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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
La Biblia de las Américas (LBLA)
Version
1 Crónicas 22

Preparativos de David para el templo

22 Entonces David dijo: Esta es la casa del Señor Dios, y este es el altar del holocausto para Israel(A).

Y dio órdenes[a] David de reunir a los extranjeros que estaban en la tierra de Israel(B), y designó canteros para labrar piedras para edificar la casa de Dios(C). Preparó David grandes cantidades de hierro(D) para hacer[b] clavos para las puertas de la entrada y para las grapas, y más bronce del que podía pesarse(E); y madera de cedro incalculable, porque los sidonios y los tirios trajeron grandes cantidades de madera de cedro a David(F). Y dijo David: Mi hijo Salomón es joven y sin experiencia(G), y la casa que ha de edificarse al Señor será de gran magnificencia, de renombre y de gloria por todas las tierras. Por tanto haré preparativos para ella. Y David hizo grandes preparativos antes de su muerte.

Entonces llamó a su hijo Salomón(H), y le encargó que edificara una casa al Señor, Dios de Israel. Y dijo David a Salomón: Hijo mío, yo tenía el propósito de[c] edificar una casa al nombre del Señor mi Dios(I). Pero vino a mí la palabra del Señor, diciendo: «Tú has derramado sangre en abundancia, y has emprendido[d] grandes guerras; no edificarás una casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí(J). He aquí, te nacerá un hijo, que será hombre de paz[e]; yo le daré paz[f] de todos sus enemigos en derredor(K), pues Salomón[g](L) será su nombre y en sus días daré paz y reposo a Israel. 10 El edificará una casa a mi nombre, y él será mi hijo y yo seré su padre; y estableceré el trono de su reino sobre Israel para siempre(M)». 11 Ahora pues, hijo mío, el Señor sea contigo(N) para que prosperes y edifiques la casa del Señor tu Dios tal como Él ha hablado de ti. 12 Que[h] el Señor te dé prudencia y entendimiento(O), y te dé dominio sobre Israel, para que guardes la ley del Señor tu Dios(P). 13 Entonces prosperarás, si te cuidas de observar los estatutos y ordenanzas que el Señor ordenó a Moisés para Israel(Q). Esfuérzate y sé valiente, no temas ni te acobardes(R). 14 He aquí, con grandes esfuerzos[i] he preparado para la casa del Señor cien mil talentos[j] de oro y un millón de talentos de plata(S), y bronce y hierro sin medida(T), porque hay[k] en abundancia; también he preparado madera y piedra, a lo cual tú podrás añadir. 15 Además, contigo hay muchos obreros, canteros, albañiles, carpinteros y todo experto en toda clase de obra. 16 Del oro, de la plata, del bronce y del hierro no hay límite. Levántate y trabaja, y que el Señor sea contigo(U).

17 David también ordenó a todos los jefes de Israel que ayudaran a su hijo Salomón(V), diciendo: 18 ¿No está con vosotros el Señor vuestro Dios? ¿Y no os ha dado paz[l] por todos lados(W)? Pues Él ha entregado en mi mano a los habitantes de la tierra, y la tierra está sojuzgada delante del Señor y delante de su pueblo. 19 Disponed ahora vuestro corazón y vuestra alma para buscar al Señor vuestro Dios(X); levantaos, pues, y edificad el santuario del Señor Dios, para que traigáis el arca del pacto del Señor(Y) y los utensilios sagrados de Dios a la casa que se ha de edificar para el nombre del Señor(Z).

1 Pedro 3

Deberes conyugales

Asimismo vosotras, mujeres(A), estad sujetas a vuestros maridos(B), de modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres(C) al observar vuestra conducta casta y respetuosa[a]. Y que vuestro adorno no sea externo(D): peinados ostentosos[b], joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea el yo interno[c](E), con el adorno[d] incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios. Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios(F), estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor(G), y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor(H).

Y vosotros, maridos(I), igualmente, convivid de manera comprensiva[e] con vuestras mujeres, como con un vaso más frágil(J), puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.

El secreto de la vida feliz

En conclusión, sed todos de un mismo sentir[f](K), compasivos, fraternales(L), misericordiosos(M) y de espíritu humilde(N); no devolviendo mal por mal(O), o insulto por insulto(P), sino más bien bendiciendo(Q), porque fuisteis llamados(R) con el propósito de heredar bendición(S). 10 Pues

El que quiere amar la vida y ver días buenos,
refrene su lengua del mal y sus labios no hablen engaño(T).
11 Apártese del mal y haga el bien;
busque la paz y sígala(U).
12 Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
y sus oídos atentos a sus oraciones;
pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal(V).

