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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
1 Reyes 13

Dios habla contra Betel

13 El SEÑOR le dijo a un hombre de Dios de Judá que fuera a la ciudad de Betel. Cuando llegó el hombre de Dios, el rey Jeroboán estaba parado junto al altar ofreciendo incienso. El SEÑOR le había dicho al hombre de Dios que hablara en contra del altar. Él dijo:

«¡Altar, altar! El SEÑOR te dice: “La familia de David tendrá un hijo llamado Josías. Aunque hay sacerdotes que ahora ofician en los santuarios sobre las colinas y ofrecen sacrificios encima de ti, Josías los sacrificará a ellos sobre ti y se quemarán huesos humanos sobre ti, altar”».

Ese día el hombre de Dios demostró a la gente que eso iba a suceder en realidad. Dijo: «Esta es la señal de que el SEÑOR ha hablado. Él dijo: “Este altar será roto en pedazos, y las cenizas que están en él se caerán al suelo”».

Cuando el rey Jeroboán escuchó el mensaje del hombre de Dios acerca del altar que está en Betel, quitó su mano del altar y apuntó hacia el hombre de Dios. Dijo: «¡Arresten a ese hombre!» Pero al decir esto, su brazo quedó paralizado, y no lo pudo mover. El altar se rompió en pedazos y las cenizas se desparramaron. Esta fue la prueba que el SEÑOR había prometido. Entonces el rey Jeroboán dijo al hombre de Dios:

—Por favor, ora por mí al SEÑOR tu Dios para que me sane el brazo.

Así que el hombre de Dios oró al SEÑOR, y se sanó el brazo del rey, volviendo a ser como era antes. Y el rey le dijo al hombre de Dios:

—Ven conmigo a casa, visítame un rato y te daré un regalo.

Pero el hombre de Dios le respondió al rey:

—No iría contigo, ni comería contigo ni bebería siquiera un vaso de agua en este lugar, aunque me dieras hasta la mitad de tus posesiones. El SEÑOR me dijo que no bebiera nada aquí y que no volviera por el mismo camino por donde vine.

10 Así que el hombre de Dios viajó de regreso por otro camino diferente del que usó para llegar a Betel.

11 Había un profeta viejo que vivía en la ciudad de Betel. Sus hijos le contaron lo que había sucedido con el altar de Betel y lo que el hombre de Dios le había dicho al rey Jeroboán. 12 El profeta viejo dijo: «¿Por cuál camino salió?» Y le mostraron cuál era el camino que el profeta de Judá había tomado. 13 El profeta viejo pidió que ensillaran su burro. Así lo hicieron y se fue.

14 El profeta viejo estaba buscando al hombre de Dios y lo encontró sentado debajo de un roble. Le preguntó:

—¿Eres tú el hombre de Dios que vino de Judá?

El hombre de Dios contestó:

—Sí, soy yo.

15 Entonces el profeta viejo le dijo:

—Por favor, ven a casa y come conmigo.

16 Pero el hombre de Dios contestó:

—No puedo ir a casa contigo, no puedo comer ni beber en este lugar. 17 El SEÑOR me dijo: “No comas ni bebas nada en ese lugar. Y no vuelvas por el mismo camino que viniste”.

18 Entonces el profeta anciano dijo:

—Pero yo también soy un profeta como tú.

Le mintió diciendo:

—Un ángel del SEÑOR vino y me dijo que te llevara a mi casa y te diera algo de comer y de beber.

19 Así que el hombre de Dios fue con el viejo profeta y comió y bebió con él. 20 Mientras todavía estaban en la mesa, el SEÑOR le habló al viejo profeta. 21 En voz alta le dijo al hombre de Dios:

—El SEÑOR dice que tú no lo obedeciste. No hiciste lo que el SEÑOR te mandó. 22 Te mandó que no comieras ni bebieras nada en este lugar, pero tú volviste, comiste y bebiste. Por eso no te sepultarán donde se sepulta a tu familia.

23 El hombre de Dios terminó de comer y beber. Entonces el viejo profeta le ensilló un asno y el hombre de Dios se fue. 24 Mientras iba de regreso, un león lo atacó y lo mató. El cuerpo del profeta quedó ahí, y el asno y el león se quedaron parados junto al cadáver. 25 Otros viajeros pasaron por ahí y vieron el cuerpo y el león parado al lado. Así que los hombres fueron a donde vivía el viejo profeta y le contaron lo que habían visto en el camino.

