M’Cheyne Bible Reading Plan
Amasías reina en Judá
(2 Cr 25:1-28)
14 Amasías hijo de Joás, rey de Judá, comenzó a reinar en el segundo año del reinado de Joás hijo de Joacaz, en Israel. 2 Amasías tenía 25 años cuando comenzó a reinar, y gobernó 29 años en Jerusalén. La mamá de Amasías era Joadán, de Jerusalén. 3 Amasías hizo lo que le agradaba al SEÑOR, pero no siguió a Dios completamente, como lo hizo su antepasado David. Amasías hizo todo lo que hizo Joás, su papá. 4 No destruyó los santuarios sagrados sobre las colinas del campo. La gente siguió sacrificando animales y quemando incienso en aquellos lugares de adoración.
5 Cuando Amasías afirmó el control de su reino, mató a los oficiales que mataron a su papá. 6 Pero no destruyó a los hijos de los que asesinaron a su papá, siguiendo así la enseñanza del libro de la ley de Moisés. El SEÑOR dio el mandato en la ley de Moisés: «Los padres no deben ser ejecutados por algo que hicieron sus hijos, y los hijos no deben ser ejecutados por algo que hicieron sus padres. Cada uno debe ser ejecutado sólo por su propio pecado».[a]
7 Amasías mató a 10 000 edomitas en el valle de la Sal. Durante la guerra, Amasías capturó a Selá y la llamó Joctel, nombre con el que se le conoce hasta el día de hoy.
8 Amasías mandó mensajeros a Joás, rey de Israel, que era hijo de Joacaz y nieto de Jehú. En el mensaje lo retaba a enfrentarse con él. 9 Joás, rey de Israel, le mandó esta respuesta a Amasías, rey de Judá: «En el Líbano el cardo le mandó este mensaje al cedro: “Entrega a tu hija para que se case con mi hijo”, pero pasó un animal salvaje y aplastó al cardo. 10 Es verdad que derrotaste a los edomitas y estás orgulloso, pero conténtate con eso, quédate en casa y no te metas en problemas. ¿Para qué buscarse problemas y caer no sólo tú sino Judá contigo?»
11 Pero Amasías no le hizo caso al aviso de Joás. Entonces Joás rey de Israel fue a enfrentarse militarmente con Amasías, rey de Judá, en Bet Semes en Judá. 12 Israel derrotó a Judá y los hombres de Judá huyeron a sus casas. 13 En Bet Semes, Joás, rey de Israel, apresó a Amasías, rey de Judá, hijo de Joás y nieto de Ocozías. Joás capturó a Amasías y a Jerusalén. Hizo abrir una brecha de 180 metros[b] en el muro de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la Esquina. 14 Entonces Joás se llevó todo el oro, la plata y los objetos del templo del SEÑOR. Se llevó también los tesoros que estaban en la casa del rey, e hizo prisioneros y se los llevó a Samaria.
15 Todas las grandes obras que hizo Joás, inclusive su lucha contra Amasías, rey de Judá, están escritas en Las crónicas de los reyes de Israel. 16 Joás murió y lo sepultaron con sus antepasados en Samaria junto a los reyes de Israel. Jeroboán hijo de Joás reinó en su lugar.
17 Amasías hijo de Joás, rey de Judá, vivió 15 años después de la muerte de Joás rey de Israel, hijo de Joacaz. 18 El resto de los hechos de Amasías está escrito en Las crónicas de los reyes de Judá. 19 La gente conspiró contra Amasías en Jerusalén, pero aunque escapó a Laquis, fueron hasta allá y lo mataron. 20 Llevaron el cuerpo a Jerusalén sobre caballos y lo sepultaron en Jerusalén junto a sus antepasados, en la Ciudad de David.
Azarías reina en Judá
21 Entonces la población de Judá proclamó rey a Azarías, quien tenía 16 años. 22 Después de que su papá, el rey Amasías, murió y fue sepultado con sus antepasados, el rey Azarías reconstruyó la ciudad de Elat e hizo que volviera a ser parte de Judá.
