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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
1 Crónicas 5-6

Descendientes de Rubén

Rubén era el hijo mayor de Israel, pero como tuvo relaciones sexuales con la esposa de su papá, perdió los privilegios de hijo mayor. Esos privilegios pasaron a los hijos de José, otro hijo de Israel. Es cierto que Judá llegó a ser más poderoso que sus hermanos y se convirtió en jefe de ellos, pero los privilegios de hijo mayor fueron de José.

Los hijos de Rubén, el hijo mayor de Israel, fueron Janoc, Falú, Jezrón y Carmí.

Los descendientes de Joel fueron Semaías, Gog, Simí, Micaías, Reaías, Baal y Beerá, jefe de los rubenitas y quien fue llevado prisionero por el rey de Asiria Tiglat Piléser.

Los hermanos de Joel están escritos tal como aparecen en los registros de familias: el mayor era Jeyel, Zacarías y Bela hijo de Azaz y nieto de Semá. Semá era hijo de Joel. Habitaban en la región de Aroer, Nebo y Baal Megón. Hacia el oriente ocuparon los territorios que van desde el desierto hasta el río Éufrates. Vivieron en esas tierras porque sus rebaños crecieron mucho en la región de Galaad. 10 Durante el reinado de Saúl, la tribu de Rubén se enfrentó contra los agarenos y los venció. Luego, los rubenitas vivieron en la tierra de los agarenos hasta la región al oriente de Galaad.

Descendientes de Gad

11 Los descendientes de Gad que vivieron enfrente de los rubenitas en las tierras de Basán hasta la región de Salcá fueron 12 Joel en la tierra de Basán, quien era el jefe, luego Safán, Janay y Safat. 13 Sus parientes en orden de familias paternas eran Micael, Mesulán, Sabá, Joray, Jacán, Zía y Éber, en total siete.

14 Todos ellos eran hijos de Abijaíl hijo de Jurí; Jurí era hijo de Jaroa; Jaroa era hijo de Galaad; Galaad era hijo de Micael; Micael era hijo de Jesisay; Jesisay era hijo de Yadó hijo de Buz. 15 El jefe de sus familias fue Ahí, quien era hijo de Abdiel y nieto de Guní. 16 Ellos ocuparon la región de Galaad, los pueblos vecinos de Basán y todos los campos de pastoreo cercanos a Sarón.

17 Los registros familiares de todos ellos se inscribieron durante el gobierno del rey Jotán de Judá y durante el gobierno del rey Jeroboán de Israel.

Las dos tribus y media

18 Los rubenitas, los gaditas, y la media tribu de Manasés tenían un ejército de 44 760 hombres bien entrenados para la guerra y hábiles en el uso de espadas, arcos y flechas. 19 Ellos lucharon contra los agarenos y contra Jetur, Nafis y Nodab, 20 recibiendo la ayuda de Dios en sus luchas. Dios les permitió derrotar a los agarenos y a sus aliados porque tenían plena confianza en él y le pidieron ayuda. 21 Cuando ganaron la batalla se quedaron con 50 000 camellos, 250 000 ovejas y 2000 burros. Además tomaron más de 100 000 prisioneros. 22 Muchos agarenos murieron en la batalla porque Dios ya había decidido el resultado. Las victoriosas dos tribus y media habitaron en la tierra de los agarenos hasta el tiempo del exilio.

23 La media tribu de Manasés era muy numerosa y vivía en el territorio que se extiende de Basán hasta Baal Hermón, Senir y Hermón. 24 Las familias de Manasés tenían varios líderes que eran muy famosos y valientes. Ellos eran Éfer, Isí, Eliel, Azriel, Jeremías, Hodavías y Yadiel. 25 Pero se rebelaron contra el Dios de sus antepasados, pues se dedicaron a adorar a otros dioses, los de la gente de la región, los cuales Dios mismo les había ayudado a destruir. 26 Así que el Dios de Israel despertó la furia del rey Pul de Asiria, que es el rey Tiglat Piléser, y le ayudó a expulsar a los rubenitas, los gaditas y a la media tribu de Manasés. Se los llevaron a Jalaj, a Jabor, a Hará y a la región del río Gozán, donde hoy todavía están viviendo.