26 Cuando el viejo profeta escuchó esto, dijo: «Ese es el hombre de Dios que no obedeció el mandato del SEÑOR. Así que el SEÑOR mandó un león para matarlo, tal como el SEÑOR le había dicho». 27 Entonces el profeta les dijo a sus hijos: «Ensillen el asno». Y ellos lo ensillaron. 28 Cuando el viejo profeta encontró el cadáver, el asno y el león estaban todavía parados cerca del cuerpo. El león no se lo había comido ni había herido al asno.

29 El profeta puso el cadáver arriba del asno y lo regresó a la ciudad para lamentar su muerte y sepultarlo. 30 Sepultó al hombre en el sepulcro de su propia familia y lo lamentó diciendo: «¡Ay, mi hermano, siento lástima por ti!» 31 Así el profeta viejo sepultó el cadáver y les dijo a sus hijos: «Cuando me muera, pónganme en el mismo sepulcro y coloquen mis huesos en el mismo lugar junto a los de este hombre. 32 Con certeza se cumplirá lo que el SEÑOR habló por medio de él contra el altar que está en Betel y contra los otros santuarios que están en las ciudades de Samaria».

33 Después de esto, Jeroboán no cambió su conducta y siguió su mal camino como si nada. Continuó eligiendo a gente de cualquier tribu para que fueran sacerdotes[a] de los santuarios sobre las colinas. Le daba autoridad de ser sacerdote de los santuarios sobre las colinas a cualquiera que quisiera serlo. 34 Fue este asunto lo que ocasionó que la dinastía de Jeroboán pecara y lo que finalmente la llevó a ser destruida y a que desapareciera de la faz de la tierra.

Filipenses 4

Por eso sigan así, manteniéndose firmes en el Señor, mis estimados hermanos. Los quiero mucho y espero verlos pronto. Ustedes son mi alegría y mi orgullo.

Algunas recomendaciones

Suplico a Evodia y a Síntique que se pongan de acuerdo como hermanas en el Señor. Y también te pido a ti, que has sido mi leal compañero, que las ayudes, pues ellas lucharon conmigo, Clemente y mis otros compañeros para difundir la buena noticia de salvación. El nombre de cada uno de ellos ya está escrito en el libro de la vida.[a]

Alégrense siempre en el Señor. Lo digo de nuevo: ¡Alégrense! Que todos sepan que ustedes son amables y gentiles. El Señor está cerca. No se preocupen por nada, más bien pídanle al Señor lo que necesiten y agradézcanle siempre. La paz de Dios hará guardia sobre todos sus pensamientos y sentimientos porque ustedes pertenecen a Jesucristo. Su paz lo puede hacer mucho mejor que nuestra mente humana.[b]

En fin, hermanos, piensen en todo lo que es verdadero, noble, correcto, puro, hermoso y admirable. También piensen en lo que tiene alguna virtud, en lo que es digno de reconocimiento. Mantengan su mente ocupada en eso. Hagan todo lo que les enseñé, todo lo que aprendieron al verme y oírme, y el Dios de paz estará con ustedes.

Pablo agradece a los creyentes de Filipos

10 Estoy muy contento al ver que de nuevo ustedes se preocupan por mi bienestar. Sé que siempre se han preocupado por mí, pero no habían tenido oportunidad de demostrármelo. 11 No digo esto porque necesite ayuda, pues he aprendido a adaptarme a cualquier situación. 12 Yo sé cómo vivir en pobreza o en abundancia. Conozco el secreto de estar feliz en todos los momentos y circunstancias: pasando hambre o estando satisfecho; teniendo mucho o teniendo poco. 13 Puedo enfrentar cualquier situación porque Cristo me da el poder para hacerlo.

