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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
La Palabra (España) (BLP)
Version
Levítico 10

Normas adicionales (10,1-20)

Nadab y Abihú

10 Nadab y Abihú, hijos de Aarón, tomaron sus incensarios, pusieron en ellos incienso sobre brasas encendidas y ofrecieron ante el Señor un fuego indebido que el Señor nunca les había ordenado. Entonces salió de la presencia del Señor un fuego que los consumió, y murieron ante el Señor. Moisés dijo a Aarón:

— Esto es lo que había decretado el Señor, cuando dijo: “Mostraré mi santidad a los que se acercan a mí, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado”.

Aarón, por su parte, permaneció callado.

Luego Moisés llamó a Misael y a Elzafán, hijos de Uziel, tío de Aarón, y les dijo:

— Venid, retirad a vuestros hermanos de delante del santuario y llevadlos fuera del campamento.

Ellos vinieron y, vestidos aún con sus túnicas, los sacaron fuera del campamento tal como les había ordenado Moisés. Entonces Moisés dijo a Aarón y a sus hijos Eleazar e Itamar:

— No os revolvais el pelo ni rasguéis vuestras ropas en señal de duelo, para que no muráis ni se desate la ira del Señor sobre toda la comunidad. Serán todos los demás israelitas, vuestros hermanos, los que podrán lamentarse por el incendio que el Señor envió. No os apartéis de la entrada de la Tienda del encuentro, no sea que muráis, pues lleváis con vosotros la unción del Señor.

Y ellos hicieron lo que Moisés les mandó.

Conducta de los sacerdotes

El Señor dijo a Aarón:

— Ni tú ni tus hijos deberéis beber vino ni cualquier otro licor cuando entréis en la Tienda del encuentro, pues de lo contrario moriréis. Es esta una norma perpetua para vuestros descendientes 10 a fin de poder discernir entre lo sagrado y lo profano, entre lo puro y lo impuro, 11 y para enseñar a los israelitas todos los preceptos que el Señor les ha transmitido por medio de Moisés.

La porción de los sacerdotes

12 Y Moisés dijo a Aarón y a los hijos que le quedaban, Eleazar e Itamar:

— Tomad lo que aún resta de lo ofrecido al Señor en la ofrenda de cereal y comedlo sin levadura junto al altar, porque es algo muy sagrado. 13 Lo comeréis en lugar sagrado, porque es la porción que corresponde a ti y a tus hijos de las ofrendas al Señor; así se me ha ordenado. 14 También comeréis en lugar puro, tú junto con tus hijos e hijas, el pecho ofrecido con el rito de la elevación y el muslo ofrecido como tributo; es la porción de los sacrificios de comunión que hacen los israelitas y que corresponde a ti y a tus hijos. 15 Junto con la ofrenda de la grasa traerán el muslo reservado como tributo y el pecho sometido al rito de elevación ante el Señor; es lo que por derecho perpetuo os corresponde a ti y a tus hijos, como el Señor lo ha ordenado.

16 Luego Moisés preguntó por el macho cabrío de la ofrenda de purificación, y resultó que ya había sido quemado. Se enojó entonces con Eleazar e Itamar, los hijos que le quedaban a Aarón, y les dijo:

17 — ¿Por qué no comisteis la ofrenda de purificación en lugar sagrado? Es algo muy sagrado que el Señor os ha dado para borrar los pecados de la comunidad, haciendo expiación por ella en presencia del Señor. 18 Como la sangre no fue llevada al interior del santuario, vosotros debíais haber comido la ofrenda en el lugar sagrado, como yo os lo mandé.

19 Entonces Aarón replicó a Moisés:

— Escucha, hoy mis hijos han ofrecido su ofrenda de purificación y su holocausto ante el Señor; ¡y mira lo que me ha sucedido! Si yo hubiera comido del sacrificio de ofrenda de purificación, ¿hubiera esto agradado al Señor?

20 Al oír esto, Moisés se dio por satisfecho.

Salmos 11-12

Salmo 11 (10)

En el Señor confío

11 Al maestro del coro. De David.
En el Señor confío, ¿cómo podéis decirme:
“Vuela a los montes como un pájaro,
si los malvados ya han tensado su arco
y tienen ya la flecha en la cuerda
para disparar en la penumbra a los honrados?
Cuando son arrasados los cimientos,
¿qué puede hacer el justo”?
El Señor está en su santo Templo,
el Señor tiene su trono en el cielo.
Sus ojos están observando,
su mirada sondea a los humanos:
el Señor sondea al justo y al malvado,
él detesta al que ama la violencia.
Hará llover sobre los malos brasas y azufre,
un viento ardiente será la porción de su copa.
Porque el Señor es justo y ama la justicia;
quien es recto podrá contemplar su rostro.

Salmo 12 (11)

Sálvanos, Señor, que ha desaparecido el fiel

12 Al maestro del coro; en octava. Salmo de David.
Sálvanos, Señor, que ha desaparecido el fiel,
no queda lealtad entre los seres humanos.
Se mienten unos a otros,
conversan con lengua aduladora y corazón doble.
Que el Señor extirpe la palabra aduladora,
la lengua que habla con arrogancia;
que aniquile a quienes dicen:
“Con nuestra lengua nos hacemos fuertes,
en nuestras palabras confiamos,
¿quién podrá dominarnos?”.
Por la opresión de los humildes,
por los gritos de los desvalidos
estoy decidido a actuar —dice el Señor—
y daré la salvación a quien suspira por ella.
Las palabras del Señor son palabras puras,
plata aquilatada en un crisol de barro,
que ha sido refinada siete veces.
Tú, Señor, nos protegerás,
nos librarás de esta generación por siempre.
Los malvados vagan errantes por todas partes,
la vileza humana llega al colmo.