Sufriendo por la justicia

13 ¿Y quién os podrá hacer daño si demostráis tener celo por lo bueno(W)? 14 Pero aun si sufrís por causa de la justicia(X), dichosos sois(Y). Y no os amedrentéis por temor a ellos[g] ni os turbéis(Z), 15 sino santificad a Cristo como Señor(AA) en vuestros corazones, estando siempre preparados para presentar defensa(AB) ante todo el que os demande razón de[h] la esperanza que hay en vosotros(AC), pero hacedlo con mansedumbre(AD) y reverencia[i](AE); 16 teniendo buena conciencia(AF), para que en aquello en que sois calumniados(AG), sean avergonzados los que difaman vuestra buena conducta en Cristo. 17 Pues es mejor(AH) padecer por hacer el bien, si así es la voluntad de Dios(AI), que por hacer el mal. 18 Porque también Cristo murió[j] por los pecados(AJ) una sola vez(AK), el justo por los injustos, para llevarnos a Dios(AL), muerto en la carne(AM) pero vivificado en el espíritu[k](AN); 19 en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados(AO), 20 quienes en otro tiempo fueron desobedientes cuando la paciencia de Dios(AP) esperaba en los días de Noé(AQ), durante la construcción del arca(AR), en la cual unos pocos, es decir, ocho(AS) personas(AT), fueron salvadas por medio del agua. 21 Y correspondiendo a esto, el bautismo ahora os salva(AU) (no quitando la suciedad de la carne(AV), sino como una petición a Dios de una buena conciencia(AW)) mediante la resurrección de Jesucristo(AX), 22 quien está a la diestra de Dios(AY), habiendo subido[l] al cielo(AZ) después de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades(BA).

Miqueas 1

Condenación de Israel y Judá

Palabra del Señor(A) que vino a Miqueas de Moréset(B) en los días de Jotam(C), Acaz(D) y Ezequías(E), reyes de Judá; lo que vio acerca de Samaria y Jerusalén.

Oíd, pueblos todos[a],
escucha, tierra y cuanto hay en ti(F);
sea el Señor Dios[b] testigo contra vosotros(G),
el Señor desde su santo templo.
Porque he aquí, el Señor sale de su lugar(H),
y descenderá y hollará las alturas de la tierra(I).
Debajo de Él los montes se derretirán(J),
y los valles se hendirán,
como la cera ante el fuego,
como las aguas derramadas por una pendiente.
Todo esto por la rebelión de Jacob
y por los pecados de la casa de Israel.
¿Cuál es la rebelión de Jacob(K)?
¿No es Samaria(L)?
¿Cuál es el lugar alto[c] de Judá?
¿No es Jerusalén(M)?
Haré, pues, de Samaria un montón de ruinas en el[d] campo(N),
lugares para plantar viñas(O);
derramaré sus piedras por el valle(P),
y pondré al descubierto sus cimientos(Q).
Todos sus ídolos serán destrozados(R),
y todas sus ganancias serán quemadas por el fuego,
y asolaré todas sus imágenes,
porque las juntó de ganancias de ramera(S),
y a ganancias de ramera volverán.

Por eso me lamentaré y gemiré,
andaré descalzo y desnudo(T),
daré aullidos como los chacales
y lamentos como los avestruces(U).
Porque es incurable su herida[e](V),
pues ha llegado hasta Judá(W);
se ha acercado hasta la puerta de mi pueblo,
hasta Jerusalén(X).
10 En Gat no lo anunciéis(Y),
tampoco[f] lloréis.
En Bet-le-afrá[g] revuélcate en el polvo.
11 Vete[h] al cautiverio, habitante de Safir[i], en vergonzosa desnudez(Z).
La que habita en Zaanán[j](AA) no escapa[k].
La lamentación de Bet-esel[l] es
que Él quitará de vosotros su apoyo[m].
12 Porque se debilita esperando el bien(AB)
la que habita en Marot[n],
pues la calamidad ha descendido del Señor
hasta la puerta de Jerusalén(AC).
13 Unce al carro los corceles,
habitante de Laquis(AD)
(ella fue principio de pecado
para la hija de Sión);
porque en ti fueron halladas
las rebeliones de Israel(AE).
14 Por tanto, darás presentes(AF) de despedida
a Moréset-gat;
las casas de Aczib[o](AG) serán un engaño(AH)
para los reyes de Israel.
15 Además, traeré contra ti
al que toma posesión,
oh habitante de Maresa[p](AI).
Hasta Adulam se irá la gloria de Israel(AJ).
16 Arráncate los cabellos y ráete(AK)
por los hijos de tus delicias;
ensancha tu calva como la del buitre,
porque irán al cautiverio lejos de ti(AL).

