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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Números 35

Ciudades de los levitas

35 El SEÑOR le habló a Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó y le dijo: «Ordénales a los israelitas que del territorio que reciban les den a los levitas ciudades donde vivir, y también los campos de pastoreo alrededor de esas ciudades. En esas ciudades habitarán los levitas y los campos de pastoreo serán para su ganado y todos sus animales. Los campos de pastoreo de esas ciudades que deben darles a los levitas se extenderán alrededor de la ciudad, 450 metros[a] hacia afuera de la muralla. Midan a partir de los límites de la ciudad 900 metros hacia el oriente, 900 metros hacia el sur, 900 metros hacia el occidente y 900 metros hacia el norte, con la ciudad en el centro. Esas serán las tierras de pastoreo para sus ciudades.

»De las ciudades que ustedes les den a los levitas, habrá seis ciudades de refugio, que servirán para que huya allí el que por accidente haya matado a alguien. Además de estas se les darán otras 42 ciudades, o sea que en total les darán a los levitas 48 ciudades con sus campos de pastoreo. La mayoría de ciudades serán cedidas por las tribus grandes; las tribus pequeñas cederán pocas ciudades. Cada tribu les dará algunas de sus ciudades a los levitas de acuerdo a la cantidad de territorio que hayan recibido».

Ciudades de refugio

(Dt 19:1-13; Jos 20:1-9)

El SEÑOR le dijo a Moisés: 10 «Diles a los israelitas que cuando crucen el río Jordán para llegar a Canaán, 11 designen ciudades de refugio para ustedes a donde pueda huir el que mate a alguien por accidente. 12 En esas ciudades se refugiarán para protegerse del pariente del muerto que tenga el deber de castigar al asesino. Así no se le dará muerte al asesino sin que primero se haya hecho un juicio ante la comunidad. 13 De las ciudades que se hayan entregado, seis serán ciudades de refugio. 14 Tres de esas ciudades estarán ubicadas al oriente del río Jordán y las otras tres en la tierra de Canaán. 15 Esas seis ciudades serán para el refugio de los israelitas y de los inmigrantes que vivan entre ustedes. Todo el que por accidente mate a alguien, debe ir allá.

16 »Si alguien golpea a otro con un objeto de hierro y el que recibe el golpe muere, eso es un asesinato, y el asesino debe ser condenado a muerte. 17 Si alguien golpea a otro con una piedra que pueda causar la muerte y el que recibe el golpe muere, se trata de un asesinato, y el asesino debe ser condenado a muerte. 18 Si alguien golpea a otro con un objeto de madera que pueda causar la muerte y el que recibe el golpe muere, se trata de un asesinato, y el asesino debe ser condenado a muerte. 19 Un pariente del muerto[b] debe matar al asesino cuando lo encuentre.

20 »Puede darse el caso de alguien que empuja a otro en un acto de odio, o le lanza algo a propósito para que muera, 21 o lo golpea con sus manos en un acto de odio con intención de matarlo. Si la persona muere, el responsable debe morir porque es un asesino. Un pariente del muerto debe matar al asesino cuando lo encuentre.

22 »Pero puede darse el caso de que el responsable lo hizo sin saberlo y sin odio, o lo empujó o le lanzó un objeto sin mala intención, 23 o sin fijarse dejó caer una piedra que podía causar la muerte. Si la persona muere y el responsable no era su enemigo, ni tenía la intención de hacerle daño, 24 entonces al que ocasionó la muerte la comunidad lo protegerá de la venganza del pariente del muerto. 25 Será enviado de regreso a la ciudad de refugio a donde él escapó y vivirá allí hasta que muera el sumo sacerdote que fue ungido con el aceite de consagrar.

26 »Si el asesino deja los límites de la ciudad de refugio 27 y el pariente del muerto lo encuentra fuera de esos límites, entonces podrá matar al asesino y no será culpable de asesinato. 28 El asesino tendrá que permanecer en la ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote, después de lo cual podrá regresar a su tierra. 29 Ese será el procedimiento legal que ustedes seguirán de ahora en adelante, de generación en generación, dondequiera que vivan.

