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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
La Biblia de las Américas (LBLA)
Version
1 Reyes 21

La viña de Nabot

21 Y sucedió que después de estas cosas, Nabot de Jezreel tenía una viña que estaba en Jezreel, junto al palacio de Acab(A), rey de Samaria. Y Acab habló a Nabot, diciendo: Dame tu viña(B) para que me sirva de huerta para hortaliza porque está cerca, al lado de mi casa, y yo te daré en su lugar una viña mejor; si prefieres[a], te daré su[b] precio en dinero. Pero Nabot le dijo a Acab: No permita el Señor que te dé la herencia de mis padres(C). Acab entonces se fue a su casa disgustado y molesto(D) a causa de la palabra que Nabot de Jezreel le había dicho; pues dijo: No te daré la herencia de mis padres. Y se acostó en su cama, volvió su rostro y no comió[c].

Pero Jezabel su mujer se acercó a él, y le dijo: ¿Por qué[d] está tu espíritu tan decaído que no comes[e]? Entonces él le respondió: Porque le hablé a Nabot de Jezreel, y le dije: «Dame tu viña por dinero; o, si prefieres, te daré una viña en su lugar». Pero él dijo: «No te daré mi viña». Su mujer Jezabel le dijo: ¿No reinas[f] ahora sobre Israel? Levántate, come[g], y alégrese tu corazón. Yo te daré la viña(E) de Nabot de Jezreel. Y ella escribió cartas en nombre de Acab, las selló con su sello(F) y envió las cartas a los ancianos(G) y a los nobles que vivían en la ciudad con Nabot. Y escribió en las cartas, diciendo: Proclamad ayuno y sentad a Nabot a la cabeza del pueblo. 10 Sentad a dos hombres malvados[h](H) delante de él que testifiquen contra él, diciendo: «Tú has blasfemado a Dios y al rey». Entonces sacadlo y apedreadlo(I) para que muera(J).

11 Los hombres de su ciudad, los ancianos y los nobles que vivían en su ciudad, hicieron como Jezabel les había mandado, tal como estaba escrito en las cartas que ella les había enviado. 12 Proclamaron ayuno(K) y sentaron a Nabot a la cabeza del pueblo. 13 Entonces entraron los dos hombres malvados y se sentaron delante de él; y los dos hombres malvados testificaron contra él, es decir, contra Nabot delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y al rey. Y lo llevaron fuera de la ciudad, lo apedrearon[i] y murió(L). 14 Después enviaron un mensaje a Jezabel, diciendo: Nabot ha sido apedreado y ha muerto. 15 Y[j] cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y había muerto, Jezabel dijo a Acab: Levántate, toma posesión de la viña de Nabot de Jezreel, la cual él se negó a dártela por dinero, porque Nabot no está vivo, sino muerto. 16 Y sucedió que cuando Acab oyó que Nabot había muerto, se[k] levantó para descender a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar posesión de ella.

17 Entonces vino la palabra del Señor a Elías tisbita, diciendo: 18 Levántate, desciende al encuentro de Acab, rey de Israel(M), que está en Samaria; he aquí, él está en la viña de Nabot, adonde ha descendido a tomar posesión de ella. 19 Le hablarás, diciendo: «Así dice el Señor: “¿Has asesinado, y además has tomado posesión de la viña(N)?”». También le hablarás, diciendo: «Así dice el Señor: “En el lugar donde los perros lamieron la sangre de Nabot, los perros lamerán tu sangre, tu misma sangre(O)”». 20 Y Acab dijo a Elías(P): ¿Me has encontrado, enemigo mío? Y él respondió: Te he encontrado, porque te has vendido para hacer el mal ante los ojos del Señor(Q). 21 He aquí, traeré mal sobre ti, te barreré completamente y cortaré(R) de Acab todo varón, tanto siervo como libre en Israel; 22 haré tu casa como la casa de Jeroboam(S), hijo de Nabat, y como la casa de Baasa(T), hijo de Ahías, por la provocación con la que me has provocado a ira y porque has hecho pecar a Israel(U). 23 También de Jezabel ha hablado el Señor, diciendo: «Los perros comerán a Jezabel en la parcela[l] de Jezreel(V)». 24 Cualquiera de Acab que muera en la ciudad, lo comerán los perros, y el que muera en el campo, lo comerán las aves del cielo(W).

25 Ciertamente no hubo ninguno como Acab que se vendiera para hacer lo malo(X) ante los ojos del Señor, porque[m] Jezabel su mujer lo había incitado. 26 Su conducta fue muy abominable, pues fue tras los ídolos(Y) conforme a todo lo que habían hecho los amorreos(Z), a los que el Señor había echado de delante de los hijos de Israel.

