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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina-Valera Antigua (RVA)
Version
1 Crónicas 26-27

26 CUANTO á los repartimientos de los porteros: De los Coraitas: Meselemia hijo de Coré, de los hijos de Asaph.

Los hijos de Meselemia: Zachârías el primogénito, Jediael el segundo, Zebadías el tercero, Jatnael el cuarto;

Elam el quinto, Johanam el sexto, Elioenai el séptimo.

Los hijos de Obed-edom: Semeías el primogénito, Jozabad el segundo, Joab el tercero, el cuarto Sachâr, el quinto Nathanael;

El sexto Anmiel, el séptimo Issachâr, el octavo Peullethai: porque Dios había bendecido á Obed-edom.

También de Semeías su hijo nacieron hijos que fueron señores sobre la casa de sus padres; porque eran varones muy valerosos.

Los hijos de Semeías: Othni, Raphael, Obed, Elzabad, y sus hermanos, hombres esforzados; asimismo Eliú, y Samachîas.

Todos estos de los hijos de Obed-edom: ellos con sus hijos y sus hermanos, hombres robustos y fuertes para el ministerio; sesenta y dos, de Obed-edom.

Y los hijos de Meselemia y sus hermanos, dieciocho hombres valientes.

10 De Hosa, de los hijos de Merari: Simri el principal, (aunque no era el primogénito, mas su padre lo puso para que fuese cabeza;)

11 El segundo Hilcías, el tercero Tebelías, el cuarto Zachârías: todos los hijos de Hosa y sus hermanos fueron trece.

12 Entre estos se hizo la distribución de los porteros, alternando los principales de los varones en la guardia con sus hermanos, para servir en la casa de Jehová.

13 Y echaron suertes, el pequeño con el grande, por las casas de sus padres, para cada puerta.

14 Y cayó la suerte al oriente á Selemía. Y á Zachârías su hijo, consejero entendido, metieron en las suertes: y salió la suerte suya al norte.

15 Y por Obed-edom, al mediodía; y por sus hijos, la casa de la consulta.

16 Por Suppim y Hosa al occidente, con la puerta de Sallechêt al camino de la subida, guardia contra guardia.

17 Al oriente seis Levitas, al norte cuatro de día; al mediodía cuatro de día; y á la casa de la consulta, de dos en dos.

18 En la cámara de los vasos al occidente, cuatro al camino, y dos en la cámara.

19 Estos son los repartimientos de los porteros, hijos de los Coraitas, y de los hijos de Merari.

20 Y de los Levitas, Achîas tenía cargo de los tesoros de la casa de Dios, y de los tesoros de las cosas santificadas.

21 Cuanto á los hijos de Ladán, hijos de Gersón: de Ladán, los príncipes de las familias de Ladán fueron Gersón, y Jehieli.

22 Los hijos de Jehieli, Zethán y Joel su hermano, tuvieron cargo de los tesoros de la casa de Jehová.

23 Acerca de los Amramitas, de los Isharitas, de los Hebronitas, y de los Uzzielitas,

24 Sebuel hijo de Gersón, hijo de Moisés, era principal sobre los tesoros.

25 En orden á su hermano Eliezer, hijo de éste era Rehabía, hijo de éste Isaías, hijo de éste Joram, hijo de éste Zichri, del que fué hijo Selomith.

26 Este Selomith y sus hermanos tenían cargo de todos los tesoros de todas las cosas santificadas, que había consagrado el rey David, y los príncipes de las familias, y los capitanes de millares y de cientos, y los jefes del ejército;

27 De lo que habían consagrado de las guerras y de los despojos, para reparar la casa de Jehová.

28 Asimismo todas las cosas que había consagrado Samuel vidente, y Saúl hijo de Cis, y Abner hijo de Ner, y Joab hijo de Sarvia: y todo lo que cualquiera consagraba, estaba bajo la mano de Selomith y de sus hermanos.

29 De los Isharitas, Chenanía y sus hijos eran gobernadores y jueces sobre Israel en las obras de fuera.

30 De los Hebronitas, Hasabías y sus hermanos, hombres de vigor, mil y setecientos, gobernaban á Israel de la otra parte del Jordán, al occidente, en toda la obra de Jehová, y en el servicio del rey.

