Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Éxodo 8

La plaga de ranas

Entonces Jehová dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón y dile: Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.

Y si no lo quieres dejar ir, he aquí yo castigaré con ranas todos tus territorios.

Y el río criará ranas, las cuales subirán y entrarán en tu casa, en la cámara donde duermes, y sobre tu cama, y en las casas de tus siervos, en tu pueblo, en tus hornos y en tus artesas.

Y las ranas subirán sobre ti, sobre tu pueblo, y sobre todos tus siervos.

Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu mano con tu vara sobre los ríos, arroyos y estanques, para que haga subir ranas sobre la tierra de Egipto.

Entonces Aarón extendió su mano sobre las aguas de Egipto, y subieron ranas que cubrieron la tierra de Egipto.

Y los hechiceros hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron venir ranas sobre la tierra de Egipto.

Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Orad a Jehová para que quite las ranas de mí y de mi pueblo, y dejaré ir a tu pueblo para que ofrezca sacrificios a Jehová.

Y dijo Moisés a Faraón: Dígnate indicarme cuándo debo orar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y que solamente queden en el río.

10 Y él dijo: Mañana. Y Moisés respondió: Se hará conforme a tu palabra, para que conozcas que no hay como Jehová nuestro Dios.

11 Y las ranas se irán de ti, y de tus casas, de tus siervos y de tu pueblo, y solamente quedarán en el río.

12 Entonces salieron Moisés y Aarón de la presencia de Faraón. Y clamó Moisés a Jehová tocante a las ranas que había mandado a Faraón.

13 E hizo Jehová conforme a la palabra de Moisés, y murieron las ranas de las casas, de los cortijos y de los campos.

14 Y las juntaron en montones, y el país apestaba.

15 Pero viendo Faraón que le habían dado este respiro, endureció su corazón y no los escuchó, como Jehová lo había declarado.

La plaga de mosquitos

16 Entonces Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón: Extiende tu vara y golpea el polvo de la tierra, para que se vuelva mosquitos todo el país de Egipto.

17 Y ellos lo hicieron así; y Aarón extendió su mano con su vara, y golpeó el polvo de la tierra, el cual se volvió mosquitos, así en los hombres como en las bestias; todo el polvo de la tierra se volvió mosquitos en todo el país de Egipto.

18 Y los hechiceros hicieron así también, para sacar mosquitos con sus encantamientos; pero no pudieron. Y hubo mosquitos tanto sobre los hombres como sobre las bestias.

19 Entonces los hechiceros dijeron a Faraón: Este es el dedo de Dios. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no los escuchó, como Jehová lo había dicho.

La plaga de las moscas

20 Jehová dijo a Moisés: Levántate de mañana y ponte delante de Faraón, he aquí él sale al río; y dile: Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.

21 Porque si no dejas ir a mi pueblo, he aquí yo enviaré sobre ti, sobre tus siervos, sobre tu pueblo y sobre tus casas toda clase de moscas; y las casas de los egipcios se llenarán de toda clase de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estén.

22 Y aquel día yo apartaré la tierra de Gosén, en la cual habita mi pueblo, para que ninguna clase de moscas haya en ella, a fin de que sepas que yo soy Jehová en medio de la tierra.

23 Y yo haré distinción entre mi pueblo y el tuyo. Mañana será esta señal.

24 Y Jehová lo hizo así, y vino toda clase de moscas molestísimas sobre la casa de Faraón, sobre las casas de sus siervos, y sobre todo el país de Egipto; y la tierra fue corrompida a causa de ellas.

25 Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Andad, ofreced sacrificio a vuestro Dios en la tierra.

26 Y Moisés respondió: No conviene que hagamos así, porque ofreceríamos a Jehová nuestro Dios la abominación de los egipcios. He aquí, si sacrificáramos la abominación de los egipcios delante de ellos, ¿no nos apedrearían?

27 Camino de tres días iremos por el desierto, y ofreceremos sacrificios a Jehová nuestro Dios, como él nos dirá.

28 Dijo Faraón: Yo os dejaré ir para que ofrezcáis sacrificios a Jehová vuestro Dios en el desierto, con tal que no vayáis más lejos; orad por mí.

29 Y respondió Moisés: He aquí, al salir yo de tu presencia, rogaré a Jehová que las diversas clases de moscas se vayan de Faraón, y de sus siervos, y de su pueblo mañana; con tal que Faraón no falte más, no dejando ir al pueblo a dar sacrificio a Jehová.

