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Old/New Testament

Each day includes a passage from both the Old Testament and New Testament.
Duration: 365 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
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Salmos 148-150

Salmo 148

Alaben todos al Señor

148 ¡Aleluya!
Alaben al Señor desde los cielos,
alaben al Señor en las alturas.
Alábenlo todos sus ángeles,
alábenlo todo su ejército.
Alábenlo, sol y luna,
alábenlo estrellas brillantes.
Alábenlo, los cielos más altos,
las aguas que están sobre ellos.
Que alaben el nombre del Señor,
pues lo mandó y fueron creados,
los asentó para siempre jamás,
los sometió a una ley que nunca pasará.
Alaben al Señor desde la tierra,
monstruos marinos y todos los mares,
fuego y granizo, nubes y nieve,
viento huracanado que cumple su mandato,
montañas y todas las colinas,
árboles frutales y todos los cedros,
10 fieras y todo el ganado,
reptiles y pájaros alados;
11 reyes de la tierra y pueblos todos,
príncipes y jueces de la tierra,
12 los jóvenes y también las doncellas,
los ancianos con los niños.
13 Alaben el nombre del Señor,
que sólo su nombre es excelso,
su majestad domina cielos y tierra.
14 Él reviste de fortaleza a su pueblo,
es motivo de alabanza para sus fieles,
para Israel, su pueblo cercano.
¡Aleluya!

Salmo 149

Que Israel se regocije en su creador

149 ¡Aleluya!
Canten al Señor un cántico nuevo,
alábenlo en la asamblea de los fieles.
Que Israel se regocije en su creador,
que los hijos de Sión se gocen en su rey.
Que alaben su nombre entre danzas,
que le canten con cítara y pandero,
porque el Señor ama a su pueblo,
a los humildes honra con la victoria.
Que los fieles exulten triunfantes,
que en sus lechos griten de alegría,
con himnos a Dios en sus gargantas
y espadas de dos filos en sus manos;
se vengarán así de las naciones,
castigarán a los pueblos,
apresarán a sus reyes con grilletes,
a sus poderosos con cadenas de hierro.
Se cumplirá de este modo la sentencia escrita,
y será un honor para todos sus fieles.
¡Aleluya!

Salmo 150

¡Aleluya!

150 ¡Aleluya!
Alaben a Dios en su santuario,
alábenlo en su majestuoso cielo;
alábenlo por sus proezas,
alábenlo por su grandeza.
Alábenlo al son de trompetas,
alábenlo con cítara y arpa;
alábenlo con danza y pandero,
alábenlo con cuerdas y flautas;
alábenlo con címbalos sonoros,
alábenlo con címbalos vibrantes.
¡Que cuanto respira alabe al Señor!
¡Aleluya!

1 Corintios 15:29-58

29 Hay algunos que se hacen bautizar por los que han muerto; si es cierto que los muertos no han de resucitar, ¿qué sentido puede tener ese bautismo? 30 Y nosotros mismos, ¿a qué ponernos en peligro a todas horas? 31 Les aseguro, hermanos, por lo orgulloso que me siento de ustedes ante Cristo Jesús, Señor nuestro, que estoy al borde de la muerte cada día. 32 Y si sólo aspiro a una recompensa humana, ¿de qué me sirve haber sostenido en Éfeso un combate contra fieras? Si los muertos no resucitan, ¡comamos y bebamos, que mañana moriremos !

33 No se engañen: “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres”. 34 Retornen al buen camino y no sigan pecando; pues, para vergüenza de ustedes, tengo que decirles que algunos de ustedes desconocen a Dios.

Naturaleza de los cuerpos resucitados

35 Alguien preguntará: ¿y cómo resucitarán los muertos? ¿Con qué cuerpo lo harán? 36 ¡Tonto de ti! Si tú siembras algo, no cobrará nueva vida a menos que antes muera. 37 Y lo que siembras no es la planta entera que después ha de brotar, sino un simple grano, de trigo o de cualquier otra semilla. 38 Dios, por su parte, proporciona a esa semilla, y a todas y cada una de las semillas, la forma que le parece conveniente.

39 No todos los cuerpos son iguales: hay diferencia entre el cuerpo del ser humano, el del ganado, el de las aves y el de los peces. 40 Hay cuerpos celestes y cuerpos terrestres. Y no es el mismo resplandor el de los unos que el de los otros. 41 No brilla el sol como brillan la luna o las estrellas; e incluso entre las estrellas, cada una tiene un brillo diferente. 42 Así sucede con la resurrección de los muertos: se siembra algo corruptible, resucita incorruptible; 43 se siembra una cosa despreciable, resucita resplandeciente de gloria; se siembra algo endeble, resucita pleno de vigor; 44 se siembra, en fin, un cuerpo animal, resucita un cuerpo espiritual. Pues si hay cuerpo animal, también lo hay espiritual. 45 La Escritura dice: Adán, el primer ser humano, fue creado como un ser dotado de vida; el último Adán, como un espíritu que da vida. 46 Y no existió primero lo espiritual, sino lo animal; lo espiritual es posterior. 47 El primer ser humano procede de la tierra, y es terreno; el segundo viene del cielo. 48 El terreno es prototipo de los terrenos; el celestial, de los celestiales. 49 Y así como hemos incorporado en nosotros la imagen del ser humano terreno, incorporaremos también la del celestial. 50 Quiero decir con esto, hermanos, que lo que es sólo carne y sangre no puede heredar el reino de Dios; que lo corruptible no heredará lo incorruptible.

51 Miren, voy a confiarles un misterio: no todos moriremos, pero todos seremos transformados. 52 Súbitamente, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene —que sonará— la trompeta final, los muertos resucitarán incorruptibles mientras nosotros seremos transformados. 53 Porque es preciso que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad y que esta vida mortal se revista de inmortalidad.

Himno de acción de gracias por el triunfo

54 Y cuando este cuerpo corruptible se revista de incorruptibilidad, cuando este ser mortal se revista de inmortalidad, entonces se cumplirá lo que dice la Escritura: La muerte ha sido devorada por la victoria. 55 ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿dónde tu venenoso aguijón? 56 El aguijón de la muerte es el pecado, y el pecado ha desplegado su fuerza con ocasión de la ley. 57 Pero nosotros hemos de dar gracias a Dios, que por medio de nuestro Señor Jesucristo nos concede la victoria. 58 Por tanto, hermanos míos muy queridos, manténganse firmes y constantes; destáquense constantemente en la tarea cristiana, seguros de que el Señor no permitirá que sea estéril el afán que en ello ponen.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España