Descendientes de Leví

Los hijos de Leví fueron Guersón, Coat y Merari.

Los hijos de Coat fueron Amirán, Izar, Hebrón y Uziel.

Los hijos de Amirán fueron Aarón, Moisés y Miriam.

Los hijos de Aarón fueron Nadab, Abiú, Eleazar e Itamar. Eleazar fue el papá de Finés; Finés fue el papá de Abisúa; Abisúa fue el papá de Buquí; Buquí fue el papá de Uzi; Uzi fue el papá de Zeraías; Zeraías fue el papá de Merayot; Merayot fue el papá de Amarías; Amarías fue el papá de Ajitob; Ajitob fue el papá de Sadoc; Sadoc fue el papá de Ajimaz; Ajimaz fue el papá de Azarías; Azarías fue el papá de Johanán; 10 Johanán fue el papá de Azarías, quien sirvió como sacerdote en el templo que Salomón construyó en Jerusalén. 11 Azarías fue el papá de Amarías; Amarías fue el papá de Ajitob; 12 Ajitob fue el papá de Sadoc; Sadoc fue el papá de Salún; 13 Salún fue el papá de Jilquías; Jilquías fue el papá de Azarías; 14 Azarías fue el papá de Seraías, y Seraías fue el papá de Josadac.

15 Josadac fue condenado a vivir fuera de su tierra cuando el SEÑOR expulsó a Judá y a Jerusalén de sus tierras por medio de Nabucodonosor.

Otros descendientes de Leví

16 Los hijos de Leví fueron Guersón, Coat y Merari.

17 Los hijos de Guersón se llamaban Libní y Simí.

18 Los hijos de Coat fueron Amirán, Izar, Hebrón y Uziel.

19 Los hijos de Merari fueron Majlí y Musí.

A continuación están los nombres de los clanes de los levitas enumerados según sus ancestros:

20 Los descendientes de Guersón en línea directa fueron Libní, Yajat, Zimá, 21 Joa, Idó, Zera y Yatray.

22 Los descendientes de Coat en línea directa fueron Aminadab, Coré, Asir, 23 Elcaná, Ebiasaf, Asir, 24 Tajat, Uriel, Uzías y Saúl.

25 Los hijos de Elcaná fueron Amasay y Ajimot. 26 Los descendientes de Ajimot en línea directa fueron Elcaná, Zofay, Najat, 27 Eliab, Jeroán, Elcaná y Samuel. 28 El hijo mayor de Samuel fue Vasni y el segundo fue Abías.

29 Los descendientes de Merari en línea directa fueron Majlí, Libní, Simí, Uza, 30 Simá, Jaguías y Asaías.

Los cantantes del templo

31 Estos son los cantantes que David eligió para el templo del SEÑOR desde que el cofre de Dios se colocó allí. 32 Ellos estaban encargados de cantar los cánticos en la Carpa Sagrada hasta que Salomón construyó el templo del SEÑOR en Jerusalén, donde siguieron su labor de acuerdo a sus costumbres y tradiciones.

33 Estos son los nombres de los cantantes y sus descendientes:

Del grupo de Coat estaba el cantante Hemán hijo de Joel y descendiente en línea directa de Samuel, 34 Elcaná, Jeroán, Eliel, Toa, 35 Zuf, Elcaná, Mahat, Amasay, 36 Elcaná, Joel, Azarías, Sofonías, 37 Tajat, Asir, Ebiasaf, Coré, 38 Izar, Coat, Leví e Israel.

39 El pariente de Hemán que se ubicaba a su derecha era Asaf hijo de Berequías, descendiente en línea directa de Simá, 40 Micael, Baseías, Malquías, 41 Etní, Zera, Adaías, 42 Etán, Zimá, Simí, 43 Yajat, Guersón y Leví.