14 De todos modos, han hecho bien en ayudarme ahora que estoy pasando dificultades. 15 Filipenses, ustedes muy bien saben que cuando comencé a anunciar la buena noticia de salvación, al salir de Macedonia, ustedes fueron la única iglesia que me ayudó con mis ingresos y gastos. 16 Y cuando estuve en Tesalónica ustedes me enviaron ayuda más de una vez. 17 En realidad, yo no pretendo que me den regalos, sino que ustedes reciban todos los beneficios de Dios por ser generosos. 18 Ya recibí todo lo que me mandaron. Tengo todo lo que necesito y hasta tengo de sobra porque recibí la ayuda que me enviaron con Epafrodito. Sus ayudas son como ofrendas de delicioso perfume, sacrificios que agradan a Dios. 19 Le pido a mi Dios que les dé a ustedes todo lo que necesitan, conforme a las espléndidas riquezas que tiene en Jesucristo. 20 ¡A nuestro Dios Padre sea el honor por toda la eternidad! Así sea.

Saludos finales

21 Saluden a todo el pueblo de Dios en Jesucristo. Los hermanos que están conmigo también les mandan saludos. 22 Todo el pueblo de Dios los saluda, en especial los que están al servicio del emperador.

23 Que nuestro Señor Jesucristo los bendiga en abundancia.

Ezequiel 43

El Señor habitará entre su pueblo

43 Entonces me llevó a la puerta, es decir a la puerta que da al oriente. Allí noté la gloria del Dios de Israel que provenía del oriente haciendo un ruido tan fuerte como el de un mar enfurecido. Su gloria iluminó la tierra. Fue como la visión que había visto antes, como la visión que vi cuando Dios vino a destruir la ciudad, como la que vi junto al canal Quebar. Me incliné rostro en tierra. Luego la gloria del SEÑOR entró en el templo por la puerta que da hacia el oriente.

El Espíritu me levantó y me condujo al patio interior. Allí vi que la gloria del SEÑOR había llenado el templo. Oí que alguien me hablaba desde el interior del templo mientras un hombre estaba parado a mi lado. La voz me decía: «Hijo de hombre, el pueblo y sus reyes deben dejar de profanar el lugar de mi trono, el lugar donde pongo la planta de mis pies, donde habito por siempre entre el pueblo de Israel. El pueblo de Israel y sus reyes no volverán a profanar mi santo nombre con su infidelidad ni con sus tumbas reales. Profanaron mi santo nombre cuando colocaron sus umbrales y postes junto a los míos, y cuando levantaron sólo un muro de por medio, cuando me hicieron enojar tanto con sus horribles acciones, que los destruí. Ahora deben quitar de mi presencia su infidelidad y sus tumbas reales para que yo pueda habitar entre ellos por siempre.

10 »Cuéntale al pueblo de Israel, hijo de hombre, sobre el templo para que se avergüencen de sus horribles acciones y para que hagan planos exactos. 11 Entonces, si se avergüenzan de sus acciones, cuando les digas sobre la imagen del templo y sus planos, sus entradas y salidas, y todas las reglas y reglamentos sobre ellos, y cuando escribas todo esto ante ellos, ellos mantendrán los planos y sus reglamentos, y en realidad los seguirán. 12 Así que, estas son las instrucciones sobre el templo; toda el área que rodea la cima del monte será un Lugar Santísimo. ¡Toma nota, estas son las instrucciones para el templo!»

El altar

13 Estas son las medidas del altar, de acuerdo a las medidas de antes.[a] Alrededor del altar había una fosa de medio metro de hondo por medio metro de ancho, con un reborde de 25 centímetros alrededor de toda la orilla. 14 Desde la fosa hasta la parte superior de la cornisa inferior del altar medía un metro de alto y medio metro de ancho. Desde la cornisa pequeña hasta la parte superior de la cornisa grande medía 2 metros de alto y medio metro de ancho. 15 El fogón del altar medía 2 metros y desde allí sobresalían cuatro cuernos. 16 El fogón del altar era un cuadrado perfecto de 6 metros de largo por 6 de ancho. 17 La cornisa también era un cuadrado de 7 metros de largo por 7 de ancho de esquina a esquina, y tenía un reborde de 25 centímetros. La fosa alrededor del altar medía medio metro de ancho y las gradas del altar daban al oriente.

18 Luego el ángel me dijo: «Hijo de hombre, el Señor DIOS dice: El día que se construya el altar para ofrecer sacrificios y derramar la sangre se deberán seguir estos reglamentos. 19 A los sacerdotes levitas descendientes de Sadoc que se acercan para servirme les darás un ternero para que lo ofrezcan como sacrificio por el pecado. Lo afirma el Señor DIOS. 20 De la siguiente manera purificarás el altar, harás expiación por él: Tomarás algo de la sangre de los terneros y la derramarás sobre los cuatro cuernos del altar, en la cornisa y en el reborde que la rodea. 21 Luego sacarás al ternero del sacrificio por el pecado y lo quemarás bajo la supervisión de un funcionario del templo.

22 »El siguiente día ofrecerás en sacrificio un carnero sin defecto, para purificar el altar, de la misma manera que el ternero lo purificó. 23 Cuando termines el proceso de purificación, ofrece un ternero y un macho cabrío sin defecto 24 ante el SEÑOR. Los sacerdotes derramarán sal sobre ellos y los ofrecerán como sacrificios que se queman completamente al SEÑOR. 25 Por siete días, los sacerdotes ofrecerán un macho cabrío sin defecto y un ternero como sacrificio de purificación. 26 Por siete días realizarán la ceremonia de purificación del templo, lo limpiarán y lo dedicarán al servicio. 27 Al cabo de estos siete días, y a partir del día octavo, los sacerdotes ofrecerán los sacrificios que se queman completamente y las ofrendas para festejar que ustedes ofrezcan. Entonces yo los aceptaré. El Señor DIOS lo ha dicho».

Salmos 95-96

Cantemos con alegría

¡Vengan, cantemos con alegría al SEÑOR!
    Alabemos a nuestra roca, al que nos salva.
Vayamos a su encuentro con canciones de agradecimiento;
    démosle honra con alegres canciones de alabanza.
Porque el SEÑOR es gran Dios,
    el gran Rey que gobierna a todos los dioses.
Las profundidades de la tierra
    y las alturas de los montes le pertenecen.
El mar le pertenece, pues él lo creó;
    hizo la tierra con sus propias manos.

Vengan, postrémonos, inclinémonos;
    arrodillémonos ante el SEÑOR, nuestro Creador.
Él es nuestro Dios,
    y nosotros somos el pueblo de su prado,
    el rebaño que él cuida.

Si oyen hoy su voz, escuchen:
    «No sean tercos como lo fueron
    en Meribá y en Masá,[a] en el desierto,
cuando sus antepasados me pusieron a prueba.
    Lo hicieron, aunque habían visto mis obras.
10 Estuve disgustado con esa generación por 40 años.
    De ellos dije: “Son un pueblo que no es leal.
    No tiene en cuenta los caminos que trazo con mis enseñanzas”.
11 Así que me enojé con ellos
    y juré que nunca entrarían al lugar de mi reposo».

Que todo el mundo cante al Señor

(1 Cr 16:23-33)

Canten al SEÑOR una nueva canción;
    que todo el mundo cante al SEÑOR.
Canten al SEÑOR, bendigan su nombre;
    anuncien todos los días las buenas noticias de que él nos da la victoria.
Cuenten entre las naciones acerca de su gloria;
    cuéntenles a todos los pueblos las maravillas de Dios.

El SEÑOR es grande y digno de la máxima alabanza;
    es más temible que todos los dioses.
Los dioses de otras naciones no son sino ídolos;
    en cambio, el SEÑOR hizo el cielo.
Hay esplendor y majestad ante su presencia;
    poder y belleza en su templo santo.

Familias de las naciones, alaben al SEÑOR;
    den la gloria y el poder al SEÑOR.
Alaben el nombre del SEÑOR;
    lleven ofrendas al templo.
Alaben al SEÑOR en su hermoso templo;
    que toda la tierra tiemble delante de él.
10 Anuncien a las naciones: «¡El SEÑOR es Rey!»
    Él estableció el mundo, no será removido.
    El SEÑOR juzgará a los pueblos con imparcialidad.

11 Que el cielo se alegre;
    que la tierra se ponga contenta;
    que el mar y todo lo que hay en él griten de alegría;
12 que estén felices los campos y todo lo que crece en ellos;
    que los árboles del bosque canten de alegría.
13 Que todo el mundo esté feliz
    porque el SEÑOR viene a gobernar[b] al mundo.
Él gobernará al mundo con justicia
    y a las naciones con verdad.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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