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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
La Biblia de las Américas (LBLA)
Version
Josué 7

Derrota de Israel en Hai

Mas los hijos de Israel fueron infieles en cuanto al anatema, porque Acán, hijo de Carmi, hijo de Zabdi[a], hijo de Zera, de la tribu de Judá, tomó de las cosas dedicadas al anatema(A); y la ira del Señor se encendió contra los hijos de Israel.

Y Josué envió hombres desde Jericó a Hai, que está cerca de Bet-avén(B) al este de Betel, y les dijo[b]: Subid y reconoced la tierra. Y los hombres subieron y reconocieron a Hai. Cuando volvieron a Josué, le dijeron: Que no suba todo el pueblo; solo[c] dos o tres mil hombres subirán[d] a Hai; no hagas cansar a todo el pueblo subiendo allá, porque ellos son pocos. Así que subieron allá unos tres mil hombres del pueblo, pero huyeron(C) ante los hombres de Hai. Y los hombres de Hai hirieron de ellos a unos treinta y seis hombres, y los persiguieron desde[e] la puerta hasta Sebarim, y los derrotaron[f] en la bajada; y el corazón del pueblo desfalleció y se hizo como agua(D).

Entonces Josué rasgó sus vestidos y postró su rostro en tierra delante del arca del Señor hasta el anochecer, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas(E). Y Josué dijo: ¡Ah, Señor Dios[g]! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos después en manos de los amorreos y destruirnos? ¡Ojalá nos hubiéramos propuesto habitar[h] al otro lado del Jordán! ¡Ah, Señor! ¿Qué puedo decir, ya que Israel ha vuelto la espalda[i] ante sus enemigos? Porque los cananeos y todos los habitantes de la tierra se enterarán de ello, y nos rodearán y borrarán nuestro nombre de la tierra(F). ¿Y qué harás tú por tu gran nombre?

El pecado de Acán

10 Y el Señor dijo a Josué: ¡Levántate! ¿Por qué te has postrado rostro en tierra? 11 Israel ha pecado y también ha transgredido mi pacto que les ordené. Y hasta han tomado de las cosas dedicadas al anatema, y también han robado y mentido(G), y además las han puesto entre sus propias cosas. 12 No pueden, pues, los hijos de Israel hacer frente a sus enemigos(H); vuelven la espalda[j] delante de sus enemigos porque han venido a ser anatema. No estaré más con vosotros a menos que destruyáis las cosas dedicadas al anatema de en medio de vosotros. 13 Levántate, consagra al pueblo y di: «Consagraos para mañana(I), porque así ha dicho el Señor, Dios de Israel: “Hay anatema en medio de ti, oh Israel. No podrás hacer frente a tus enemigos hasta que quitéis el anatema de en medio de vosotros(J)”. 14 Por la mañana os acercaréis, pues, por[k] tribus. Y será que la tribu que el Señor señale se acercará por familias, y la familia que el Señor señale se acercará por casas, y la casa que el Señor señale se acercará hombre por hombre(K). 15 Y será que el hombre que sea sorprendido con las cosas dedicadas al anatema será quemado(L), él y todo lo que le pertenece, porque ha quebrantado el pacto del Señor, y ha cometido infamia en Israel(M)».

16 Y Josué se levantó muy de mañana, e hizo acercar a Israel por[l] tribus, y fue designada la tribu de Judá. 17 Mandó acercar a las familias de Judá, y fue designada la familia de los de Zera; e hizo acercar a la familia de Zera, hombre por hombre, y Zabdi fue designado. 18 Mandó acercar su casa hombre por hombre; y fue designado Acán[m], hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá(N). 19 Entonces Josué dijo a Acán: Hijo mío, te ruego, da gloria al Señor, Dios de Israel(O), y dale alabanza; y declárame ahora lo que has hecho. No me lo ocultes. 20 Y Acán respondió a Josué, y dijo: En verdad he pecado contra el Señor, Dios de Israel, y esto es lo que he hecho[n]: 21 cuando vi entre el botín un hermoso manto de Sinar y doscientos siclos[o] de plata y una barra de oro de cincuenta siclos de peso, los codicié y los tomé(P); y he aquí, están escondidos en la tierra dentro de mi tienda con la plata debajo.

22 Y Josué envió emisarios, que fueron corriendo a la tienda, y he aquí que el manto estaba escondido en su tienda con la plata debajo. 23 Y los sacaron de la tienda, los llevaron a Josué y a todos los hijos de Israel, y los pusieron delante del Señor. 24 Entonces Josué, y con él todo Israel, tomó a Acán, hijo de Zera, y la plata, el manto, la barra de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes[p], sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo lo que le pertenecía, y los llevaron al valle de Acor(Q). 25 Y Josué dijo: ¿Por qué nos has turbado(R)? El Señor te turbará hoy. Y todo Israel los apedreó[q] y los quemaron después de haberlos apedreado[r]. 26 Y levantaron sobre él un gran montón de piedras que permanece hasta hoy; y el Señor se volvió del furor de su ira. Por eso se ha llamado aquel lugar el valle de Acor[s](S) hasta el día de hoy.

