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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Éxodo 1

La familia de Jacob en Egipto

Cuando Israel, o sea Jacob, viajó a Egipto iba con sus hijos y sus familias. Los nombres de sus hijos eran: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Benjamín, Dan, Neftalí, Gad y Aser. En total, Jacob tenía 70[a] descendientes, incluyendo a José que ya estaba en Egipto. Después José y sus hermanos y todos los de esa generación murieron. Pero los israelitas tuvieron muchos hijos que se multiplicaron y aumentaron cada vez más y más, hasta llenar Egipto.

Sufrimiento del pueblo de Israel

Luego llegó al poder de Egipto un nuevo rey que no sabía nada de José. Le dijo a su pueblo: «Hay muchos más israelitas que egipcios y además son poderosos. 10 Hagamos un plan para evitar que sigan multiplicándose. Si no lo hacemos, en caso de que haya una guerra pueden unirse al enemigo, luchar contra nosotros, derrotarnos y escaparse de aquí[b]».

11 Por esta razón, los egipcios los esclavizaron y les pusieron capataces que los sometieron a trabajos forzados. Ellos los obligaron a construir las ciudades de Pitón y Ramsés como centros de almacenamiento del faraón. 12 Pero, mientras más los maltrataban, más se multiplicaban. Entonces los egipcios comenzaron a alarmarse por el pueblo de Israel, 13 por lo cual obligaron a los israelitas a trabajar duramente. 14 Les amargaron la vida forzándolos a hacer adobes, ladrillos y todo tipo de trabajos en el campo. Los obligaban a trabajar arduamente en todo lo que les exigían.

15 Había dos parteras hebreas[c], llamadas Sifrá y Fuvá, que atendían a las mujeres hebreas. El rey de Egipto les dijo:

16 —Cuando estén ayudando a las hebreas a dar a luz, fíjense en el sexo del bebé. Si es niño, mátenlo pero si es niña, déjenla vivir.

17 Pero las parteras respetaban a Dios y no hicieron lo que el rey de Egipto les ordenó. Dejaban que los niños vivieran. 18 Entonces el rey de Egipto mandó llamar a las parteras y les preguntó:

—¿Por qué hicieron eso? ¿Por qué dejaron vivir a los niños?

19 Ellas respondieron:

—Porque las hebreas son diferentes a las egipcias; son fuertes y dan a luz antes de que la partera llegue a atenderlas.

20 Dios bendijo a las parteras. Los israelitas se multiplicaron y se fortalecieron mucho. 21 Dios les dio familia a las parteras porque ellas respetaron a Dios.

22 Entonces el faraón dio esta orden a su pueblo:

—Lancen al río Nilo a todos los niños hebreos que nazcan, pero a las niñas déjenlas vivir.

Lucas 4

Jesús es puesto a prueba

(Mt 4:1-11; Mr 1:12-13)

Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del río Jordán. El Espíritu lo guiaba en el desierto por 40 días, siendo tentado por el diablo. Jesús no comió nada durante ese tiempo y al final tenía mucha hambre.

El diablo le dijo:

—Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan.

(A)Jesús le respondió:

—Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre”.[a]

Entonces el diablo llevó a Jesús a un lugar alto y en un instante le mostró todos los reinos del mundo. El diablo le dijo:

—Te daré la autoridad y grandeza de todos ellos. Me las han dado a mí, y se las puedo dar a quien yo quiera. Si te arrodillas y me adoras, todo será tuyo.

(B)Jesús le contestó:

—Está escrito: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él”.[b]

Entonces el diablo llevó a Jesús a Jerusalén y lo puso en lo más alto de un extremo del área del templo, y le dijo:

—Si eres el Hijo de Dios, tírate abajo desde aquí, 10 (C)porque está escrito:

“El mandará a sus ángeles acerca de ti
    para que te cuiden”[c],

11 (D)y

“Sus manos te rescatarán
    para que ni siquiera te lastimes los pies contra las piedras”.[d]

12 (E)Jesús le contestó:

—Dicho está: “No pongas a prueba al Señor tu Dios”.[e]

13 Cuando el diablo había intentado todo, lo dejó hasta una próxima oportunidad.

Jesús comienza su obra

(Mt 4:12-17; Mr 1:14-15)

14 Jesús regresó a Galilea con el poder del Espíritu; toda la gente de esa región hablaba muy bien de él. 15 Jesús comenzó a enseñar en sus sinagogas, y todos lo honraban.