30 »Un asesino sólo podrá ser condenado a muerte con base en el testimonio de varios testigos. Nadie podrá ser ejecutado por el testimonio de un solo testigo.

31 »Ustedes no deben aceptar ningún pago a cambio de la vida de un asesino que sea condenado a muerte. Debe ser ejecutado.

32 »Cuando alguien huya a una ciudad de refugio tendrá que vivir allí hasta la muerte del sumo sacerdote. No se aceptará ningún pago para que pueda volver a su tierra antes de la muerte del sumo sacerdote.

33 »No corrompan con asesinatos la tierra donde viven porque el asesinato contamina el territorio que habitan. La única forma de purificar la tierra de un asesinato es la muerte del asesino. 34 No contaminarán el territorio que habitan porque es la tierra donde vivo, porque yo, el SEÑOR, habito entre los israelitas».

Salmos 79

Dios no abandona a su pueblo

Canción de Asaf.

Dios mío, gente de otras naciones
    ha invadido tu pueblo.
Destruyeron tu templo sagrado
    y dejaron a Jerusalén en ruinas.
Han dejado el cuerpo de tus siervos
    como alimento para las aves del cielo;
el cuerpo de tu gente fiel
    para que lo devoren las fieras.
La sangre de los muertos corría como agua
    por toda la ciudad de Jerusalén;
    no hubo quien enterrara los cuerpos.
Ya somos un refrán para los países vecinos;
    los que nos rodean se burlan y se ríen de nosotros.

SEÑOR, ¿hasta cuándo seguirás enojado con nosotros?
    ¿En tú ira ardiente seguirás castigándonos para siempre?
Muestra toda tu ira a las naciones que no te conocen,
    que no adoran tu nombre.
Pues ellos fueron los que destruyeron a Jacob,
    dejaron en ruinas al país.
No nos castigues por los pecados de nuestros antepasados.
    Muéstranos tu compasión rápidamente,
    porque estamos muy abatidos.

¡Dios y Salvador nuestro, ayúdanos!
    Por el prestigio de tu nombre, sálvanos;
    por tu propio honor borra nuestros pecados.
10 No dejes que otros pueblos nos digan:
    «¿Dónde está su Dios?»
Queremos ver cómo castigas
    a los que derraman la sangre de tus siervos.
11 Escucha el lamento de los prisioneros.
    Muestra todo tu poder y salva a los condenados a muerte.

12 Señor, haz que la vergüenza que ellos nos hicieron pasar
    recaiga sobre ellos siete veces peor.
13 Nosotros somos tu pueblo, las ovejas de tu prado,
    y por siempre te alabaremos.
De generación en generación
    te cantaremos alabanzas.

Isaías 27

La liberación de Israel

27 Ese día el SEÑOR castigará
    con su espada poderosa, terrible y grande,
a Leviatán, la serpiente huidiza y sinuosa,
    y matará al monstruo que está en el mar.

«Canten ese día
    al viñedo delicioso.
Yo, el SEÑOR, soy quien cuida de él.
    Lo riego continuamente
y lo vigilo día y noche,
    para que nadie le haga daño.
Ya no estoy enojado,
    pero lucharé contra cardo y oruga
    que encuentre en mi viñedo.
¡Los destruiré con fuego de una vez!
    Entonces yo les haría la guerra
    y los quemaría a todos juntos.
Pero el que busque mi protección,
    que haga las paces conmigo;
    sí, que haga las paces conmigo».

En el futuro, Jacob echará raíces,
    Israel retoñará y florecerá
    y llenará todo el mundo con sus frutos.
¿Acaso Dios ha golpeado a Israel
    como hizo con los que golpeaban a este pueblo?
¿Acaso ha permitido que mueran israelitas
    como ha hecho morir de los enemigos de Israel?
Lo castigó con el destierro
    y lo expulsó con un soplo terrible,
    como cuando sopla el viento del oriente.
El pecado de Jacob se perdonará completamente,
    siempre y cuando pulverice
    como si fueran de cal todas las piedras del altar
y no deje en pie ni uno solo de los postes de Aserá
    ni de los altares de incienso.

10 Porque la ciudad amurallada está en ruinas,
    abandonada y sin habitantes,
    como el desierto.
El ternero pasta ahí,
    se echa a descansar y come ramas.
11 Cuando las ramas se secan, se quiebran,
    vienen las mujeres y encienden fuego con ellas.
Por ser este un pueblo que se niega a entender,
    su Creador no tendrá compasión;
    el que lo formó no tendrá piedad de él.

12 Ese día el SEÑOR reunirá a su pueblo,
    desde el río Éufrates[a] hasta el torrente de Egipto.[b]
    Él los recogerá a ustedes, israelitas, uno por uno.
13 Ese día, al sonar de una gran trompeta,
    los que estaban perdidos en Asiria
y los que fueron desterrados a Egipto,
    vendrán y adorarán al SEÑOR,
    en el monte santo, en Jerusalén.

1 Juan 5

Fe victoriosa

Todo el que cree que Jesús es el Cristo, ha llegado a ser hijo de Dios. El que ama al Padre, también ama a los hijos de ese Padre. Si amamos a Dios y ponemos en práctica sus mandamientos, sabemos que amamos a los hijos de Dios. Pues demostramos el amor a Dios poniendo en práctica sus mandamientos, y sus mandamientos no son difíciles de poner en práctica, porque todo aquel que sea hijo de Dios vence al mundo. Nuestra fe nos ha dado la victoria sobre el mundo. ¿Quién es el que vence al mundo? El que cree que Jesús es el Hijo de Dios.

El testimonio de Dios

Jesucristo es el que vino a nosotros mediante agua y sangre[a]; no vino solamente mediante agua sino también mediante sangre. El Espíritu da testimonio de que esto es cierto, porque el Espíritu es la verdad. Hay tres testigos: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo en su testimonio. Si aceptamos el testimonio de los hombres, debemos reconocer que el testimonio de Dios es más importante; y lo que Dios nos dice es la verdad acerca de su propio Hijo. 10 El que cree en el Hijo de Dios acepta lo que dice Dios. Pero el que no cree está diciendo indirectamente que Dios es un mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. 11 Este es el testimonio: Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida se encuentra en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo tiene esa vida, pero el que no tiene al Hijo de Dios, no la tiene.

13 Les escribo esto a ustedes que creen en el Hijo de Dios, para que sepan que ya participan de la vida eterna. 14 La seguridad que tenemos al estar unidos a Dios es esta: Dios escucha nuestras oraciones cuando le pedimos conforme a su voluntad. 15 Puesto que sabemos que Dios nos oye, tengamos la certeza de que él nos dará cualquier cosa que le pidamos.

16 Si alguno ve que su hermano en Cristo está cometiendo un pecado que no lo lleva a la muerte eterna, debe orar por su hermano y Dios le dará vida a su hermano. Digo un pecado que no lleva a la muerte eterna, porque hay un pecado que lleva a la muerte eterna, en ese caso yo no digo que se ore. 17 Cualquier tipo de injusticia es pecado, pero hay pecados que no llevan a la muerte eterna.

18 Sabemos que el que ha llegado a ser hijo de Dios no sigue pecando, porque el Hijo de Dios lo mantiene seguro, y el maligno no le puede hacer daño. 19 Sabemos que somos de Dios aunque el mundo entero esté controlado por el maligno. 20 También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado el entendimiento para conocer al único Dios verdadero. Nosotros lo conocemos, pues estamos en su Hijo Jesucristo. Él es el verdadero Dios y la vida eterna. 21 Hijitos, manténganse alejados de los dioses falsos[b].

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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