Salmos 137-138

Lamento de los cautivos

137 Junto a los ríos de Babilonia(A),
nos[a] sentábamos y llorábamos(B),
al acordarnos de Sión.
Sobre los sauces[b] en medio de ella(C)
colgamos nuestras arpas[c](D).
Pues allí los que nos habían llevado cautivos nos pedían canciones[d](E),
y los que nos atormentaban nos pedían alegría(F), diciendo:
Cantadnos alguno de los cánticos de Sión.

¿Cómo cantaremos la canción del Señor(G)
en tierra extraña?
Si me olvido de ti, oh Jerusalén(H),
pierda[e] mi diestra su destreza.
Péguese mi lengua al paladar(I)
si no me acuerdo de ti,
si no enaltezco[f] a Jerusalén(J)
sobre mi supremo gozo.

Recuerda, oh Señor, contra los hijos de Edom(K)
el día de Jerusalén,
quienes dijeron: Arrasadla, arrasadla
hasta sus cimientos(L).
Oh hija de Babilonia, la devastada[g](M),
bienaventurado el que te devuelva(N)
el[h] pago con que nos pagaste[i].
Bienaventurado será el que tome y estrelle tus pequeños
contra la peña(O).

Acción de gracias por el favor del Señor

Salmo de David.

138 Con todo mi corazón te daré gracias(P);
en presencia de los dioses(Q) te cantaré alabanzas.
Me postraré hacia tu santo templo(R),
y daré gracias a tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad[j](S);
porque has engrandecido tu palabra[k](T) conforme a[l] todo tu nombre.
En el día que invoqué, me respondiste(U);
me hiciste valiente con fortaleza en mi alma(V).

Todos los reyes de la tierra te alabarán[m](W), Señor,
cuando hayan oído los dichos de tu boca.
Y cantarán de los caminos del Señor(X),
porque grande(Y) es la gloria del Señor.
Porque el Señor es excelso(Z),
y atiende al humilde(AA),
mas al altivo conoce de lejos(AB).

Aunque yo ande en medio de la angustia(AC), tú me vivificarás[n](AD);
extenderás tu mano(AE) contra la ira de mis enemigos,
y tu diestra me salvará(AF).
El Señor cumplirá su propósito en mí(AG);
eterna, oh Señor, es tu misericordia(AH);
no abandones(AI) las obras de tus manos(AJ).

Jeremías 1

Llamamiento y comisión de Jeremías

Palabras de Jeremías(A), hijo de Hilcías, de los sacerdotes que habitaban en Anatot, en la tierra de Benjamín(B), a quien vino la palabra del Señor en los días de Josías(C), hijo de Amón(D), rey de Judá, en el año trece de su reinado(E). También vino a él la palabra en los días de Joacim(F), hijo de Josías, rey de Judá, hasta el fin del año once de Sedequías(G), hijo de Josías, rey de Judá, hasta el destierro de Jerusalén en el mes quinto.

Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo:

Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí(H),
y antes que nacieras, te consagré(I),
te puse por profeta a las naciones(J).
Entonces dije: ¡Ah, Señor Dios[a]!
He aquí, no sé hablar(K),
porque soy joven(L).
Pero el Señor me dijo:
No digas: «Soy joven»,
porque adondequiera que te envíe, irás(M),
y todo lo que te mande, dirás(N).
No tengas temor ante ellos(O),
porque contigo estoy para librarte(P) —declara el Señor.

Entonces extendió el Señor su mano y tocó mi boca(Q). Y el Señor me dijo:

He aquí, he puesto mis palabras en tu boca(R).
10 Mira, hoy te he dado autoridad sobre las naciones y sobre los reinos(S),
para arrancar y para derribar,
para destruir y para derrocar(T),
para edificar y para plantar(U).

11 Vino entonces a mí la palabra del Señor, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías(V)? Y yo respondí: Veo una vara de almendro[b]. 12 Y me dijo el Señor: Bien has visto, porque yo velo[c] sobre mi palabra para cumplirla(W).

13 Por segunda vez vino a mí la palabra del Señor, diciendo: ¿Qué ves tú(X)? Y respondí: Veo una olla(Y) hirviendo que se vuelca desde el norte[d].

