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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
2 Reyes 10

Jehú escribe a los líderes de Samaria

10 Acab tenía 70 hijos en Samaria. Jehú escribió unas cartas y las mandó a Samaria para los líderes y ancianos de la ciudad,[a] y para los tutores de los hijos de Acab, diciendo: «Reconozco que ustedes están en una posición ventajosa, tienen a los hijos de su señor con ustedes, también los carros, los caballos, una ciudad fortificada y armas. Así que en cuanto les llegue esta carta, elijan al mejor y más capaz de los hijos de su señor y luchen a favor de la dinastía de su señor».

Sin embargo, los líderes y los ancianos de Jezrel se atemorizaron y dijeron: «Si dos reyes no pudieron detener a Jehú, mucho menos nosotros». Entonces el administrador del palacio de Acab, el gobernador de la ciudad, los ancianos líderes y los que tenían a cargo a los hijos del rey mandaron este mensaje a Jehú: «Somos sus siervos y haremos lo que usted diga. No vamos a declarar rey a nadie, así que haz lo que consideres mejor».

Muerte de los hijos de Acab

Entonces Jehú les escribió otra carta: «Si me apoyan y me obedecen, córtenles la cabeza a los hijos de Acab y tráiganmelas a Jezrel mañana a esta hora».

Acab tenía 70 hijos, los cuales estaban a cargo de los líderes de la ciudad que los habían criado. Cuando los líderes recibieron la carta, agarraron a los hijos del rey y los mataron a todos. Luego pusieron las cabezas en unos canastos y se las mandaron a Jehú que estaba en Jezrel. Un mensajero llegó a donde estaba Jehú y le dijo:

—Han traído las cabezas de los hijos del rey.

Entonces Jehú dijo:

—Pónganlas en dos montones en la puerta de la ciudad y déjenlas ahí hasta la mañana.

Al día siguiente Jehú salió y le dijo al pueblo:

—Ustedes son inocentes. Miren, yo hice planes en contra de mi señor y lo maté pero, ¿quién mató a todos estos hijos de Acab? 10 Sepan bien que todo lo que el SEÑOR dice, ocurre. El SEÑOR dijo de antemano por medio de Elías lo que le iba a suceder a la familia de Acab. Así que el SEÑOR ha hecho lo que dijo que iba a suceder.

11 Entonces Jehú mató a todos los familiares de Acab que vivían en Jezrel, a toda su gente importante, a sus amigos y a sus sacerdotes. No dejó con vida a ninguno de los que apoyaba a Acab.

Jehú mata a los familiares de Ocozías

12 Jehú salió de Jezrel y fue a Samaria. Por el camino, Jehú se detuvo en un lugar llamado el Campamento de los Pastores. 13 Jehú se encontró ahí con algunos familiares de Ocozías, rey de Judá, y les preguntó:

—¿Quiénes son ustedes?

Contestaron:

—Somos parientes de Ocozías, rey de Judá. Vinimos a visitar a los hijos del rey y a los hijos de la madre del rey.

14 Entonces Jehú dijo:

—¡Captúrenlos vivos!

Los hombres de Jehú capturaron ahí a los parientes de Ocozías. Eran 42, y Jehú los mató cerca de Bet Équed. No dejó a ninguno vivo.

15 Después de que Jehú salió de ahí, se encontró con Jonadab hijo de Recab. Jonadab iba a ver a Jehú, quien lo saludó y le dijo:

—¿Eres un amigo tan fiel como lo soy yo?

Jonadab contestó:

—Sí, lo soy.

Jehú le dijo:

—Si me eres fiel, dame tu mano.

Entonces Jehú agarró a Jonadab y lo metió en el carro.

16 Jehú le dijo:

—Ven conmigo y te mostraré mi decisión de compromiso con el SEÑOR.

Así que Jonadab fue con Jehú en su carro. 17 Jehú llegó a Samaria y mató a todos los de la familia de Acab que todavía quedaban vivos en Samaria. Hizo lo que el SEÑOR le había dicho a Elías.

Jehú elimina los adoradores de Baal

18 Jehú reunió a toda la gente y dijo:

—Acab sirvió a Baal poco, pero Jehú lo servirá mucho más. 19 Reúnan a todos los sacerdotes y profetas de Baal junto con todos los que lo adoran. Que no falte ninguno a la reunión. Voy a ofrecer un gran sacrificio y mataré a todo seguidor de Baal que no venga a la reunión.