Jeroboán II reina en Israel
23 Jeroboán hijo de Joás, rey de Israel, comenzó a reinar en Samaria en el año 15 del reinado de Amasías hijo de Joás, rey de Judá. Jeroboán gobernó unos 41 años 24 e hizo lo que no le agradaba al SEÑOR. No dejó de cometer los pecados de Jeroboán hijo de Nabat que hicieron pecar a Israel. 25 Jeroboán recuperó la tierra de Israel desde el Lebó Jamat hasta el mar del Arabá[c]. Ocurrió tal como el SEÑOR de Israel le dijo a Jonás hijo de Amitai, el profeta de Gat Jefer. 26 El SEÑOR vio que los israelitas tenían muchas dificultades, tanto los esclavos como los libres, y que no había quién ayudara a Israel. 27 Entonces el SEÑOR no dijo que iba a quitar el recuerdo de Israel del mundo, sino que usó a Jeroboán hijo de Joás para salvarlos.
28 Todas las grandes obras que realizó Jeroboán están escritas en Las crónicas de los reyes de Israel. Incluida ahí está la historia acerca de cómo Jeroboán recuperó Damasco y el Jamat para Israel, que antes habían pertenecido a Judá. 29 Jeroboán murió y fue sepultado junto a sus antepasados. Zacarías hijo de Jeroboán reinó en su lugar.
4 Cuando Jesucristo regrese como rey, juzgará a los vivos y a los muertos. Así que ante Dios y Jesucristo te ordeno 2 que anuncies el mensaje e insistas en todo momento, oportuno o no. Muéstrales lo malo que han hecho, corrígelos cuando se equivoquen y anímalos; enseña siempre con mucha paciencia. 3 Porque llegarán tiempos en que la gente no querrá escuchar la verdadera enseñanza que conduce a una vida recta y sólo buscarán rodearse de maestros que los complazcan diciendo lo que quieren escuchar. 4 La gente dejará de escuchar la verdad y comenzará a dejarse guiar por historias falsas. 5 Pero no pierdas la calma, soporta los sufrimientos y dedícate a contar la buena noticia y a cumplir los deberes de un siervo de Dios.
6 Se acerca el momento de mi muerte; mi vida ya se está ofreciendo como un sacrificio a Dios. 7 Me fue bien en la competencia: he peleado bien, he terminado la carrera y no he perdido la fe. 8 Ahora me espera una corona que recibiré como muestra de aprobación. El Señor, juez justo, me la dará ese día, y también a todos los que esperan con anhelo su llegada.
Recomendaciones personales
9 Ven tan pronto como puedas. 10 Demas me abandonó porque amaba las cosas de este mundo y se fue a Tesalónica. Crescente se fue a Galacia y Tito a Dalmacia. 11 Sólo Lucas está conmigo, así que busca a Marcos y tráelo cuando vengas. Él me será útil en el trabajo aquí. 12 A Tíquico lo envié a Éfeso. 13 Cuando vengas, por favor tráeme la capa que dejé en la casa de Carpo, en Troas. También tráeme mis libros, especialmente los escritos en pergamino.
14 Alejandro, el herrero, me trató muy mal. El Señor lo castigará por lo que hizo. 15 Tú también cuídate de él porque se opuso a nuestra enseñanza.
16 En mi primera defensa nadie me ayudó, todos me abandonaron. Que Dios no tome eso en contra de ellos. 17 Pero el Señor estuvo conmigo y me dio fuerzas para aprovechar al máximo la oportunidad de anunciar el mensaje para que todos los que no son judíos pudieran oír, y así me rescató de la boca del león. 18 El Señor me salvará cuando alguien quiera atacarme y me llevará a su reino en el cielo. Al Señor sea el honor por toda la eternidad. Así sea.
Saludos finales
19 Saludos a Prisca y Aquila, y a la familia de Onesíforo. 20 Erasto se quedó en Corinto y a Trófimo lo deje enfermo en Mileto. 21 Haz todo lo posible por venir antes del invierno. Saludos de Eubulo, Pudente, Lino, Claudia y de todos los hermanos en Cristo.
22 Que el Señor esté contigo. Que Dios los bendiga en abundancia.
7 »Cuando cure a Israel,
la gente conocerá los pecados de Efraín
y todos sabrán las maldades cometidas en Samaria.
Se sabrá que ellos crearon dioses falsos
y que sus calles están llenas de ladrones.
2 No se dan cuenta
que yo recuerdo todos sus pecados.
Sus malas acciones los tienen rodeados.
Veo claramente todos sus pecados.
3 »Con sus maldades hacen feliz al rey
y con sus mentiras alegran a sus líderes.
4 Todos ellos están listos para cometer adulterio.
Son como el horno de un panadero
que cada vez se calienta más.
