Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Deuteronomio 28:20-68

20 »El SEÑOR te enviará maldición, confusión y obstrucción en todo lo que intentes hacer. Al final serás destruido y desaparecerás rápidamente debido a tus actos perversos en los que olvidas al SEÑOR. 21 El SEÑOR te mandará una enfermedad terrible hasta que te extermine de la tierra que vas a ocupar. 22 El SEÑOR te castigará con calor y falta de lluvia; con vientos cálidos y moho, y con una enfermedad que te causará fiebre, sudor y pérdida extrema de peso. Todas esas cosas te pasarán hasta que estés destruido. 23 El cielo sobre tu cabeza será como el bronce y la tierra bajo tus pies será dura como el hierro por la sequía. 24 El SEÑOR hará que la lluvia para tu tierra sea arena y polvo, los cuales caerán sobre ti desde el cielo hasta destruirte.

25 »El SEÑOR permitirá que seas derrotado por tus enemigos. Saldrás en contra de ellos en una dirección, pero huirás de ellos en siete direcciones. Toda la gente en la tierra sentirá temor al ver todo el mal que te suceda. 26 Tu cadáver se convertirá en comida para toda ave en el cielo y todo animal en la tierra, y no habrá nadie que los ahuyente.

27 »El SEÑOR te castigará con llagas como a los egipcios; tumores, sarna y tiña, enfermedades de las que no podrás sanar. 28 El SEÑOR te castigará volviéndote loco, ciego y confuso. 29 Andarás a tientas de día como un ciego en la oscuridad, y fracasarás en todo lo que hagas. Serás oprimido y robado constantemente y no habrá nadie que te salve.

30 »Te comprometerás con una mujer, pero otro hombre la violará. Construirás una casa nueva, pero no vivirás en ella. Plantarás un viñedo, pero no disfrutarás de sus frutos. 31 Tu buey será sacrificado ante tus ojos, pero no comerás nada de él. Tu burro será robado en frente tuyo y no te será devuelto. Tu ganado será entregado a tus enemigos y no habrá nadie que te salve.

32 »Tus hijos e hijas serán entregados a otras naciones y tus ojos se cansarán de buscarlos constantemente, pero no podrás hacer nada.

33 »Una nación que no conoces se comerá tus cosechas y todo aquello por lo que has trabajado tan duro. Serás maltratado y abusado continuamente. 34 Las cosas que verás te volverán loco. 35 El SEÑOR te castigará con llagas dolorosas en las rodillas, en las piernas, desde la planta del pie hasta la cabeza, y no podrás ser curado.

36 »El SEÑOR obligará a ti y a tu rey a ir a una nación que tú ni tus antepasados conocen. Allí servirás a otros dioses hechos de madera y piedra. 37 La gente sentirá terror de ver todo el mal que sufrirás y se burlará de ti, en el pueblo donde el SEÑOR te llevará.

38 »Plantarás muchas semillas en la tierra, pero tu cosecha será pequeña porque las langostas se la comerán. 39 Plantarás viñedos y trabajarás duro en ellos, pero no beberás vino ni cosecharás uvas de ellos porque los gusanos se las comerán. 40 Tendrás olivos en todo tu territorio, pero no te untarás en aceite porque tus olivos se caerán. 41 Tendrás hijos e hijas, pero no se quedarán contigo, porque serán capturados y llevados lejos. 42 Las langostas se comerán todas tus cosechas. 43 El inmigrante que vive entre ustedes ganará más poder mientras ustedes lo irán perdiendo. 44 Él te prestará, pero tú no serás capaz de prestarle. Él irá a la cabeza y tú al final.

45 »Sucederán todas estas maldiciones y continuarán persiguiéndote y apoderándose de ti hasta que seas destruido, porque no obedeciste la voz del SEÑOR tu Dios ni cumpliste sus mandamientos y leyes. 46 Estas maldiciones serán una demostración contra ti y tus descendientes de que Dios te ha juzgado. 47 Todo es porque no quisiste adorar al SEÑOR tu Dios con alegría y sinceridad, a pesar de tener todo en abundancia. 48 Por eso servirás a tus enemigos que el SEÑOR enviará en tu contra, teniendo hambre, sed, desnudez y carencia de todo. Él pondrá un gran peso sobre ti hasta que te haya arruinado.

49 »El SEÑOR enviará contra ti una nación lejana, del final de la tierra, como el águila viene rápidamente del cielo. No conocerás el idioma de aquella nación. 50 Será una nación cruel que no respetará a los ancianos ni tendrá piedad de los jóvenes. 51 Se comerán las crías de tu ganado y las cosechas de tu tierra hasta que estés destruido. No te dejará grano, vino nuevo, aceite, terneros o corderos hasta que estés destruido.

52 »Esa nación te sitiará y atacará todos tus pueblos hasta que tus altas y fuertes murallas en las que tanto confías sean destruidas en toda tu tierra. Esa nación te sitiará y atacará todos tus pueblos en toda la tierra que el SEÑOR tu Dios te ha dado. 53 El enemigo te sitiará y te hará sufrir. No tendrás de qué alimentarte y entonces te comerás a tus propios hijos, los cadáveres de los mismos hijos que el SEÑOR tu Dios te ha dado.

54 »Aun el hombre más tierno y amable entre ustedes se volverá cruel. Mirará con malos ojos a su hermano, a la esposa que ama y al último de los hijos que le queden. 55 No le quedará nada para alimentarse, así que se comerá a sus propios hijos. Para colmo, no compartirá la carne con nadie, ni aun con los de su propia familia. Tal será el sufrimiento que tu enemigo producirá en ti durante el sitio de todas tus ciudades.

56 »Aun la mujer más delicada y amable entre ustedes se volverá cruel. Aunque sea una mujer que ni siquiera pise el suelo de lo delicada que es, se volverá cruel con su amado esposo, con su hijo y con su hija. 57 Se esconderá para dar a luz a su hijo y luego se comerá al bebé junto con la placenta. Todo esto te sucederá cuando tus enemigos te sitien y te hagan sufrir en todas tus ciudades.

58 »Tienes que tener cuidado de obedecer todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro. Respeta el nombre glorioso y temible del SEÑOR tu Dios. 59 Si no, el SEÑOR enviará castigos terribles sobre ti y tus descendientes; castigos severos y duraderos; enfermedades dolorosas y duraderas. 60 Te mandará todas las enfermedades que mandó contra Egipto, las que te asustaron tanto, esas las sufrirás tú. 61 Además, el SEÑOR te enviará cada enfermedad y problema que no está escrito en este libro de esta ley, hasta destruirte. 62 A pesar de ser tan numerosos como las estrellas del cielo, sólo quedarán algunos de ustedes, por no haber obedecido la voz del SEÑOR tu Dios.

63 »Así como el SEÑOR se ha propuesto prosperarte y multiplicarte, así el SEÑOR se propondrá arruinarte y destruirte, y serás echado de la tierra que vas a ocupar. 64 El SEÑOR te esparcirá por todas las naciones de la tierra, de un extremo al otro, y allí servirás a otros dioses extraños de madera y piedra que ni tú ni tus antepasados han conocido antes.

65 »Entre esas naciones no tendrás paz ni habrá lugar para que descanses la planta de tus pies. Allí el SEÑOR te dará una mente preocupada, ojos débiles y garganta seca. 66 Tu vida siempre correrá peligro, estarás asustado día y noche, y no sabrás si seguirás con vida. 67 Será tanto el miedo que tendrás y las cosas que verás, que dirás por la mañana: “¡Si ya atardeciera!”, y en la tarde dirás: “¡Si ya amaneciera!” 68 El SEÑOR te enviará de vuelta a Egipto en barcos, por el camino que te dije que no volverías a ver de nuevo. Allí ustedes tratarán de venderse a sus enemigos como esclavos, pero no habrá quién los compre».

Salmos 119:25-48

Dálet

25 Estoy postrado en el polvo,
    reanímame tal como lo prometiste.
26 Te hablé sobre mi vida y tú me respondiste;
    ahora, enséñame tus mandatos.
27 Ayúdame a entender tus instrucciones,
    para apreciar todas las maravillas que has hecho.
28 Estoy cansado y lloro de tristeza;
    fortaléceme tal como lo prometiste.
29 Aléjame del camino de la mentira
    y guíame con tus enseñanzas.
30 He decidido seguir el camino de la fidelidad;
    prestaré atención a tus órdenes.
31 Me he apegado a tus mandatos, SEÑOR,
    te ruego que no me avergüences.
32 Corro por el camino de tus mandamientos,
    porque tú me haces más sabio.

He

33 SEÑOR, enséñame el camino de tus mandatos,
    y yo lo seguiré hasta el fin.
34 Dame entendimiento para obedecer tus enseñanzas,
    y de todo corazón yo la cumpliré.
35 Guíame por el camino de tus mandamientos,
    porque en él me encuentro a gusto.
36 Pon en mí el deseo de cumplir con tus mandatos
    y no el de satisfacer mis deseos egoístas.
37 Aleja de mi mente los pensamientos inútiles,
    dame vida para vivir en tus caminos.
38 Cumple la promesa que le hiciste a tu siervo,
    la que haces a los que te respetan.
39 Aleja de mí la vergüenza a la que temo,
    porque tus órdenes son sabias y justas.
40 Yo deseo tus instrucciones,
    dame vida de acuerdo a tu justicia.

Vav

41 SEÑOR, que tu fiel amor llegue a mí,
    sálvame como lo prometiste.
42 Así podré responder a quien me ofende,
    porque confío en tu palabra.
43 Ayúdame a hablar siempre de tu verdad;
    confío totalmente en tus órdenes.
44 Cada día y para siempre,
    seguiré tus enseñanzas.
45 Viviré tranquilo,
    porque me esfuerzo por seguir tus instrucciones.
46 Hablaré de tus mandamientos
    y no me avergonzaré de tu palabra delante de los reyes.
47 Me siento muy bien siguiendo tus mandamientos
    porque los amo.
48 Prometo ser fiel a tus mandamientos;
    los amo y me dedicaré a seguir tus mandatos.