Lucas 10

Jesús envía a los setenta

10 Después de esto, el Señor(A) designó a otros setenta[a], y los envió de dos en dos(B) delante de Él(C), a toda ciudad y lugar adonde Él había de ir. Y les decía: La mies es mucha, pero los obreros pocos; rogad, por tanto, al Señor de la mies que envíe obreros a su mies(D). Id; mirad que os envío como corderos en medio de lobos(E). (F)No llevéis bolsa, ni alforja[b], ni sandalias; y a nadie saludéis por el camino. En cualquier casa que entréis, decid primero: «Paz a esta casa». Y si hay allí un hijo de paz, vuestra paz reposará sobre él; pero si no, se volverá a vosotros. Permaneced entonces en esa casa[c], comiendo y bebiendo lo que os den[d]; porque el obrero es digno de su salario(G). No os paséis de casa en casa. En cualquier ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os sirvan(H); sanad a los enfermos que haya en ella, y decidles: «Se ha acercado a vosotros el reino de Dios(I)». 10 Pero en cualquier ciudad donde entréis, y no os reciban, salid a sus calles, y decid: 11 «Hasta el polvo de vuestra ciudad que se pega a nuestros pies, nos lo sacudimos en protesta contra vosotros(J); empero sabed esto: que el reino de Dios se ha acercado(K)». 12 Os digo que en aquel día será más tolerable el castigo para Sodoma que para aquella ciudad(L). 13 ¡(M)Ay de ti Corazín! ¡Ay de ti Betsaida! Porque si los milagros[e] que se hicieron en vosotras hubieran sido hechos en Tiro y Sidón, hace tiempo que se hubieran arrepentido sentados en cilicio y ceniza(N). 14 Por eso, en el juicio será más tolerable el castigo para Tiro y Sidón(O) que para vosotras. 15 Y tú, Capernaúm(P), ¿acaso serás elevada hasta los cielos? ¡Hasta el Hades[f] serás hundida(Q)! 16 El que a vosotros escucha, a mí me escucha(R), y el que a vosotros rechaza, a mí me rechaza; y el que a mí me rechaza, rechaza al que me envió(S).

Regreso de los setenta

17 Los setenta[g] regresaron con gozo, diciendo: Señor, hasta los demonios se nos sujetan en tu nombre(T). 18 Y Él les dijo: Yo veía a Satanás(U) caer del cielo como un rayo. 19 Mirad, os he dado autoridad para hollar sobre serpientes(V) y escorpiones, y sobre todo el poder del enemigo, y nada os hará daño. 20 Sin embargo, no os regocijéis en esto, de que los espíritus se os sometan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos(W).

Jesús se regocija

21 (X)En aquella misma hora Él se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de tu agrado. 22 Todas las cosas me han sido entregadas(Y) por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo(Z), y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. 23 (AA)Y volviéndose hacia los discípulos, les dijo aparte: Dichosos los ojos que ven lo que vosotros veis; 24 porque os digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron, y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron.

Pregunta sobre la vida eterna

25 (AB)Y he aquí, cierto intérprete de la ley[h] se levantó, y para ponerle[i] a prueba(AC) dijo: Maestro, ¿qué haré para heredar la vida eterna? 26 Y Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué[j] lees en ella? 27 Respondiendo él, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu fuerza, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo(AD). 28 Entonces Jesús le dijo: Has respondido correctamente; haz esto y vivirás(AE). 29 Pero queriendo él justificarse a sí mismo(AF), dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?

Parábola del buen samaritano

30 Respondiendo Jesús, dijo: Cierto hombre bajaba de Jerusalén(AG) a Jericó, y cayó en manos de salteadores, los cuales después de despojarlo y de darle golpes, se fueron, dejándolo medio muerto. 31 Por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado del camino. 32 Del mismo modo, también un levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado del camino. 33 Pero cierto samaritano(AH), que iba de viaje, llegó adonde él estaba; y cuando lo vio, tuvo compasión, 34 y acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre ellas; y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó. 35 Al día siguiente, sacando dos denarios[k], se los dio al mesonero, y dijo: «Cuídalo, y todo lo demás que gastes, cuando yo regrese te lo pagaré». 36 ¿Cuál de estos tres piensas tú que demostró ser prójimo del que cayó en manos de los salteadores? 37 Y él dijo: El que tuvo misericordia de él. Y Jesús le dijo: Ve y haz tú lo mismo.

Jesús visita a Marta y a María

38 Mientras iban ellos de camino, Él entró en cierta aldea; y una mujer llamada Marta(AI) le recibió en su casa. 39 Y ella tenía una hermana que se llamaba María(AJ), que[l] sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra(AK). 40 Pero Marta(AL) se preocupaba con todos los preparativos[m]; y acercándose a Él, le dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. 41 Respondiendo el Señor, le dijo: Marta, Marta(AM), tú estás preocupada y molesta por tantas cosas(AN); 42 pero una sola cosa es necesaria[n](AO), y[o] María(AP) ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada.

La Biblia de las Américas (LBLA)

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