su venida;
pero mi pueblo
no conoce el juicio de Jehová.

»¿Cómo decís: “Nosotros somos sabios,
y la ley de Jehová está con nosotros”?
Ciertamente la ha cambiado en mentira
la pluma mentirosa de los escribas.
Los sabios se avergonzaron,
se espantaron y fueron consternados;
aborrecieron la palabra de Jehová;
¿dónde, pues, está su sabiduría?
10 Por tanto, daré a otros sus mujeres,
y sus campos a quienes los conquisten;
porque desde el más pequeño hasta el más grande,
cada uno sigue la avaricia;
desde el profeta hasta el sacerdote
todos practican el engaño.
11 Y curan la herida de la hija de mi pueblo con liviandad,
diciendo: “Paz, paz”,
¡y no hay paz!
12 ¿Se han avergonzado de haber hecho abominación?
Ciertamente no se han avergonzado en lo más mínimo,
¡ni saben lo que es la vergüenza!
Caerán, por tanto, entre los que caigan;
cuando los castigue caerán,
dice Jehová.»

13 «Los eliminaré del todo,
dice Jehová.
No quedarán uvas en la vid
ni higos en la higuera,
y se caerá la hoja,
y lo que les he dado pasará de ellos.»

14 ¿Por qué permanecemos sentados?
¡Reuníos! ¡Entremos en las ciudades fortificadas
y perezcamos allí!
Porque Jehová, nuestro Dios, nos ha destinado a perecer,
y nos ha dado a beber aguas envenenadas,
porque hemos pecado contra Jehová.
15 Esperamos paz,
y no hubo nada bueno;
día de curación,
y hubo turbación.
16 Desde Dan se oyó el resoplar de sus caballos;
al sonido de los relinchos de sus corceles tembló toda la tierra.
Vinieron y devoraron la tierra y todo lo que en ella había,
la ciudad y a los que moraban en ella.

17 «Yo envío sobre vosotros
serpientes, víboras contra las cuales no hay encantamiento,
y os morderán,
dice Jehová.»

Lamento sobre Judá y Jerusalén

18 A causa de mi intenso dolor,
mi corazón desfallece.
19 Se oye la voz del clamor de la hija de mi pueblo,
que viene de la tierra lejana:
«¿No está Jehová en Sión?
¿No está en ella su Rey?»
«¿Por qué me hicieron airar con sus imágenes de talla,
con vanidades ajenas?»

20 ¡Pasó la siega, se acabó el verano,
pero nosotros no hemos sido salvos!
21 ¡Quebrantado estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo;
abrumado estoy, el espanto se ha apoderado de mí!
22 ¿No hay bálsamo en Galaad?
¿No hay allí médico?
¿Por qué, pues, no hubo sanidad para la hija de mi pueblo?

1 Timoteo 5

Deberes hacia los demás

No reprendas al anciano, sino exhórtalo como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza.

Honra a las viudas que en verdad lo son. Pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su propia familia y a recompensar a sus padres, porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios. Pero la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios y es diligente en súplicas y oraciones noche y día. Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta. Manda también esto, para que sean irreprochables, porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.

Sea puesta en la lista sólo la viuda no menor de sesenta años, que haya sido esposa de un solo marido, 10 que tenga testimonio de buenas obras: si ha criado hijos, si ha practicado la hospitalidad, si ha lavado los pies de los santos, si ha socorrido a los afligidos, si ha practicado toda buena obra. 11 Pero viudas más jóvenes no admitas, porque cuando, impulsadas por sus deseos, se rebelan contra Cristo, quieren casarse, 12 incurriendo así en condenación por haber quebrantado su primera fe. 13 Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entrometidas, hablando lo que no debieran. 14 Quiero, pues, que las viudas jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen su casa; que no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia, 15 porque ya algunas se han apartado en pos de Satanás. 16 Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, y no sea gravada la iglesia, a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas.

17 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar, 18 pues la Escritura dice: «No pondrás bozal al buey que trilla» y «Digno es el obrero de su salario». 19 Contra un anciano no admitas acusación si no está apoyada por dos o tres testigos.

20 A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman. 21 Te encarezco delante de Dios, del Señor Jesucristo y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios, no haciendo nada con parcialidad.

22 No impongas con ligereza las manos a ninguno ni participes en pecados ajenos. Consérvate puro.

23 Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago y de tus frecuentes enfermedades.

24 Los pecados de algunos hombres se hacen patentes antes que ellos vengan a juicio, pero a otros se les descubren después. 25 Asimismo se hacen manifiestas las buenas obras; y las que son de otra manera, no pueden permanecer ocultas.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)

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