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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Génesis 50

Exequias de Jacob

50 Entonces se echó José sobre el rostro de su padre, y lloró sobre él, y lo besó.

Y mandó José a sus servidores médicos que embalsamasen a su padre; y los médicos embalsamaron a Israel.

Y le cumplieron cuarenta días, porque así cumplían los días de los embalsamados, y lo lloraron los egipcios setenta días.

Y pasados los días de su luto, habló José a los de la casa de Faraón, diciendo: Si he hallado ahora gracia en vuestros ojos, os ruego que habléis en oídos de Faraón, diciendo:

Mi padre me hizo jurar, diciendo: He aquí que voy a morir; en el sepulcro que cavé para mí en la tierra de Canaán, allí me sepultarás; ruego, pues, que suba yo ahora y sepulte a mi padre, y volveré.

Y Faraón dijo: Sube, y sepulta a tu padre, como él te hizo jurar.

Entonces José subió para sepultar a su padre; y subieron con él todos los siervos de Faraón, los ancianos de su casa, y todos los ancianos de la tierra de Egipto,

y toda la casa de José, y sus hermanos, y la casa de su padre; solamente dejaron en la tierra de Gosén sus niños, y sus ovejas y sus vacas.

Subieron también con él carros y gente de a caballo, y se hizo un escuadrón muy grande.

10 Y llegaron hasta la era de Atad, que está al otro lado del Jordán, y endecharon allí con grande y muy triste lamentación; y José hizo a su padre duelo por siete días.

11 Y viendo los moradores de la tierra, los cananeos, el llanto en la era de Atad, dijeron: Llanto grande es este de los egipcios; por eso fue llamado su nombre Abel-misraim, que está al otro lado del Jordán.

12 Hicieron, pues, sus hijos con él según les había mandado;

13 pues lo llevaron sus hijos a la tierra de Canaán, y lo sepultaron en la cueva del campo de Macpelá, la que había comprado Abraham con el mismo campo, para heredad de sepultura, de Efrón el heteo, enfrente de Mamré.

14 Y volvió José a Egipto, él y sus hermanos, y todos los que subieron con él a sepultar a su padre, después que lo hubo sepultado.

Muerte de José

15 Viendo los hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos.

16 Y enviaron a decir a José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo:

17 Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos y su pecado, porque mal te trataron; por tanto, ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban.

18 Vinieron también sus hermanos y se postraron delante de él, y dijeron: Henos aquí por siervos tuyos.

19 Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?

20 Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo.

21 Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. Así los consoló, y les habló al corazón.

22 Y habitó José en Egipto, él y la casa de su padre; y vivió José ciento diez años.

23 Y vio José los hijos de Efraím hasta la tercera generación; también los hijos de Maquir hijo de Manasés fueron criados sobre las rodillas de José.

24 Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob.

25 E hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos.

26 Y murió José a la edad de ciento diez años; y lo embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en Egipto.

Lucas 3

Predicación de Juan el Bautista

En el año decimoquinto del reinado de Tiberio César, siendo Poncio Pilato gobernador de Judea, Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Felipe tetrarca de la región de Iturea y de Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene,

durante el sumo sacerdocio de Anás y de Caifás, vino palabra de Dios sobre Juan el hijo de Zacarías, en el desierto.

Y recorrió toda la comarca del Jordán, proclamando un bautismo de arrepentimiento para perdón de pecados;

como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías:

Voz de uno que clama en el desierto:
Preparad el camino del Señor;
Haced derechas sus sendas;
Todo valle será rellenado,
Y todo monte y collado será rebajado;
Lo tortuoso se hará recto,
Y lo áspero se convertirá en caminos suaves;
Y verá toda carne la salvación de Dios.

Decía, pues, a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: Engendros de víboras, ¿quién os advirtió que huyeseis de la ira inminente?

Producid, pues, frutos que correspondan a un sincero arrepentimiento; y no comencéis a decir entre vosotros mismos: Tenemos por padre a Abraham; porque os digo que de estas piedras puede Dios suscitar hijos a Abraham.

Y ya también el hacha está puesta junto a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no produce buen fruto se corta y se echa al fuego.