31 De los Hebronitas, Jerías era el principal entre los Hebronitas repartidos en sus linajes por sus familias. En el año cuarenta del reinado de David se registraron, y halláronse entre ellos fuertes y vigorosos en Jazer de Galaad.

32 Y sus hermanos, hombres valientes, eran dos mil y setecientos, cabezas de familias, los cuales el rey David constituyó sobre los Rubenitas, Gaditas, y sobre la media tribu de Manasés, para todas las cosas de Dios, y los negocios del rey.

27 Y LOS hijos de Israel según su número, á saber, príncipes de familias, tribunos, centuriones y oficiales de los que servían al rey en todos los negocios de las divisiones que entraban y salían cada mes en todos los meses del año, eran en cada división veinte y cuatro mil.

Sobre la primera división del primer mes estaba Jasobam hijo de Zabdiel; y había en su división veinte y cuatro mil.

De los hijos de Phares fué él jefe de todos los capitanes de las compañías del primer mes.

Sobre la división del segundo mes estaba Dodai Ahohita: y Micloth era mayor general en su división, en la que también había veinte y cuatro mil.

El jefe de la tercera división para el tercer mes era Benaías, hijo de Joiada sumo sacerdote; y en su división había veinte y cuatro mil.

Este Benaías era valiente entre los treinta y sobre los treinta; y en su división estaba Amisabad su hijo.

El cuarto jefe para el cuarto mes era Asael hermano de Joab, y después de él Zebadías su hijo; y en su división había veinte y cuatro mil.

El quinto jefe para el quinto mes era Sambuth Izrita: y en su división había veinte y cuatro mil.

El sexto para el sexto mes era Hira hijo de Icces, de Tecoa; y en su división veinte y cuatro mil.

10 El séptimo para el séptimo mes era Helles Pelonita, de los hijos de Ephraim; y en su división viente y cuatro mil.

11 El octavo para el octavo mes era Sibbecai Husatita, de Zarahi; y en su división veinte y cuatro mil.

12 El noveno para el noveno mes era Abiezer Anathothita, de los Benjamitas; y en su división veinte y cuatro mil.

13 El décimo para el décimo mes era Maharai Nethophathita, de Zarahi; y en su división veinte y cuatro mil.

14 El undécimo para el undécimo mes era Benaías Piratonita, de los hijos de Ephraim; y en su división veinte y cuatro mil.

15 El duodécimo para el duodécimo mes era Heldai Nethophathita, de Othniel; y en su división veinte y cuatro mil.

16 Asimismo sobre las tribus de Israel: el jefe de los Rubenitas era Eliezer hijo de Zichri; de los Simeonitas, Sephatías, hijo de Maachâ:

17 De los Levitas, Hasabías hijo de Camuel; de los Aaronitas, Sadoc;

18 De Judá, Eliú, uno de los hermanos de David; de los de Issachâr, Omri hijo de Michâel.

19 De los de Zabulón, Ismaías hijo de Abdías; de los de Nephtalí, Jerimoth hijo de Azriel;

20 De los hijos de Ephraim, Oseas hijo de Azazía; de la media tribu de Manasés, Joel hijo de Pedaía;

21 De la otra media tribu de Manasés en Galaad, Iddo hijo de Zachârías; de los de Benjamín, Jaaciel hijo de Abner;

22 Y de Dan, Azarael hijo de Jeroam. Estos fueron los jefes de las tribus de Israel.

23 Y no tomó David el número de los que eran de veinte años abajo, por cuanto Jehová había dicho que él había de multiplicar á Israel como las estrellas del cielo.

24 Joab hijo de Sarvia había comenzado á contar, mas no acabó, pues por esto vino la ira sobre Israel: y así el número no fué puesto en el registro de las crónicas del rey David.

25 Y Azmaveth hijo de Adiel tenía cargo de los tesoros del rey; y de los tesoros de los campos, y de las ciudades, y de las aldeas y castillos, Jonathán hijo de Uzzías;

26 Y de los que trabajaban en la labranza de las tierras, Ezri hijo de Chêlud;

27 Y de las viñas Simi Ramathita; y del fruto de las viñas para las bodegas, Zabdías Siphmita;

28 Y de los olivares é higuerales que había en las campiñas, Baal-hanan Gederita; y de los almacenes del aceite, Joas;

29 De las vacas que pastaban en Sarón, Sitrai Saronita; y de las vacas que estaban en los valles, Saphat hijo de Adlai;

30 Y de los camellos, Obil Ismaelita; y de las asnas, Jedías Meronothita;

31 Y de las ovejas, Jaziz Agareno. Todos estos eran superintendentes de la hacienda del rey David.

32 Y Jonathán, tío de David, era consejero, varón prudente y escriba; y Jehiel hijo de Hacmoni estaba con los hijos del rey.

