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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
La Biblia de las Américas (LBLA)
Version
Deuteronomio 3

Derrota del rey de Basán

(A)Volvimos, pues, y subimos por el camino de Basán, y Og, rey de Basán, nos salió al encuentro con[a] todo su pueblo para pelear en Edrei. Pero el Señor me dijo: «No le tengas miedo, porque en tu mano yo lo he entregado a él, y a todo su pueblo y su tierra; y harás con él tal como hiciste con Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón». Así que el Señor nuestro Dios entregó también a Og, rey de Basán, con todo su pueblo en nuestra mano, y los[b] herimos hasta que no quedaron sobrevivientes[c]. Y tomamos en aquel entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomáramos: sesenta ciudades, toda la región de Argob, el reino de Og en Basán(B). Todas estas eran ciudades fortificadas con altas murallas, puertas y barras, aparte de muchos otros pueblos sin murallas. Las destruimos totalmente[d], como hicimos con Sehón, rey de Hesbón(C), exterminando[e] a todos los hombres, mujeres y niños de cada ciudad[f](D); pero tomamos como nuestro botín todos los animales y los despojos de las ciudades(E). Así tomamos entonces la tierra de mano de los dos reyes de los amorreos que estaban del otro lado del Jordán, desde el valle[g] del Arnón hasta el monte Hermón(F) (los sidonios llaman a Hermón(G), Sirión(H), y los amorreos lo llaman Senir(I)): 10 todas las ciudades de la meseta, todo Galaad y todo Basán(J), hasta Salca y Edrei, ciudades del reino de Og en Basán. 11 (Porque solo Og, rey de Basán, quedaba de los gigantes[h](K). Su[i] cama era una cama de hierro; está en Rabá(L) de los hijos de Amón. Tenía nueve codos[j] de largo y cuatro codos de ancho, según el codo de un hombre.)

Rubén, Gad y Manasés se establecen

12 Tomamos posesión, pues, de esta tierra en aquel tiempo. Desde Aroer, que está en el valle[k] del Arnón(M), y la mitad de la región montañosa de Galaad y sus ciudades, se la di a los rubenitas y a los gaditas(N). 13 Y el resto de Galaad y todo Basán, el reino de Og, toda la región de Argob, se la di a la media tribu de Manasés. (En cuanto a todo Basán, se le llama la tierra de los gigantes[l]. 14 Jair, hijo de Manasés, tomó toda la región de Argob hasta la frontera con Gesur y Maaca, y la[m] llamó, es decir a Basán, según su propio nombre, Havot-jair[n](O), como se llama hasta hoy.) 15 Y a Maquir le di Galaad(P). 16 A los rubenitas y a los gaditas les di desde Galaad hasta el valle[o] del Arnón, el medio del valle[p] como[q] frontera, hasta el arroyo Jaboc, frontera de los hijos de Amón(Q); 17 también el Arabá, con el Jordán como[r] frontera, desde el Cineret[s](R) hasta el mar del Arabá, el mar Salado(S), al pie[t] de las laderas del Pisga(T) al oriente.

18 (U)Y en aquel tiempo yo os ordené, diciendo: «El Señor vuestro Dios os ha dado esta tierra para poseerla; todos vosotros, hombres valientes, cruzaréis armados delante de vuestros hermanos, los hijos de Israel(V). 19 Pero vuestras mujeres(W), vuestros pequeños y vuestro ganado (yo sé que tenéis mucho ganado(X)), permanecerán en las ciudades que os he dado, 20 hasta que el Señor dé reposo a vuestros compatriotas como a vosotros, y posean ellos también la tierra que el Señor vuestro Dios les dará al otro lado del Jordán(Y). Entonces podréis volver cada hombre a la posesión que os he dado(Z)». 21 Y ordené a Josué en aquel tiempo, diciendo: «Tus ojos han visto todo lo que el Señor vuestro Dios ha hecho a estos dos reyes; así hará el Señor a todos los reinos por los cuales vas a pasar. 22 No les temáis, porque el Señor vuestro Dios es el que pelea por vosotros(AA)».