30 Entonces Moisés salió de la presencia de Faraón, y oró a Jehová.

31 Y Jehová hizo conforme a la palabra de Moisés, y quitó todas aquellas moscas de Faraón, de sus siervos y de su pueblo, sin que quedara una.

32 Mas Faraón endureció aún esta vez su corazón, y no dejó ir al pueblo.

Lucas 11

Jesucristo y la oración

11 Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.

Y les dijo: Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.

Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes,

porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante;

y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos?

Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite.

Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

10 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

11 ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra?; ¿o si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?

12 ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?

13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

Una casa dividida contra sí misma

14 Estaba Jesús echando fuera un demonio, que era mudo; y aconteció que salido el demonio, el mudo habló; y la gente se maravilló.

15 Pero algunos de ellos dijeron: Por Beelzebú, príncipe de los demonios, echa fuera los demonios.

16 Otros, para tentarle, le pedían señal del cielo.

17 Mas él, sabiendo los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y una casa dividida contra sí misma, cae.

18 Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá en pie su reino?, ya que decís que por Beelzebú echo yo fuera los demonios.

19 Pues si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos fuera? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.

20 Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, entonces el reino de Dios ha llegado a vosotros.

21 Cuando el hombre fuerte armado guarda su palacio, en paz está lo que posee.

22 Pero cuando viene otro más fuerte que él y le vence, le quita todas sus armas en que había confiado y reparte el botín.

23 El que no está conmigo, contra mí está; y el que conmigo no recoge, desparrama.

El espíritu inmundo que vuelve

24 Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda vagando por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí.

25 Y cuando llega, la halla barrida y en orden.

26 Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él; y entrados, habitan allí; y el estado final de aquel hombre viene a ser peor que el primero.

Los que en verdad son bienaventurados

27 Mientras él decía estas cosas, una mujer de entre la multitud levantó la voz y le dijo: Bienaventurado el vientre que te llevó, y los senos que te criaron.

28 Y él dijo: Bienaventurados más bien los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.

La generación perversa demanda señal

29 Y apiñándose las multitudes, comenzó a decir: Esta generación es mala; busca una señal, pero ninguna señal le será dada, sino la señal de Jonás.

30 Porque así como Jonás vino a ser una señal para los ninivitas, también lo será el Hijo del Hombre para esta generación.

31 La reina del Sur se levantará en el juicio con los hombres de esta generación, y los condenará; porque ella vino de los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y he aquí uno mayor que Salomón en este lugar.

32 Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque se arrepintieron ante la predicación de Jonás, y he aquí uno mayor que Jonás en este lugar.

La lámpara del cuerpo

33 Nadie, cuando enciende una lámpara, la pone en sitio oculto, ni debajo del almud, sino en el candelero, para que los que entran vean la luz.

34 La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo está sano, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas.

35 Mira, pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas.

36 Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor.

Jesucristo redarguye a fariseos y a intérpretes de la ley

37 En acabando de hablar, le rogó un fariseo que comiese con él; y entrando Jesús en la casa, se sentó a la mesa.

38 El fariseo, cuando lo vio, se extrañó de que no se hubiese lavado antes de comer.

39 Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero vuestro interior está lleno de rapacidad y de maldad.

40 Necios, el que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro?

41 Pero dad limosna de lo que tenéis, y entonces todo os es limpio.

42 Mas ¡ay de vosotros, fariseos!, que pagáis el diezmo de la menta, de la ruda, y de toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto se debía hacer, sin dejar aquello.

43 ¡Ay de vosotros, fariseos!, que amáis el primer asiento en las sinagogas, y los saludos respetuosos en las plazas.

44 ¡Ay de vosotros!, que sois como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben.

45 Respondiendo uno de los intérpretes de la ley, le dijo: Maestro, cuando dices esto, también nos insultas a nosotros.

46 Y él dijo: ¡Ay de vosotros, también, intérpretes de la ley!, porque cargáis a los hombres con cargas difíciles de llevar, pero vosotros ni aun con un dedo tocáis las cargas.

47 ¡Ay de vosotros, que edificáis los sepulcros de los profetas a quienes mataron vuestros padres!

48 De modo que sois testigos y consentidores de los hechos de vuestros padres; porque a la verdad ellos los mataron, y vosotros edificáis sus sepulcros.