44 A la izquierda de Hemán, se colocaba Etán hijo de Quisi, del grupo de Merari, descendiente en línea directa de Abdí, Maluc, 45 Jasabías, Amasías, Jilquías, 46 Amsí, Baní, Sémer, 47 Majlí, Musí, Merari y Leví.

48 Sus parientes los levitas estaban encargados del servicio en la Carpa Sagrada, que era la casa de Dios. 49 Solo Aarón y sus hijos estaban encargados de presentar las ofrendas en el altar de los sacrificios y en el altar del incienso. Hacían las labores de los sitios más sagrados y las ceremonias para purificar a la gente de Israel. Ellos hacían todo de acuerdo con los mandamientos que Dios había ordenado a su siervo Moisés.

Descendientes de Aarón

50 Los descendientes de Aarón en línea directa fueron Eleazar, Finés, Abisúa, 51 Buquí, Uzi, Zeraías, 52 Merayot, Amarías, Ajitob, 53 Sadoc y Ajimaz.

Ciudades de los levitas

(Jos 21:1-42)

54 Estos fueron los lugares y los territorios donde habitaron los descendientes de Aarón. Los del clan de Coat fueron los primeros en recibir su parte de las tierras. A ellos les correspondió por sorteo 55 Hebrón, en la tierra de Judá, con sus campos de pastoreo. 56 Las tierras cercanas a la aldea le correspondieron a Caleb hijo de Jefone. 57 A los descendientes de Aarón les correspondieron Hebrón, que era ciudad de refugio; Libná, con sus campos de pastoreo; Jatir y Estemoa, con sus campos de pastoreo; 58 Hilén, Debir, 59 Asán, Jutá y Bet Semes, con sus campos de pastoreo. 60 Les dieron también estas ciudades de la tribu de Benjamín: Gueba, Alemet y Anatot, cada una con sus respectivos campos de pastoreo. En total recibieron trece ciudades, repartidas entre sus clanes.

61 El resto de la familia de Coat recibió por sorteo diez ciudades de la media tribu de Manasés. 62 A los hijos de Guersón les dieron 13 ciudades de las tribus de Isacar, Aser, Neftalí y de la media tribu de Manasés que vivía en Basán. 63 Los hijos de Merari recibieron doce ciudades de las tribus de Rubén, Gad y Zabulón.

64 De esa manera fue como los israelitas entregaron ciudades con sus campos de pastoreo a los levitas. 65 Les entregaron por sorteo las ciudades ya mencionadas de las tribus de Judá, Simeón y Benjamín.

66 Algunos descendientes de Coat recibieron por sorteo ciudades que eran de la tribu de Efraín. 67 Ellos recibieron Siquén en la región montañosa de Efraín con sus campos de pastoreo y como ciudad de refugio; Guézer, 68 Jocmeán y Bet Jorón junto con sus campos de pastoreo. 69 Ayalón y Gat Rimón con sus campos de pastoreo. 70 A las demás familias de Coat los israelitas les dieron las ciudades de Aner y Bileán, de la media tribu de Manasés, con sus campos de pastoreo.

71 La media tribu de Manasés les dio a los descendientes de Guersón las ciudades de Golán de Basán, y Astarot, con sus campos de pastoreo. 72 La tribu de Isacar les dio Cedes, Daberat, 73 Ramot y Anén, con sus campos de pastoreo. 74 La tribu de Aser les dio Masal, Abdón, 75 Hucoc y Rejob, con sus campos de pastoreo. 76 La tribu de Neftalí les dio Cedes de Galilea, Hamón y Quiriatayin, con sus campos de pastoreo.