27 Y sucedió que cuando Acab oyó estas palabras, rasgó sus vestidos, puso cilicio sobre sus carnes y ayunó, se acostó con el cilicio y andaba abatido[n](AA). 28 Entonces la palabra del Señor vino a Elías tisbita, diciendo: 29 ¿Ves como Acab se ha humillado delante de mí? Porque se ha humillado delante de mí, no traeré el mal en sus días; pero en los días de su hijo(AB) traeré el mal sobre su casa.

1 Tesalonicenses 4

Por lo demás, hermanos(A), os rogamos, pues, y os exhortamos(B) en el Señor Jesús, que como habéis recibido de nosotros instrucciones acerca de la manera en que debéis andar[a](C) y agradar(D) a Dios (como de hecho ya andáis), así abundéis en ello más y más(E). Pues sabéis qué preceptos os dimos por autoridad del[b] Señor Jesús. Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual[c](F); que cada uno de vosotros(G) sepa cómo poseer[d] su propio vaso[e](H) en santificación y honor(I), no en pasión de concupiscencia(J), como los gentiles que no conocen a Dios(K); y que nadie peque y defraude(L) a su hermano en este asunto(M), porque el Señor es el vengador en todas estas cosas(N), como también antes os lo dijimos y advertimos solemnemente(O). Porque Dios no nos ha llamado(P) a impureza(Q), sino a[f] santificación. Por consiguiente, el que rechaza esto no rechaza a hombre, sino al Dios que os da su Espíritu Santo(R).

Mas en cuanto al amor fraternal(S), no tenéis necesidad de que nadie os escriba(T), porque vosotros mismos habéis sido enseñados por Dios a amaros unos a otros(U); 10 porque en verdad lo practicáis(V) con todos los hermanos que están en toda Macedonia. Pero os instamos, hermanos, a que abundéis en ello más y más(W), 11 y a que tengáis por vuestra ambición el llevar una vida tranquila(X), y os ocupéis en vuestros propios asuntos[g](Y) y trabajéis con vuestras manos(Z), tal como os hemos mandado; 12 a fin de que os conduzcáis[h](AA) honradamente para con los de afuera(AB), y no tengáis necesidad de nada(AC).

La venida del Señor

13 Pero no queremos, hermanos, que ignoréis(AD) acerca de los que duermen[i](AE), para que no os entristezcáis como lo hacen los demás(AF) que no tienen esperanza(AG). 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó(AH), así también Dios traerá con Él a los que durmieron[j] en[k] Jesús(AI). 15 Por lo cual os decimos esto por la palabra del Señor(AJ): que nosotros los que estemos vivos(AK) y que permanezcamos hasta la venida del Señor(AL), no precederemos a los que durmieron[l](AM). 16 Pues el Señor mismo(AN) descenderá del cielo(AO) con voz[m](AP) de mando, con voz de arcángel(AQ) y con la trompeta de Dios(AR), y los muertos en Cristo se levantarán primero(AS). 17 Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos(AT), seremos arrebatados(AU) juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire(AV), y así estaremos con el Señor(AW) siempre. 18 Por tanto, confortaos[n] unos a otros con estas palabras.

Daniel 3

La imagen de oro

El rey Nabucodonosor hizo una estatua[a] de oro(A) cuya altura era de sesenta codos[b] y su anchura de seis codos; la levantó en el llano de Dura, en la provincia de Babilonia(B). Y el rey Nabucodonosor mandó reunir a los sátrapas, prefectos y gobernadores, los consejeros, tesoreros, jueces, magistrados y todos los gobernantes de las provincias para que vinieran a la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado(C). Entonces se reunieron los sátrapas, prefectos y gobernadores, los consejeros, tesoreros, jueces, magistrados y todos los gobernantes de las provincias para la dedicación de la estatua que el rey Nabucodonosor había levantado; y todos estaban de pie delante de la estatua que Nabucodonosor había levantado. Y el heraldo proclamó con fuerza: Se os ordena a vosotros, pueblos, naciones y lenguas(D), que en el momento en que oigáis el sonido del cuerno, la flauta, la lira[c], el arpa[d], el salterio[e], la gaita y toda clase de música, os postréis y adoréis la estatua de oro que el rey Nabucodonosor ha levantado(E); pero el que no se postre y adore, será echado inmediatamente[f] en un horno de fuego ardiente(F). Por tanto, en el momento en que todos los pueblos oyeron el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita[g] y toda clase de música, todos los pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que el rey Nabucodonosor había levantado.