No se le concede a Moisés cruzar el Jordán

23 Yo también supliqué al Señor en aquel tiempo, diciendo: 24 «Oh Señor Dios[u], tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza y tu mano poderosa(AB); porque ¿qué dios hay en los cielos o en la tierra que pueda hacer obras y hechos tan poderosos como los tuyos(AC)? 25 Permíteme, te suplico, cruzar y ver la buena tierra(AD) que está al otro lado del Jordán, aquella[v] buena región montañosa y el Líbano». 26 Pero el Señor se enojó conmigo a causa de vosotros(AE), y no me escuchó; y el Señor me dijo: «¡Basta![w] No me hables más de esto. 27 Sube a la cumbre del Pisga(AF) y alza tus ojos al occidente, al norte, al sur y al oriente, y mírala con tus propios ojos, porque tú no cruzarás este Jordán(AG). 28 Pero encarga a Josué, y anímale y fortalécele(AH), porque él pasará a la cabeza[x] de este pueblo, y él les dará por heredad la tierra que tú verás(AI)». 29 Y nos quedamos en el valle frente a Bet-peor(AJ).

Salmos 85

Oración pidiendo misericordia para la nación

Para el director del coro. Salmo de los hijos de Coré.

85 Oh Señor, tú mostraste favor a tu tierra(A),
cambiaste la cautividad[a] de Jacob(B).
Perdonaste la iniquidad de tu pueblo(C),
cubriste todo su pecado(D). (Selah[b])
Retiraste toda tu furia(E),
te apartaste del ardor de tu ira(F).

Restáuranos(G), oh Dios de nuestra salvación,
haz cesar tu indignación(H) contra nosotros.
¿Estarás airado con nosotros para siempre(I)?
¿Prolongarás tu ira de generación en generación?
¿No volverás a darnos vida(J)
para que tu pueblo se regocije en ti(K)?
Muéstranos, oh Señor, tu misericordia,
y danos tu salvación(L).

Escucharé lo que dirá Dios el Señor,
porque hablará paz a su pueblo(M), a[c] sus santos;
pero que no vuelvan ellos a la insensatez(N).
Ciertamente cercana está su salvación(O) para los que le temen,
para que more su gloria en nuestra tierra(P).
10 La misericordia y la verdad[d] se han encontrado(Q),
la justicia y la paz se han besado(R).
11 La verdad[e] brota de la tierra(S),
y la justicia mira desde los cielos.
12 Ciertamente el Señor dará lo que es bueno(T),
y nuestra tierra dará su fruto(U).
13 La justicia irá delante de Él(V),
y pondrá por camino sus pasos.

Isaías 31

31 ¡Ay de los que descienden a Egipto por ayuda(A)!
En los caballos buscan apoyo(B),
y confían en los carros porque son muchos,
y en los jinetes porque son muy fuertes,
pero no miran(C) al Santo de Israel(D), ni buscan al Señor.
Pero Él también es sabio(E) y traerá el mal(F),
y no se retractará de sus palabras(G);
sino que se levantará contra la casa de los malhechores(H)
y contra la ayuda de los que obran iniquidad(I).
Pues los egipcios son hombres, y no Dios(J),
y sus caballos(K) son carne, y no espíritu;
el Señor, pues, extenderá su mano(L),
y el que ayuda tropezará,
y el que recibe ayuda caerá(M);
todos ellos a una perecerán.

Porque así me dice el Señor:

Tal como gruñe el león(N) o el leoncillo sobre su presa,
contra el que se reúne una multitud[a] de pastores,
y no se atemoriza de sus voces ni se acobarda por su multitud,
así descenderá el Señor de los ejércitos para combatir(O) sobre el monte Sión y sobre su collado.
Como aves que vuelan[b](P), así protegerá el Señor de los ejércitos a Jerusalén;
la protegerá y la librará,
la perdonará y la rescatará(Q).

Volved(R) a aquel de quien tan profundamente os habéis apartado[c], oh hijos(S) de Israel. Porque en aquel día cada uno repudiará sus ídolos de plata y sus ídolos de oro(T), que os han hecho vuestras manos pecadoras(U).