Jesús visita su pueblo

(Mt 13:53-58; Mr 6:1-6)

16 Entonces Jesús regresó a Nazaret, el pueblo donde había crecido. Como de costumbre, fue a la sinagoga en el día de descanso y se puso de pie para leer las Escrituras. 17 Le dieron el libro del profeta Isaías, lo abrió y encontró la parte donde está escrito:

18 «El Señor ha puesto su Espíritu en mí,
    porque me eligió para anunciar las buenas noticias a los pobres.
Me envió a contarles a los prisioneros que serán liberados.
    A contarles a los ciegos que verán de nuevo,
y a liberar a los oprimidos;
19     (F)para anunciar que este año
    el Señor mostrará su bondad».[f]

20 Luego Jesús enrolló el libro, se lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos los que estaban en la sinagoga le ponían mucha atención. 21 Entonces Jesús les dijo:

—Lo que acabo de leerles se ha cumplido hoy ante ustedes.

22 Todos hablaban bien de Jesús. Estaban impresionados por lo bien que hablaba, y dijeron:

—¿No es este el hijo de José?

23 Él les dijo:

—Yo sé que me van a venir con el viejo refrán: “Médico, cúrate a ti mismo. Haz aquí en tu propio pueblo lo mismo que oímos que hiciste en Capernaúm”. 24 Pero les digo la verdad: no se acepta a ningún profeta en su propio pueblo. 25 Les aseguro que en los tiempos de Elías no llovió durante tres años y medio, no había comida en todo el país y había muchas viudas en Israel. 26 Pero Elías no fue enviado a ninguna de ellas, sino a una viuda de Sarepta en la región de Sidón. 27 También en los tiempos del profeta Eliseo había mucha gente con lepra en Israel, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán, que era sirio.

28 Cuando escucharon eso, todos en la sinagoga se enfurecieron tanto que 29 se levantaron y agarraron a Jesús y lo arrastraron fuera del pueblo. Lo llevaron a la cima del cerro donde estaba construido el pueblo para tirarlo desde allí. 30 Pero Jesús pasó por en medio de todos y siguió su camino.

Jesús sana a un endemoniado

(Mr 1:21-28)

31 Después, Jesús fue a Capernaúm, un pueblo de Galilea, y enseñaba a la gente en el día de descanso. 32 Ellos se admiraban de sus enseñanzas porque su mensaje tenía autoridad. 33 En la sinagoga había un hombre que tenía un espíritu maligno, quien gritó con fuerza:

34 —¡Oye! ¿Qué quieres de nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!

35 Pero Jesús reprendió al espíritu maligno y le dijo:

—¡Cállate y sal de él!

Entonces delante de todos, el demonio tiró al hombre al suelo y después salió de él sin hacerle ningún daño.

36 Todos se quedaron atónitos y se decían unos a otros: «¿Qué clase de enseñanza es esta? Jesús ordena con autoridad y poder a los espíritus malignos que salgan, ¡y ellos salen!»

37 Entonces la fama de Jesús se extendió por toda la región.

Jesús sana a la suegra de Pedro

(Mt 8:14-15; Mr 1:29-31)

38 Jesús salió de la sinagoga y fue a casa de Simón[g]. La suegra de Simón tenía una fiebre muy alta y le rogaron a Jesús que la ayudara. 39 Jesús se acercó y le ordenó a la fiebre que saliera de ella, y la fiebre la dejó. En ese mismo instante se puso de pie y empezó a atenderlos a todos.

Jesús sana a mucha más gente

(Mt 8:16-17; Mr 1:32-34)

40 Al ponerse el sol, la gente llevó a Jesús a todos los que padecían de diversas enfermedades. Él impuso las manos sobre cada uno de ellos y los sanó. 41 También de muchos de ellos salieron demonios que gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios». Sin embargo, Jesús reprendía a los demonios y no los dejaba hablar porque ellos sabían que él era el Mesías.

Jesús anuncia el mensaje de Dios

(Mr 1:35-39)

42 Cuando se hizo de día, Jesús se fue a un lugar solitario. La multitud lo andaba buscando y llegaron a donde él estaba. Trataban de convencerlo de que no se fuera. 43 Pero Jesús les dijo:

—También tengo que anunciar la buena noticia del reino de Dios en otros pueblos. Para eso fui enviado.