Proverbios 25

V.— SEGUNDA COLECCIÓN SALOMÓNICA (25—29)

25 Nuevos proverbios de Salomón, recopilados por los hombres de Ezequías, rey de Judá.

Es gloria de Dios ocultar cosas,
es gloria de reyes investigarlas.
La altura de los cielos, la profundidad de la tierra
y la mente de los reyes son indescifrables.
Separa la escoria de la plata
y el platero sacará una copa;
separa al malvado del rey
y la justicia presidirá su reinado.
No presumas delante del rey,
ni te coloques entre los grandes;
es mejor que te inviten a subir,
que ser humillado ante los nobles.
Lo que han visto tus ojos
no tengas prisa en denunciarlo,
pues ¿qué harás al final
cuando tu prójimo te desmienta?
Arregla tu pleito con tu prójimo
y no descubras secreto ajeno,
10 no sea que algún oyente te avergüence
y tu deshonra no tenga remedio.
11 Manzana de oro engastada en plata,
una palabra dicha a tiempo.
12 Anillo y collar de oro puro,
reprensión sabia en oído atento.
13 Frescura de nieve en día de siega,
el mensajero fiel para quien lo envía,
pues reanima a su señor.
14 Nubes y viento que no dejan lluvia,
quien presume de regalos que no ha hecho.
15 Con paciencia se convence al gobernante,
palabra amable quiebra la resistencia.
16 Si encuentras miel, come lo necesario;
no sea que te hartes y la vomites.
17 Visita con mesura la casa del vecino,
no sea que se harte y te aborrezca.
18 Maza, espada y flecha aguda,
quien da falso testimonio contra el prójimo.
19 Diente picado y pie vacilante
es confiar en traidor en el apuro.
20 Cantar coplas a un corazón malherido
es como echar vinagre en la llaga
o tiritar de frío sin tener con qué abrigarse.
21 Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer;
si tiene sed, dale de beber;
22 así harás que la cara le arda de vergüenza
y el Señor te recompensará.
23 El viento del norte provoca lluvia;
la lengua embustera, rostros airados.
24 Mejor es vivir en rincón de buhardilla
que en amplia mansión con mujer pendenciera.
25 Agua fresca en garganta sedienta,
una buena noticia de tierras lejanas.
26 Fuente turbia y manantial contaminado
es el justo que tiembla ante el malvado.
27 No es bueno comer mucha miel,
ni empacharse de honores.
28 Ciudad desarmada y sin muralla,
la persona que no tiene autocontrol.

1 Tesalonicenses 4

II.— INSTRUCCIONES Y RECOMENDACIONES DIVERSAS (4,1—5,22)

Una vida agradable a Dios

Por lo demás, hermanos, os pedimos y exhortamos a que, lo mismo que aprendisteis de nosotros a comportaros como conviene, agradando a Dios, así sigáis comportándoos para que progreséis lo más posible. Conocéis cuáles fueron las instrucciones que os dimos de parte de Jesús, el Señor. Dios, en efecto, quiere que viváis como consagrados a él, que os abstengáis de acciones deshonestas y que cada uno de vosotros sepa vivir con su mujer santa y decorosamente, sin que os arrastre la pasión, como arrastra a los paganos que no conocen a Dios. Y que nadie en este asunto atropelle o conculque los derechos de su hermano porque, como ya os dijimos e insistimos en su día, el Señor hará justicia de todas estas cosas. Pues no os ha llamado Dios a vivir en la impureza, sino como consagrados a él. Por eso, quien rechaza esto, no rechaza una norma humana, sino a Dios que es quien os da su santo Espíritu.

En cuanto al amor fraterno, no hace falta que os diga nada por escrito, ya que el mismo Dios os ha enseñado a amaros los unos a los otros. 10 Y así lo practicáis con todos los hermanos de la entera Macedonia. Sólo os pedimos, hermanos, que progreséis en ello más y más, 11 que procuréis vivir tranquilos, que os ocupéis de vuestros asuntos y que trabajéis con vuestras manos, según las instrucciones que os dimos. 12 Así os ganaréis el respeto de los no cristianos y no tendréis que importunar a nadie.

Sobre los difuntos

13 Hermanos, no queremos que ignoréis la suerte de aquellos que ya han muerto. Así no estaréis tristes como lo están los que carecen de esperanza. 14 Nosotros creemos que Jesús ha muerto y ha resucitado; pues, igualmente, Dios llevará consigo a quienes han muerto unidos a Jesús.

15 Apoyados en la palabra del Señor, os aseguramos que nosotros los que estemos vivos, los supervivientes en el día de la manifestación del Señor no tendremos preferencia sobre los que ya murieron. 16 Porque el Señor mismo bajará del cielo y, a la voz de mando, cuando se oiga la voz del arcángel y resuene la trompeta divina, resucitarán en primer lugar los que murieron unidos a Cristo. 17 Después nosotros, los que aún quedemos vivos, seremos arrebatados, junto con ellos, entre nubes, y saldremos por los aires al encuentro del Señor. De este modo viviremos siempre con el Señor. 18 Alentaos, pues, unos a otros con esta enseñanza.

La Palabra (España) (BLP)

La Palabra, (versión española) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España