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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Biblia del Jubileo (JBS)
Version
1 Samuel 13

13 ¶ Como un hijo de un año era Saúl cuando comenzó a reinar; y dos años reinó sobre Israel,

cuando se escogió tres mil de Israel; los dos mil estuvieron con Saúl en Micmas y en el monte de Bet-el, y los mil estuvieron con Jonatán en Gabaa de Benjamín; y envió a todo el otro pueblo cada uno a sus tiendas.

Y Jonatán hirió la guarnición de los filisteos que había en el collado, y lo oyeron los filisteos. E hizo Saúl tocar el shofar por toda la tierra, diciendo: Oigan los hebreos.

Y todo Israel oyó lo que se decía: Saúl ha herido la guarnición de los filisteos; y también que Israel olía mal a los filisteos. Y se juntó el pueblo en pos de Saúl en Gilgal.

Entonces los filisteos se juntaron para pelear con Israel, treinta mil carros, y seis mil caballos, y pueblo como la arena que está a la orilla del mar en multitud; y subieron, y asentaron campamento en Micmas, al oriente de Bet-avén.

Mas los hombres de Israel, viéndose puestos en estrecho, (porque el pueblo estaba en aprieto), se escondió el pueblo en cuevas, en fosos, en peñascos, en rocas y en cisternas.

Y algunos de los hebreos pasaron el Jordán a la tierra de Gad y de Galaad; y Saúl estaba aún en Gilgal, y todo el pueblo iba tras él temblando.

¶ Y él esperó siete días, conforme al tiempo señalado que Samuel había dicho; pero Samuel no venía a Gilgal, y el pueblo se le desertaba.

Entonces dijo Saúl: Traedme holocausto y sacrificios pacíficos. Y ofreció el holocausto.

10 Y cuando él acababa de hacer el holocausto, he aquí Samuel que venía; y Saúl le salió a recibir para bendecirle.

11 Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se me iba, y que tú no venías al plazo de los días, y que los filisteos estaban juntos en Micmas,

12 me dije: Los filisteos descenderán ahora contra mí a Gilgal, y yo no he rogado la faz del SEÑOR. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto.

13 Entonces Samuel dijo a Saúl: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento del SEÑOR tu Dios, que él te había mandado; porque ahora el SEÑOR hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre.

14 Mas ahora tu reino no estará: El SEÑOR se ha buscado varón según su corazón, al cual el SEÑOR ha mandado que sea capitán sobre su pueblo, por cuanto tú no has guardado lo que el SEÑOR te mandó.

15 ¶ Y levantándose Samuel, subió de Gilgal a Gabaa de Benjamín. Y Saúl contó el pueblo que se hallaba con él, como seiscientos hombres.

16 Saúl, pues, Jonatán su hijo, y el pueblo que con ellos se hallaba, se quedaron en Gabaa de Benjamín; mas los filisteos habían puesto su campamento en Micmas.

17 Y salieron del campamento de los filisteos tres escuadrones a destruir la tierra. Un escuadrón marchaba por el camino de Ofra hacia la tierra de Sual.

18 Otro escuadrón marchaba hacia Bet-horón, y el tercer escuadrón marchaba hacia la región que mira al valle de Zeboim hacia el desierto.

19 Y en toda la tierra de Israel no se hallaba herrero; porque los filisteos habían dicho: Para que por ventura los hebreos no hagan espada o lanza.

20 Y así todos los de Israel descendían a los filisteos cada cual a amolar su reja, su azadón, su hacha, o su sacho,

21 y cuando se hacían bocas en las rejas, o en los azadones, o en las horquillas, o en las hachas; hasta para una ahijada que se hubiera de componer.

22 Así aconteció que el día de la batalla no se halló espada ni lanza en la mano de ninguno del pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y Jonatán su hijo, que las tenían.

23 Y la guarnición de los filisteos salió al paso de Micmas.

Romanos 11

11 ¶ Digo pues: ¿Ha desechado Dios a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy Israelita, de la simiente de Abraham, de la tribu de Benjamín.

No ha desechado Dios a su pueblo, al cual antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura? Cómo hablando con Dios contra Israel dice:

Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y yo he quedado solo, y procuran matarme.

Mas ¿qué le dice la respuesta de Dios? He dejado para mí siete mil varones, que no han doblado las rodillas delante de Baal.

