Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Read the New Testament in 24 Weeks

A reading plan that walks through the entire New Testament in 24 weeks of daily readings.
Duration: 168 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Hebreos 3-5

II.— JESUCRISTO, SACERDOTE FIEL Y MISERICORDIOSO (3,1—5,10)

Jesús es superior a Moisés

Por tanto, hermanos creyentes que comparten un mismo llamamiento celestial, no pierdan de vista a quien ha sido enviado como sumo sacerdote de la fe que profesamos. Me refiero a Jesús, modelo de fidelidad al que Dios constituyó en tal cargo, como lo fue también Moisés en todo lo referente a la casa de Dios. Pero Jesús se ha hecho acreedor a una gloria más excelsa que la de Moisés, por cuanto al constructor de una casa le corresponde un honor mayor que a la casa construida. Toda casa, en efecto, tiene su constructor; y el constructor del universo es Dios. En cuanto a Moisés, fue ciertamente fiel en todo lo tocante a la casa de Dios, aunque sólo como un siervo encargado de atestiguar lo que Dios iba a decir. Cristo, en cambio, como Hijo que es, está al frente de la casa de Dios. Una casa que somos nosotros mientras mantengamos la confianza y la ilusión que nace de la esperanza.

Exhortación a la fidelidad

Por eso, como dice el Espíritu Santo:

Cuando hoy escuchen la voz del Señor,
no cierren herméticamente el corazón,
como hicieron los que se rebelaron
en el desierto el día de la prueba.
Allí fue donde los antepasados de ustedes
intentaron ponerme a prueba
a pesar de haber experimentado mis maravillas
10 durante cuarenta años.
Por eso me indigné
contra aquella gente y exclamé:
“Tienen siempre el corazón extraviado
y nunca han seguido mis caminos”.
11 No entrarán, pues, en mi descanso,
tal como lo juré lleno de enojo.

12 Procuren, hermanos, que ninguno de ustedes tenga un corazón incrédulo y perverso que lo aparte del Dios viviente. 13 Más bien exhórtense unos a otros día tras día mientras dura ese “hoy”, para que la seducción del pecado no endurezca sus conciencias. 14 Porque sólo si mantenemos firme hasta el fin la confianza del principio, compartiremos la suerte de Cristo. 15 Es lo que se nos dice:

Cuando hoy escuchen la voz del Señor,
no cierren herméticamente el corazón,
como hicieron los que se rebelaron.

16 ¿Y quiénes fueron los que, habiendo escuchado la voz del Señor, se rebelaron? ¿No fueron acaso todos los que habían salido de Egipto guiados por Moisés? 17 Y ¿contra quiénes se indignó el Señor a lo largo de aquellos cuarenta años? Está claro que contra quienes pecaron, y por eso sus cadáveres quedaron tendidos en el desierto. 18 Y ¿a quiénes, sino a los rebeldes, aseguró con juramento que no entrarían en su descanso? 19 Vemos, efectivamente, que no pudieron entrar por falta de fe.

Entrada en el descanso ofrecido por Dios

La promesa de entrar en el descanso ofrecido por Dios sigue en pie. Pero es preciso estar muy alerta, no sea que alguno de ustedes pierda la ocasión de entrar. Porque la buena noticia nos ha sido anunciada tanto a nosotros como a ellos; sólo que a ellos de nada les sirvió haberla oído al no estar unidos mediante la fe a quienes la escucharon. Nosotros, en cambio, los que hemos creído, podemos entrar en ese descanso del que Dios ha dicho:

No entrarán en mi descanso
tal como lo juré lleno de enojo.

Bien entendido que sus obras concluyeron cuando dio fin a la creación del mundo, pues así ha quedado dicho del día séptimo en cierto lugar de la Escritura: Y el día séptimo descansó Dios de todos sus trabajos. Pero volvamos a nuestro pasaje: No entrarán en mi descanso. Eso quiere decir que algunos sí han de entrar en él. Y como los primeros en recibir la buena noticia no consiguieron entrar debido a su actitud rebelde, Dios vuelve a señalar un día: el “hoy” del que habla David mucho tiempo después en el pasaje citado más arriba:

Cuando hoy escuchen la voz del Señor,
no cierrem herméticamente el corazón.

Está claro que Josué no introdujo a los israelitas en el descanso definitivo, pues, de haberlo hecho, no se aludiría a “otro día” de descanso después de todo aquello. Por consiguiente, el pueblo de Dios está aún en espera de un descanso, 10 ya que de haber entrado en el descanso de Dios, también él descansaría de todos sus trabajos lo mismo que Dios descansó de los suyos. 11 Esforcémonos, pues, nosotros por entrar en el descanso que Dios ofrece para que nadie perezca siguiendo el ejemplo de aquellos rebeldes.

Todo está patente ante Dios

12 En efecto, la palabra de Dios es fuente de vida y de eficacia; es más cortante que espada de dos filos y penetra hasta dividir lo que el ser humano tiene de más íntimo, hasta llegar a lo más profundo de su ser, poniendo al descubierto los más secretos pensamientos e intenciones. 13 Ninguna criatura se le oculta a Dios; todo está desnudo y descubierto a los ojos de aquel ante quien debemos rendir cuentas.

Jesús, sacerdote excepcional

14 Y ya que contamos con un sumo sacerdote excepcional que ha traspasado los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, mantengámonos firmes en la fe que profesamos. 15 Pues no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades; al contrario, excepto el pecado, ha experimentado todas nuestras pruebas. 16 Acerquémonos, pues, llenos de confianza a ese trono de gracia, seguros de encontrar la misericordia y el favor divino en el momento preciso.

En efecto, todo sumo sacerdote es alguien escogido entre los hombres para representar ante Dios a todos los demás, ofreciendo dones y sacrificios por los pecados. Puesto que también él es presa de mil debilidades, está en disposición de ser compasivo con los ignorantes y extraviados, y debe ofrecer sacrificios tanto por los pecados del pueblo como por los suyos propios. Es esta, además, una dignidad que nadie puede hacer suya por propia iniciativa; sólo Dios es quien llama como llamó a Aarón. Del mismo modo, no fue Cristo quien se arrogó la dignidad de sumo sacerdote, sino que fue Dios quien le dijo:

Tú eres mi Hijo,
yo te he engendrado hoy.

O como dice en otro lugar:

Tú eres sacerdote para siempre
según el rango de Melquisedec.

Es el mismo Cristo, que durante su vida mortal oró y suplicó con fuerte clamor, acompañado de lágrimas, a quien podía liberarlo de la muerte; y ciertamente Dios lo escuchó en atención a su actitud de acatamiento. Y aunque era Hijo, aprendió en la escuela del dolor lo que cuesta obedecer. Alcanzada así la perfección, se ha convertido en fuente de salvación eterna para cuantos lo obedecen, 10 y ha sido proclamado por Dios sumo sacerdote según el rango de Melquisedec.

III.— JESUCRISTO, SUMO SACERDOTE PERFECTO Y SANTIFICADOR (5,11—10,39)

En espera de alcanzar la madurez

11 Sobre este tema es mucho lo que nos resta por decir, pero resulta complicado ya que ustedes se han vuelto reacios a escuchar. 12 Después de tanto tiempo, deberían ser ya maestros consumados. Pero no, aún tienen necesidad de que se les enseñe cuáles son los rudimentos del mensaje divino. La situación de ustedes es tal, que en lugar de alimento sólido, necesitan leche todavía. 13 Y todo el que aún se alimenta de leche, como si se tratara de un niño de pecho, es un desconocedor de la palabra salvadora. 14 El alimento sólido, en cambio, es propio de adultos, de los que por la costumbre están entrenados para distinguir entre el bien y el mal.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España