Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Éxodo 23

La justicia: Deberes con los enemigos

23 No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.

No seguirás a los muchos para hacer mal, ni te inclinarás en un proceso por la mayoría en contra de la justicia;

ni al pobre distinguirás en su causa.

Si encuentras el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo.

Si ves el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo.

No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito.

De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.

No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte las palabras de los justos.

Y no angustiarás al extranjero; porque vosotros sabéis cómo es el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.

El año sabático y el sábado

10 Seis años sembrarás tu tierra, y recogerás su cosecha;

11 mas el séptimo año la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quede comerán las bestias del campo; así harás con tu viña y tu olivar.

12 Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás, para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero.

13 Y todo lo que os he dicho, guardadlo. Y nombre de otros dioses no mentaréis, ni se oirá de vuestra boca.

Las tres fiestas anuales

14 Tres veces en el año me celebraréis fiesta.

15 La fiesta de los panes sin levadura guardarás. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib, porque en él saliste de Egipto; y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías.

16 También la fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores, que hayas sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo.

17 Tres veces en el año se presentará todo varón delante de Jehová el Señor.

18 No ofrecerás con pan leudo la sangre de mi sacrificio, ni la grosura de mi víctima quedará de la noche hasta la mañana.

19 Las primicias de los primeros frutos de tu tierra traerás a la casa de Jehová tu Dios. No guisarás el cabrito en la leche de su madre.

Advertencia sobre los cananeos

20 He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.

21 Pórtate bien delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.

22 Pero si en verdad oyes su voz y haces todo lo que yo te diga, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te aflijan.

23 Porque mi Ángel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.

24 No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás totalmente sus estatuas.

25 Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, y él bendecirá tu pan y tus aguas; y yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti.

26 No habrá mujer que aborte, ni estéril en tu tierra; y yo completaré el número de tus días.

27 Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde entres, y haré huir de tu presencia a todos tus enemigos.

28 Enviaré delante de ti la avispa, que eche fuera al heveo, al cananeo y al heteo, de delante de ti.

29 No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las fieras del campo.

30 Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra.

31 Y fijaré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el río; porque pondré en tus manos a los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti.

32 No harás alianza con ellos, ni con sus dioses.

33 En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses, porque te será tropiezo.

Juan 2

Las bodas en Caná

Al tercer día hubo unas bodas en Caná de Galilea; y estaba allí la madre de Jesús.

Y fue también invitado a las bodas Jesús con sus discípulos.

Y habiendo comenzado a faltar el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino.

Jesús le dijo: ¿Qué tengo que ver contigo, mujer? Aún no ha llegado mi hora.

Su madre dijo a los sirvientes: Haced lo que él os diga.

Y había allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.

Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.

Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.

Cuando el maestresala probó el agua hecha vino (sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua), llamó al novio,

10 y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; pero tú has reservado el buen vino hasta ahora.

11 Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.

12 Después de esto descendieron a Capernaúm, él, su madre, sus hermanos y sus discípulos; y estuvieron allí no muchos días.

Purificación del templo

13 Estaba cerca la pascua de los judíos; y subió Jesús a Jerusalén,

14 y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados.

15 Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas;

16 y dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto; no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.

17 Entonces se acordaron sus discípulos de que está escrito: El celo de tu casa me devora.

18 Y los judíos respondieron y le dijeron: ¿Qué señal nos muestras, ya que haces esto?

19 Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.

20 Dijeron entonces los judíos: En cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú lo levantarás en tres días?

21 Pero él se refería al templo de su cuerpo.

22 Por eso, cuando resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron de que había dicho esto; y creyeron a la Escritura y a la palabra que Jesús había dicho.

Jesús conoce a todos los hombres

23 Mientras estaba en Jerusalén en la fiesta de la pascua, muchos creyeron en su nombre, al ver las señales que hacía.

24 Pero Jesús mismo no se confiaba a ellos, porque conocía a todos,

25 y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio acerca del hombre, pues él sabía lo que había en el hombre.

Job 41

41 ¿Pescarás tú al cocodrilo con anzuelo,

O sujetarás su lengua con una cuerda?
¿Atravesarás con un junco sus narices,
Y horadarás con garfio su quijada?
¿Multiplicará él ruegos para contigo?
¿Te hablará él con timidez?
¿Hará pacto contigo
Para que lo tomes por siervo perpetuo?
¿Jugarás con él como con pájaro,
Lo atarás para juguete de tus niñas?
¿Harán de él banquete los compañeros?
¿Lo repartirán entre los mercaderes?
¿Cortarás tú con cuchillo su piel,
O con arpón de pescadores su cabeza?
Pon tu mano sobre él;
Te acordarás de la batalla, nunca más volverás.
He aquí que la esperanza acerca de él será burlada,
Porque aun a su sola vista se desmayarán.
10 Nadie hay tan osado que lo despierte;
¿Quién, pues, podrá estar delante de mí?
11 ¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo restituya?
Todo lo que hay debajo del cielo es mío.