44 Jesús iba anunciando su mensaje en las sinagogas de Judea.

Job 18

Bildad habla otra vez

18 Pero así respondió Bildad de Súah:

«¿Hasta cuándo vas a seguir hablando así?
    Piensa primero y luego hablaremos.
¿Por qué se nos trata como a bestias?
    ¿Es que nos crees estúpidos?
Eres tú quien se hace daño con tu enojo.
    ¿Es que hay que evacuar la tierra para que te quede sólo a ti?
    ¿Se tendrá que mover una montaña de su lugar?

»Es cierto que la luz del malo se apagará,
    y su llama no brillará más.
La luz de la carpa donde habite se oscurecerá
    y su lámpara se apagará.
Sus pasos dejarán de ser fuertes y rápidos.
    Sus propios planes acabarán con él.
Porque sus pies pisarán una trampa,
    caerá en ella y quedará atrapado.
La trampa lo agarrará por los pies
    y se le anudará alrededor del tobillo.
10 El lazo que lo atrapa está oculto en el suelo,
    esperándolo por el camino.
11 Los desastres lo aterrorizarán por todos lados
    y lo acecharán a cada paso.
12 Su fuerza desaparecerá
    y la calamidad está lista al lado suyo para hacerlo tropezar.
13 Su piel se consume por la enfermedad;
    el hijo mayor de la muerte[a] roe su cuerpo por partes.
14 Será alejado de la seguridad de la carpa donde habita
    y obligado a marchar al encuentro del rey de los terrores[b].
15 Vivirá en su carpa como si no le perteneciera.
    Se esparce azufre sobre su choza.
16 Se secarán sus raíces
    y sus ramas morirán.
17 Todo recuerdo de él se borrará de la tierra;
    nadie hará mención de él en las calles donde vivió.
18 Será expulsado de la luz y arrojado a las tinieblas.
    Lo sacarán de este mundo.
19 No tendrá hijos, no habrá descendientes de él en su nación;
    en ningún lugar donde haya vivido quedará algún sobreviviente de su familia.
20 Los de occidente tendrán temor al ver lo que le sucedió;
    los de oriente se llenarán de terror.
21 Ciertamente en eso va a terminar el hogar del perverso,
    y eso le sucederá al que desconoce a Dios».

1 Corintios 5

Un problema moral en la iglesia

Se dice que entre ustedes hay un pecado sexual tan grave que ni siquiera lo cometen los que no conocen a Dios. Dicen que uno de ustedes tiene como mujer a la esposa de su propio padre. ¡Y todavía están orgullosos! ¡Deberían más bien estar tristes! El hombre que cometió ese pecado debería ser expulsado de entre ustedes. Yo no estoy presente físicamente con ustedes, pero los acompaño en espíritu. Aun estando lejos, ya he juzgado a ese hombre como si yo estuviera allá con ustedes. Reúnanse en el nombre de nuestro Señor Jesús, y yo los estaré acompañando en espíritu. El poder de nuestro Señor Jesús se hará presente. En ese momento, entreguen a Satanás al que cometió el pecado. Su deseo pecaminoso[a] será destruido, pero su espíritu será salvo en el día en que el Señor venga.

Dejen de alabarse a sí mismos, y recuerden el dicho: «Sólo un poco de levadura fermenta toda la masa». Desháganse de la levadura vieja para que puedan ser como masa nueva. Pues ustedes son como el pan de la Pascua, que no tiene levadura,[b] porque Cristo, nuestro cordero de la Pascua[c] ya ha sido sacrificado. Así que, celebremos la Pascua, pero sin el pan que tiene levadura vieja, porque esa es la levadura del pecado y de la maldad. Celebremos mejor con el pan sin levadura que es el pan de la sinceridad y de la verdad.

En la carta pasada les dije que no tuvieran nada que ver con la gente que practica inmoralidad sexual. 10 Pero eso no significa que deban separarse por completo de la gente de este mundo que comete inmoralidades sexuales, ni de los avaros, ni de los estafadores, ni de los que adoran ídolos. Para lograrlo tendrían que dejar este mundo ustedes mismos. 11 Lo que les digo es que no tengan nada que ver con ninguno que diciendo ser hermano en Cristo, practique pecado sexual, robe, adore ídolos o insulte a los demás, o que sea borracho o estafador. Ni siquiera se junten a comer con ese tipo de gente.

12 ¿Acaso me corresponde a mí juzgar a los que están fuera de la iglesia? ¿No son ustedes los que tienen el deber de juzgar a los que pertenecen a la iglesia? 13 (A)Dios juzgará a los que están fuera de la iglesia. Así que «echen de su grupo al perverso».[d]

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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