77 El resto de los descendientes de Merari recibieron de la tribu de Zabulón las ciudades de Jocneam, Najalal, Rimón y Tabor, con sus campos de pastoreo. 78 La tribu de Rubén estaba en el lado oriental del río Jordán, al otro lado de Jericó. Ellos les dieron Béser en el desierto, Jaza, 79 Cademot y Mefat, cada una con sus campos de pastoreo. 80 La tribu de Gad les dio Ramot de Galaad, Majanayin, 81 Hesbón y Jazer, cada una con sus campos de pastoreo.

Hebreos 10

Cristo nos hace perfectos

10 La ley era sólo una imagen borrosa de las bendiciones que llegarían en el futuro. La ley no es la verdadera bendición porque exige a la gente que ofrezca los mismos sacrificios todos los años. Los que se acercan a ofrecer culto a Dios siguen ofreciendo esos sacrificios, pero la ley jamás puede hacerlos perfectos. Si la ley lo pudiera hacer, entonces ya estarían limpios, no se sentirían culpables de sus pecados y esos sacrificios ya hubieran dejado de ofrecerse. Cada año los sacrificios sirven para recordarles sus pecados, porque es imposible quitar los pecados con la sangre de toros y chivos.

Por eso, cuando Cristo vino al mundo dijo:

«Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
    sino que has preparado un cuerpo para mí.
A ti no te gustan los sacrificios de animales muertos y quemados,
    ni los sacrificios que se ofrecen por los pecados.
(A)Entonces dije: “Aquí estoy, Dios.
    En el libro de la ley está escrito acerca de mí:
    Vine a hacer lo que tú quieres que haga”».[a]

Cristo comienza diciendo: «No te agradan los sacrificios ni las ofrendas. Tampoco te gustan los sacrificios de animales muertos y quemados, ni los sacrificios que se ofrecen por los pecados», aunque todos estos sacrificios los ordena la ley. Luego añade: «Aquí estoy, Dios. En el libro de la ley está escrito acerca de mí: Vine a hacer lo que tú quieres que haga». Dios reemplaza el primer sistema de sacrificios por el sacrificio de Cristo. 10 Por eso el sacrificio del cuerpo de Cristo nos hace santos. Él cumplió con lo que quería Dios cuando se entregó por nosotros una sola vez y para siempre.

11 Todos los días los sacerdotes celebran sus servicios religiosos. Una y otra vez ofrecen los mismos sacrificios que nunca podrán quitar los pecados. 12 Pero Cristo ofreció un solo sacrificio por los pecados, que es suficiente para todos los tiempos. Luego, se sentó a la derecha de Dios.[b] 13 Ahora Cristo está esperando que Dios ponga a sus enemigos bajo su poder. 14 Con una sola ofrenda, Cristo ha hecho perfectos a los que él purifica.

15 El Espíritu Santo también nos testifica de ello. Primero dice:

16 (B)«Este es el pacto que haré
    con mi pueblo en el futuro, dice el Señor.
Pondré mis leyes en su corazón
    y las escribiré en su mente».[c]

17 (C)Luego dice:

«Nunca más recordaré
    sus pecados ni sus maldades».[d]

18 Una vez que todo ha sido perdonado, ya no hay necesidad de otro sacrificio.

Llamado a la fidelidad

19 Entonces, hermanos, podemos entrar con toda libertad al Lugar Santísimo gracias a la sangre que Jesús derramó. 20 Jesús abrió un camino nuevo para nosotros a través de la cortina. Él mismo es ese camino nuevo y vivo. Es decir, lo abrió ofreciendo su propio cuerpo como sacrificio. 21 El gran sacerdote que tenemos reina sobre la casa de Dios. 22 Nos ha limpiado y liberado de toda culpa, y ahora nuestro cuerpo está lavado con agua pura. Entonces acerquémonos a Dios con un corazón sincero, seguros de la fe que tenemos. 23 Mantengámonos firmes en nuestra esperanza porque Dios cumplirá lo que prometió. No dejemos nunca de hablarles a los demás de nuestra fe.

