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Read the New Testament in 24 Weeks

A reading plan that walks through the entire New Testament in 24 weeks of daily readings.
Duration: 168 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Filipenses 1-2

Introducción (1,1-11)

Saludo

Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús, a todos los creyentes cristianos que viven en Filipos, junto con sus dirigentes y colaboradores. Que Dios, nuestro Padre, y Jesucristo, el Señor, les concedan gracia y paz.

Acción de gracias y plegaria

Cada vez que los recuerdo, doy gracias a mi Dios, y cuando ruego por ustedes, lo hago siempre lleno de alegría. No en vano han colaborado conmigo en la difusión del mensaje evangélico desde el primer día hasta hoy. Y estoy seguro de que Dios, que ha comenzado en ustedes una labor tan excelente, la llevará a feliz término en espera del día de Cristo Jesús.

¿Acaso no está justificado esto que siento por ustedes? Los llevo muy dentro del corazón, ya que todos ustedes comparten conmigo este privilegio mío de la prisión y de poder defender y consolidar el mensaje evangélico. Mi Dios es testigo de lo entrañablemente que los añoro a todos ustedes en Cristo Jesús. Y esta es mi oración: que el amor que tienen crezca más y más y se traduzca en un profundo conocimiento experimental, 10 de manera que puedan discernir lo que es valioso, se conserven limpios e irreprochables en espera del día del Señor, 11 y sean colmados de los frutos de salvación que otorga Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.

I.— PAPEL CENTRAL DE CRISTO (1,12—2,30)

Cristo es lo único que importa

12 Quiero que sepan, hermanos, que la causa del mensaje evangélico ha sido favorecida con esta situación mía. 13 No sólo la guardia imperial en pleno, sino todos los demás han visto claramente que Cristo es la única razón de mi encarcelamiento. 14 Es más, mi prisión ha fortalecido la confianza en el Señor de buen número de hermanos, que ahora se atreven a proclamar la palabra con más valentía y sin temor.

15 Es verdad que mientras unos anuncian a Cristo con rectitud de intención, a otros los mueve la envidia y la rivalidad. 16 Aquellos lo hacen por amor, sabiendo que yo he recibido el encargo de defender el mensaje evangélico. 17 Estos otros, en cambio, al anunciar a Cristo se dejan llevar de la ambición y de turbios intereses, pensando que con ello hacen más dura mi prisión. 18 Pero ¡qué importa! Con segundas intenciones o sin ellas, Cristo es anunciado, y eso es lo que me hace y seguirá haciéndome feliz. 19 Sé que, gracias a las oraciones de ustedes y a la ayuda del Espíritu de Jesucristo, todo contribuirá a mi liberación. 20 Así lo espero ardientemente, con la certeza de que no voy a quedar en modo alguno defraudado y con la absoluta seguridad de que ahora y siempre Cristo manifestará su gloria en mi persona, tanto si estoy vivo como si estoy muerto.

21 Porque Cristo es la razón de mi vida, y la muerte, por tanto, me resulta una ganancia. 22 Pero si vivir en este mundo me ofrece la ocasión de una tarea fructífera, no sabría qué elegir. 23 Ambas cosas me presionan: por un lado, quiero morir y estar con Cristo, que es, con mucho, lo mejor; 24 por otro lado, ustedes necesitan que siga en este mundo. 25 Convencido de esto último, presiento que seguiré viviendo con todos ustedes para provecho y alegría de la fe. 26 Así, cuando vuelva a verlos, tendrán nuevos motivos, gracias a mí, para estar orgullosos de ser cristianos.

Firmes en la fe

27 Sólo les pido que su conducta sea digna del mensaje evangélico de Cristo para que, tanto si voy a visitarlos y yo mismo lo veo, como si estoy ausente y llega a mis oídos lo que se dice de ustedes, compruebe que permanecen unidos, luchando todos a una por mantenerse fieles al mensaje evangélico. 28 No se dejen, pues, intimidar por los enemigos; Dios ha dispuesto que lo que para ellos es señal de perdición, sea para ustedes señal de salvación. 29 Y es que a ustedes se les ha concedido el privilegio no sólo de creer en Cristo, sino también de padecer por él, 30 pues están librando el mismo combate en el que me vieron empeñado y que, como ahora oyen, sigo sosteniendo.