Isaías 55

Invitación a los necesitados

55 »Todos los que tengan sed,
    vengan a tomar agua.
Y los que no tengan dinero,
    vengan, compren y coman.
Compren vino y leche,
    sin que les cueste nada, gratis.
¿Para qué gastar el dinero
    en lo que no es verdadera comida?
¿Para qué desperdiciar los ingresos
    en lo que no satisface realmente?
Escúchenme con atención,
    así comerán bien y disfrutarán de buena comida.
Escuchen, vengan a mí.
    Oigan para que vivan.
Haré un pacto eterno con ustedes,
    las promesas fieles y bondadosas hechas a David.
Miren, he hecho que él sea testigo para las naciones,
    gobernante y comandante de las naciones.
Fíjense, ustedes llamarán a naciones desconocidas por ustedes,
    y ellas correrán a su llamado.
Porque el SEÑOR, el Dios de ustedes,
    el Santo Dios de Israel les ha dado dignidad».

Busquen al SEÑOR mientras haya oportunidad de encontrarlo;
    llámenlo mientras esté cerca.
Que el perverso deje de hacer el mal
    y el inicuo deje sus malos pensamientos.
Que se vuelvan al SEÑOR,
    y así él tendrá compasión de ellos.
Que se vuelvan a nuestro Dios,
    porque él es generoso para perdonarlos.

El SEÑOR dice:
«Mis pensamientos no son como los de ustedes,
    ni tampoco mi manera de obrar.
Porque así como el cielo está tan arriba de la tierra,
    de igual manera mi manera de obrar es tan diferente a la de ustedes.
    Mis pensamientos son más altos que los suyos.

10 »La lluvia y la nieve caen de los cielos
    y no se regresan, sino que humedecen la tierra,
la fecundan y la hacen germinar,
    dando semilla al campesino y comida a la gente.
11 Así también pasa con mi mensaje,
    no volverá a mí vacío,
sino que hará lo que yo quiero
    y cumplirá bien el propósito para el que lo envío.
12 Porque ustedes saldrán con alegría
    y serán guiados en paz.
Los montes y colinas estallarán en cantos de alegría ante ustedes
    y todos los árboles del campo aplaudirán.
13 En lugar de espinos, crecerán pinos;
    en lugar de ortigas, arrayanes.
Todo ello será en honor al SEÑOR;
    una señal eterna, indestructible».

Mateo 3

Misión de Juan el Bautista

(Mr 1:1-8; Lc 3:1-9; Jn 1:19-28)

Varios años después, mientras ellos todavía estaban viviendo en Nazaret, vino Juan el Bautista y empezó a hablarle a la gente en el desierto de Judea. Él decía: «Cambien su manera de pensar y de vivir, porque el reino de Dios está cerca». (A)El profeta Isaías se refería a Juan cuando dijo:

«Alguien grita en el desierto:
“¡Preparen el camino para el Señor;
    háganle caminos derechos!”»[a]

Juan se vestía de pelo de camello, llevaba un cinto de cuero en la cintura; y su comida era langostas y miel silvestre. Entonces la gente venía a él desde Jerusalén, de toda la provincia de Judea y de toda la región alrededor del río Jordán. Confesaban sus pecados y Juan los bautizaba en el río Jordán.

Cuando Juan vio que muchos fariseos y saduceos venían para ser bautizados, les dijo: «¡Partida[b] de víboras! ¿Quién les advirtió que escaparan de la ira de Dios que está por venir? Vivan de tal manera que demuestre que realmente han cambiado. Y no me vengan con que “Abraham es nuestro antepasado”, porque les aseguro que Dios puede convertir hasta estas piedras en descendientes de Abraham. 10 Y ya también el hacha está lista para cortar los árboles de raíz. Por tanto, todo árbol que no produzca buenos frutos será cortado y echado al fuego para que se queme. 11 Yo los bautizo con agua como demostración de que han cambiado su vida, pero el que viene después de mí es más poderoso que yo. Ni siquiera soy digno de ayudarle a quitarse las sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. 12 Vendrá preparado para separar el trigo de la paja. Guardará el trigo bueno en el granero y quemará lo que no es bueno en un fuego que nunca se apagará».

Bautismo de Jesús

(Mr 1:9-11; Lc 3:21-22)

13 En ese tiempo, Jesús vino de Galilea al Jordán para que Juan lo bautizara, 14 pero Juan trató de impedirlo, y le dijo:

—Soy yo quien necesita ser bautizado por ti, ¿por qué entonces vienes a mí?

15 Jesús le contestó:

—No me lo impidas ahora, porque es necesario cumplir con todo lo que Dios requiere.[c]

Entonces Juan estuvo de acuerdo. 16 Y Jesús, después de que fue bautizado, salió inmediatamente del agua y vio que el cielo se le abrió y que el Espíritu de Dios bajaba sobre él como una paloma. 17 Una voz desde los cielos decía: «Este es mi hijo amado con quien estoy muy contento».

Palabra de Dios para Todos (PDT)

© 2005, 2008, 2012, 2015 Centro Mundial de Traducción de La Biblia © 2005, 2008, 2012, 2015 Bible League International