Sin embargo[h] en aquel tiempo algunos caldeos se presentaron(G) y acusaron a[i] los judíos(H). Hablaron y dijeron al rey Nabucodonosor: ¡Oh rey, vive para siempre(I)! 10 Tú, oh rey, has proclamado un decreto de que todo hombre que oiga el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, se postre y adore la estatua de oro(J), 11 y el que no se postre y adore, será echado en un horno de fuego ardiente. 12 Pero hay algunos judíos a quienes has puesto sobre la administración de la provincia de Babilonia, es decir, Sadrac, Mesac y Abed-nego(K), y estos hombres, oh rey, no te hacen caso; no sirven a tus dioses ni adoran la estatua de oro que has levantado.

13 Entonces Nabucodonosor, enojado y furioso, dio orden de traer a Sadrac, Mesac y Abed-nego; estos hombres, pues, fueron conducidos ante el rey(L). 14 Habló Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad Sadrac, Mesac y Abed-nego que no servís a mis dioses ni adoráis la estatua de oro que he levantado(M)? 15 ¿Estáis dispuestos ahora, para que cuando oigáis el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, os postréis y adoréis la estatua que he hecho(N)? Porque si no la adoráis, inmediatamente[j] seréis echados en un horno de fuego ardiente(O); ¿y qué dios será el que os libre de mis manos(P)? 16 Sadrac, Mesac y Abed-nego(Q) respondieron y dijeron al rey Nabucodonosor: No necesitamos darte una respuesta acerca de este asunto. 17 Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tu mano, oh rey(R), nos librará(S). 18 Pero si no lo hace, has de saber, oh rey, que no serviremos a tus dioses(T) ni adoraremos la estatua de oro que has levantado(U).

Librados del horno de fuego

19 Entonces Nabucodonosor se llenó de furor, y demudó su semblante contra Sadrac, Mesac y Abed-nego(V). Respondió ordenando que se calentara el horno siete veces más de lo que se acostumbraba calentar. 20 Y mandó que algunos valientes guerreros de su ejército ataran a Sadrac, Mesac y Abed-nego, y los echaran en el horno de fuego ardiente. 21 Entonces estos hombres fueron atados y arrojados con sus mantos[k], sus túnicas[l], sus gorros y sus otras ropas en el horno de fuego ardiente(W). 22 Como la orden[m] del rey era apremiante[n](X) y el horno había sido calentado excesivamente, la llama del fuego mató a los que habían alzado a Sadrac, Mesac y Abed-nego. 23 Pero estos tres hombres, Sadrac, Mesac y Abed-nego cayeron, atados, en medio del horno de fuego ardiente(Y).

24 Entonces el rey Nabucodonosor se espantó, y levantándose apresuradamente preguntó[o] a sus altos oficiales: ¿No eran tres los hombres que echamos atados en medio del fuego? Ellos respondieron y dijeron al rey: Ciertamente, oh rey. 25 El rey respondió y dijo: ¡Mirad! Veo a cuatro hombres sueltos que se pasean en medio del fuego sin sufrir daño alguno[p](Z), y el aspecto del cuarto es semejante al de un hijo de los dioses. 26 Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno de fuego ardiente y[q] dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego, siervos del Dios Altísimo(AA), salid y venid acá. Entonces Sadrac, Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego(AB). 27 Y los sátrapas, los prefectos, los gobernadores y los altos oficiales del rey se reunieron(AC) para ver a estos hombres, cómo el fuego no había tenido efecto[r] alguno sobre sus cuerpos, ni el cabello de sus cabezas se había chamuscado, ni sus mantos[s](AD) habían sufrido daño alguno[t], ni aun olor del fuego había quedado en ellos(AE).

28 Habló Nabucodonosor y dijo: Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego(AF) que ha enviado a su ángel(AG) y ha librado a sus siervos que, confiando en Él(AH), desobedecieron la orden[u] del rey y entregaron sus cuerpos antes de servir y adorar a ningún otro dios excepto a su Dios(AI). 29 Por tanto, proclamo un decreto de que todo pueblo, nación o lengua que diga blasfemia contra el Dios(AJ) de Sadrac, Mesac y Abed-nego(AK) sea descuartizado y sus casas reducidas a escombros[v](AL), ya que no hay otro dios que pueda librar de esta manera(AM). 30 Entonces el rey hizo prosperar a Sadrac, Mesac y Abed-nego en la provincia de Babilonia(AN).

