M’Cheyne Bible Reading Plan
23 Y Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros.
2 Balac hizo como le dijo Balaam; y ofrecieron Balac y Balaam un becerro y un carnero en cada altar.
3 Y Balaam dijo a Balac: Ponte junto a tu holocausto, y yo iré; quizá Jehová me vendrá al encuentro, y cualquier cosa que me muestre, te avisaré. Y se fue a un monte descubierto.
Oráculos de Balaam
4 Y vino Dios al encuentro de Balaam, y éste le dijo: Siete altares he ordenado, y en cada altar he ofrecido un becerro y un carnero.
5 Y Jehová puso palabra en la boca de Balaam, y le dijo: Vuelve a Balac, y dile así.
6 Y volvió a él, y he aquí estaba él junto a su holocausto, él y todos los príncipes de Moab.
7 Y él tomó su parábola, y dijo:
De Aram me trajo Balac,
Rey de Moab, de los montes del oriente;
Ven, maldíceme a Jacob,
Y ven, execra a Israel.
8 ¿Por qué maldeciré yo al que Dios no maldijo?
¿Y por qué he de execrar al que Jehová no ha execrado?
9 Porque de la cumbre de las peñas lo veré,
Y desde los collados lo miraré;
He aquí un pueblo que habitará confiado,
Y no será contado entre las naciones.
10 ¿Quién contará el polvo de Jacob,
O el número de la cuarta parte de Israel?
Muera yo la muerte de los rectos,
Y mi postrimería sea como la suya.
11 Entonces Balac dijo a Balaam: ¿Qué me has hecho? Te he traído para que maldigas a mis enemigos, y he aquí has proferido bendiciones.
12 Él respondió y dijo: ¿No cuidaré de decir lo que Jehová ponga en mi boca?
13 Y dijo Balac: Te ruego que vengas conmigo a otro lugar desde el cual los veas; solamente los más cercanos verás, y no los verás todos; y desde allí me los maldecirás.
14 Y lo llevó al campo de Zofim, a la cumbre del Pisgá, y edificó siete altares, y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.
15 Entonces él dijo a Balac: Ponte aquí junto a tu holocausto, y yo iré a encontrar a Dios allí.
16 Y Jehová salió al encuentro de Balaam, y puso palabra en su boca, y le dijo: Vuelve a Balac, y dile así.
17 Y vino a él, y he aquí que él estaba junto a su holocausto, y con él los príncipes de Moab; y le dijo Balac: ¿Qué ha dicho Jehová?
18 Entonces él tomó su parábola, y dijo:
Balac, levántate y oye;
Escucha mis palabras, hijo de Zipor:
19 Dios no es hombre, para que mienta,
Ni hijo de hombre, para que se arrepienta.
Él dijo, ¿y no hará?
Habló, ¿y no lo ejecutará?
20 He aquí, he recibido orden de bendecir;
Él dio bendición, y no podré revocarla.
21 No ha notado iniquidad en Jacob,
Ni ha visto perversidad en Israel.
Jehová su Dios está con él,
Y es aclamado como rey.
22 Dios los ha sacado de Egipto;
Y tiene fuerzas como de búfalo,
23 Porque contra Jacob no hay agüero,
Ni adivinación contra Israel.
Como ahora será dicho de Jacob y de Israel:
¡Lo que ha hecho Dios!
24 He aquí un pueblo que se levanta como leona,
Y como león se erguirá;
No se echará hasta que devore la presa,
Y beba la sangre de sus víctimas.
25 Entonces Balac dijo a Balaam: Ya que no lo maldices, tampoco lo bendigas.
26 Balaam respondió y dijo a Balac: ¿No te he dicho que todo lo que Jehová me diga, eso tengo que hacer?
27 Y dijo Balac a Balaam: Te ruego que vengas, te llevaré a otro lugar; por ventura parecerá bien a Dios que desde allí me lo maldigas.
28 Y Balac llevó a Balaam a la cumbre de Peor, que mira hacia el desierto.
29 Entonces Balaam dijo a Balac: Edifícame aquí siete altares, y prepárame aquí siete becerros y siete carneros.
30 Y Balac hizo como Balaam le dijo; y ofreció un becerro y un carnero en cada altar.
Plegaria pidiendo protección contra enemigos ocultos
Al músico principal. Salmo de David.
64 Escucha, oh Dios, la voz de mi lamento;
Guarda mi vida del terror del enemigo.
2 Escóndeme de la conjuración de los malvados,
De la conspiración de los que hacen iniquidad,
3 Que afilan como espada su lengua;
Lanzan cual saetas sus palabras amargas,
4 Para asaetear a escondidas al inocente;
Le tiran de improviso y nada temen.
5 Obstinados en su inicuo designio,
Calculan para tender lazos ocultos,
Y dicen: ¿Quién podrá verlo?
6 Inventan maldades y ocultan sus intenciones,
Pues la mente y el corazón del hombre son un abismo.
7 Mas Dios los herirá con saeta;
De repente serán heridos.
8 Sus propias lenguas los harán caer;
Se asombrarán todos los que los vean.
9 Entonces temerán todos los hombres,
Y anunciarán la obra de Dios,
Y comprenderán sus acciones.
10 Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en él;
Y se gloriarán todos los rectos de corazón.
La generosidad de Dios en la naturaleza
Al músico principal. Salmo. Cántico de David.
65 A ti es debida la alabanza en Sión, oh Dios,
Y a ti se cumplirán los votos.
2 Tú oyes la oración;
A ti vendrá toda carne, a causa de sus culpas.
3 Las iniquidades prevalecen contra mí;
Mas nuestras rebeliones tú las perdonas.
4 Bienaventurado el que tú escoges y atraes a ti,
Para que habite en tus atrios;
Seremos saciados del bien de tu casa,
De la santidad de tu templo.
5 Con portentos de justicia nos respondes,
Oh Dios de nuestra salvación,
Esperanza de todos los términos de la tierra,
Y de los más remotos confines del mar.
6 Tú, el que afianza los montes con su poder,
Ceñido de valentía;
7 El que sosiega el estruendo de los mares, el bramido de sus olas,
Y el tumulto de las naciones.
8 Por tanto, los habitantes de los confines de la tierra se sobrecogen ante sus señales portentosas.
Tú haces alegrar las puertas de la aurora y del ocaso.
9 Cuidas de la tierra, y la riegas;
En gran manera la enriqueces;
Con el río de Dios, lleno de aguas,
Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.
10 Haces que se empapen sus surcos,
Igualas sus terrones;
La ablandas con lluvias,
Bendices sus renuevos.
11 Tú coronas el año con tus bienes,
Y tus nubes destilan abundancia.
12 Destilan sobre los pastos del páramo,
Y los collados se ciñen de alegría.
13 Se cubren de manadas los llanos,
Y los valles se cubren de mieses;
Dan voces de júbilo, y aun cantan.
Profecía sobre Babilonia
13 Oráculo sobre Babilonia, que vio Isaías hijo de Amoz.
2 Levantad bandera sobre un alto monte; gritadles, agitad la mano, para que entren por las puertas de los nobles.
3 Yo mandé a mis consagrados; sí, yo llamé a mis valientes para ejecutar mi ira, a los que se alegran de mi victoria.
4 Estruendo de multitud en los montes, como de mucha gente; estruendo de ruido de reinos, de naciones reunidas; Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla.
5 Vienen de tierra lejana, de lo más lejano de los cielos, Jehová y las armas de su ira, para destruir toda la tierra.
6 Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como terrible azote del Todopoderoso.
7 A causa de ello, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre,
8 y se llenarán de terror; angustias y apuros se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto; se asustará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas.
9 He aquí que el día de Jehová viene, terrible, y lleno de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores.
10 Pues las estrellas de los cielos y sus constelaciones no darán su luz; el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor.
11 Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; pondré fin a la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los tiranos.
12 Haré más escaso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre.
13 Por tanto, haré estremecer los cielos, y la tierra será sacudida de su lugar, por la indignación de Jehová de los ejércitos en el día del ardor de su ira.
14 Y como gacela perseguida, y como oveja sin pastor, cada cual enfilará hacia su pueblo, y cada uno huirá a su tierra.
15 Cualquiera que sea hallado será alanceado; y cualquiera que por ellos sea apresado, caerá a espada.
16 Sus niños serán estrellados ante sus ojos; sus casas serán saqueadas, y violadas sus mujeres.
17 He aquí que yo despierto contra ellos a los medos, que no estiman la plata, ni codician el oro.
18 Con arco derribarán a los jóvenes, y no tendrán misericordia del fruto del vientre, ni su ojo perdonará a los niños.
19 Y Babilonia, la joya de los reinos, prez y orgullo de los caldeos, será como cuando destruyó Dios a Sodoma y Gomorra.
20 Nunca más será habitada, ni se morará en ella de generación en generación; ni levantará allí tienda el árabe, ni los pastores tendrán allí majada;
21 sino que dormirán allí las fieras del desierto, y sus casas se llenarán de hurones; allí habitarán avestruces, y allí saltarán las cabras salvajes.
22 En sus castillos aullarán hienas, y chacales en sus casas de recreo. Su hora está al llegar, y sus días no se prolongarán.
Saludo
1 Pedro, apóstol de Jesucristo, a los que viven como extranjeros, esparcidos por el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia,
2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
La esperanza viva
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según su gran misericordia, nos hizo renacer para una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de los muertos,
4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser revelada en el último tiempo.
6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, seáis afligidos en diversas tentaciones,
7 para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual perece, aunque se prueba con fuego, se halle que resulta en alabanza, gloria y honra en la revelación de Jesucristo,
8 a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;
9 obteniendo el objetivo de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
10 Acerca de esta salvación investigaron y averiguaron diligentemente los profetas que profetizaron acerca de la gracia destinada a vosotros,
11 escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.
12 A los cuales fue revelado que no administraban para sí mismos, sino para nosotros, las cosas que ahora os fueron anunciadas mediante los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas a las que anhelan mirar los ángeles.
Llamamiento a una vida santa
13 Por lo cual, estad preparados para la acción, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá en la revelación de Jesucristo.
14 Como hijos obedientes, no os amoldéis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia;
15 sino que así como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir;
16 pues escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
17 Y si invocáis por Padre a aquel que sin acepción de personas juzga según la obra de cada uno, conducíos en temor durante todo el tiempo de vuestra peregrinación;
18 sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual os fue transmitida por vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata,
19 sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación,
20 ya provisto desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado al final de los tiempos por amor de vosotros,
21 que por medio de él creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, de manera que vuestra fe y esperanza sean en Dios.
22 Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para un amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro;
23 habiendo nacido de nuevo, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por medio de la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
24 Porque:
Toda carne es como hierba,
Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba.
La hierba se seca, y la flor se cae;
25 Mas la palabra del Señor permanece para siempre.
Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.