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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Biblia del Jubileo (JBS)
Version
2 Crónicas 7

Y cuando Salomón acabó de orar, el fuego descendió de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria del SEÑOR llenó la Casa.

Y no podían entrar los sacerdotes en la Casa del SEÑOR, porque la gloria del SEÑOR había llenado la Casa del SEÑOR.

Y cuando vieron todos los hijos de Israel descender el fuego y la gloria del SEÑOR sobre la Casa, cayeron en tierra en el solado sobre sus rostros, y adoraron, confesando al SEÑOR diciendo: Que es bueno, que su misericordia es para siempre.

Entonces el rey y todo el pueblo sacrificaron víctimas delante del SEÑOR.

Y ofreció el rey Salomón en sacrificio veintidós mil bueyes, y ciento veinte mil ovejas; y así dedicaron la Casa de Dios el rey y todo el pueblo.

Y los sacerdotes estaban sobre sus guardas; y los levitas con los instrumentos de música del SEÑOR, los cuales había hecho el rey David para confesar al SEÑOR, porque su misericordia es para siempre; cuando David confesaba por mano de ellos. Asimismo los sacerdotes tocaban trompetas delante de ellos, y todo Israel estaba en pie.

También santificó Salomón el medio del atrio que estaba delante de la Casa del SEÑOR, por cuanto había ofrecido allí los holocaustos, y los sebos de los pacíficos; porque en el altar de bronce que Salomón había hecho, no podían caber los holocaustos, y el presente, y los sebos.

Entonces hizo Salomón fiesta siete días, y con él todo Israel, una gran congregación, desde la entrada de Hamat hasta el arroyo de Egipto.

Al octavo día hicieron convocación, porque habían hecho la dedicación del altar en siete días, y habían celebrado la fiesta solemne por siete días.

10 Y a los veintitrés del mes séptimo envió al pueblo a sus estancias, alegres y gozosos de corazón por los beneficios que el SEÑOR había hecho a David, y a Salomón, y a su pueblo Israel.

11 Acabó, pues, Salomón la Casa del SEÑOR, y la casa del rey; y todo lo que Salomón tuvo en voluntad de hacer en la Casa del SEÑOR y en su casa, fue prosperado.

12 Y apareció el SEÑOR a Salomón de noche, y le dijo: Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por una Casa de sacrificio.

13 Si yo cerrare los cielos, que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o si enviare pestilencia a mi pueblo;

14 si se humillare mi pueblo, sobre los cuales ni nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus caminos malos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.

15 Ahora estarán abiertos mis ojos, y atentos mis oídos, a la oración en este lugar;

16 así que ahora he elegido y santificado esta Casa, para que esté en ella mi Nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre.

17 Y tú, si anduvieres delante de mí, como anduvo David tu padre, e hicieres todas las cosas que yo te he mandado, y guardares mis estatutos y mis derechos,

18 yo confirmaré el trono de tu reino, como concerté con David tu padre, diciendo: No faltará varón de ti que domine en Israel.

19 Mas si vosotros os volviereis, y dejareis mis estatutos y mis mandamientos que os he propuesto, y fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis,

20 yo los arrancaré de mi tierra que les he dado; y esta Casa que he santificado a mi Nombre, yo la echaré de delante de mí, y la pondré por proverbio y fábula en todos los pueblos.

21 Y esta Casa que es tan ilustre, será espanto a todo el que pasare, y dirá: ¿Por qué ha hecho así el SEÑOR a esta tierra y a esta Casa?

22 Y le será respondido: Por cuanto dejaron al SEÑOR Dios de sus padres, el cual los sacó de la tierra de Egipto, y echaron mano de dioses ajenos, y los adoraron y sirvieron; por eso él ha traído todo este mal sobre ellos.

2 Juan

¶ El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a los cuales yo amo en verdad y no yo solo, sino también todos los que han conocido la verdad,

por la verdad que permanece en nosotros, y será perpetuamente con nosotros:

Sea con vosotros gracia, misericordia, y paz de Dios Padre, y del Señor Jesucristo, Hijo del Padre, en verdad y caridad.

Mucho me he gozado, porque he hallado de tus hijos, que andan en la verdad, como nosotros hemos recibido el mandamiento del Padre.

¶ Y ahora te ruego, señora, (no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino aquel que nosotros hemos tenido desde el principio), que nos amemos unos a otros.

Y esta es la caridad, que andemos según su mandamiento. Y el mandamiento es: Que andéis en él, como vosotros habéis oído desde el principio.

¶ Porque muchos engañadores son entrados en el mundo, los cuales no confiesan que Jesús el Cristo, es venido en carne. Este tal engañador es, y anticristo.

Mirad por vosotros mismos, para que no perdamos las cosas que hemos obrado, sino que recibamos el galardón cumplido.

Cualquiera que se rebela, y no permanece en la doctrina del Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la doctrina del Cristo, el tal tiene al Padre y al Hijo.

10 ¶ Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en vuestra casa, ni le digáis: ¡bienvenido!

11 Porque el que le dice bienvenido, participa con sus malas obras.

12 ¶ Aunque tengo muchas cosas que escribiros, no las he querido escribir por papel y tinta; mas yo espero ir a vosotros, y hablar cara a cara, para que nuestro gozo sea cumplido.

13 Los hijos de tu hermana elegida te saludan. Amén.

Habacuc 2

Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y atalayaré para ver qué hablará en mí, y qué he de responder a mi pregunta.

Y el SEÑOR me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.

Aunque la visión es aún para un tiempo señalado, mas al fin hablará, y no mentirá; aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; espéralo.

He aquí, se enorgullece aquel cuya alma no es derecha en él; mas el justo en su fe vivirá.

Cuanto más que el dado al vino, transpasador, hombre soberbio no permanecerá. Que ensanchó como el Seol su alma, y es como la muerte, que no se llenará; antes reunió a sí todos los gentiles, y amontonó a sí todos los pueblos.

¿No han de levantar todos éstos sobre él enigma, y sarcasmos contra él? Y dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Y hasta cuándo había de amontonar sobre sí espeso lodo?

¿No se levantarán de repente los que te han de morder, y se despertarán los que te han de quitar de tu lugar, y serás a ellos por rapiña?

Porque tú has despojado a muchas naciones, todos los otros pueblos te despojarán; a causa de la sangre humana, y robos de la tierra, de las ciudades y de todos los que moraban en ellas.

¡Ay del que codicia ganancia mal habida por violencia para su casa, por poner en alto su nido, por escaparse del poder del mal!

10 Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida.

11 Porque la piedra clamará desde el muro, y la tabla del enmaderado le responderá.

12 ¡Ay del que edifica la ciudad con sangre, y del que funda la villa con iniquidad!

13 ¿No es esto del SEÑOR de los ejércitos? Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y los gentiles se fatigarán en vano.

14 Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria del SEÑOR, como las aguas cubren el mar.

15 ¡Ay del que da de beber a sus compañeros, que les acercas tu odre y les embriagas, para mirar después sus desnudeces!

16 Te has llenado de deshonra en vez de honra; bebe tú también, y tu prepucio será descubierto; el cáliz de la mano derecha del SEÑOR volverá sobre ti, y vómito de afrenta caerá sobre tu gloria.

17 Porque la rapiña del Líbano caerá sobre ti, y la destrucción de las fieras lo quebrantará; a causa de la sangre humana, y del robo de la tierra, de las ciudades, y de todos los que en ellas moraban.

18 ¿De qué sirve la escultura que esculpió el que la hizo? ¿La estatua de fundición, que enseña mentira, para que haciendo imágenes mudas confíe el hacedor en su obra?

19 ¡Ay del que dice al palo: Despiértate; y a la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí él está cubierto de oro y plata, y no hay dentro de él aliento.

20 Mas el SEÑOR está en su santo Templo: calle delante de él toda la tierra.

Lucas 21

21 ¶ Y mirando, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de la limosna.

Y vio también una viuda pobrecilla, que echaba allí dos centavos.

Y dijo: De verdad os digo, que esta pobre viuda echó más que todos;

porque todos éstos, de lo que les sobra echaron para las ofrendas de Dios; mas ésta de su pobreza echó todo el sustento que tenía.

¶ Y a unos que decían del Templo, que estaba adornado de hermosas piedras y dones, dijo:

Estas cosas que veis, días vendrán que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida.

Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿Y qué señal habrá cuando estas cosas hayan de comenzar a ser hechas?

El entonces dijo: Mirad, no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy; y, el tiempo está cerca; por tanto, no vayáis en pos de ellos.

Pero cuando oyereis guerras y sediciones, no os espantéis; porque es necesario que estas cosas sean hechas primero; mas aún no será el fin.

10 Entonces les dijo: Se levantarán gentiles contra gentiles, y reino contra reino;

11 y habrá grandes terremotos en cada lugar, y hambres, y pestilencias; y habrá prodigios y grandes señales del cielo.

12 Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, siendo llevados a los reyes y a los gobernadores por causa de mi nombre.

13 Y os será para testimonio.

14 Poned pues en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de responder;

15 porque yo os daré boca y sabiduría, a la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se os opondrán.

16 Mas seréis entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros.

17 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre.

18 Mas un pelo de vuestra cabeza no perecerá.

19 En vuestra paciencia poseeréis vuestras almas.

20 ¶ Y cuando viereis a Jerusalén cercada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado.

21 Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y los que estuvieren en medio de ella, váyanse; y los que en las otras regiones, no entren en ella.

22 Porque éstos son días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.

23 Mas ¡ay de las que estén encinta, y de las que críen en aquellos días! Porque habrá apretura grande sobre la tierra, e ira en este pueblo.

24 Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada de los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles sean cumplidos.

25 Entonces habrá señales en el sol, y en la luna, y en las estrellas; y en la tierra apretura de las naciones por la confusión del sonido del mar y de las ondas;

26 desfalleciendo los hombres a causa del temor y expectación de las cosas que sobrevendrán a la redondez de la tierra; porque las virtudes de los cielos serán conmovidas.

27 Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en una nube con potestad y gran gloria.

28 Y cuando estas cosas comenzaren a hacerse, mirad, y levantad vuestras cabezas, porque vuestra redención está cerca.

29 ¶ Y les dijo también una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles.

30 Cuando ya brotan, viéndolos, de vosotros mismos entendéis que el verano está ya cerca.

31 Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, entended que está cerca el Reino de Dios.

32 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo sea hecho.

33 El cielo y la tierra pasarán; mas mis palabras no pasarán.

34 Y mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.

35 Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.

36 Velad pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del hombre.

37 Y enseñaba de día en el Templo; y de noche saliendo, se estaba en el monte que se llama de las Olivas.

38 Y todo el pueblo venía a él por la mañana, para oírle en el Templo.

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