Pero era un truco. Jehú quería destruir a los que adoraban a Baal. 20 Luego dijo:

—Preparen una asamblea solemne para Baal.

Entonces los sacerdotes proclamaron la reunión. 21 Jehú mandó un mensaje por toda la tierra de Israel y vinieron todos los que adoraban a Baal. Ninguno se quedó en casa y entraron al templo de Baal que se llenó de un extremo al otro.

22 Jehú les dijo a los encargados del guardarropa:

—Saquen trajes para todos los adoradores de Baal.

Así que ellos llevaron trajes para los adoradores de Baal.

23 Entonces Jehú y Jonadab hijo de Recab fueron al templo de Baal. Jehú les dijo a los adoradores de Baal:

—Observen bien y fíjense que no haya entre ustedes alguno que adore al SEÑOR, sino sólo los que adoran a Baal.

24 Los que adoraban a Baal entraron al templo de ese dios para ofrecer sacrificios y ofrendas que deben quemarse completamente.

Afuera del templo, Jehú puso 80 hombres y les dijo:

—Que no escape ninguno. El que deje escapar a alguno, lo pagará con su propia vida.

25 Inmediatamente después de ofrecerse el sacrificio que debe quemarse completamente, Jehú les ordenó a los guardas y a los capitanes:

—¡Vayan y maten a los adoradores de Baal! ¡Qué ninguno salga con vida del templo!

Entonces los capitanes mataron a filo de espada a los adoradores de Baal y arrojaron los cuerpos de allí. Luego los guardas y capitanes entraron al santuario del templo de Baal, 26 sacaron las piedras sagradas que estaban dentro del templo y las quemaron. 27 Derribaron los pilares del templo de Baal y lo convirtieron en un basurero, así como lo es hasta el día de hoy. 28 De esta manera Jehú acabó con la práctica de adorar a Baal en Israel. 29 Pero no se apartó completamente de los pecados que Jeroboán hijo de Nabat hizo cometer a todo Israel, pues Jehú no destruyó los becerros de oro que estaban en Betel y en Dan.

Reinado de Jehú en Israel

30 El SEÑOR le dijo a Jehú:

—Hiciste bien. Obedeciste lo que te ordené y destruiste a la familia de Acab, tal como yo quería que lo hicieras. Por eso tus descendientes reinarán en Israel por cuatro generaciones.

31 Pero Jehú no fue cuidadoso en cumplir con la ley del SEÑOR de todo corazón. Jehú no dejó de cometer el pecado de Jeroboán que llevó a pecar a Israel.

32 Por aquel tiempo, el SEÑOR comenzó a quitar partes del territorio de Israel y a dárselas a otras naciones. Jazael, rey de Siria, derrotó a los israelitas en todas las fronteras de Israel. 33 Conquistó todo el territorio al oriente del río Jordán, o sea el territorio de Galaad, incluso la tierra que pertenecía a las tribus de Gad, Rubén y Manasés. Ocupó también toda la tierra de Aroer por el valle de Arnón hasta Galaad y Basán.

34 Todas las demás cosas que hizo Jehú están escritas en Las crónicas de los reyes de Israel. 35 Jehú murió y fue sepultado con sus antepasados en Samaria. El hijo de Jehú, Joacaz, reinó en Israel. 36 Jehú había gobernado en Samaria durante 28 años.

2 Timoteo 1

1-2 Estimado hijo Timoteo:

Te saludo yo, Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios para anunciar la promesa de la vida eterna por medio de Jesucristo.

Que la paz, la misericordia y las bendiciones de Dios Padre y nuestro Señor Jesucristo estén contigo.

Agradecimientos

Siempre te recuerdo en mis oraciones, de día y de noche doy gracias a Dios por ti. Al igual que mis antepasados, sirvo a Dios con conciencia limpia. Cuando recuerdo tus lágrimas por mí, quisiera verte. ¡Qué feliz me haría! Recuerdo tu fe sincera, como la que tuvo primero tu abuela Loida, luego tu mamá Eunice y estoy seguro de que tú también la tienes. Por eso quiero que reavives el fuego del don que Dios te dio cuando te impuse las manos. Porque el Espíritu que Dios nos ha dado no nos hace cobardes, sino que él es para nosotros fuente de poder, amor y buen juicio.

