Read the New Testament in 24 Weeks
22 «Hermanos y padres, escuchen(A) mi defensa que ahora presento ante ustedes», decía Pablo.
2 Cuando oyeron que se dirigía a ellos en el idioma hebreo[a](B), observaron aún más silencio. El continuó*:
Pablo da testimonio de su conversión
3 «Yo soy judío(C), nacido en Tarso(D) de Cilicia(E), pero criado en esta ciudad, educado bajo[b] Gamaliel(F) en estricta conformidad(G) a la ley de nuestros padres[c], siendo tan celoso de Dios como todos ustedes lo son(H) hoy. 4 Perseguí este Camino(I) hasta la muerte, encadenando y echando en cárceles tanto a hombres como a mujeres(J), 5 de lo cual pueden testificar[d] el sumo sacerdote(K) y todo el Concilio[e] de los ancianos(L). De ellos recibí cartas(M) para los hermanos[f](N), y me puse en marcha para Damasco con el fin de traer presos[g] a Jerusalén(O) también a los que estaban allá, para que fueran castigados.
6 »(P)Y aconteció que cuando iba de camino, estando ya cerca de Damasco, como al mediodía, de repente una luz muy brillante fulguró desde el cielo a mi alrededor. 7 Caí al suelo y oí una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”. 8 Y respondí: “¿Quién eres, Señor?”. Y Él me dijo: “Yo soy Jesús el Nazareno(Q), a quien tú persigues”.
9 »Los que estaban conmigo vieron la luz(R), ciertamente, pero no comprendieron[h] la voz(S) de Aquel que me hablaba. 10 Y yo dije: “¿Qué debo hacer(T), Señor?”. Y el Señor me dijo: “Levántate y entra a Damasco; y allí se te dirá todo lo que se ha ordenado que hagas”.
11 »Pero como yo no veía por causa del resplandor[i] de aquella luz, los que estaban conmigo me llevaron de la mano y entré a Damasco(U). 12 Y uno llamado Ananías(V), hombre piadoso según las normas de la ley, y de quien daban buen testimonio todos los judíos(W) que vivían allí, 13 vino a mí, y poniéndose a mi lado, me dijo: “Hermano Saulo, recibe la vista(X)”. En ese mismo instante[j](Y) alcé los ojos y lo miré.
14 »Y él dijo: “El Dios de nuestros padres(Z) te ha designado[k](AA) para que conozcas Su voluntad, y para que veas(AB) al Justo(AC) y oigas palabra[l] de Su boca. 15 Porque tú serás testigo(AD) Suyo a todos los hombres de lo que has visto y oído(AE). 16 Y ahora, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate(AF), y lava tus pecados(AG) invocando Su nombre(AH)”.
17 »Cuando regresé a Jerusalén(AI) y me hallaba orando en el templo, caí en un éxtasis(AJ), 18 y vi al Señor que me decía: “Apresúrate y sal pronto de Jerusalén porque no aceptarán tu testimonio acerca de Mí(AK)”.
19 »Entonces yo dije: “Señor, ellos saben bien que en las sinagogas, una tras otra, yo encarcelaba(AL) y azotaba(AM) a los que creían en Ti. 20 Cuando se derramaba la sangre de Tu testigo Esteban, allí estaba también yo dando mi aprobación, y cuidando los mantos de los que lo estaban matando(AN)”. 21 Pero Él me dijo: “Ve, porque te voy a enviar lejos, a los gentiles(AO)”».
Pablo bajo vigilancia del comandante
22 La multitud lo oyó hasta que dijo esto[m], entonces alzaron sus voces y dijeron: «¡Quita de la tierra a ese hombre(AP)! No se le debe permitir que viva(AQ)».
23 Como ellos vociferaban, y arrojaban sus mantos(AR), y echaban polvo(AS) al aire, 24 el comandante[n] ordenó que llevaran a Pablo al cuartel(AT), diciendo que debía ser sometido(AU) a[o] azotes para saber la razón por qué la gente gritaban contra él de aquella manera. 25 Cuando lo estiraron con[p] correas, Pablo dijo al centurión que estaba allí: «¿Les es lícito azotar a un ciudadano[q] romano(AV) sin haberle hecho juicio?».
26 Al oír esto el centurión, fue al comandante y le avisó: «¿Qué vas a hacer? Porque este hombre es ciudadano romano». 27 Vino el comandante a Pablo y le dijo: «Dime, ¿eres ciudadano romano?». «Sí», contestó él. 28 Y el comandante respondió: «Yo adquirí esta ciudadanía por una gran cantidad de dinero». «Pero yo soy ciudadano romano de nacimiento», le dijo Pablo.
29 Entonces los que iban a someterlo a[r] azotes(AW), al instante lo soltaron[s]. También el comandante tuvo temor cuando supo que Pablo era ciudadano romano(AX), y porque lo había atado con cadenas(AY).
Pablo ante el Concilio
30 Al día siguiente, queriendo el comandante saber con certeza(AZ) la causa por la cual los judíos lo acusaban a Pablo, lo soltó, y ordenó a los principales sacerdotes y a todo el Concilio[t](BA) que se reunieran. Después llevó[u] a Pablo y lo puso ante ellos(BB).
23 Entonces Pablo, mirando fijamente al Concilio[v](BC), dijo: «Hermanos[w](BD), hasta este día yo he vivido delante de Dios con una conciencia perfectamente limpia[x](BE)».