33 Y también Achitophel era consejero del rey; y Husai Arachita amigo del rey.

34 Después de Achitophel era Joiada hijo de Benaías, y Abiathar. Y Joab era el general del ejército del rey.

2 Pedro 1

SIMON Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, á los que habéis alcanzado fe igualmente preciosa con nosotros en la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo:

Gracia y paz os sea multiplicada en el conocimiento de Dios, y de nuestro Señor Jesús.

Como todas las cosas que pertenecen á la vida y á la piedad nos sean dadas de su divina potencia, por el conocimiento de aquel que nos ha llamado por su gloria y virtud:

Por las cuales nos son dadas preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina, habiendo huído de la corrupción que está en el mundo por concupiscencia.

Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, mostrad en vuestra fe virtud, y en la virtud ciencia;

Y en la ciencia templanza, y en la templanza paciencia, y en la paciencia temor de Dios;

Y en el temor de Dios, amor fraternal, y en el amor fraternal caridad.

Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejarán estar ociosos, ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

Mas el que no tiene estas cosas, es ciego, y tiene la vista muy corta, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.

10 Por lo cual, hermanos, procurad tanto más de hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.

11 Porque de esta manera os será abundantemente administrada la entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

12 Por esto, yo no dejaré de amonestaros siempre de estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente.

13 Porque tengo por justo, en tanto que estoy en este tabernáculo, de incitaros con amonestación:

14 Sabiendo que brevemente tengo de dejar mi tabernáculo, como nuestro Señor Jesucristo me ha declarado.

15 También yo procuraré con diligencia, que después de mi fallecimiento, vosotros podáis siempre tener memoria de estas cosas.

16 Porque no os hemos dado á conocer la potencia y la venida de nuestro Señor Jesucristo, siguiendo fábulas por arte compuestas; sino como habiendo con nuestros propios ojos visto su majestad.

17 Porque él había recibido de Dios Padre honra y gloria, cuando una tal voz fué á él enviada de la magnífica gloria: Este es el amado Hijo mío, en el cual yo me he agradado.

18 Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos juntamente con él en el monte santo.

19 Tenemos también la palabra profética más permanente, á la cual hacéis bien de estar atentos como á una antorcha que alumbra en lugar oscuro hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones:

20 Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de particular interpretación;

21 Porque la profecía no fué en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.

Miqueas 4

Y ACONTECERA en los postreros tiempos, que el monte de la casa de Jehová será constituído por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán á él pueblos.

Y vendrán muchas gentes, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y á la casa del Dios de Jacob; y enseñarános en sus caminos, y andaremos por sus veredas: porque de Sión saldrá la ley, y de Jerusalem la palabra de Jehová.

Y juzgará entre muchos pueblos, y corregirá fuertes gentes hasta muy lejos: y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces: no alzará espada gente contra gente, ni más se ensayarán para la guerra.

Y cada uno se sentará debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien amedrente: porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.

Bien que todos los pueblos anduvieren cada uno en el nombre de sus dioses, nosotros con todo andaremos en el nombre de Jehová nuestro Dios para siempre y eternalmente.

En aquel día, dice Jehová, juntaré la coja, y recogeré la amontada, y á la que afligí:

Y pondré á la coja para sucesión, y á la descarriada para nación robusta: y Jehová reinará sobre ellos en el monte de Sión desde ahora para siempre.

Y tú, oh torre del rebaño, la fortaleza de la hija de Sión vendrá hasta ti: y el señorío primero, el reino vendrá á la hija de Jerusalem.

Ahora ¿por qué gritas tanto? ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te ha tomado dolor como de mujer de parto?

10 Duélete y gime, hija de Sión como mujer de parto; porque ahora saldrás de la ciudad, y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia: allí serás librada, allí te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos.

11 Ahora empero se han juntado muchas gentes contra ti, y dicen: Sea profanada, y vean nuestros ojos su deseo sobre Sión.