De manera que no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor Jesús. Tampoco te avergüences de mí, prisionero por servir a su causa. Más bien, comparte conmigo el sufrimiento por la buena noticia de salvación con el poder que Dios nos da para soportarlo. Dios nos salvó y nos llamó a ser su pueblo santo. No lo hizo por lo bueno que habíamos hecho, sino porque así lo quiso por su generoso amor. Ese amor nos lo dio antes del inicio del tiempo mediante Jesucristo. 10 Pero ahora nos ha sido mostrado ese amor por medio de la venida de nuestro Salvador Jesucristo, quien destruyó la muerte y ha dado a conocer la manera de tener vida eterna[a] por medio de la buena noticia.

11 Dios me nombró apóstol y maestro para anunciar la buena noticia. 12 Por eso ahora estoy sufriendo a causa de esa buena noticia, pero no me avergüenzo. Sé muy bien en quién he confiado y estoy seguro de que él puede guardar hasta ese día todo lo que ha puesto en mis manos.

13 Sigue la enseñanza que te di como ejemplo, pues conduce a una vida recta; mantenla con la fe y el amor que tenemos como seguidores de Jesucristo. 14 Esa enseñanza es un tesoro que se te ha confiado, así que guárdalo con la ayuda del Espíritu Santo que vive en nosotros.

15 Tú sabes que todos los de la provincia de Asia me abandonaron, incluso Figelo y Hermógenes. 16 Pido al Señor que muestre su misericordia a la familia de Onesíforo quien me animó muchas veces. Él no se avergonzó de que yo estuviera en prisión. 17 Al contrario, cuando llegó a Roma me buscó por todas partes hasta encontrarme. 18 Que el Señor Jesús le permita encontrar misericordia del Señor Dios en aquel día. Tú sabes cuánto me ayudó Onesíforo cuando estuve en Éfeso.

Oseas 2

»Luego, ustedes llamarán a sus hermanos: “Ustedes son mi pueblo”, y a sus hermanas llamarán: “Piedad”.[a]

El Señor habla a la nación de Israel

»¡Enfréntense a su mamá
    porque ya no es mi esposa
    y yo ya no soy su esposo!
Díganle que deje de comportarse como una prostituta
    y que aleje de su pecho a sus amantes[b].
Si no lo hace, le quitaré todo dejándola desnuda
    como el día en que nació.
Me llevaré a su gente
    y la convertiré en un desierto;
la transformaré en una tierra desolada y seca.
    Haré que muera de sed.
No tendré piedad de sus hijos
    porque son fruto de su prostitución.
La mamá de esos hijos es una prostituta.
    La que los concibió no tenía vergüenza.
Ella decía: “Iré tras mis amantes[c],
    los que me dan comida y agua;
mi lana y mi lino,
    mi aceite de oliva y mi vino”.

»Por eso bloquearé con espinos su camino.
    Construiré una pared alrededor de ella
    para que no pueda encontrar sus caminos.
Ella irá tras sus amantes,
    pero no los alcanzará.
Los buscará,
    pero no los encontrará.
Entonces dirá: “Regresaré con mi primer esposo.
    Mi vida era mejor cuando estaba con él”.
Ella no sabía que era yo
    quien le daba el trigo, el vino y el aceite.
Era yo quien cada vez le daba más plata y más oro
    que luego usó para hacer estatuas de Baal.

»Por eso regresaré cuando sea tiempo de cosecha
    y le quitaré mi trigo y mi vino.
Me llevaré mi lana y mi lino
    que cubrían su desnudez.
10 Pondré al descubierto su vergüenza
    ante todos sus amantes
    y ya nadie podrá rescatarla de mi poder.
11 Haré que se acaben sus celebraciones,
    que se suspendan sus festivales,
    sus fiestas de Luna Nueva y sus días de descanso.
    No tendrá más días de fiesta.
12 Destruiré sus viñas y sus higueras.
    Ella decía: “Estos son regalos
    que me han dado mis amantes”.
Ahora yo convertiré sus jardines en un bosque silvestre
    y los animales salvajes comerán sus frutos.
13 La castigaré por haber quemado incienso
    para adorar a los dioses falsos[d].
Ella se adornaba con anillos y joyas
    para ir tras sus amantes, y se olvidó de mí.
    Esto lo dice el SEÑOR.