10 Y las multitudes le preguntaban, diciendo: ¿Qué, pues, haremos?

11 Y respondiendo, les decía: El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga qué comer, que haga lo mismo.

12 Vinieron también cobradores de impuestos a ser bautizados, y le dijeron: Maestro, ¿qué haremos?

13 Él les dijo: No exijáis más de lo que se os ha ordenado.

14 También unos soldados le preguntaban, diciendo: Y nosotros ¿qué haremos? Y les dijo: No intimidéis a nadie, ni denunciéis en falso para sacar dinero, y contentaos con vuestra paga.

15 Y como el pueblo estaba a la espera, y todos andaban pensando en su corazón acerca de Juan, si quizás él sería el Cristo,

16 Juan respondió y les dijo a todos: Yo os bautizo con agua; pero está viniendo el que es más fuerte que yo, al que yo no soy apto para desatarle la correa de sus sandalias; él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.

17 Ya tiene en la mano el aventador, y limpiará con esmero su era, y recogerá el trigo en su granero; pero la paja la quemará con fuego inextinguible.

18 Y así, con muchas y variadas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva.

19 Pero cuando censuró repetidamente a Herodes el tetrarca respecto de Herodías, la mujer de su hermano, y en relación con todas las maldades que Herodes había hecho,

20 a todas ellas añadió Herodes también esto: que encerró a Juan en la cárcel.

El bautismo de Jesucristo

21 Aconteció que, cuando todo el pueblo era bautizado, también Jesús fue bautizado; y mientras oraba, se abrió el cielo,

22 y descendió sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma; y salió del cielo una voz que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti he puesto mi complacencia.

Genealogía de Jesucristo

23 Y Jesús mismo, al comenzar, tenía unos treinta años, siendo hijo, según se suponía, de José, el hijo de Elí,

24 el hijo de Matat, el hijo de Leví, el hijo de Melquí, el hijo de Janná, el hijo de José,

25 el hijo de Matatías, el hijo de Amós, el hijo de Nahúm, el hijo de Heslí, el hijo de Nangay,

26 el hijo de Maat, el hijo de Matatías, el hijo de Semeí, el hijo de José, el hijo de Judá,

27 el hijo de Joaná, el hijo de Resá, el hijo de Zorobabel, el hijo de Salatiel, el hijo de Nerí,

28 el hijo de Melquí, el hijo de Addí, el hijo de Cosam, el hijo de Elmadam, el hijo de Er,

29 el hijo de Josué, el hijo de Eliezer, el hijo de Jorim, el hijo de Matat,

30 el hijo de Leví, el hijo de Simeón, el hijo de Judá, el hijo de José, el hijo de Jonam, el hijo de Eliaquim,

31 el hijo de Melcá, el hijo de Mainán, el hijo de Matatá, el hijo de Natán,

32 el hijo de David, el hijo de Isay, el hijo de Obed, el hijo de Booz, el hijo de Salmón, el hijo de Naasón,

33 el hijo de Aminadab, el hijo de Aram, el hijo de Esrom, el hijo de Fares, el hijo de Judá,

34 el hijo de Jacob, el hijo de Isaac, el hijo de Abraham, el hijo de Taré, el hijo de Nacor,

35 el hijo de Serug, el hijo de Ragáu, el hijo de Péleg, el hijo de Éber, el hijo de Sala,

36 el hijo de Cainán, el hijo de Arfaxad, el hijo de Sem, el hijo de Noé, el hijo de Lámec,

37 el hijo de Matusalén, el hijo de Enoc, el hijo de Járed, el hijo de Maleleel, el hijo de Cainán,

38 el hijo de Enós, el hijo de Set, el hijo de Adán, el hijo de Dios.

Job 16-17

Job se queja contra Dios

16 Respondió Job, y dijo:

Muchas veces he oído cosas como éstas;
Consoladores importunos sois todos vosotros.
¿No tendrán fin las palabras vacías?
¿O qué te anima a responder?
También yo podría hablar como vosotros,
Si vuestra alma estuviera en lugar de la mía;
Yo podría ensartar contra vosotros palabras,
Y por vosotros menear mi cabeza.
Pero yo os alentaría con mis palabras,
Y la consolación de mis labios apaciguaría vuestro dolor.