24 Seamos solidarios. Ayudemos a los demás a demostrar su amor y a hacer el bien. 25 Algunos están faltando a las reuniones, y eso no está bien. Reunámonos para animarnos unos a otros y con mayor razón ahora que vemos que se acerca el día.

26 Si decidimos seguir pecando después de conocer la verdad, entonces no queda otro sacrificio que quite los pecados. 27 Sólo nos queda esperar el juicio terrible, un fuego ardiente que destruirá a los enemigos de Dios. 28 Si alguien desobedece la ley de Moisés, es ejecutado sin compasión cuando hay dos o tres testigos que declaran contra él. 29 ¿Qué creen que le pasará al que desprecia al Hijo de Dios? Es seguro que recibirá mayor castigo por considerar la sangre de Cristo una porquería. Esa sangre que estableció el nuevo pacto lo había purificado de sus pecados. Por eso recibirá un castigo peor por insultar al Espíritu que nos muestra el generoso amor de Dios. 30 (D)(E)Sabemos que Dios dijo: «Los castigaré, les daré su merecido»[e] y «El Señor juzgará a su pueblo».[f] 31 ¡Es terrible caer en las manos del Dios viviente!

32 Recuerden aquellos días cuando acababan de conocer la verdad. Enfrentaron muchos sufrimientos, pero siguieron firmes. 33 En unas ocasiones sufrieron insultos y persecución, y en otras ayudaron a los que estaban sufriendo lo mismo. 34 Se condolieron de los encarcelados y soportaron con alegría cuando a ustedes les quitaron sus propiedades. Siguieron felices porque sabían que poseían algo mucho mejor, algo que dura para siempre. 35 Así que no pierdan la valentía que tenían antes, pues tendrán una gran recompensa. 36 Tengan paciencia y hagan la voluntad de Dios para que reciban lo prometido.

37 «Dentro de poco,
    el que va a venir, vendrá; no tarda.
38 (F)El aprobado por Dios, vivirá por la fe;
    pero no me agradará si por temor se vuelve atrás».[g]

39 Pero nosotros no somos de los cobardes que se vuelven atrás y se pierden, sino de los que se salvan por su fe.

Amós 4

Las mujeres que aman el placer

Escuchen este mensaje,
    vacas gordas de Basán[a],
    que viven en el monte de Samaria:
Ustedes maltratan a la gente pobre
    y pisotean a los necesitados.
Ustedes les dicen a sus maridos:
    «Un trago, por favor».
El Señor DIOS prometió por su santidad:
    «Vendrán tiempos muy difíciles para ustedes.
La gente se las llevará con ganchos
    y a sus hijos los llevarán con anzuelos.
Una tras otra saldrán de la ciudad por los agujeros de las paredes
    y las echarán a todas hacia el monte Hermón[b].
    Es lo que dice el SEÑOR.

»¡Vayan ya a pecar a Betel!
    ¡Vayan ya a Guilgal[c]
    y pequen mucho más!
Cada mañana lleven sus ofrendas y sacrificios
    y al tercer día lleven la décima parte de su cosecha.
Quemen pan con levadura como ofrenda de gratitud.
    Anuncien públicamente todas sus ofrendas voluntarias,
porque eso es lo que les encanta hacer a ustedes, pueblo de Israel[d].
    Es lo que dice el Señor DIOS.

»No les di nada de comer[e],
    y les faltó comida en todas sus ciudades.
Pero ustedes no quisieron regresar a mí.
    Es lo que dice el SEÑOR.

»Detuve la lluvia tres meses antes de la cosecha,
    y no crecieron los cultivos.
Permití que lloviera en unas ciudades
    y en otras no.
Unos lugares tuvieron lluvias
    y otros se secaron.
Los refugiados de dos o tres ciudades se iban a otra ciudad en busca de agua,
    pues no hubo suficiente para todos.
Aun así ustedes no regresaron a mí».
    Es lo que dice el SEÑOR.