14 »Así que voy a seducirla,
    la llevaré al desierto
    y allí le hablaré a su corazón.
15 Le daré campos de uvas
    y transformaré el valle del Desastre[e]
    en una puerta de esperanza.
Entonces ella me responderá
    como lo hizo cuando era joven,
    como cuando salió de la tierra de Egipto.

16 »Esto dice el SEÑOR:
En ese momento dejarás de llamarme “Señor”[f]
    y me llamarás “esposo mío”.
17 Yo quitaré de su boca los nombres de esos dioses falsos,
    y ya nadie los recordará.

18 »En ese tiempo haré un trato a favor de los israelitas
    con los animales salvajes, las aves del cielo
    y todo lo que se arrastra sobre la tierra.
Acabaré con los arcos, las espadas y la guerra
    para que puedan dormir tranquilos.
19 Israel, me comprometo
    como esposo tuyo para siempre,
haré lo correcto y tendré fiel amor;
    te prometo ser compasivo.
20 Me comprometo contigo y te seré fiel,
    y conocerás de verdad al SEÑOR.

21 »El SEÑOR dice:
En ese tiempo, yo responderé.
    Les hablaré a los cielos,
    y ellos le hablarán a la tierra.
22 La tierra dará trigo, vino y aceite
    para satisfacer las necesidades de Jezrel.
23 Yo plantaré muchas semillas[g] en su tierra.
    Con No Más Piedad[h] tendré piedad.
A No Es Mi Pueblo[i] le diré: “Tú eres mi pueblo”,
    y él me dirá: “Tú eres mi Dios”».

Salmos 119:97-120

Mem

97 ¡Cuánto amo tu enseñanza!
    La estudio todo el tiempo.
98 Tu mandamiento siempre está conmigo;
    me hace ser más sabio que mis enemigos.
99 Tú me has hecho aun más sabio que todos mis maestros
    porque siempre medito en tus mandatos.
100 Soy más sabio que los ancianos
    porque obedezco tus instrucciones.
101 Me alejo del camino del mal
    para poder obedecer tus mandatos.
102 Nunca doy la espalda a tus órdenes
    porque tú me las enseñaste.
103 Tu palabra es dulce a mi paladar,
    más que la miel en mi boca.
104 Rechazo la mentira
    porque tus enseñanzas me hacen sabio.

Nun

105 Tu palabra es lámpara que guía mis pasos;
    luz que alumbra mi camino.
106 Yo juré obedecer tus justas órdenes
    y siempre cumpliré mi juramento.
107 SEÑOR, ya he sufrido bastante;
    dame de nuevo la vida tal como lo prometiste.
108 SEÑOR, acepta la alabanza de mis labios,
    y enséñame el significado de tus órdenes.
109 Mi vida ha estado en peligro muchas veces,
    pero nunca he olvidado tus enseñanzas.
110 Los perversos tratan de atraparme,
    pero yo nunca me alejo de tus instrucciones.
111 Tus mandatos me enseñan lo más valioso;
    hacen feliz mi corazón.
112 Siempre me esforzaré
    por obedecer tus mandatos hasta el final.

Sámej

113 Odio a la gente hipócrita,
    pero amo tus enseñanzas.
114 Tú eres mi refugio y mi protector;
    confío en tu palabra.
115 Aléjense de mí, perversos,
    que quiero obedecer los mandamientos de mi Dios.
116 Dame el apoyo que me prometiste y viviré;
    confío en ti, no me decepciones.
117 Ayúdame y estaré a salvo
    para obedecer siempre tus mandatos.
118 Tú rechazas a todos los que abandonan tus mandatos
    porque sus pensamientos son falsedades.
119 Tú consideras chatarra inservible
    a los perversos que hay en la tierra,
    y por eso amaré tus enseñanzas para siempre.
120 Mi cuerpo tiembla de miedo,
    porque te temo y respeto tus leyes.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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