Read the New Testament in 24 Weeks
Estad firmes en la libertad de Cristo
5 Estén, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no se pongan otra vez bajo el yugo de la esclavitud. 2 He aquí yo, Pablo, les digo que si se dejan circuncidar, de nada les aprovechará Cristo. 3 Y otra vez declaro a todo hombre que acepta ser circuncidado, que está obligado a cumplir toda la ley.
4 Ustedes, que pretenden ser justificados en la ley, ¡han quedado desligados de Cristo y de la gracia han caído! 5 Porque nosotros por el Espíritu aguardamos por la fe la esperanza de la justicia. 6 Pues en Cristo Jesús ni la circuncisión ni la incircuncisión valen nada sino la fe que actúa por medio del amor.
7 Corrían bien. ¿Quién los estorbó para no obedecer a la verdad? 8 Tal persuasión no proviene de aquel que los llama. 9 Un poquito de levadura leuda toda la masa. 10 Yo confío en el Señor con respecto a ustedes que no pensarán de ninguna otra manera; y el que los inquieta llevará su castigo, sea quien sea. 11 Pero con respecto a mí, hermanos, si todavía predico la circuncisión, ¿por qué aún soy perseguido? En tal caso, se habría quitado el tropiezo de la cruz. 12 ¡Ojalá se mutilasen los que los perturban!
Frutos de la carne y del Espíritu
13 Ustedes fueron llamados a la libertad, hermanos; solamente que no usen la libertad como pretexto para la carnalidad. Más bien, sírvanse los unos a los otros por medio del amor, 14 porque toda la ley se ha resumido en un solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mismo[a]. 15 Pero si se muerden y se comen los unos a los otros, miren que no sean consumidos los unos por los otros.
16 Digo, pues: Anden en el Espíritu, y así jamás satisfarán los malos deseos de la carne. 17 Porque la carne desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu lo que es contrario a la carne. Ambos se oponen mutuamente para que no hagan lo que quisieran. 18 Pero si son guiados por el Espíritu, no están bajo la ley.
19 Ahora bien, las obras de la carne son evidentes. Estas son: inmoralidad sexual[b], impureza, desenfreno, 20 idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, ira, contiendas, disensiones, partidismos, 21 envidia[c], borracheras, orgías y cosas semejantes a estas, de las cuales les advierto, como ya lo hice antes, que los que hacen tales cosas no heredarán el reino de Dios.
22 Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre y dominio propio. Contra tales cosas no hay ley 24 porque los que son de Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
25 Ahora que vivimos en el Espíritu, andemos en el Espíritu. 26 No seamos vanidosos, irritándonos unos a otros y envidiándonos unos a otros.
La solidaridad cristiana
6 Hermanos, en caso de que alguien se encuentre enredado en alguna transgresión, ustedes que son espirituales restauren al tal con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. 2 Sobrelleven los unos las cargas de los otros y de esta manera cumplirán la ley de Cristo. 3 Porque si alguien estima que es algo, no siendo nada, a sí mismo se engaña. 4 Así que, examine cada uno su obra, y entonces tendrá motivo de orgullo solo en sí mismo y no en otro; 5 porque cada cual llevará su propia carga.
6 El que recibe instrucción en la palabra comparta toda cosa buena con quien le instruye.
7 No se engañen; Dios no puede ser burlado. Todo lo que el hombre siembre, eso mismo cosechará. 8 Porque el que siembra para su carne, de la carne cosechará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. 9 No nos cansemos, pues, de hacer el bien porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos. 10 Por lo tanto, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.
Conclusión
11 Miren con cuán grandes letras les escribo con mi propia mano. 12 Aquellos que quieren tener el visto bueno en la carne les obligan a ser circuncidados solamente para no ser perseguidos a causa de la cruz de Cristo. 13 Pues ni los que son circuncidados guardan la ley; sin embargo, quieren que ustedes sean circuncidados para gloriarse en su carne. 14 Pero lejos esté de mí el gloriarme sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por medio de quien el mundo me ha sido crucificado a mí y yo al mundo. 15 Porque[d] ni la circuncisión ni la incircuncisión valen nada sino la nueva criatura.
16 Para todos los que anden según esta regla, paz y misericordia sean sobre ellos y sobre el Israel de Dios.
17 De aquí en adelante nadie me cause dificultades pues llevo en mi cuerpo las marcas de Jesús.
18 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con el espíritu de ustedes, hermanos. Amén.
Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano