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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
1 Samuel 20

Jonatán ayuda a David

20 David escapó de los campamentos y fue a preguntarle a Jonatán:

—¿Qué he hecho? ¿Qué crimen he cometido para que tu papá quiera matarme?

Jonatán respondió:

—¡No puede ser! Mi papá no está tratando de matarte. Nunca hace nada sin antes decírmelo. Siempre me comunica todo sin importar qué tan grande o pequeño sea el asunto. ¿Por qué no me diría que quiere matarte? No, no puede ser cierto.

Entonces David le dijo:

—Él bien sabe que soy tu amigo. De seguro pensó que si te lo decía, tú me pondrías al tanto.[a] Pero, tan cierto como que tú y el SEÑOR viven, te aseguro que estoy muy cerca de la muerte.

Jonatán le dijo a David:

—Haré lo que tú quieras que haga.

David le dijo:

—Mira, mañana es la fiesta de Luna Nueva, y se supone que voy a comer con el rey. Deja que me esconda en el campo hasta el anochecer. Si tu papá nota que no estoy, dile: «David se fue a Belén porque su familia está celebrando esta fiesta mensual. Me pidió que lo dejara ir para reunirse con su familia». Si tu papá dice que está bien, entonces estaré a salvo, pero si se enoja, entonces sabrás que quiere matarme. Sé bueno conmigo, Jonatán, yo soy tu siervo. Has hecho un pacto conmigo ante el SEÑOR. Si soy culpable, entonces tú mismo me puedes matar, pero no me lleves ante tu papá.

Jonatán respondió:

—¡Claro que no! Si me entero que mi papá planea matarte, te avisaré.

10 David dijo:

—¿Quién me lo hará saber si tu papá responde mal?

11 Jonatán le dijo:

—Ven, vamos al campo.

Una vez allí, 12 Jonatán le dijo a David:

—Te prometo ante el SEÑOR Dios de Israel que averiguaré lo que mi papá piensa sobre ti. Me enteraré si piensa bien de ti o no y te enviaré un mensaje al campo. 13 Si mi papá quiere hacerte daño, yo te lo haré saber. Te dejaré vivir a salvo. Que el SEÑOR me castigue si no hago lo que he dicho. Que el SEÑOR esté contigo como estuvo con mi papá. 14 Muestra el fiel amor del SEÑOR conmigo mientras viva, y cuando yo muera, 15 no dejes de mostrar tu fiel amor con mi familia. El SEÑOR borrará de la faz de la tierra a todos tus enemigos. 16 Si entonces nuestras familias deben separarse, que así sea, y que el SEÑOR castigue a tus enemigos.

17 Jonatán le pidió a David que confirmara el juramento de amistad que habían hecho por el aprecio que le tenía, pues lo quería como a sí mismo.

18 Jonatán le dijo a David:

—Mañana es la fiesta de Luna Nueva. Mi papá se dará cuenta que no estás cuando vea tu asiento desocupado. 19 Después de tres días, ve al mismo lugar donde te escondiste al principio de todo esto. Espera cerca de esa colina. 20 Entonces yo iré y pretenderé estar tirando tres flechas al blanco. 21 Le diré a mi criado que vaya a buscar las flechas. Si todo está bien, le diré al escudero: “¡Ya te pasaste! Las flechas están más cerca. Regresa para que las encuentres”. Si digo eso, significa que puedes salir de tu escondite. Te prometo, tan cierto como que el SEÑOR vive, que entonces no habrá peligro y que estarás a salvo. 22 Pero si hay problemas, entonces le diré a mi criado: “Las flechas están más allá. Ve a buscarlas”. Si digo eso, deberás huir. El SEÑOR quiere que te vayas. 23 Recuerda este pacto entre tú y yo. El SEÑOR es testigo para siempre.

24 David se escondió en el campo. Cuando llegó la hora de la fiesta de Luna Nueva, el rey se sentó a comer 25 cerca de la pared donde acostumbraba sentarse. Jonatán se sentó enfrente y Abner a su lado, pero el asiento de David estaba desocupado. 26 Saúl no dijo nada ese día, pues pensó que tal vez algo le había pasado a David que lo dejó impuro.

27 Al siguiente día, el segundo del mes, el asiento de David seguía desocupado. Entonces Saúl le dijo a su hijo Jonatán:

—¿Por qué no vino el hijo de Isaí a la fiesta ni ayer ni hoy?

28 Jonatán respondió:

—Me pidió que lo dejara ir a Belén 29 porque su familia iba a ofrecer un sacrificio allá. Su hermano le había pedido que fuera, así que en nombre de nuestra amistad me pidió que lo dejara ir a ver a sus hermanos. Por eso no está a la mesa.

30 Entonces Saúl se enfureció con Jonatán y le dijo:

—No quieres obedecer porque eres hijo de una esclava perversa y rebelde. Yo sé que estás de parte de David, para vergüenza tuya y de tu madre. 31 Mientras viva el hijo de Isaí, no serás rey ni tendrás ningún reino. ¡Ve y tráeme a David ahora mismo! ¡Ya está condenado!

32 Jonatán le preguntó a su papá:

—¿Por qué ha de morir David? ¿Qué mal ha hecho?

33 Pero Saúl trató de matarlo con su lanza. Así Jonatán se convenció de que Saúl estaba decidido a matar a David. 34 Jonatán se retiró de la mesa, enfurecido. Estaba tan enojado con su papá que no comió nada ese día. Estaba enfurecido porque Saúl lo había humillado y porque Saúl quería matar a David.

35 A la mañana siguiente, Jonatán salió al campo para encontrarse con David, como lo habían planeado. Lo acompañaba uno de sus criados más jóvenes. 36 Jonatán le dijo al criado:

—Ve y busca las flechas que voy a tirar.

El criado se echó a correr y Jonatán tiró las flechas sobre su cabeza. 37 El criado corrió al lugar donde habían caído las flechas, pero Jonatán gritó:

—¡Están más allá! 38 ¡Apúrate! ¡No te quedes ahí parado, ve por ellas!

El criado recogió las flechas y se las trajo a su amo 39 sin darse cuenta de nada de lo que pasaba, pues sólo David y Jonatán lo sabían. 40 Jonatán le dio el arco y las flechas al criado y le dijo que se regresara al pueblo.

41 En cuanto se fue el criado, David salió de su escondite e inclinó su rostro ante Jonatán. Después de inclinarse tres veces, se besaron y lloraron juntos, hasta que David se desahogó. 42 Jonatán le dijo a David:

—Ve en paz. En el nombre del SEÑOR, prometimos que seríamos amigos y que el SEÑOR sería testigo entre nosotros y nuestra descendencia para siempre.

1 Corintios 2

El mensaje de Cristo crucificado

Estimados hermanos, cuando los visité, les anuncié el plan secreto de Dios sin usar palabras elevadas ni de gran sabiduría. Pues decidí que mientras estuviera con ustedes me olvidaría de todo, excepto de Jesucristo; y que haría énfasis en su muerte en la cruz. Estaba débil y temblaba de miedo cuando me presenté ante ustedes. Yo no anuncié el mensaje con palabras astutas como las que se usan para convencer a la gente; al contrario, fue el Espíritu quien con poder demostró que lo que dije es verdad, para que su fe se apoye en el poder de Dios y no en la sabiduría humana.

La sabiduría de Dios

Ahora bien, es cierto que enseñamos sabiduría entre los que son maduros. Pero la sabiduría que compartimos no viene de este mundo ni de los que lo gobiernan, quienes están perdiendo todo su poder. Lo que enseñamos es la sabiduría secreta de Dios que ha estado oculta desde el comienzo del mundo. El propósito de Dios es usar esta sabiduría para nuestra gloria. Y ninguno de los gobernantes de este mundo la entiende. Si la hubieran conocido, no habrían crucificado al glorioso Señor. (A)Pero, así está escrito:

«Ningún ojo ha visto,
    ningún oído ha escuchado
y nadie ha imaginado
    lo que Dios tiene preparado
    para aquellos que lo aman».[a]

10 Pero Dios nos ha mostrado eso por medio del Espíritu porque el Espíritu lo sabe todo, incluso los secretos más profundos de Dios. 11 Nadie puede saber los pensamientos de los demás. El único que sabe los pensamientos de alguien es el espíritu que está dentro de él. Igualmente, nadie sabe los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios. 12 Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para poder entender lo que Dios nos ha dado. 13 Cuando hablamos de eso, no usamos las palabras que nos enseña la sabiduría humana, sino las que nos enseña el Espíritu. Usamos palabras espirituales para explicar lo espiritual. 14 El que no es espiritual no acepta lo que viene del Espíritu de Dios porque le parece una tontería. No puede entenderlo porque eso tiene que juzgarse espiritualmente. 15 En cambio, el que es espiritual puede juzgarlo todo, pero a él nadie lo puede juzgar. Pues así está escrito:

16 (B)«¿Quién conoce la mente del Señor?
    ¿Quién puede darle consejo?»[b]

Pero nosotros tenemos la mentalidad de Cristo.

Lamentaciones 5

Una oración al Señor

SEÑOR, recuerda lo que nos ha sucedido.
    Observa y date cuenta de nuestra desgracia.
La tierra que heredamos de nuestros antepasados ha sido entregada a extranjeros
    y nuestras casas son ocupadas por extraños.
Nos hemos quedado huérfanos;
    nuestras mamás quedaron viudas.
Tenemos que pagar por el agua que bebemos
    y pagar también por nuestra leña.
Nos persiguen pisando nuestros talones.
    Estamos débiles y no encontramos descanso.
Hicimos un pacto con Egipto y con Asiria
    para tener suficiente comida.
Nuestros antepasados pecaron y ahora están muertos,
    pero nosotros sufrimos las consecuencias de sus crímenes.
Los sirvientes nos gobiernan
    y no hay quien nos libere de su poder.
Arriesgamos nuestra vida
    para conseguir comida en medio de los peligros del desierto.
10 Nuestra piel está tan caliente como un horno
    por la fiebre que nos causa el hambre.

11 Los soldados enemigos violaron a las mujeres de Sion,
    vírgenes de las ciudades de Judá.
12 Los enemigos colgaron a nuestros príncipes;
    no mostraron el debido respeto por nuestros ancianos.
13 Nuestros jóvenes deben cargar la piedra del molino
    y caen al suelo al tropezar con las cargas de madera.
14 Los ancianos ya no están en el portal.
    Los jóvenes ya no hacen música.
15 Nuestra felicidad ha terminado.
    Nuestro baile se ha convertido en lamento.
16 La corona ha caído de nuestra cabeza.
    Estas cosas terribles nos suceden porque hemos pecado.
17 Por todo esto estamos desanimados;
    hemos perdido la esperanza.
18 Los zorros andan rondando
    por el monte Sion que está desierto.

19 Sin embargo, tú, SEÑOR, tú gobiernas por siempre.
    Tu trono permanece de generación en generación.
20 ¿Por qué nos ignoras todo el tiempo?
    ¿Por qué nos has abandonado por tanto tiempo?
21 SEÑOR, restaura nuestra relación contigo y nosotros regresaremos a ti.
    Haz que nuestra vida vuelva a ser lo que era en el pasado.
22 ¿Acaso nos has rechazado por completo?
    ¿Acaso estás tan enojado con nosotros?

Salmos 36

El fiel amor de Dios

Al director. Al servidor del SEÑOR. A David.

En lo profundo de su corazón
    el pecado convence al perverso de hacer el mal;
no le teme a Dios
    ni lo respeta.
Se mienten a sí mismos;
    no ven sus faltas,
    y por eso no se sienten mal por lo que hacen.
Sus palabras son sólo maldad y traición;
    han dejado de obrar con sensatez y de hacer el bien.
Cuando se van a dormir,
    planean el mal que van a hacer.
Al otro día se levantan dispuestos a hacer el mal
    y no cesan de hacerlo.

SEÑOR, tu fiel amor llega hasta el cielo,
    tu fidelidad hasta las nubes.
Tu justicia es como las montañas más altas
    y tus sentencias más profundas como el amplio océano.
Tú, SEÑOR, eres quien protege a los seres humanos y a los animales.
    No hay nada más precioso que tu fiel amor.
Los seres humanos buscan protección
    bajo tus alas.
Se alegran con todo lo bueno que hay en tu casa,
    y les permites beber de tu río de placeres.
Tú eres fuente de vida
    y vemos la luz porque tú nos iluminas.

10 Muestra tu fiel amor a los que te conocen
    y tu justicia a los honestos.
11 SEÑOR, no me dejes caer en la trampa de gente arrogante,
    ni permitas que me hagan salir huyendo.

12 Desde aquí puedo ver que han caído los perversos.
    Quedaron aplastados y no se levantarán más.

[a]

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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