Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Deuteronomio 12

El lugar de adoración

12 Estas son las normas y leyes que ustedes deben asegurarse de cumplir en la tierra que el SEÑOR, el Dios de sus antepasados, les ha dado para que la posean. Obedézcanlas todos los días de su vida sobre la tierra. Cuando conquisten la tierra, deberán destruir completamente los lugares donde la gente adoraba a sus dioses en las altas montañas y bajo todo árbol perene. Ustedes derrumbarán sus altares, romperán sus piedras memoriales, quemarán sus postes de Aserá y romperán en pedazos sus ídolos, para que sean borrados de ese lugar los nombres de los dioses falsos.

Ustedes no adorarán al SEÑOR su Dios de esa manera, sino irán al lugar que el SEÑOR su Dios elija de entre todas sus tribus para establecer ahí su nombre como su casa[a] y puedan ir a adorarle. Deberán llevar a ese lugar sus ofrendas que deben quemarse completamente, sus sacrificios, la décima parte de sus ganancias, sus contribuciones, sus promesas, sus ofrendas voluntarias y las primeras crías de sus animales. Comerán allí en presencia del SEÑOR su Dios y ustedes y sus familiares disfrutarán de todo lo bueno por lo que han trabajado, porque el SEÑOR su Dios los ha bendecido.

Cuando llegue ese momento, no deben adorarlo como lo hemos venido haciendo hasta ahora, cada uno haciendo lo que le parece bien. Ustedes todavía no han llegado al sitio de descanso y a la tierra que el SEÑOR su Dios les da, 10 pero pronto cruzarán el río Jordán y vivirán en esa tierra que el SEÑOR su Dios les dará en propiedad. Él les dará descanso de sus enemigos y vivirán seguros. 11 Deben llevar luego todo lo que les ordené al sitio que el SEÑOR elegirá para establecer allí su nombre: sus ofrendas que deben quemarse completamente, sus sacrificios, la décima parte de sus ganancias, animales y cosechas, sus contribuciones y lo mejor de lo que le hayan prometido al SEÑOR. 12 Se regocijarán en presencia del SEÑOR su Dios, ustedes, sus hijos e hijas, sus siervos y los levitas en sus ciudades, porque ellos no tienen territorio entre ustedes. 13 Asegúrense de no ofrecer sus sacrificios que deben quemarse completamente, en cualquier lugar que vean. 14 Ofrézcanlos solamente en el sitio que el SEÑOR elegirá en una de sus tribus y hagan ahí todo esto que les ordeno.

15 Pero puedes sacrificar y comer carne en cualquier sitio en todas tus ciudades, tanto como el SEÑOR te dé. La gente pura o impura podrá comerla como si fuera gacela o venado, 16 pero no consumas la sangre, riégala en el suelo como si fuera agua.

17 No debes comer en tus ciudades ni el diezmo, ni lo prometido a Dios, ni tus ofrendas voluntarias o contribuciones, ya sean de cereal, vino nuevo, aceite o las primeras crías de tus animales. 18 Debes comer eso solamente en presencia del SEÑOR en el lugar que el SEÑOR tu Dios elegirá; comerán tú, tus hijos e hijas, tus siervos y los levitas que estén en tus ciudades. Disfrutarás en presencia del SEÑOR tu Dios de todas las cosas buenas por las que has trabajado. 19 Cuando celebres estas fiestas, no te olvides de compartir con los levitas lo que les corresponde. Haz esto siempre que vivas en la tierra.

20 Cuando el SEÑOR tu Dios aumente tu territorio como te prometió y digas: «Voy a comer carne», porque quieres comer carne, entonces puedes comer toda la carne que quieras. 21 Si el lugar que el SEÑOR tu Dios elige para poner su nombre está lejos de ti, entonces podrás sacrificar parte del ganado y ovejas que el SEÑOR te ha dado como yo te he mandado y podrás comer todo lo que quieras en tus ciudades. 22 Podrás comerla así como comerías la gacela o el venado. Tanto la gente pura como impura pueden comerla. 23 Pero asegúrate de no comer la sangre, porque la vida está en la sangre, así que no comas la vida con la carne. 24 No debes comerla, sino derramarla en el suelo como si fuera agua. 25 No la comerás para que te vaya bien en todo a ti y a tus descendientes, porque debes hacer lo que el SEÑOR considera correcto.

26 Sin embargo, deberás llevar tus ofrendas sagradas y tus ofrendas prometidas, e ir al lugar que el SEÑOR elegirá. 27 Ofrecerás tus ofrendas que deben quemarse completamente, tanto la carne como la sangre, en el altar del SEÑOR tu Dios. La sangre de tus otros sacrificios deberá ser rociada sobre el altar del SEÑOR tu Dios, pero podrás comer la carne. 28 Sé cuidadoso en obedecer todos estos mandamientos que hoy te doy, para que siempre te vaya bien en todo a ti y a tus descendientes, porque estarás haciendo lo que el SEÑOR tu Dios considera bueno y correcto.

29 El SEÑOR tu Dios destruirá ante ti a las naciones que vas a ocupar y expulsar. Cuando las hayas expulsado y vivas en su tierra, 30 después de que ellos hayan sido destruidos ante ti, sé cuidadoso y no te dejes llevar por la tendencia a imitarlos. Sé cuidadoso y no sigas a sus dioses, diciendo: «Voy a adorar de la misma manera que estas naciones adoraban a sus dioses». 31 No deberás adorar al SEÑOR tu Dios de la misma manera, porque ellos han hecho por sus dioses todo lo malo, lo que el SEÑOR odia, ya que ellos hasta sacrifican a sus hijos e hijas en el fuego en honor a sus dioses.

32 Asegúrate de obedecer todo lo que te mando sin añadir ni quitar nada.

Salmos 97-98

El Señor gobierna

El SEÑOR es rey, alégrese la tierra;
    alégrense las orillas remotas.
Nubes espesas y oscuras lo rodean;
    la justicia y el derecho son la base de su reino.
Delante de él avanza un fuego,
    y destruye a sus enemigos.
Su luz se ve en el cielo
    y tiembla la tierra al verla.
Las montañas se derriten como cera ante la presencia del SEÑOR,
    el dueño de toda la tierra.
Los cielos hablan de sus decisiones justas;
    todas las naciones ven su gloria.

Quedan en ridículo los que adoran ídolos,
    los que se enorgullecen de ellos.
    ¡Inclínense ante él todos los dioses!
Sion, escucha y se alegra;
    las ciudades de Judá, están felices,
    porque el SEÑOR toma decisiones sabias.
SEÑOR Altísimo, tú eres en verdad quien gobierna la tierra;
    tú estás por encima de todos los dioses.

10 Ustedes, los que aman al SEÑOR, odien el mal.
    Él protege la vida de su pueblo fiel,
    y lo libra del poder de los perversos.
11 La luz brilla para el justo
    y la alegría sobre la gente honesta.
12 Justos, alégrense en el SEÑOR
    y alaben su santo nombre.

Toquen canciones al Señor

Canción.

Canten una nueva canción al SEÑOR,
    porque él ha hecho maravillas.
Su mano derecha le dio la victoria,
    su santo poder lo hizo.
El SEÑOR ha mostrado su poder para salvar;
    ante los ojos de las naciones reveló que lo que él hace es justo.
Dios se acordó de su fiel amor
    y de su lealtad para con el pueblo de Israel.
La gente de tierras lejanas
    vio lo que hizo Dios para salvarnos.

Que todo el mundo cante con alegría al SEÑOR;
    que entonen canciones alegres y toquen alegres cantos.
Canten alabanzas al SEÑOR al son del arpa;
    al son del arpa y con bellas melodías.
Canten con alegría al SEÑOR, nuestro Rey,
    al son de trompetas y clarines.

Que brame el mar y todo lo que hay en ellos;
    el mundo y todos los que lo habitan.
Que los ríos aplaudan;
    que todas las montañas juntas festejen con cantos.
Cántenle al SEÑOR,
    porque él viene a juzgar al mundo.
Él gobernará al mundo con justicia,
    a los pueblos con imparcialidad.

Isaías 40

Dios consuela a su pueblo

40 Su Dios dice:
    «Consuelen, consuelen a mi pueblo.
Háblenle cariñosamente a Jerusalén
    y díganle que su esclavitud ha terminado,
    que ha cumplido su castigo.
El SEÑOR le dio doble castigo
    por todos sus pecados».

Una voz grita:
«¡Preparen un camino para el SEÑOR en el desierto!
    Háganle a nuestro Dios un camino recto en el desierto.
Que todo valle sea rellenado,
    y toda montaña y colina sea allanada.
Que el terreno quebrado se convierta en planicie
    y el terreno disparejo en una llanura.
Luego se revelará la gloria del SEÑOR
    y todos los seres humanos juntos la verán.
Es porque el SEÑOR mismo lo ha decidido».

Una voz dice: «¡Grita!»,
y yo pregunto[a]: «¿Por qué he de gritar?»
Todos los seres humanos son como hierba
    y toda su lealtad como flor del campo.
La hierba se seca,
    la flor se marchita y se cae
cuando el SEÑOR sopla sobre ella.
    De verdad la gente es como la hierba.
La hierba se seca,
    la flor se marchita y se cae,
pero la palabra de nuestro Dios
    vivirá para siempre.

Sube a una montaña alta, Sion,
    mensajera de buenas noticias.
Alza con fuerza tu voz, Jerusalén,
    mensajera de buenas noticias.
    Grita, no tengas miedo.
Diles a las ciudades de Judá:
    «Aquí está tu Dios».
10 Mira, el Señor DIOS viene con poder
    y su brazo gobierna.
Fíjense, lleva consigo su premio
    y su recompensa está ante él.
11 Como un pastor, él cuidará su rebaño.
    Con su brazo reunirá los corderos,
los llevará junto a su pecho
    y llevará a descansar a las ovejas recién paridas.