49 Por eso la sabiduría de Dios también dijo: Les enviaré profetas y apóstoles; y de ellos, a unos matarán y a otros perseguirán,

50 para que se demande de esta generación la sangre de todos los profetas que se ha derramado desde la fundación del mundo,

51 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y el templo; sí, os digo que será demandada de esta generación.

52 ¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley!, porque habéis quitado la llave del conocimiento; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis.

53 Diciéndoles él estas cosas, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarle en gran manera, y a provocarle a que hablase de muchas cosas;

54 acechándole, y procurando cazar alguna palabra de su boca para acusarle.

Job 25-26

Bildad niega que el hombre pueda ser justificado delante de Dios

25 Respondió Bildad suhita, y dijo:

Dios tiene un poder temible;
Él pone paz en sus alturas.
¿Tienen sus ejércitos número?
¿Sobre quién no está su luz?
¿Cómo, pues, se justificará el hombre ante Dios?
¿Y cómo será limpio el que nace de mujer?
He aquí que ni aun la misma luna será resplandeciente,
Ni las estrellas son limpias delante de sus ojos;
¿Cuánto menos el hombre, que es un gusano,
Y el hijo de hombre, también gusano?

Job proclama la soberanía de Dios

26 Respondió Job, y dijo:

¿En qué ayudaste al que no tiene poder?
¿Cómo has amparado al brazo sin fuerza?
¿En qué aconsejaste al que no tiene conocimientos,
Y qué hábil talento has dado a conocer?
¿A quién has dirigido tus palabras,
Y de quién es el espíritu que de ti procede?
Las sombras tiemblan en lo profundo de los mares,
Y sus habitantes se estremecen.
El Seol está descubierto delante de él, y el Abadón no tiene cobertura.
Él extiende el norte sobre vacío,
Cuelga la tierra sobre la nada.
Ata las aguas en sus nubes,
Y las nubes no se rompen debajo de ellas.
Él encubre la faz de su trono,
Y sobre él extiende su nube.
10 Puso límite a la superficie de las aguas,
Hasta el confín entre la luz y las tinieblas.
11 Las columnas del cielo tiemblan,
Y se espantan ante su reprensión.
12 Él aquieta el mar con su poder,
Y con su entendimiento hiere la arrogancia suya.
13 Su espíritu serenó los cielos;
Su mano traspasó la serpiente tortuosa.
14 He aquí, estas cosas son sólo los bordes de sus caminos;
¡Y cuán leve es el susurro que hemos oído de él!
Pero el trueno de su poder, ¿quién lo puede comprender?

1 Corintios 12

Diversidad de dones espirituales

12 En cuanto a los dones espirituales, no quiero, hermanos, que estéis en la ignorancia.

Sabéis que cuando erais gentiles se os extraviaba llevándoos, como se os llevaba, a los ídolos mudos.

Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios dice: Jesús es maldito. Y nadie puede decir: Jesús es el Señor, sino por el Espíritu Santo.

Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo.

Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo.

Y hay diversidad de actividades, pero Dios, que efectúa todas las cosas en todos, es el mismo.

Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho común.

Porque a uno es dada por medio del Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu;

a otro, fe, en el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades, en el mismo Espíritu.

10 A otro, el efectuar milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.

11 Pero todas estas cosas las efectúa uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular según su voluntad.

12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo.

13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados para formar un solo cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.

14 Porque, además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos.

15 Si dijese el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no sería del cuerpo?

16 Y si dijese la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no sería del cuerpo?

17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?

18 Pero el hecho es que Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.

19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?

20 Ahora bien, los miembros son muchos, pero el cuerpo es uno solo.

21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.

22 Antes bien, los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;

23 y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos honrosos, a éstos vestimos con más honra; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más decoro.

24 Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios dispuso el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba,

25 para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros.

26 De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros se gozan con él.

27 Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno por su parte.

28 Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, después profetas, lo tercero maestros, luego poderes milagrosos, después dones de sanidades, ayudas, dotes de gobierno, diversos géneros de lenguas.

29 ¿Acaso son todos apóstoles?; ¿acaso son todos profetas?; ¿acaso son todos maestros?; ¿acaso hacen todos milagros?;

30 ¿acaso tienen todos dones de sanidad?; ¿acaso hablan todos en lenguas?; ¿acaso interpretan todos?

31 Desead, pues, celosamente los dones mejores. Y yo os voy a mostrar todavía un camino por excelencia.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.