Así también, aun en este tiempo ha quedado remanente por la elección graciosa de Dios.

Y si por gracia, luego no por las obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por las obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.

¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, aquello no lo ha alcanzado, mas los electos lo han alcanzado; y los demás fueron cegados;

(como está escrito: Les dio Dios espíritu de remordimiento, ojos con que no vean, y oídos con que no oigan,) hasta el día de hoy.

Y David dice: Séales vuelta su mesa en trampa, y en red, y en tropezadero, y en paga;

10 sus ojos sean obscurecidos para que no vean, y agóbiales siempre el espinazo.

11 Digo pues: ¿Tropezaron luego de tal manera que cayeron del todo? En ninguna manera; mas por la caída de ellos vino la salud a los gentiles, para que por ellos fueran provocados a celos.

12 Y si la caída de ellos es la riqueza del mundo, y el menoscabo de ellos, la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más lo será la plenitud de ellos?

13 Porque (a vosotros digo, gentiles). En cuanto a la verdad, yo soy apóstol de los gentiles, mi ministerio honro,

14 si en alguna manera provocara a celos a mi nación, e hiciera salvos a algunos de ellos.

15 Porque si el desechamiento de ellos es la reconciliación del mundo, ¿qué será el recibimiento de ellos, sino vida de entre los muertos?

16 Y si la primicia es santa, también lo será el todo, y si la raíz es santa, también lo serán las ramas.

17 Y si algunas de las ramas fueron quebradas, y tú, siendo oliva silvestre, has sido injertado entre ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la grosura de la oliva;

18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti.

19 Dirás pues: Las ramas fueron quebradas para que yo fuera injertado.

20 Bien; por su incredulidad fueron quebradas, mas tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, antes teme.

21 Que si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará.

22 Mira antes la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente en los que cayeron; mas la bondad (de Dios) en ti, si permanecieres en la bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.

23 Y aun ellos, si no permanecen en incredulidad, serán injertados; que poderoso es Dios para volverlos a injertar.

24 Porque si tú eres cortado de la oliva que es silvestre por naturaleza, y contra natura fuiste injertado en la buena oliva, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su oliva?

25 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes acerca de vosotros mismos; que la ceguedad en parte aconteció en Israel, para que entre tanto entrara la plenitud de los gentiles;

26 y así todo Israel fuera salvo; como está escrito: Vendrá de Sión el Libertador, que quitará de Jacob la impiedad;

27 y éste será mi testamento a ellos, cuando quitare sus pecados.

28 Así que, en cuanto al Evangelio, los tengo por enemigos por causa de vosotros; pero en cuanto a la elección de Dios, son muy amados por causa de los padres.

29 Porque sin arrepentimiento son los dones y el llamado de Dios.

30 Porque como también vosotros en algún tiempo no obedecisteis a Dios, pero ahora habéis alcanzado misericordia con ocasión de la desobediencia de ellos;

31 así también éstos ahora no han creído, para que, por la misericordia para con vosotros, ellos también alcancen misericordia.

32 Porque Dios encerró a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.

33 ¶ ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos!

34 Porque ¿quién entendió el intento del Señor? ¿O quién fue su consejero?

35 ¿O quién le dio a él primero, para que le sea pagado?

36 Porque de él, y por él, y en él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.

Jeremías 50

50 Palabra que habló el SEÑOR contra Babilonia, contra la tierra de los caldeos, por mano de Jeremías profeta.

Denunciad en los gentiles, y haced saber; levantad también bandera; publicad, y no lo encubráis, decid: Tomada es Babilonia, Bel es confundido, deshecho es Merodac; confundidas son sus esculturas, quebrados son sus ídolos.

Porque subió contra ella gente del aquilón, la cual pondrá su tierra en asolamiento, y no habrá quien en ella more, ni hombre ni animal: se movieron, se fueron.

En aquellos días y en aquel tiempo, dice el SEÑOR, vendrán los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntamente; e irán andando y llorando, y buscarán al SEÑOR su Dios.

Preguntarán por el camino de Sion, hacia donde volverán sus rostros, diciendo: Venid, y juntaos al SEÑOR con Pacto eterno, que jamás se ponga en olvido.

Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus pastores las hicieron errar, por los montes las descarriaron; anduvieron de monte en collado, se olvidaron de sus majadas.

