Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Génesis 6

La gente se vuelve mala

Cuando los seres humanos comenzaron a multiplicarse, a extenderse por toda la tierra, y tuvieron hijas, los hijos de Dios vieron que las hijas de los seres humanos eran hermosas. Así que eligieron y se casaron con las que quisieron. El SEÑOR dijo: «Mi espíritu no se quedará[a] en los humanos para siempre porque ellos son mortales. Tan sólo vivirán 120 años».[b] Los gigantes[c] vivían en la tierra en esos días, y también después, cuando los hijos de Dios tuvieron relaciones sexuales con las hijas de los seres humanos y ellas tuvieron hijos con ellos. Son los héroes famosos de tiempos antiguos.

El SEÑOR vio que la gente en la tierra era muy mala y que todo lo que siempre pensaban no era más que maldad. El SEÑOR lamentó haber creado a los seres humanos en la tierra y se indignó. Entonces el SEÑOR dijo: «Borraré de la faz de la tierra al ser humano que yo he creado. Destruiré a los seres humanos, a los animales domésticos, a los que se arrastran por el suelo y a las aves del cielo porque lamento haberlos hecho». Sin embargo, el SEÑOR tenía un buen concepto de Noé.

Noé y el gran diluvio

Esta es la historia de la familia de Noé. Él era un hombre justo y honesto entre la gente de esa época, y vivía de acuerdo a la voluntad de Dios. 10 Noé tuvo tres hijos: Sem, Cam y Jafet.

11 Ante los ojos de Dios, la tierra se había corrompido porque estaba llena de violencia. 12 Cuando Dios vio que la tierra estaba arruinada porque todo ser humano llevaba una vida corrupta, 13 le dijo a Noé: «He decidido acabar con todos los seres vivientes porque la tierra está llena de violencia. Así que pronto los destruiré a ellos y al mundo entero.[d] 14 Constrúyete un barco de madera de ciprés[e], con habitaciones[f] y cúbrelo con brea por dentro y por fuera. 15 Construye el barco de este tamaño: 135 metros de largo, 23 metros de ancho y 14 metros de alto.[g] 16 Hazle una ventana[h] a 46 centímetros del techo.[i] El barco debe tener tres pisos y hazle una puerta en uno de sus lados. 17 Estoy a punto de enviar un gran diluvio a la tierra para destruir todo ser bajo el cielo que tenga aliento de vida.[j] Todo en la tierra morirá, 18 pero haré un pacto contigo. Tú entrarás al barco con tus hijos, tu esposa y tus nueras. 19 Mete al barco una pareja de cada especie de todos los animales, para que sobrevivan contigo. Esa pareja debe ser un macho y una hembra. 20 Dos de cada especie de aves, de cada especie de animal y de cada especie de criatura que se arrastra por el suelo, vendrán a ti para que sobrevivan. 21 También debes almacenar y llevar un poco de cada tipo de comida para que se alimenten tú y los animales».

22 Noé hizo todo exactamente como Dios le ordenó.

Mateo 6

Jesús enseña a dar

»Cuidado con lo que hacen. No hagan algo bueno ante la gente sólo para que los demás los vean pues así no recibirán ninguna recompensa de su Padre que está en el cielo.

»Cuando des algo a los pobres, no llames la atención de todo el mundo como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles. Lo hacen para que los demás hablen bien de ellos. Les digo la verdad: con eso, ellos ya tienen su recompensa. Cuando le des algo a un necesitado, no se lo digas ni siquiera a tu mejor amigo.[a] Lo que hagas debe ser un secreto. Así recibirás recompensa de tu Padre que está en el cielo, porque él ve todo lo que se hace en secreto.

Jesús enseña a orar

(Lc 11:2-4)

»Cuando oren, no sean como los hipócritas, que les gusta pararse en las sinagogas y en las esquinas de las calles a orar en voz alta para que los vean. Les digo la verdad: ellos ya han recibido su recompensa. Pero tú cuando ores, entra a tu cuarto, cierra la puerta y habla con tu Padre. Así recibirás recompensa de tu Padre, porque él ve todo lo que se hace en secreto.

»Cuando oren, no alarguen demasiado su oración. No hagan como los que no conocen a Dios, que creen que porque hablan mucho Dios tendrá que hacerles caso. No sean como ellos, porque su Padre sabe lo que ustedes necesitan, incluso antes de que se lo pidan. Ustedes deben orar así:

»“Padre nuestro que estás en los cielos,
    que siempre se dé honra a tu santo nombre.
10 Venga tu reino.
Que se haga tu voluntad en la tierra
    como se hace en el cielo.
11 Danos hoy los alimentos
    que necesitamos cada día,
12 y perdona nuestros pecados[b]
    como nosotros también perdonamos a los que nos han hecho mal.
13 No nos dejes caer en tentación,
    y líbranos del maligno”.[c]

14 »Porque si ustedes perdonan a los demás el mal que les hagan, su Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. 15 Pero si ustedes no los perdonan, su Padre tampoco los perdonará a ustedes.

Jesús enseña sobre el ayuno

16 »Cuando ayunen, no pongan cara de tristeza como los hipócritas que ponen caras afligidas para que la gente vea que están ayunando. Les digo la verdad: ellos ya han recibido su recompensa. 17 Pero tú cuando ayunes, arréglate bien y lávate la cara 18 para que así no se den cuenta de que estás ayunando. Así sólo lo verá tu Padre, que está en lo secreto, y tu Padre que ve todo lo que se hace en secreto, te dará tu recompensa.

Riquezas en el cielo

(Lc 12:33-34; 11:34-36; 16:13)

19 »No guarden tesoros para ustedes aquí en la tierra, donde la polilla y el óxido los dañarán, y donde los ladrones entran a robárselos. 20 Más bien, guarden tesoros para ustedes en el cielo donde ni la polilla ni el óxido los dañarán y donde los ladrones no pueden entrar a robárselos. 21 Pues donde esté tu tesoro, allí estará tu corazón.

22 »La lámpara del cuerpo son los ojos. Si miras a otros con ganas de ayudarles, todo tu cuerpo estará lleno de luz. 23 Pero si con tus ojos los miras con envidia, entonces todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Si la única luz que tienes es la oscuridad, ¡qué horrible oscuridad tendrás!

24 »Nadie puede servir a dos patrones al mismo tiempo. Odiará a uno y amará al otro, o se dedicará a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y a las riquezas[d].

Busquen primero el reino de Dios

(Lc 12:22-34)

25 »Por eso les digo: no se preocupen por la comida ni por la bebida que necesitan para vivir, ni tampoco por la ropa que se van a poner. Ciertamente la vida es más que la comida y el cuerpo más que la ropa. 26 Miren a las aves del cielo, ellas no siembran ni cosechan ni tampoco guardan nada en graneros. Sin embargo, su Padre que está en el cielo les da alimento. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? 27 ¿Quién de ustedes, por más que se preocupe, va a añadir una hora a su vida?

28 »¿Y por qué se preocupan por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo. Ellos no trabajan ni hilan para hacer su vestido. 29 Sin embargo, les aseguro que ni siquiera el rey Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. 30 Así que, si Dios así viste a todo lo que crece en el campo, que hoy tiene vida pero que mañana será quemado en un horno, con mucha más razón cuidará de ustedes. ¡No sean gente de poca fe! 31 Así que no se preocupen ni digan: “¿Qué vamos a comer?” o “¿Qué vamos a beber?” o “¿Qué ropa vamos a usar?” 32 La gente que no conoce a Dios trata de conseguir esas cosas, pero ustedes tienen a su Padre en el cielo que sabe que necesitan todo esto. 33 Así que, primero busquen el reino de Dios y su justicia, y Dios les dará todo lo que necesitan. 34 No se preocupen por el día de mañana, porque el mañana traerá sus propias preocupaciones. Cada día tiene ya sus propios problemas.

Esdras 6

La orden de Darío

Así que el rey Darío dio la orden de buscar en los archivos que se conservaban en la tesorería en Babilonia. En la fortaleza de Ecbatana, ubicada en la provincia de Media encontraron un pergamino que decía:

Nota oficial: Ciro dictó este decreto acerca del templo de Dios en Jerusalén durante el primer año de su reinado:

Que se construya un templo para ofrecer sacrificios y que se sienten sus bases. El lugar debe tener 27 metros[a] de alto por 27 metros de ancho. La pared que lo rodee debe tener tres hileras de piedras grandes y una hilera de vigas grandes de madera. El costo de la construcción del templo debe ser pagado de la tesorería del rey. Los objetos de oro y plata del templo de Dios que Nabucodonosor sacó y llevó a Babilonia deben ser devueltos a su lugar en el templo de Dios en Jerusalén.

Después de leer el pergamino, el rey Darío dio esta orden a Tatenay, gobernador de la provincia al occidente del río Éufrates, a Setar Bosnay y a todos los funcionarios que viven en esa provincia:

Aléjense de Jerusalén. No molesten a los trabajadores ni traten de detener los trabajos en el templo de Dios. Dejen que el gobernador judío y los líderes judíos lo reconstruyan en el mismo lugar en el que estaba antes.

Esto es lo que les ordeno que hagan para los líderes judíos que están reconstruyendo el templo de Dios: el costo de la construcción debe ser pagado en su totalidad de la tesorería del rey. Ese dinero saldrá de los impuestos recaudados en las provincias del área al occidente del río Éufrates. Obedezcan esta orden rápidamente para que no se detengan los trabajos. Denles a ellos todos los terneros, carneros, o corderos que necesiten para ofrecer sacrificios al Dios del cielo. Igualmente, si los sacerdotes de Jerusalén necesitan trigo, sal, vino o aceite, entréguenselos todos los días sin falta 10 para que ofrezcan sacrificios al Dios del Cielo y rueguen por la vida del rey y la de sus hijos.

11 También, les doy esta orden: Si alguien llega a desobedecer mis órdenes, que quiten una viga de su casa y claven su cuerpo con ella. Su casa será destruida hasta que quede convertida en un simple montón de piedras.

12 Que el Dios que puso su nombre allí en Jerusalén destruya a cualquier rey o persona que trate de cambiar esta orden o de destruir el templo que está en Jerusalén.

Yo, Darío, he dado esta orden. Debe ser obedecida rápida y completamente.

Terminación y dedicación del templo

13 Entonces, Tatenay, el gobernador del área al occidente del río Éufrates, Setar Bosnay, y los hombres que estaban con ellos obedecieron de inmediato la orden del rey Darío. 14 Los líderes judíos continuaron con éxito la construcción. Todo salió muy bien porque siguieron cuidadosamente las profecías que les daban el profeta Hageo y Zacarías hijo de Idó. Terminaron de construir el templo por el mandato del Dios de Israel y las órdenes de Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia. 15 El templo fue terminado el tercer día del mes de adar[b] durante el sexto año del reinado de Darío[c].

16 Los israelitas celebraron con mucha alegría la dedicación del templo de Dios. Los sacerdotes, los levitas, y todos los que regresaron del cautiverio se unieron a la celebración. 17 Para la dedicación del templo de Dios ofrecieron 100 toros, 200 carneros y 400 corderos. Como ofrenda de purificación de los pecados de Israel, se sacrificaron doce chivos, uno por cada una de las tribus de Israel. 18 Luego establecieron a los sacerdotes en sus turnos y a los levitas en sus puestos para que sirvieran en el culto del templo de Jerusalén tal como lo ordena la ley de Moisés.

La Pascua

19 [d] Los judíos que regresaron del cautiverio celebraron la Pascua el día 14 del primer mes[e]. 20 Los sacerdotes y levitas estaban ya purificados y por eso sacrificaron el cordero de la Pascua por todos los judíos que habían regresado del cautiverio, por sus hermanos los sacerdotes y por ellos mismos. 21 Toda la gente de Israel que había regresado del cautiverio tuvo su cena de Pascua. También cenaron todos los que renunciaron a la impureza[f] de la gente del país y se unieron para buscar al SEÑOR, el Dios de Israel. 22 Celebraron la fiesta de los Panes sin Levadura con mucha alegría durante siete días. El SEÑOR los había llenado de alegría porque cambió la actitud del rey de Asiria[g] haciendo que los ayudara en el trabajo de reconstrucción del templo del Dios de Israel.

Hechos 6

Se nombran siete ayudantes

El número de seguidores de Jesús aumentaba más y más. Pero en esa época los seguidores judíos que hablaban griego se quejaban de los seguidores judíos que hablaban arameo. Decían que sus viudas no estaban recibiendo la ayuda diaria que les correspondía. Los doce apóstoles llamaron a todo el grupo de seguidores y le dijeron:

—No es correcto que nosotros descuidemos la enseñanza de la palabra de Dios por estar administrando la ayuda diaria. Entonces, hermanos, elijan de entre ustedes a siete hombres de toda su confianza. Ellos deben tener mucha sabiduría y estar llenos del Espíritu Santo. Nosotros les encargaremos ese trabajo. Así podremos dedicar nuestro tiempo a orar y a enseñar la palabra de Dios.

A todo el grupo le gustó la idea. Entonces eligieron a estos siete hombres: Esteban, hombre de mucha fe y lleno del Espíritu Santo, Felipe[a], Prócoro, Nicanor, Timón, Parmenas y Nicolás, uno de Antioquía que se había hecho judío. Ellos les presentaron los siete hombres a los apóstoles, quienes oraron por los recién elegidos y les impusieron las manos.

La palabra de Dios se difundía más y más. El grupo de seguidores en Jerusalén crecía muchísimo, y hasta un gran número de sacerdotes obedeció el mensaje de fe.

Arresto de Esteban

Esteban, lleno del poder y de la bendición de Dios, hacía grandes maravillas y señales milagrosas entre el pueblo. Pero unos de la sinagoga llamada los Libertos[b] se oponían a él. Estos judíos eran de Cirene y Alejandría y se unieron con unos de Cilicia y Asia. Todos ellos empezaron a discutir con Esteban, 10 pero no podían contradecirlo porque él tenía la sabiduría que le daba el Espíritu Santo. 11 Entonces les pagaron a algunos hombres para que dijeran: «Nosotros lo escuchamos hablando contra Moisés y contra Dios».

12 Así alborotaron al pueblo, a los ancianos líderes y a los maestros de la ley. Le cayeron de repente, lo agarraron y lo llevaron ante el Consejo. 13 Presentaron unos testigos falsos contra Esteban, que dijeron: «Este hombre no deja de hablar en contra de este lugar sagrado y en contra de la ley. 14 Nosotros lo escuchamos decir que Jesús de Nazaret destruirá este lugar y cambiará las costumbres que Moisés nos dejó».

15 Todos los que estaban ahí se fijaron en Esteban y vieron que su cara parecía la de un ángel.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

© 2005, 2008, 2012, 2015 Centro Mundial de Traducción de La Biblia © 2005, 2008, 2012, 2015 Bible League International