Pero aunque hable, mi dolor no cesa;
Y si dejo de hablar, no se aparta de mí.
Pero ahora tú, oh Dios, me has extenuado;
Has asolado toda mi familia.
Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura,
Que se levanta contra mí para testificar en mi rostro.
Su furor me despedazó, y me ha aborrecido.
Crujió sus dientes contra mí;
Contra mí aguzó sus ojos mi enemigo.
10 Abrieron contra mí su boca;
Hirieron mis mejillas con afrenta;
Contra mí se juntaron todos.
11 Me ha entregado Dios a los malvados,
Y en las manos de los impíos me hizo caer.
12 Vivía yo tranquilo, y me desmenuzó;
Me agarró por la nuca y me despedazó,
Y me puso por blanco suyo.
13 Me rodearon sus flecheros,
Traspasó mis riñones sin piedad;
Mi hiel derramó por tierra.
14 Me quebrantó con quebranto sobre quebranto;
Me asaltó como un guerrero.
15 Cosí un saco sobre mi piel,
Y hundí mi cabeza en el polvo.
16 Mi rostro está inflamado con el llanto,
Y mis párpados ensombrecidos,
17 A pesar de no haber iniquidad en mis manos,
Y de haber sido pura mi oración.
18 ¡Oh tierra!, no cubras mi sangre,
Y no haya lugar adonde no llegue mi clamor.
19 Mas he aquí que en los cielos está aún mi testigo,
Y mi defensor en las alturas.
20 Mis amigos se burlan de mí;
Mas ante Dios derramaré mis lágrimas.
21 ¡Ojalá pudiese abogar un hombre ante Dios,
Como lo hace con su prójimo!
22 Mas los años que me restan son contados,
Y yo me iré por el camino de donde ya no volveré.

17 Mi aliento se agota, se acaban mis días,

Y me está preparado el sepulcro.
No hay conmigo sino escarnecedores,
Y mis ojos pasan las noches en amarguras.

Dame fianza, oh Dios; sea mi protección cerca de ti,
Ya que nadie quiere estrechar mi mano.
Porque a éstos les has escondido de su corazón la inteligencia;
Por tanto, no prevalecerán.
El que traiciona a sus amigos con lisonjas,
Los ojos de sus hijos languidecerán.

Él me ha puesto como proverbio de las gentes,
Y delante de ellos he sido como una escupidera.
Mis ojos se oscurecieron por el dolor,
Y mis miembros todos son como sombra.
Los rectos se maravillarán de esto,
Y el inocente se indignará contra el impío.
No obstante, el justo proseguirá su camino,
Y el limpio de manos aumentará su fuerza.
10 Pero volved todos vosotros, y venid ahora,
Y no hallaré entre vosotros ni un sabio.
11 Pasaron mis días, fracasaron mis planes,
Los designios de mi corazón.
12 Cambian la noche en día,
Y la luz se acerca delante de las tinieblas.
13 Pero ¿qué espero?, el Seol es mi casa;
Haré mi cama en las tinieblas.
14 A la podredumbre he dicho: Mi padre eres tú;
A los gusanos: Mi madre y mi hermana.
15 ¿Dónde, pues, estará ahora mi esperanza?
Y mi esperanza, ¿quién la verá?
16 A la profundidad del Seol descenderá conmigo,
Y juntamente descansará en el polvo.

1 Corintios 4

El ministerio apostólico

Que todo hombre nos considere como servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios.

Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel.

Yo en muy poco tengo el ser enjuiciado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo.

Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso quedo absuelto; pues el que me enjuicia es el Señor.

Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual sacará a la luz también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de parte de Dios.

Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, a fin de que de nosotros aprendáis lo de no propasarse de lo que está escrito, para que ni uno solo de vosotros se apasione el uno en contra del otro.

Porque ¿quién te distingue?, ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?

Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis. ¡Y ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente con vosotros!

Porque según pienso, Dios nos ha asignado a nosotros los apóstoles los últimos lugares, como a sentenciados a muerte; pues hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres.

10 Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados.

11 Hasta el momento presente padecemos hambre, tenemos sed, andamos mal vestidos, somos abofeteados, y no tenemos morada fija.

12 Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos.

13 Nos difaman, y exhortamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos.

14 No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros como a hijos míos amados.

15 Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tenéis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.

16 Por tanto, os exhorto a que me imitéis.

17 Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias.

18 Mas algunos están envanecidos, como si yo nunca hubiese de ir a vosotros.

19 Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos.

20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.

21 ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de mansedumbre?

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.