El panadero sólo deja de calentar el horno para amasar
y dejar crecer la masa.
5 En la fiesta de nuestro rey,
enferman los líderes con el calor del vino
y los reyes se dan la mano con aquellos
que se burlan de Dios.
6 Cuando tienden una trampa,
su corazón arde de emoción, como un horno.
Durante la noche su emoción crece
y en la mañana ya es una llama ardiente.
7 Todos ellos son como un horno caliente.
Destruyeron a sus jueces.
Todos sus reyes cayeron
y ninguno de ellos me pidió ayuda.
8 »Efraín está mezclado con las demás naciones.
Es como un pastel horneado por un solo lado.
9 Los extranjeros han devorado su fuerza,
pero él no se ha dado cuenta.
Se ha llenado de canas,[a]
pero él no se da cuenta.
10 A Israel lo acusa su propio orgullo,
pero no vuelve al SEÑOR su Dios.
A pesar de todos los problemas
que ha tenido no ha buscado a Dios.
11 »Efraín es como una paloma tonta que no tiene inteligencia;
pide ayuda a Egipto y acude a Asiria.
12 A donde quiera que vayan,
yo tenderé mi red sobre ellos.
Los atraparé como a un pájaro del cielo.
Los castigaré por buscar ayuda en otras naciones en lugar de acudir a mí.
13 »Sufrirán por haberse alejado de mí.
Serán destruidos por no haberme obedecido.
Yo los salvé,
pero ellos dicen mentiras de mí.
14 No me llaman desde el fondo de su corazón.
Se lamentan y lloran en sus camas.
Se cortan a sí mismos cuando piden comida y vino,
pero se han alejado de mí.
15 A pesar de que les enseñé, y que les di fuerza a sus brazos,
hicieron planes malvados en mi contra.
16 Cambiaron de rumbo como un bumerán
y se fueron a adorar a un dios falso.
Sus líderes hacen alarde de su fuerza,
pero caerán a filo de espada
y en toda la tierra de Egipto
se burlarán de ellos.
Protégeme de los mentirosos
Canto para los peregrinos.
1 Cuando estaba en dificultades, pedí ayuda al SEÑOR,
y él me respondió.
2 SEÑOR, protégeme de los labios mentirosos
y de la lengua embustera.
3 Mentirosos, ¿qué ganan con mentir?
¿Qué van a recibir de más?
4 Flechas afiladas de guerrero
y brasas ardientes de retama.
5 Pobre de mí que vivo en Mésec,
habitando en las carpas de Cedar.[a]
6 He vivido mucho tiempo
junto a los que odian la paz.
7 Cuando yo digo «paz»,
ellos dicen «guerra».
El Señor te protegerá
Canto para los peregrinos.
1 Miro a lo alto de las montañas en busca de ayuda,
¿de dónde vendrá mi ayuda?
2 Mi ayuda vendrá del SEÑOR,
el creador del cielo y de la tierra.
3 Dios no te dejará caer;
tu protector nunca se dormirá.
4 El protector de Israel nunca duerme
ni se deja rendir por el sueño.
5 El SEÑOR es tu protector.
El SEÑOR siempre está a tu lado
como una sombra, para protegerte.
6 El sol no te lastimará durante el día
ni la luna durante la noche.
7 El SEÑOR te protegerá de todo mal,
protegerá tu vida.
8 El SEÑOR protegerá tu ida y tu venida,
desde ahora y para siempre.
Vamos al templo del Señor
Canto de David para los peregrinos.
1 Me sentí muy feliz cuando me dijeron:
«Vamos al templo del SEÑOR».
2 Y aquí estamos
en las puertas de Jerusalén.
3 Esta es la Nueva Jerusalén,
la ciudad que fue reconstruida como debe ser,
y ahora está muy unida.
4 A ella vienen las tribus del SEÑOR,
la comunidad entera de Israel,[b]
para alabar el nombre del SEÑOR;
tal como él lo ordenó.
5 Es aquí donde el descendiente de David
pone los tronos para juzgar a su pueblo.
6 Pidan en oración por la paz de Jerusalén:
«Que vivan en paz los que te aman.
7 Que haya paz dentro de tus murallas,
y tranquilidad en tus fortalezas».
8 Por el bien de mis hermanos y vecinos,
digo ahora: «Que haya paz en ti.
9 Por el bien del templo del SEÑOR nuestro Dios,
buscaré tu bienestar».
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