Siguiendo el ejemplo de Cristo

Si alguna fuerza tiene una exhortación hecha en nombre de Cristo, si de algo sirve un consejo nacido del amor, si nos une el mismo Espíritu, si alienta en ustedes un corazón entrañable y compasivo, llénenme de alegría teniendo el mismo pensar, alimentando el mismo amor, viviendo en armonía, compartiendo los mismos sentimientos. No hagan nada por egoísmo o vanagloria; al contrario, sean humildes y consideren que los demás son mejores que ustedes. Que cada uno busque no su propio provecho, sino el de los otros. Compórtense como lo hizo Cristo Jesús,

el cual, siendo de condición divina
no quiso hacer de ello ostentación,
sino que se despojó de su grandeza,
asumió la condición de siervo
y se hizo semejante a los humanos.
Y asumida la condición humana,
se rebajó a sí mismo
hasta morir por obediencia,
y morir en una cruz.
Por eso, Dios lo exaltó sobremanera
y le otorgó el más excelso de los nombres,
10 para que todos los seres,
en el cielo, en la tierra y en los abismos,
caigan de rodillas ante el nombre de Jesús,
11 y todos proclamen que Jesucristo es Señor,
para gloria de Dios Padre.

Lumbreras en medio del mundo

12 Y puesto que siempre me han obedecido, queridos míos, ahora que estoy ausente, afánense con santo temor en lograr la propia salvación, con más empeño aún que si yo estuviese presente. 13 Es Dios mismo quien realiza en ustedes el querer y el hacer, más allá de la buena disposición que tengan.

14 Háganlo todo sin protestas ni discusiones. 15 Serán así irreprochables y sencillos, serán hijos de Dios, intachables en medio de gentes depravadas y perversas, y brillarán entre ellas como lumbreras que iluminan el mundo. 16 Mantengan con firmeza la palabra que es fuente de vida; así, el día en que Cristo se manifieste, podré enorgullecerme de no haber corrido en vano ni de haberme fatigado inútilmente. 17 Y aunque tuviera que sufrir el martirio como ofrenda sacrificial en favor de la fe que ustedes profesan, me sentiría dichoso compartiendo con todos ustedes mi alegría; 18 alégrense igualmente ustedes de compartir conmigo su alegría.

Timoteo y Epafrodito

19 Con la ayuda de Jesús, el Señor, confío en que podré enviarles cuanto antes a Timoteo para que, al tener noticias de ustedes, me sienta confortado. 20 Nadie como él comparte mis sentimientos ni se ocupa tan sinceramente de los asuntos de ustedes. 21 Todos, en efecto, buscan sus propios intereses y no los de Jesucristo; 22 pero en lo que respecta a Timoteo, ya conocen su excelente hoja de servicios, pues se ha portado conmigo en la tarea evangelizadora como un hijo con su padre. 23 Espero poder enviárselo tan pronto como vea claro el curso que toman mis cosas. 24 Y confío en que también yo, con la ayuda del Señor, iré pronto a visitarlos.

25 Entre tanto, me ha parecido necesario enviarles al hermano Epafrodito, colaborador y compañero mío de lucha, que vino como embajador de ustedes con la misión de socorrerme. 26 Los echaba mucho de menos y estaba inquieto sabiendo que se habían enterado de su enfermedad. 27 Es cierto que estuvo enfermo y a las puertas de la muerte; pero Dios se apiadó de él, y no sólo de él, sino también de mi, no queriendo añadir más tristeza a mi tristeza.

28 Así que me he apresurado a enviárselo para que, al verlo de nuevo, recobren ustedes su alegría y disminuya mi preocupación. 29 Acójanlo, pues, en el Señor, con alegría y estimen a quienes se portan como él; 30 pues, en efecto, por causa de Cristo ha estado a punto de morir, arriesgando su vida para suplir la ayuda que ustedes no podían prestarme.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España