12 ¿Quién ha medido las aguas del mar en la palma de su mano?
    ¿Quién ha medido con sus manos la dimensión de los cielos?
¿Quién metió el polvo de toda la tierra en un recipiente para medir?
    ¿Quién pesó las montañas y los montes en una balanza?
13 ¿Quién puede decir que ha entendido el pensamiento del SEÑOR?
    ¿Quién le ha servido de consejero a Dios?
14 ¿A quién le ha pedido información
    y quién le ha enseñado justicia?
¿Quién le enseñó ciencia
    y le mostró cómo ser inteligente?

15 Mira, ante él las naciones son
    como una gota de agua en un balde,
    las considera como polvo en la balanza.
Fíjate, él levanta las islas
    como si se tratara de fino polvillo.
16 El Líbano no da suficiente leña
    como para mantener el fuego de su altar,
ni animales suficientes
    para las ofrendas que se queman.
17 Todas las naciones son como nada ante él,
    para él son menos que nada y sin valor.

18 ¿Con quién compararán a Dios?
    ¿A qué imagen se les parece?
19 Al ídolo lo moldeó un escultor,
    y un joyero lo recubrió de oro
    y le puso cadenas de plata.
20 El que es muy pobre para tal ofrenda,
    escogerá madera que no se pudra.
Buscará a un artesano diestro
    que le haga una imagen que no se caiga.

21 ¿No lo saben?
    ¿Es que no han oído?
¿No se lo contaron desde el principio?
    ¿No lo han entendido desde la creación del mundo?
22 El Señor está sentado sobre la bóveda de la tierra,
    y sus habitantes se ven como saltamontes.
Él extiende los cielos como un velo
    y los despliega como una carpa de vivienda.
23 Reduce a nada a los gobernantes,
    y hace que los líderes del mundo no sean nada.
24 Apenas están recién sembrados,
    acaban de ser plantados,
    empiezan hasta ahora a echar raíces,
cuando él sopla sobre ellos y los seca
    y el viento de la tormenta se los lleva como paja.

25 El Santo Dios dice: «¿Con quién me van a comparar?
    ¿Quién es como yo?»
26 Levanten sus ojos y miren hacia arriba,
    ¿Quién creó todo eso?
El que hace salir su ejército de estrellas
    una por una y a todas llama por su nombre.
    Porque nada escapa a su gran fuerza y poder.

27 Jacob, ¿por qué te quejas?
    Israel, ¿por qué dices:
«Mi camino está escondido del SEÑOR
    y mi Dios ignora mi causa»?
28 ¿Es que no lo sabes?
    ¿Nunca lo has oído?
El SEÑOR es el Dios eterno,
    el Creador de todo el mundo.
Nunca se cansa ni se fatiga.
    Nadie puede entender completamente la sabiduría de Dios.
29 Él da fuerzas al cansado
    y poder al indefenso.
30 Los jóvenes se cansan y fatigan;
    los muchachos quedan exhaustos y caen.
31 Pero los que tienen su esperanza puesta en el SEÑOR renovarán sus fuerzas.
    Les crecerán[b] alas como a las águilas;
correrán sin fatigarse,
    caminarán sin cansarse.

Apocalipsis 10

El ángel y el rollo pequeño

10 Después, vi a otro ángel poderoso que bajaba del cielo envuelto en una nube y con un arco iris alrededor de su cabeza. Su cara era como el sol y sus piernas como columnas de fuego. Llevaba en la mano un pequeño rollo abierto. Puso el pie derecho en el mar y el izquierdo en la tierra. Entonces gritó tan fuerte como un león que ruge, y luego se oyeron las voces de siete truenos. Cuando los siete truenos hablaron, estaba yo por escribir, pero oí una voz del cielo que me decía: «Guarda en secreto lo que dijeron los siete truenos y no lo escribas».

Luego, el ángel que vi de pie sobre el mar y la tierra levantó la mano derecha al cielo y juró por el que vive para siempre, el Creador del cielo, de la tierra, del mar y de todo lo que hay en ellos, diciendo: «No habrá más espera». Cuando el séptimo ángel toque la trompeta, Dios cumplirá su plan secreto tal como lo anunció a sus siervos, los profetas.

Otra vez oí la voz del cielo que me decía: «Ve y toma el rollo abierto que tiene en la mano el ángel que está de pie sobre el mar y la tierra».

Así que me acerqué al ángel y le pedí que me diera el rollo pequeño. Él me dijo: «Toma el rollo y cómetelo. En tu estómago será amargo, pero en tu boca será dulce como la miel». 10 Así que tomé el rollo pequeño de la mano del ángel y lo comí. Sabía dulce como la miel, pero en mi estómago era amargo. 11 Entonces me dijeron: «Tienes que profetizar nuevamente sobre muchas razas, naciones, lenguas y reyes».

Palabra de Dios para Todos (PDT)

© 2005, 2008, 2012, 2015 Centro Mundial de Traducción de La Biblia © 2005, 2008, 2012, 2015 Bible League International