12 No guardaré silencio sobre sus miembros,
Ni sobre sus fuerzas y la gracia de su disposición.
13 ¿Quién descubrirá la delantera de su vestidura?
¿Quién se acercará a él con su freno doble?
14 ¿Quién abrirá las puertas de su rostro?
Las hileras de sus dientes espantan.
15 La gloria de su vestido son escudos fuertes,
Cerrados entre sí estrechamente.
16 El uno se junta con el otro,
Que viento no entra entre ellos.
17 Pegado está el uno con el otro;
Están trabados entre sí, que no se pueden apartar.
18 Con sus estornudos lanza destellos,
Y sus ojos son como los párpados del alba.
19 De su boca salen hachones de fuego;
Centellas de fuego saltan.
20 De sus narices sale humo,
Como de una olla o caldero que hierve.
21 Su aliento enciende los carbones,
Y de su boca sale llama.
22 En su cerviz está la fuerza,
Y delante de él se esparce el desaliento.
23 Las partes más flojas de su carne están endurecidas;
Están en él firmes, y no se mueven.
24 Su corazón es duro como una roca,
Y fuerte como piedra de molino.
25 Cuando se yergue, tienen temor los fuertes,
Y a causa de su consternación quedan fuera de sí.
26 Cuando alguno lo alcanza,
Ni espada, ni lanza, ni dardo, ni coselete se le resiste.
27 Estima como paja el hierro,
Y el bronce como leño podrido.
28 No le hacen huir las saetas;
Las piedras de honda le son como paja.
29 Tiene toda arma por hojarasca,
Y del blandir de la jabalina se burla.
30 Por debajo tiene agudas conchas;
Pasa como un trillo por el barro.
31 Hace hervir como una olla el mar profundo,
Y lo vuelve como un gran pebetero.
32 En pos de sí deja una estela luminosa sobre el abismo,
Como una melena blanca.
33 No hay sobre la tierra quien se le parezca;
Pues fue hecho exento de temor.
34 Desafía a todo ser altivo;
Es rey sobre todas las fieras.

2 Corintios 11

11 ¡Ojalá me toleraseis un poco de insensatez! Sí, toleradme.

Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.

Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros pensamientos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.

Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo toleráis,

y pienso que en nada he sido inferior a los más eminentes apóstoles.

Pues aunque sea tosco en la palabra, no lo soy en el conocimiento; en todo y por todo os lo hemos demostrado.

¿Pequé yo humillándome a mí mismo, para que vosotros fueseis enaltecidos, por cuanto os he predicado el evangelio de Dios de balde?

He despojado a otras iglesias, recibiendo salario para serviros a vosotros.

Y cuando estaba entre vosotros y tuve necesidad, a ninguno fui carga, pues lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia, y en todo me guardé y me guardaré de seros gravoso.

10 Por la verdad de Cristo que está en mí, que no se me quitará esta mi gloria en las regiones de Acaya.

11 ¿Por qué? ¿Porque no os amo? Dios lo sabe.

12 Mas lo que hago, lo seguiré haciendo, para privar de pretexto a aquellos que desean un pretexto para ser considerados iguales a nosotros en aquello en que se glorían.

13 Porque los tales son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo.

14 Y no es de extrañar, porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz.

15 Así que, no es mucho el que también sus ministros se disfracen como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.

Las credenciales de un apóstol

16 Otra vez digo: Que nadie me tenga por insensato; o de otra manera, recibidme como a loco, para que yo también me gloríe un poquito.

17 Lo que hablo, no lo hablo según el Señor, sino como en locura, con esta confianza de gloriarme.

18 Puesto que muchos se glorían según la carne, también yo me gloriaré;

19 porque de buena gana toleráis a los necios, siendo vosotros cuerdos.

20 Pues toleráis si alguno os esclaviza, si alguno os devora, si alguno toma lo vuestro, si alguno se enaltece, si alguno os da de bofetadas.

21 Para vergüenza nuestra lo digo, para eso fuimos demasiado débiles. Pero en lo que otro tenga osadía (hablo con insensatez), también yo tengo osadía.

22 ¿Son hebreos? Yo también. ¿Son israelitas? Yo también. ¿Son descendientes de Abraham? También yo.

23 ¿Son ministros de Cristo? (Hablo como si hubiera perdido el juicio.) Yo más; en trabajos, más abundante; en azotes, sin número; en cárceles, mucho más; en peligros de muerte, muchas veces.

24 De los judíos, cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno.

25 Tres veces he sido azotado con varas; una vez, apedreado; tres veces he padecido naufragio; una noche y un día he estado como náufrago en alta mar;

26 en viajes, muchas veces; en peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los de mi nación, peligros de los gentiles, peligros en la ciudad, peligros en despoblado, peligros en el mar, peligros entre falsos hermanos;

27 en trabajo y fatiga, en muchas noches pasadas en vela, en hambre y sed, en muchos ayunos, en frío y en desnudez;

28 y además de otras cosas, lo que sobre mí se agolpa cada día, la preocupación por todas las iglesias.

29 ¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace tropezar, y yo no me indigno?

30 Si es necesario gloriarse, me gloriaré en lo que es de mi debilidad.

31 El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien es bendito por los siglos, sabe que no miento.

32 En Damasco, el etnarca del rey Aretas guardaba la ciudad de los damascenos para prenderme;

33 y fui descolgado en una espuerta por una abertura hecha en la muralla, y escapé de sus manos.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.