14 Y me dijo el Señor:
Desde el norte irrumpirá[e] el mal
sobre todos los habitantes de esta[f] tierra(Z).
15 Porque he aquí, llamo
a todas las familias de los reinos del norte(AA)
—declara el Señor
y vendrán y cada uno pondrá su trono
a la entrada de las puertas(AB) de Jerusalén,
frente a todos sus muros alrededor
y frente a todas las ciudades de Judá(AC).
16 Y yo pronunciaré[g] mis juicios contra ellos
por toda su maldad, porque me abandonaron(AD),
ofrecieron sacrificios[h] a otros dioses(AE)
y adoraron la obra de sus manos(AF).
17 Tú, pues, ciñe tus lomos(AG),
levántate y diles todo lo que yo te mande.
No temas ante ellos(AH),
no sea que yo te infunda temor delante de ellos.
18 He aquí, yo te he puesto hoy
como ciudad fortificada,
como columna de hierro y como muro[i] de bronce
contra toda esta[j] tierra:
contra los reyes de Judá, sus príncipes,
sus sacerdotes y el pueblo de la tierra.
19 Pelearán contra ti, pero no te vencerán,
porque yo estoy contigo —declara el Señor— para librarte(AI).

Mateo 15

Discusión con algunos escribas y fariseos

15 (A)Entonces se acercaron* a Jesús algunos escribas y fariseos(B) de Jerusalén, diciendo: ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Pues no se lavan las manos cuando comen pan(C). Y respondiendo Él, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios a causa de vuestra tradición? Porque Dios dijo: «Honra a tu padre y a tu madre(D)», y: «Quien hable mal de su padre o de su madre, que muera[a](E)». Pero vosotros decís: «Cualquiera que diga a su padre o a su madre: “Es ofrenda a Dios todo lo mío con que pudieras ser ayudado”, no necesitará más honrar[b] a su padre o a su madre[c]». Y así invalidasteis la palabra[d] de Dios por causa de vuestra tradición. ¡Hipócritas! Bien profetizó Isaías de vosotros cuando dijo:

«Este pueblo con los labios me honra,
pero su corazón está muy lejos de mí(F).
Mas en vano me rinden culto,
enseñando como doctrinas preceptos de hombres(G)».

Lo que contamina al hombre

10 Y llamando junto a sí a la multitud, les dijo: Oíd y entended: 11 no es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina(H) al hombre. 12 Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron*: ¿Sabes que los fariseos se escandalizaron[e] cuando oyeron tus palabras[f]? 13 Pero Él contestó y dijo: Toda planta que mi Padre celestial no haya plantado, será desarraigada(I). 14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos[g](J). Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo(K). 15 Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos la parábola(L). 16 Y Él dijo: ¿También vosotros estáis aún faltos de entendimiento? 17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al estómago[h] y luego se elimina[i]? 18 Pero lo que sale de la boca proviene del corazón(M), y eso es lo que contamina al hombre. 19 Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias(N). 20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero comer sin lavarse las manos no contamina al hombre.

Jesús sana a la hija de una cananea

21 (O)Saliendo Jesús de allí, se retiró a la región de Tiro y de Sidón(P). 22 Y he aquí, una mujer cananea que había salido de aquella comarca, comenzó a gritar, diciendo: Señor, Hijo de David(Q), ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada(R). 23 Pero Él no le respondió palabra. Y acercándose sus discípulos, le rogaban, diciendo: Atiéndela[j], pues viene gritando tras nosotros. 24 Y respondiendo Él, dijo: No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel(S). 25 Pero acercándose ella, se postró[k] ante Él(T), diciendo: ¡Señor, socórreme! 26 Y Él respondió y dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echárselo a los perrillos. 27 Pero ella dijo: Sí, Señor; pero[l] también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. 28 Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Oh mujer, grande es tu fe(U); que te suceda como deseas. Y su hija quedó sana desde aquel momento[m].

Jesús sana a muchos junto al mar de Galilea

29 (V)Y pasando Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea(W), y subiendo al monte, se sentó allí. 30 Y vinieron a Él grandes multitudes trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos y los pusieron a sus pies y Él los sanó(X); 31 de modo que la muchedumbre se maravilló al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban restaurados[n], los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel(Y).

Alimentación de los cuatro mil

32 (Z)Entonces Jesús, llamando junto a sí a sus discípulos, les dijo: Tengo compasión de la multitud(AA), porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos sin comer, no sea que desfallezcan en el camino. 33 Y los discípulos le dijeron*: ¿Dónde conseguiríamos nosotros en el desierto tantos panes para saciar a una multitud tan grande? 34 Jesús entonces les dijo*: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos respondieron: Siete, y unos pocos pececillos. 35 Y Él mandó a la multitud que se recostara en el suelo; 36 y tomó los siete panes y los peces; y después de dar gracias(AB), los partió y empezó a darlos a los discípulos, y los discípulos a las multitudes. 37 Y comieron todos y se saciaron; y recogieron de lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas(AC). 38 Los que comieron fueron cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. 39 Y después de despedir a la muchedumbre, subió a la barca(AD) y fue a la región de Magadán[o](AE).

La Biblia de las Américas (LBLA)

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