Salmos 107

LIBRO QUINTO

Dios libra de aflicciones

107 (A)Dad gracias al Señor, porque Él es bueno;
porque para siempre es su misericordia(B).
Díganlo los redimidos del Señor(C),
a quienes ha redimido de la mano del adversario(D),
y los ha reunido de las tierras(E),
del oriente y del occidente,
del norte y del sur[a].

Vagaron por el desierto(F), por lugar desolado,
no hallaron camino a ciudad habitada[b](G);
hambrientos y[c] sedientos,
su alma desfallecía en ellos(H).
Entonces en su angustia clamaron al Señor(I),
y Él los libró de sus aflicciones;
y los guió por camino recto[d](J),
para que fueran a una ciudad habitada[e](K).
Den gracias al Señor por su misericordia
y por sus maravillas para con los hijos de los hombres(L).
Porque Él ha saciado al alma sedienta[f](M),
y ha llenado de bienes al alma hambrienta(N).

10 Moradores de tinieblas y de sombra de muerte(O),
prisioneros en miseria[g] y en cadenas[h](P),
11 porque fueron rebeldes a las palabras de Dios(Q)
y despreciaron el consejo del Altísimo(R);
12 humilló pues, sus corazones con trabajos,
tropezaron y no hubo quien los socorriera(S).
13 Entonces en su angustia clamaron al Señor(T)
y Él los salvó de sus aflicciones;
14 los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte(U)
y rompió sus ataduras[i](V).
15 Den gracias al Señor por su misericordia
y por sus maravillas para con los hijos de los hombres(W).
16 Porque Él rompió las puertas de bronce(X)
e hizo pedazos las barras de hierro.

17 Por causa de sus caminos rebeldes[j],
y por causa de sus iniquidades(Y), los insensatos fueron afligidos.
18 Su alma aborreció todo alimento(Z),
y se acercaron(AA) hasta las puertas de la muerte(AB).
19 Entonces en su angustia clamaron al Señor
y Él los salvó de sus aflicciones.
20 Él envió su palabra(AC) y los sanó(AD)
y los libró(AE) de la muerte[k].
21 Den gracias al Señor por su misericordia
y por sus maravillas para con los hijos de los hombres(AF).
22 Ofrezcan también sacrificios de acción de gracias(AG)
y pregonen sus obras con cantos de júbilo(AH).

23 Los que descienden al mar en naves(AI)
y hacen negocio sobre las grandes aguas,
24 ellos han visto las obras del Señor
y sus maravillas en lo profundo.
25 Pues Él habló(AJ), y levantó un viento tempestuoso(AK)
que encrespó las olas del mar[l](AL).
26 Subieron a los cielos, descendieron a las profundidades,
sus almas se consumían[m] por el mal(AM).
27 Temblaban y se tambaleaban como ebrios(AN),
y toda su pericia desapareció[n].
28 Entonces en su angustia clamaron al Señor
y Él los sacó de sus aflicciones.
29 Cambió la tempestad en calma(AO)
y las olas del mar[o] callaron.
30 Entonces se alegraron porque las olas se habían aquietado,
y Él los guió al[p] puerto anhelado.
31 Den gracias al Señor por su misericordia
y por sus maravillas para con los hijos de los hombres(AP).
32 Exáltenle(AQ) también en la congregación del pueblo(AR),
y alábenle en la reunión de los ancianos(AS).

33 Él convierte los ríos en desierto(AT)
y los manantiales en secadales;
34 la tierra fértil(AU) en salinas(AV),
por la maldad de los que moran en ella.
35 Transforma el desierto en estanque de aguas(AW),
y la tierra seca en manantiales;
36 en ella hace morar a los hambrientos,
para que establezcan una ciudad donde vivir[q](AX),
37 y siembren campos, planten viñas(AY),
y recojan una cosecha abundante[r].
38 Los bendice también y se multiplican mucho(AZ),
y no disminuye su ganado(BA).

39 Cuando son disminuidos(BB) y abatidos(BC)
por la opresión, la calamidad y la aflicción,
40 vierte desprecio sobre los príncipes[s](BD),
y los hace vagar(BE) por un yermo sin camino(BF).
41 Pero al pobre(BG) levanta de la miseria y lo pone seguro en alto[t],
y multiplica[u] sus familias(BH) como un rebaño.
42 Los rectos lo ven y se alegran(BI),
pero toda iniquidad cierra su boca(BJ).
43 ¿Quién es sabio(BK)? Que preste atención a estas cosas,
y considere las bondades del Señor(BL).

La Biblia de las Américas (LBLA)

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