»Hice que se dañaran sus cultivos por el calor y las plagas.
    Destruí sus huertos y viñedos,
    y las langostas devoraron sus higueras y olivos,
pero ustedes no regresaron a mí.
    Es lo que dice el SEÑOR.

10 »Envié plagas terribles
    como hice con Egipto.
Hice que sus jóvenes murieran en batallas
    junto con sus caballos.
Hice que ustedes sintieran el mal olor de su ejército,
    pero ustedes no regresaron a mí.
    Es lo que dice el SEÑOR.

11 »Los destruí como lo hice
    con Sodoma y con Gomorra.
Parecían como una brasa sacada del fuego,
    pero aun así ustedes no regresaron a mí.
    Es lo que dice el SEÑOR.

12 »Por eso voy a castigarte, Israel.
    Voy a hacer lo mismo contigo;
    así que prepárate para encontrarte con tu Dios, Israel».

13 ¿Quién es él?
    Pues el que creó las montañas y los vientos,
    el que da a conocer sus pensamientos a los hombres,
el que transforma la luz en oscuridad
    y puede llegar hasta los lugares más altos de la tierra.
    Su nombre es YAVÉ Dios Todopoderoso.

Salmos 148-150

Que toda la creación alabe al Señor

¡Aleluya!

Alaben al SEÑOR desde los cielos,
    alábenlo en las alturas.
Alábenlo todos sus ángeles,
    alábenlo todos sus ejércitos[a].
Alábenlo el sol y la luna,
    alábenlo todas las estrellas que brillan.
Alábenlo los altísimos cielos
    y las aguas que están sobre los cielos.
Alaben el nombre del SEÑOR,
    porque él dio una orden y todo fue creado.
Él lo creó todo para que existiera para siempre;
    dio leyes que continúan para siempre.

Alaben al SEÑOR desde la tierra,
    los monstruos marinos y el océano;
el rayo y el granizo, la nieve y el humo,
    la tormenta que cumple sus mandatos;
las colinas y montañas,
    los árboles frutales y los cedros;
10 los animales salvajes y los animales domésticos,
    los reptiles y los pájaros;
11 los reyes y las naciones de la tierra,
    los líderes y los gobernantes del mundo;
12 los hombres y las mujeres;
    los jóvenes y los viejos.
13 Alaben todos ellos el nombre del SEÑOR,
    pues su nombre está por encima de todo nombre;
    su esplendor está por sobre los cielos y la tierra.
14 Él le ha dado poder a su pueblo.
    Que todos los que le son fieles lo alaben,
    los israelitas, su pueblo cercano.

¡Aleluya!

La comunidad de los fieles alaba al Señor

¡Aleluya!

Canten al SEÑOR una canción nueva;
    alábenlo en la comunidad de los fieles.
Israel, alégrate por tu Creador.
    Habitantes de Sion, alégrense con su Rey.
Que alaben a Dios con danzas y bellas melodías,
    al ritmo de panderos e instrumentos de cuerda.

El SEÑOR es feliz con su pueblo;
    les da a los humildes el honor de la victoria.
Que se alegren los fieles por su gloria;
    que hasta en su cama griten de alegría.
Que salgan de su garganta alabanzas a Dios;
    y tengan en su mano una espada de dos filos,
para vengarse de los pueblos
    y castigar a las naciones,
para encadenar a los reyes
    y a los poderosos con grillos de hierro.
Que los castiguen tal como Dios lo ordenó.
    Es un honor para todos sus fieles.

¡Aleluya!

Toda la orquesta alaba a Dios

¡Aleluya!

Alaben a Dios en su templo;
    alábenlo en su firmamento poderoso.
Alaben a Dios por sus grandes obras;
    alábenlo por su tremenda grandeza.
Alábenlo con sonido de trompetas;
    alábenlo con arpa y lira.
Alaben a Dios con panderos y danzas;
    con flautas e instrumentos de cuerda.
Alaben a Dios con platillos sonoros;
    con platillos resonantes.
Que todo lo que respira alabe al SEÑOR.

¡Aleluya!

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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