2 Y el sumo sacerdote Ananías(BF) ordenó a los que estaban junto a él, que lo golpearan(BG) en la boca. 3 Entonces Pablo le dijo: «¡Dios lo golpeará a usted, pared blanqueada(BH)! ¿Se sienta usted para juzgarme conforme a la ley, y viola la ley ordenando que me golpeen(BI)?».
4 Los que estaban allí observando, dijeron: «¿Al sumo sacerdote de Dios injurias?». 5 Y Pablo dijo: «No sabía, hermanos, que él era el sumo sacerdote; porque escrito está: “No hablarás mal de una de las autoridades de tu pueblo(BJ)”».
6 Entonces Pablo, dándose cuenta de que una parte eran saduceos y otra fariseos(BK), alzó la voz en el Concilio(BL): «Hermanos[y](BM), yo soy fariseo(BN), hijo de fariseos. Se me juzga a causa de la esperanza de[z] la resurrección de los muertos(BO)». 7 Cuando dijo esto, se produjo un altercado entre los fariseos y los saduceos, y la asamblea se dividió. 8 Porque los saduceos dicen que no hay resurrección(BP), ni ángel, ni espíritu, pero los fariseos creen todo esto.
9 Se produjo entonces un gran alboroto. Y levantándose algunos de los escribas del grupo de los fariseos(BQ), discutían enérgicamente, diciendo: «No encontramos nada malo en este hombre(BR); pero ¿y si un espíritu o un ángel le ha hablado(BS)?». 10 Al surgir un gran altercado, el comandante[aa] tuvo temor de que Pablo fuera despedazado por ellos, y ordenó que las tropas descendieran, lo sacaran de entre ellos a la fuerza y lo llevaran al cuartel(BT).
11 A la noche siguiente el Señor se le apareció a Pablo y le dijo(BU): «Ten ánimo(BV), porque como has testificado fielmente(BW)de Mi causa en Jerusalén(BX), así has de testificar también en Roma».
Conspiración de los judíos contra Pablo
12 Cuando se hizo de día, los judíos tramaron una conspiración[ab](BY) y se comprometieron bajo juramento[ac], diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubieran matado a Pablo(BZ). 13 Los que tramaron este plan eran más de cuarenta hombres, 14 los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: «Nos hemos comprometido bajo solemne juramento[ad] a no probar nada hasta que hayamos matado a Pablo(CA). 15 Ahora pues, ustedes y[ae] el Concilio(CB), avisen al comandante para que lo haga comparecer[af] ante ustedes, como si quisieran hacer una investigación más minuciosa para resolver su caso. Nosotros por nuestra parte estamos listos para matarlo antes de que llegue».
16 Pero el hijo de la hermana de Pablo se enteró de la emboscada, y fue y entró[ag] al cuartel(CC) y dio aviso a Pablo. 17 Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: «Lleva a este joven al comandante, porque tiene algo que informarle».
18 Él entonces, tomándolo consigo, lo condujo al comandante, y le dijo*: «Pablo, el preso(CD), me llamó y me pidió que te trajera a este joven, pues tiene algo que decirte». 19 El comandante, tomándolo de la mano, y llevándolo aparte, le preguntó: «¿Qué es lo que tienes que informarme?».
20 Y el joven respondió: «Los judíos se han puesto de acuerdo en pedirle que mañana lleve a Pablo al Concilio(CE) con el pretexto de hacer una indagación más a fondo sobre él(CF). 21 Pero no les preste atención[ah], porque más de cuarenta hombres de ellos, que se han comprometido bajo juramento[ai] a no comer ni beber hasta que lo hayan matado(CG), esperan emboscados(CH). Ellos ya están listos esperando promesa de parte suya[aj]». 22 Entonces el comandante dejó ir al joven, encomendándole: «No digas a nadie que me has informado de estas cosas».
23 Y llamando a dos de los centuriones, dijo: «Preparen 200 soldados para las nueve de la noche, con[ak] setenta jinetes y 200 lanceros[al], para que vayan a Cesarea(CI)». 24 Debían preparar también cabalgaduras para Pablo y llevarlo a salvo al gobernador Félix(CJ).
Carta de Claudio Lisias a Félix
25 También el comandante escribió una carta en estos términos:
26 «Claudio Lisias, al excelentísimo(CK) gobernador Félix: Salud(CL).
27 Cuando este hombre fue arrestado por los judíos, y estaba a punto de ser muerto por ellos, al saber que era romano(CM), fui con las tropas y lo rescaté(CN).
28 Queriendo cerciorarme de la causa por la cual lo acusaban, lo llevé a su Concilio(CO)
29 y hallé que lo acusaban sobre cuestiones de su ley(CP), pero no de ningún[am] cargo que mereciera muerte o prisión[an](CQ).
30 Cuando se me informó de que había un plan(CR) en contra del hombre, se lo envié enseguida, instruyendo también a sus acusadores(CS) que presenten los cargos[ao] contra él delante de usted[ap]».
31 Así que los soldados, de acuerdo con las órdenes que tenían, tomaron a Pablo y lo llevaron de noche a Antípatris. 32 Al día siguiente regresaron al cuartel(CT) dejando que los de a caballo(CU) siguieran con él, 33 los cuales, después de llegar a Cesarea(CV) y de entregar la carta al gobernador(CW), le presentaron también a Pablo.
34 Cuando el gobernador leyó la carta, preguntó de qué provincia(CX) era Pablo. Y al enterarse de que era de Cilicia(CY), 35 dijo: «Te oiré cuando estén presentes también tus acusadores(CZ)». Y mandó que lo guardaran(DA) en el Pretorio[aq] de Herodes.
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