Todos los que los hallaban, los comían; y decían sus enemigos: No somos culpables, porque ellos pecaron contra el SEÑOR, morada de justicia, el SEÑOR, esperanza de sus padres.

Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los caldeos, y sed como los mansos delante del ganado.

Porque he aquí que yo despierto y hago subir contra Babilonia reunión de grandes naciones de la tierra del aquilón; y desde allí se aparejarán contra ella, y será tomada; sus flechas como de valiente diestro, que no se tornará en vano.

10 Y la tierra de los caldeos será para presa: todos los que la saquearen, saldrán llenos, dice el SEÑOR.

11 Porque os alegrasteis, porque os gozasteis destruyendo mi heredad, porque os llenasteis como becerra de renuevos, y relinchasteis como caballos;

12 vuestra madre se avergonzó mucho, se afrentó la que os engendró; veis aquí las postrimerías de los gentiles: desierto, sequedad, y páramo.

13 Por la ira del SEÑOR no será habitada, sino que asolada será toda ella; todo hombre que pasare por Babilonia se asombrará, y silbará sobre todas sus plagas.

14 Apercibíos contra Babilonia alrededor, todos los que entesáis arco; tirad contra ella, no escatiméis las saetas; porque pecó contra el SEÑOR.

15 Gritad contra ella en derredor; dio su mano; han caído sus fundamentos, derribados son sus muros; porque venganza es del SEÑOR. Tomad venganza de ella; haced con ella como ella hizo.

16 Talad de Babilonia al sembrador, y el que tiene hoz en tiempo de la siega; delante de la espada opresora cada uno volverá el rostro hacia su pueblo, cada uno huirá hacia su tierra.

17 Ganado descarriado ha sido Israel; leones lo amontonaron; el rey de Asiria lo devoró el primero; este Nabucodonosor rey de Babilonia lo deshuesó el postrero.

18 Por tanto, así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo visito al rey de Babilonia y a su tierra como visité al rey de Asiria.

19 Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Efraín y de Galaad se saciará su alma.

20 En aquellos días y en aquel tiempo, dijo el SEÑOR, la iniquidad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiere dejado.

21 Sube contra la tierra de contumaces (Merataim), contra ella, y contra los moradores de la visitación (Pecod); destruye y mata en pos de ellos, dijo el SEÑOR, y haz conforme a todo lo que yo te he mandado.

22 Estruendo de guerra en la tierra, y quebrantamiento grande.

23 ¡Cómo fue cortado y quebrado el martillo de toda la tierra! ¡Cómo se tornó Babilonia en desierto entre los gentiles!

24 Te puse lazos, y aun fuiste tomada, oh Babilonia, y tú no lo supiste; fuiste hallada, y aun presa, porque provocaste al SEÑOR.

25 Abrió el SEÑOR tu tesoro, y sacó los vasos de su furor; porque ésta es obra del SEÑOR, Dios de los ejércitos, en la tierra de los caldeos.

26 Venid contra ella desde el cabo de la tierra; abrid sus alfolíes, hacedla montones, y destruidla; no le queden reliquias.

27 Matad todos sus novillos; vayan al matadero. ¡Ay de ellos! Que venido es su día, el tiempo de su visitación.

28 Voz de los que huyen y escapan de la tierra de Babilonia se oye, para dar las nuevas en Sion de la venganza del SEÑOR nuestro Dios, de la venganza de su Templo.

29 Haced juntar sobre Babilonia flecheros, a todos los que entesan arco; asentad campo sobre ella alrededor; no escape de ella ninguno; pagadle según su obra; conforme a todo lo que ella hizo, haced con ella; porque contra el SEÑOR se ensoberbeció, contra el Santo de Israel.

30 Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos sus hombres de guerra serán talados en aquel día, dijo el SEÑOR.

31 He aquí yo estoy contra ti, oh soberbio, dijo el Señor DIOS de los ejércitos; porque tu día es venido, el tiempo en que te visitaré.

32 Y el soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante; y encenderé fuego en sus ciudades, y quemaré todos sus alrededores.

33 Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Oprimidos fueron los hijos de Israel y los hijos de Judá juntamente; y todos los que los tomaron cautivos, se los retuvieron; no los quisieron soltar.