El asirio caerá por espada(V) no de hombre,
y la espada no humana lo devorará(W);
no escapará(X) de[d] la espada,
y sus jóvenes serán sometidos a trabajos forzados(Y).
Su fortaleza[e](Z) a causa del terror pasará,
y sus príncipes se espantarán ante el estandarte(AA)
—declara el Señor, que tiene su fuego(AB) en Sión y su horno en Jerusalén.

Apocalipsis 1

La revelación de Jesucristo

La revelación[a] de Jesucristo, que Dios(A) le dio, para mostrar a sus siervos(B) las cosas que deben suceder pronto(C); y la dio a conocer[b], enviándola por medio de su ángel(D) a su siervo Juan(E), el cual dio testimonio de la palabra de Dios(F), y del testimonio de Jesucristo(G), y de todo lo que vio. Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la profecía(H) y guardan las cosas que están escritas en ella, porque el tiempo está cerca(I).

Saludo a las siete iglesias

Juan(J), a las siete iglesias(K) que están en Asia(L): Gracia a vosotros y paz(M), de aquel(N) que es y que era y que ha de venir, y de los siete Espíritus que están delante de su trono(O), y de Jesucristo, el testigo fiel(P), el primogénito de los muertos(Q) y el soberano de los reyes de la tierra(R). Al que nos ama(S) y nos libertó[c] de nuestros pecados con[d] su sangre, e hizo de nosotros un reino(T) y sacerdotes(U) para su Dios y Padre[e](V), a Él sea la gloria y el dominio por los siglos de los siglos(W). Amén. He aquí, viene con las nubes(X) y todo ojo le verá(Y), aun los que le traspasaron; y todas las tribus[f] de la tierra harán lamentación por Él(Z); sí. Amén.

Yo soy el Alfa y la Omega[g](AA) —dice el Señor Dios(AB)el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso(AC).

Visión de Cristo

Yo, Juan(AD), vuestro hermano(AE) y compañero(AF) en la tribulación, en el reino(AG) y en la perseverancia(AH) en Jesús, me encontraba en la isla llamada Patmos, a causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesús(AI). 10 Estaba yo en el Espíritu[h](AJ) en el día del Señor(AK), y oí detrás de mí una gran voz, como sonido de trompeta(AL), 11 que decía[i]: Escribe en un libro[j](AM) lo que ves, y envíalo a las siete iglesias(AN): a Efeso(AO), Esmirna(AP), Pérgamo(AQ), Tiatira(AR), Sardis(AS), Filadelfia(AT) y Laodicea(AU). 12 Y me volví para ver de quién era la voz que hablaba conmigo. Y al volverme, vi siete candelabros de oro(AV); 13 y en medio de los candelabros(AW), vi a uno semejante al Hijo del Hombre[k](AX), vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies(AY) y ceñido por el pecho con un cinto de oro(AZ). 14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como la blanca lana(BA), como la nieve; sus ojos eran como llama de fuego(BB); 15 sus pies semejantes al bronce bruñido(BC) cuando se le ha hecho refulgir en el horno, y su voz como el ruido de muchas aguas(BD). 16 En su mano derecha tenía siete estrellas(BE), y de su boca salía una aguda espada de dos filos(BF); su rostro(BG) era como el sol cuando brilla con toda su fuerza(BH). 17 Cuando le vi, caí como muerto a sus pies(BI). Y Él puso su mano derecha sobre mí(BJ), diciendo: No temas(BK), yo soy el primero y el último(BL), 18 y el que vive(BM), y estuve muerto(BN); y he aquí, estoy vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del Hades[l](BO). 19 Escribe, pues(BP), las cosas que has visto, y las que son(BQ), y las que han de suceder después de estas(BR). 20 En cuanto al misterio(BS) de las siete estrellas(BT) que viste en mi mano derecha y de los siete candelabros de oro(BU): las siete estrellas(BV) son los ángeles[m] de las siete iglesias(BW), y los siete candelabros(BX) son las siete iglesias.

La Biblia de las Américas (LBLA)

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