12 Mas ellos no conocieron los pensamientos de Jehová, ni entendieron su consejo: por lo cual los juntó como gavillas en la era.

13 Levántate y trilla, hija de Sión, porque tu cuerno tornaré de hierro, y tus uñas de metal, y desmenuzarás muchos pueblos; y consagrarás á Jehová sus robos, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.

Lucas 13

13 Y EN este mismo tiempo estaban allí unos que le contaban acerca de los Galileos, cuya sangre Pilato había mezclado con sus sacrificios.

Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos Galileos, porque han padecido tales cosas, hayan sido más pecadores que todos los Galileos?

No, os digo; antes si no os arrepintiereis, todos pereceréis igualmente.

O aquellos dieciocho, sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que ellos fueron más deudores que todos los hombres que habitan en Jerusalem?

No, os digo; antes si no os arrepintiereis, todos pereceréis asimismo.

Y dijo esta parábola: Tenía uno una higuera plantada en su viña, y vino á buscar fruto en ella, y no lo halló.

Y dijo al viñero: He aquí tres años ha que vengo á buscar fruto en esta higuera, y no lo hallo; córtala, ¿por qué ocupará aún la tierra?

El entonces respondiendo, le dijo: Señor, déjala aún este año, hasta que la excave, y estercole.

Y si hiciere fruto, bien; y si no, la cortarás después.

10 Y enseñaba en una sinagoga en sábado.

11 Y he aquí una mujer que tenía espíritu de enfermedad dieciocho años, y andaba agobiada, que en ninguna manera se podía enhestar.

12 Y como Jesús la vió, llamóla, y díjole: Mujer, libre eres de tu enfermedad.

13 Y puso las manos sobre ella; y luego se enderezó, y glorificaba á Dios.

14 Y respondiendo el príncipe de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese curado en sábado, dijo á la compañía: Seis días hay en que es necesario obrar: en estos, pues, venid y sed curados, y no en días de sábado.

15 Entonces el Señor le respondió, y dijo: Hipócrita, cada uno de vosotros ¿no desata en sábado su buey ó su asno del pesebre, y lo lleva á beber?

16 Y á esta hija de Abraham, que he aquí Satanás la había ligado dieciocho años, ¿no convino desatar la de esta ligadura en día de sábado?

17 Y diciendo estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios: mas todo el pueblo se gozaba de todas las cosas gloriosas que eran por él hechas.

18 Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y á qué le compararé?

19 Semejante es al grano de la mostaza, que tomándo lo un hombre lo metió en su huerto; y creció, y fué hecho árbol grande, y las aves del cielo hicieron nidos en sus ramas.

20 Y otra vez dijo: ¿A qué compararé el reino de Dios?

21 Semejante es á la levadura, que tomó una mujer, y la escondió en tres medidas de harina, hasta que todo hubo fermentado.

22 Y pasaba por todas las ciudades y aldeas, enseñando, y caminando á Jerusalem.

23 Y díjole uno: Señor, ¿son pocos los que se salvan? Y él les dijo:

24 Porfiad á entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.

25 Después que el padre de familia se levantare, y cerrare la puerta, y comenzareis á estar fuera, y llamar á la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos; y respondiendo os dirá: No os conozco de dónde seáis.

26 Entonces comenzaréis á decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste;

27 Y os dirá: Dígoos que no os conozco de dónde seáis; apartaos de mí todos los obreros de iniquidad.

28 Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando viereis á Abraham, y á Isaac, y á Jacob, y á todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros excluídos.

29 Y vendrán del Oriente y del Occidente, del Norte y del Mediodía, y se sentarán á la mesa en el reino de Dios.

30 Y he aquí, son postreros los que eran los primeros; y son primeros los que eran los postreros

31 Aquel mismo día llegaron unos de los Fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar.

32 Y les dijo: Id, y decid á aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y acabo sanidades hoy y mañana, y al tercer día soy consumado.

33 Empero es menester que hoy, y mañana, y pasado mañana camine; porque no es posible que profeta muera fuera de Jerusalem.

34 Jerusalem, Jerusalem! que matas á los profetas, y apedreas á los que son enviados á ti: ­cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina sus pollos debajo de sus alas, y no quisiste!

35 He aquí, os es dejada vuestra casa desierta: y os digo que no me veréis hasta que venga tiempo cuando digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor.