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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Números 21

El rey de Arad ataca a Israel

21 Cuando el cananeo, el rey de Arad, que habitaba en el Négueb, oyó que venía Israel por el camino de Atarim, peleó contra Israel, y tomó de él prisioneros.

Entonces Israel hizo voto a Jehová, y dijo: Si en efecto entregas este pueblo en mi mano, yo destruiré sus ciudades.

Y Jehová escuchó la voz de Israel, y entregó al cananeo, y los destruyó a ellos y a sus ciudades; y llamó el nombre de aquel lugar Hormá.

La serpiente de bronce

Después partieron del monte de Hor, camino del Mar Rojo, para rodear la tierra de Edom; y se desanimó el pueblo por el camino.

Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano.

Y Jehová envió entre el pueblo serpientes ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel.

Entonces el pueblo vino a Moisés y dijo: Hemos pecado por haber hablado contra Jehová, y contra ti; ruega a Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.

Y Jehová dijo a Moisés: Hazte una serpiente de bronce refulgente, y ponla sobre un asta; y cualquiera que haya sido mordido y mire a ella, vivirá.

Y Moisés hizo una serpiente de bronce, y la puso sobre un asta; y cuando alguna serpiente mordía a alguno, miraba a la serpiente de bronce, y vivía.

Los israelitas rodean la tierra de Moab

10 Después partieron los hijos de Israel y acamparon en Obot.

11 Y partiendo de Obot, acamparon en Ije-abarim, en el desierto que está enfrente de Moab, al nacimiento del sol.

12 Partieron de allí, y acamparon en el valle de Zered.

13 De allí partieron, y acamparon al otro lado de Arnón, que está en el desierto, y que sale del territorio del amorreo; porque Arnón es límite de Moab, entre Moab y el amorreo.

14 Por tanto se dice en el libro de las batallas de Jehová:

Lo que hizo en el Mar Rojo,
Y en los arroyos de Arnón;
15 Y a la corriente de los arroyos
Que va a parar en Ar,
Y descansa en el límite de Moab.

16 De allí vinieron a Beer: este es el pozo del cual Jehová dijo a Moisés: Reúne al pueblo, y les daré agua.

17 Entonces cantó Israel este cántico:
Sube, oh pozo; a él cantad;
18 Pozo, el cual cavaron los señores.
Lo cavaron los príncipes del pueblo,
Y el legislador, con sus báculos.
Del desierto vinieron a Mataná,

19 y de Mataná a Nahaliel, y de Nahaliel a Bamot;

20 y de Bamot al valle que está en los campos de Moab, y a la cumbre de Pisgá, que mira hacia el desierto.

Israel derrota a Sehón

21 Entonces envió Israel embajadores a Sehón rey de los amorreos, diciendo:

22 Pasaré por tu tierra; no nos iremos por los sembrados, ni por las viñas; no beberemos las aguas de los pozos; por el camino real iremos, hasta que pasemos tu territorio.

23 Mas Sehón no dejó pasar a Israel por su territorio, sino que juntó Sehón todo su pueblo y salió contra Israel en el desierto, y vino a Jahaz y peleó contra Israel.

24 Y lo hirió Israel a filo de espada, y tomó su tierra desde Arnón hasta Jaboc, hasta los hijos de Amón; porque la frontera de los hijos de Amón era fuerte.

25 Y tomó Israel todas estas ciudades y habitó Israel en todas las ciudades del amorreo, en Hesbón y en todas sus aldeas.

26 Porque Hesbón era la ciudad de Sehón rey de los amorreos, el cual había tenido guerra antes con el rey de Moab, y tomado de su poder toda su tierra hasta Arnón.

27 Por tanto dicen los proverbistas:
Venid a Hesbón,
Edifíquese y repárese la ciudad de Sehón.
28 Porque fuego salió de Hesbón,
Y llama de la ciudad de Sehón,
Y consumió a Ar de Moab,
A los señores de las alturas de Arnón.
29 ¡Ay de ti, Moab!
Pereciste, pueblo de Quemós.
Fueron puestos sus hijos en huida,
Y sus hijas en cautividad,
Por Sehón rey de los amorreos.
30 Mas devastamos el reino de ellos;
Pereció Hesbón hasta Dibón,
Y destruimos hasta Nofa y Médeba.

Israel derrota a Og de Basán

31 Así habitó Israel en la tierra del amorreo.

32 También envió Moisés a reconocer a Jazer; y tomaron sus aldeas, y echaron al amorreo que estaba allí.

33 Y volvieron, y subieron camino de Basán; y salió contra ellos Og rey de Basán, él y todo su pueblo, para pelear en Edreí.

34 Entonces Jehová dijo a Moisés: No le tengas miedo, porque en tu mano lo he entregado, a él y a todo su pueblo, y a su tierra; y harás de él como hiciste de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón.

35 E hirieron a él y a sus hijos, y a toda su gente, sin que le quedara uno, y se apoderaron de su tierra.

Salmos 60-61

Plegaria pidiendo ayuda contra el enemigo

Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-Naharáyim y contra Aram de Sobá, y volvió Joab, y destrozó a doce mil de Edom en el valle de la Sal.

60 Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste;
Te has airado; ¡vuélvete a nosotros!
Hiciste temblar la tierra, la has hendido;
Repara sus grietas, porque se desmorona.
Has hecho ver a tu pueblo cosas duras;
Nos hiciste beber vino de aturdimiento.
Da a los que te temen una bandera
Para que la alcen por la verdad.
Selah
Para que se libren tus amados,
Salva con tu diestra, y óyeme.

Dios ha hablado en su santuario: ¡Qué alegría!
Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.
Mío es Galaad, y mío es Manasés;
Y Efraín es el yelmo de mi cabeza;
Judá es mi cetro.
Moab, una jofaina para lavarme;
Sobre Edom echaré mi calzado;
Sobre Filistea cantaré victoria.

Pero ¿quién me conducirá a la ciudad fortificada?
¿Quién me guiará hasta Edom?
10 ¿Quién sino tú, oh Dios, que nos has desechado,
Y no sales ya, oh Dios, con nuestros ejércitos?
11 Danos socorro contra el enemigo,
Porque vana es la ayuda de los hombres.
12 Con Dios haremos proezas,
Y él hollará a nuestros enemigos.

Confianza en la protección de Dios

Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de David.

61 Oye, oh Dios, mi clamor;
A mi oración atiende.
Desde el confín de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmaye.
Llévame a la roca inaccesible para mí;
Porque tú eres mi refugio,
Y torre fuerte delante del enemigo.

Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre;
Estaré seguro bajo el amparo de tus alas.
Selah
Porque tú, oh Dios, has oído mis votos;
Me has dado la herencia que otorgas a los que temen tu nombre.

Añade días a los días del rey,
Que sus años alcancen varias generaciones.
Que reine para siempre delante de Dios;
Que la misericordia y la verdad lo guarden.

Así cantaré tu nombre para siempre,
Cumpliendo mis votos cada día.

Isaías 10:5-34

Asiria, instrumento de Dios

Oh Asiria, báculo de mi furor, en cuya mano he puesto la vara de mi ira.

Le mandaré contra una nación impía, y sobre el pueblo objeto de mi ira le enviaré, para que saquee despojos, y arrebate presa, y lo ponga para ser hollado como lodo de las calles.

Aunque él no lo pensará así, ni su corazón lo imaginará de esta manera, sino que su intención es destruir y exterminar muchas naciones.

Porque él dice: Mis príncipes, ¿no son todos reyes?

¿No es Calnó como Carquemis, Hamat como Arfad, y Samaria como Damasco?

10 Como se apoderó mi mano de los reinos de los ídolos, siendo sus imágenes más que las de Jerusalén y de Samaria;

11 como hice a Samaria y a sus ídolos, ¿no haré también así a Jerusalén y a sus imágenes?

12 Pero acontecerá que después que el Señor haya acabado toda su obra en el monte de Sión y en Jerusalén, dirá: Yo castigaré el fruto de la soberbia del corazón del rey de Asiria, y la altivez de sus ojos.

13 Porque dijo: Con el poder de mi mano lo he hecho, y con mi sabiduría, porque soy inteligente; borré las fronteras de los pueblos, y saqueé sus tesoros, y derribé potente a los que estaban sentados en sus tronos.

14 Y mi mano tomó las riquezas de los pueblos como quien toma un nido; y como se recogen los huevos abandonados, así me apoderé yo de toda la tierra; y no hubo quien moviese un ala, ni abriese su boca y graznase.

15 ¿Se jactará el hacha frente al que con ella corta? ¿Se ensoberbecerá la sierra contra el que la mueve? ¡Como si la vara moviese al que la levanta; como si levantase el bastón al que no es un leño!

16 Por esto el Señor, Jehová de los ejércitos, enviará enflaquecimiento entre sus robustos, y debajo de su opulencia encenderá una hoguera como fuego de incendio.

17 Y la luz de Israel será por fuego, y su Santo por llama, que abrase y consuma en un día sus zarzas y sus espinos.

18 La gloria de su bosque y de su campo fértil la consumirá totalmente en alma y cuerpo, y vendrá a ser como enfermo que languidece.

19 Y los árboles que queden en su bosque serán tan pocos, que un niño los podrá contar.

20 Acontecerá en aquel tiempo, que los que hayan quedado de Israel y los que hayan quedado de la casa de Jacob, nunca más se apoyarán en el que los hirió, sino que se apoyarán con firmeza en Jehová, el Santo de Israel.

21 Un remanente volverá, el remanente de Jacob volverá al Dios fuerte.

Anuncio de la ruina

22 Porque aunque tu pueblo, oh Israel, sea como la arena del mar, sólo un remanente de él volverá; la destrucción decretada rebosará justicia.

23 Pues el Señor, Jehová de los ejércitos, realizará en medio de la tierra un exterminio ya decidido.

24 Por tanto, el Señor, Jehová de los ejércitos, dice así: Pueblo mío, morador de Sión, no temas de Asiria, aunque con vara te herirá, y contra ti alzará su palo, a la manera de Egipto;

25 pues de aquí a muy poco tiempo, se consumará mi furor, y mi enojo los destruirá.

26 Y levantará Jehová de los ejércitos un azote contra él como en la matanza de Madián en la peña de Oreb, y alzará su vara sobre el mar como lo hizo en Egipto.

27 Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de tu gordura.

28 Vino hasta Ajat, pasó hasta Migrón; en Micmás contó su ejército.

29 Pasaron el vado; pernoctaron en Geba; Ramá tembló; Guibeat de Saúl huyó.

30 ¡Grita en alta voz, hija de Galim! ¡Escucha, Lais! ¡Pobrecilla de ti, Anatot!

31 Madmená se desbandó; los moradores de Gebim huyen a refugiarse.

32 Ese mismo día hará un alto en Nob; alzará su mano contra el monte de la hija de Sión, el collado de Jerusalén.

33 He aquí que el Señor, Jehová de los ejércitos, desgajará el ramaje con gran poder, y los árboles de gran altura serán cortados, y los altos serán derribados en tierra.

34 Y cortará con hierro la espesura del bosque, y el Líbano caerá frente al Fuerte.

Santiago 4

Contra las discordias

¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?

Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.

Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.

¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que él ha hecho habitar en nosotros nos anhela celosamente?

Pero él da mayor gracia. Por lo cual dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.

Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

Afligíos, y lamentad, y llorad. Que vuestra risa se convierta en llanto, y vuestro gozo en tristeza.

10 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.

Juzgando al hermano

11 Hermanos, no habléis mal los unos de los otros. El que habla mal del hermano y juzga a su hermano, habla mal de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.

12 Uno solo es el dador de la ley, el que puede salvar y perder; pero tú, ¿quién eres para que juzgues al otro?

Incertidumbre de la vida

13 ¡Vamos ahora!, los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos;

14 cuando no sabéis lo que será el mañana. Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es un vapor que aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.

15 En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello.

16 Pero ahora os jactáis en vuestras fanfarronadas. Toda jactancia semejante es mala;

17 el pecado está, pues, en aquel que sabe hacer lo bueno y no lo hace.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.