34 El redentor de ellos es el Fuerte; el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre; de cierto abogará la causa de ellos, para hacer reposar la tierra, y turbar a los moradores de Babilonia.

35 Espada sobre los caldeos, dijo el SEÑOR, y sobre los moradores de Babilonia, sobre sus príncipes, y sobre sus sabios.

36 Espada sobre los adivinos, y se atontarán; espada sobre sus valientes, y serán quebrantados.

37 Espada sobre sus caballos, sobre sus carros, y sobre todo el vulgo que está en medio de ella, y serán como mujeres; espada sobre sus tesoros, y serán saqueados.

38 Sequedad sobre sus aguas, y se secarán; porque tierra es de esculturas, y en sus ídolos enloquecen.

39 Por tanto, allí morarán bestias monteses con gatos, morarán también en ella pollos de avestruz; ni más será poblada para siempre, ni se habitará de generación en generación.

40 Como en el trastornamiento de Dios a Sodoma, a Gomorra y a sus ciudades vecinas, dijo el SEÑOR, no morará allí hombre, ni hijo de hombre la habitará.

41 He aquí viene un pueblo del aquilón; y una nación grande, y muchos reyes se levantarán de los lados de la tierra.

42 Arco y lanza manejarán; serán crueles, y no tendrán piedad; su tropel sonará como el mar, y montarán sobre caballos; se apercibirán como hombre a la pelea, contra ti, oh hija de Babilonia.

43 Oyó su fama el rey de Babilonia, y sus manos se descoyuntaron; angustia le tomó, dolor como de mujer de parto.

44 He aquí que como león subirá de la hinchazón del Jordán a la morada fuerte; porque haré reposo, y lo haré correr de sobre ella, y al que fuere escogido la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí? ¿Y quién me emplazará? ¿O quién será aquel pastor que me podrá resistir?

45 Por tanto, oíd el consejo del SEÑOR, que ha acordado sobre Babilonia, y sus pensamientos que ha formado sobre la tierra de los caldeos. Ciertamente a los más pequeños del hato los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos.

46 Del grito de la toma de Babilonia la tierra tembló, y el clamor se oyó entre los gentiles.

Salmos 28-29

De David.

A ti llamaré, oh SEÑOR, fuerza mía; no te desentiendas de mí; para que no sea yo, dejándome , semejante a los que descienden al sepulcro.

Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos al oráculo de tu santidad.

No me arrebates a una con los malos, y con los que hacen iniquidad; los cuales hablan paz con su prójimo, y la maldad está en su corazón.

Dales conforme a su obra, y conforme a la malicia de sus hechos; dales conforme a la obra de sus manos, dales su paga.

Porque no entendieron las obras del SEÑOR, y el hecho de sus manos, los derribará, y no los edificará.

¶ Bendito el SEÑOR, que oyó la voz de mis ruegos.

El SEÑOR es mi fortaleza y mi escudo; en él esperó mi corazón, y fui ayudado; por tanto se gozó mi corazón, y con mi canción le alabaré.

El SEÑOR es la fortaleza de su pueblo, y el esfuerzo de las saludes de su ungido.

Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; y pastoréalos y ensálzalos para siempre.

Salmo de David.

Dad al SEÑOR, oh hijos de fuertes, dad al SEÑOR la gloria y la fortaleza.

Dad al SEÑOR la gloria de su nombre; humillaos al SEÑOR en la gloria de la santidad.

Voz del SEÑOR sobre las aguas; el Dios de gloria hizo tronar; el SEÑOR sobre las muchas aguas.

Voz del SEÑOR con potencia; voz del SEÑOR con gloria.

Voz del SEÑOR que quebranta los cedros; y quebrantó el SEÑOR los cedros del Líbano.

Y los hizo saltar como becerros; al Líbano y al Sirión como hijos de unicornios.

Voz del SEÑOR que corta llamas de fuego.

Voz del SEÑOR que hará temblar el desierto; hará temblar el SEÑOR el desierto de Cades.

Voz del SEÑOR que hará estar de parto a las ciervas, y desnudará los bosques; y en su templo todos los suyos le dicen gloria.

10 El SEÑOR preside en el diluvio, y se asentó el SEÑOR por rey para siempre.

11 El SEÑOR dará fortaleza a su pueblo; el SEÑOR bendecirá a su pueblo en paz.

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