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New Testament in a Year

Read the New Testament from start to finish, from Matthew to Revelation.
Duration: 365 days
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
Version
Mateo 9:18-38

Jesús sana a una mujer

18 Mientras él hablaba estas cosas, he aquí vino un hombre principal y se postró delante de él diciéndole:

—Mi hija acaba de morir. Pero ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.

19 Jesús se levantó y lo siguió con sus discípulos. 20 Y he aquí una mujer que sufría de hemorragia desde hacía doce años se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; 21 porque ella pensaba dentro de sí: “Si solamente toco su vestido, seré sanada”. 22 Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo:

—Ten ánimo, hija, tu fe te ha salvado.

Y la mujer fue sanada desde aquella hora.

Jesús resucita a una niña

23 Cuando Jesús llegó a la casa del principal y vio a los que tocaban las flautas y a la multitud que hacía bullicio, 24 les dijo:

—Apártense, porque la muchacha no ha muerto, sino que duerme.

Y se burlaban de él. 25 Cuando hubieron sacado a la gente, él entró y la tomó de la mano; y la muchacha se levantó. 26 Y salió esta noticia por toda aquella tierra.

Jesús sana a dos ciegos

27 Mientras Jesús pasaba de allí, lo siguieron dos ciegos clamando a gritos y diciendo:

—¡Ten misericordia de nosotros, hijo de David!

28 Cuando él llegó a la casa, los ciegos vinieron a él. Y Jesús les dijo:

—¿Creen que puedo hacer esto?

Ellos dijeron:

—Sí, Señor.

29 Entonces les tocó los ojos diciendo:

—Conforme a la fe de ustedes les sea hecho.

30 Y los ojos de ellos fueron abiertos. Entonces Jesús les encargó rigurosamente diciendo:

—Miren que nadie lo sepa.

31 Pero ellos salieron y difundieron su fama por toda aquella tierra.

Jesús sana a un endemoniado mudo

32 Mientras aquellos salían, he aquí le trajeron un hombre mudo endemoniado. 33 Y tan pronto fue echado fuera el demonio, el mudo habló. Y las multitudes se maravillaban diciendo:

—¡Nunca se ha visto semejante cosa en Israel!

34 Pero los fariseos decían:

—Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios.

Jesús se compadece de la gente

35 Jesús recorría todas las ciudades y las aldeas, enseñando en sus sinagogas, predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia. 36 Y cuando vio las multitudes, tuvo compasión de ellas porque estaban acosadas y desamparadas como ovejas que no tienen pastor. 37 Entonces dijo a sus discípulos: “A la verdad, la mies es mucha, pero los obreros son pocos. 38 Rueguen, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano