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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Números 23

El primer mensaje de Balán

23 Balán le dijo a Balac: «Constrúyeme siete altares en este lugar y prepárame siete terneros y siete carneros». Balac hizo lo que pidió Balán y juntos ofrecieron un ternero y un carnero en cada altar. Luego Balán le dijo a Balac:

—Quédate al lado de tu sacrificio que debe quemarse completamente, y yo iré a ver si el SEÑOR quiere encontrarse conmigo; luego te diré lo que él me revele.

Entonces Balán se fue a la cima de una montaña, donde Dios se le apareció y Balán le dijo:

—Hice siete altares y ofrecí un ternero y un carnero en cada altar.

Entonces el SEÑOR le dijo a Balán lo que debía decir y luego le ordenó:

—Vuelve a donde está Balac y dile lo que yo te acabo de decir.

Balán volvió donde estaba Balac, quien se encontraba de pie, al lado de su sacrificio que debe quemarse completamente, junto a los jefes de Moab. Entonces Balán dijo esta profecía:

«Balac me trajo aquí desde Aram.
    El rey de Moab me hizo venir desde las montañas de oriente.
Ven, me dijo, maldice por mí a Jacob,
    ven, deséale el mal a Israel.
Pero, ¿cómo voy a maldecir al que Dios no maldice?
    ¿Cómo desearle mal al que el SEÑOR no lo hace?
Puedo verlos desde la cima de las montañas
    y desde las colinas los observo.
Es un pueblo que vive apartado
    y no se considera una nación entre las naciones.
10 ¿Quién puede contar a la descendencia de Jacob?
    Son tan numerosos como los granos de polvo.
    ¿O, quién puede contar al menos la cuarta parte de Israel?
¡Déjame morir honrado como muere esta buena gente,
y déjame terminar bien como ellos!»

11 Balac le dijo a Balán:

—¿Qué es esto que me has hecho? Te he traído para que maldigas a mis enemigos, pero no has hecho más que bendecirlos.

12 Pero Balán le contestó:

—¿No te das cuenta que tengo que decir sólo lo que el SEÑOR me diga?

13 Balac le dijo a Balán:

—Ven conmigo a otro sitio desde donde puedas verlos, aunque no verás todo el campamento sino sólo una parte, y maldícemelos desde ahí.

14 Entonces Balac lo llevó al campo de Zofín[a], en la cima del monte Pisgá. Balac construyó siete altares y ofreció un ternero y un carnero en cada altar. 15 Balán le dijo a Balac:

—Quédate aquí junto a tu sacrificio que debe quemarse completamente mientras voy a reunirme con Dios.

16 El SEÑOR fue a encontrarse con Balán y le dijo lo que tenía que decir. Después le ordenó:

—Vuelve a donde está Balac y dile eso.

17 Entonces Balán volvió a donde estaba Balac y lo encontró de pie al lado del sacrificio que debe quemarse completamente, junto con los jefes de Moab. Balac le preguntó:

—¿Qué dijo el SEÑOR?

Segundo mensaje de Balán

18 Entonces Balán dijo esta profecía:

«Párate Balac y escucha,
    escúchame hijo de Zipor.
19 Dios no es un ser humano
    para que mienta o cambie de opinión.
¿Acaso él no hace lo que dice,
    o no cumple lo que promete?
20 Mira, mis órdenes son de bendecir.
    Dios ha bendecido a Israel,
    y eso yo no lo puedo cambiar.
21 Para los descendientes de Jacob no se contempla calamidad alguna;
    ni tampoco se espera ninguna desgracia para Israel.
Pues el SEÑOR su Dios está con ellos;
    ellos lo proclaman su Rey.
22 Dios, que los sacó de Egipto,
    es para ellos su fortaleza,
    como los cuernos para el toro salvaje.
23 Contra Jacob no sirven los maleficios,
    ni hay brujería que valga contra Israel.
De Jacob y de Israel se dirá como se dice ahora:
    “Mira lo que Dios ha hecho”.
24 Este pueblo se levanta como una leona
    y se pone en pie como un león.
No descansará hasta devorar su presa
    y beber la sangre de sus víctimas».

25 Entonces Balac le dijo a Balán:

—¡Si no los vas a maldecir, entonces al menos no los bendigas!

26 Luego Balán le dijo a Balac:

—¿No te dije que haría todo lo que el SEÑOR me dijera?

27 Sin embargo, Balac le dijo a Balán:

—Ven, te llevaré a otro sitio, a lo mejor Dios quiera que tú me los maldigas desde ahí.

28 Balac llevó a Balán a la cima del monte Peor, que domina el desierto, 29 y Balán le dijo a Balac:

—Constrúyeme siete altares aquí, y prepárame siete toros y siete carneros.

30 Balac hizo lo que Balán le dijo y en cada altar sacrificó un ternero y un carnero.

Salmos 64-65

Lo justos confían en Dios

Al director. Canción de David.

Dios mío, escucha mi queja,
    protégeme de las amenazas de mis enemigos.
Protégeme de los planes secretos de los delincuentes;
    escóndeme de esa pandilla de perversos.
Afilan su lengua como afilar una espada;
    lanzan palabras venenosas como si fueran flechas.
De repente disparan flechas contra gente inocente;
    nadie los ve en sus escondites.
Se animan unos a otros a hacer el mal.
    Planean juntos cómo tender sus trampas a los demás
    y están seguros de que nadie podrá descubrirlos.
Ellos planean hacer injusticias,
    hacen investigaciones minuciosas.
El ser humano puede llegar a ser muy malo,
    es muy difícil saber qué es lo que realmente está pensando.

Pero Dios les lanzará sus flechas,
    caerán heridos sin previo aviso.
Sus propias palabras los harán caer,
    el que los vea se burlará de ellos.
Todo el mundo verá lo que Dios es capaz de hacer
    y se lo contará a los demás.
    Así todos conocerán lo que Dios es capaz de hacer.
10 Los justos confían en Dios,
    y el SEÑOR les da refugio.
    La gente honesta se sentirá bien.

Dios es digno de alabanza

Al director. Canción de David. Canto.

Dios de Sion, tú mereces que te rindamos alabanza
    y que cumplamos lo que te prometimos.
Tú escuchas las oraciones;
    todo el mundo acude a ti.
Cuando ya no soportamos nuestra culpa,
    tú perdonas nuestros pecados.
Afortunado los que tú elegiste
    para acercarse a ti y vivir a tu lado.
En tu templo santo tenemos
    todo el bien que necesitamos.

Dios mío, porque eres justo,
    contestas nuestras oraciones
    con hechos asombrosos mostrando tu justicia.
Gente que vive lejos,
    aun al otro lado del mar,
    confía en ti.
Tú sostienes las montañas;
    vemos tu poder y fortaleza.
Calmas la turbulencia de los mares
    y los disturbios de las naciones.
La gente de todo el mundo,
    de norte a sur y de oriente a occidente,
    se maravilla con tus obras.

Has visitado la tierra y la has regado
    con abundancia la enriqueces.
El río de Dios en el cielo
    que nos da la lluvia está lleno de agua.
Preparas la cosecha,
    para esa bendices la tierra.
10 Empapas los surcos, nivelas los terrones,
    reblandeces la tierra con lluvias abundantes
    y bendices lo que produce.
11 Tú inicias el año nuevo con una cosecha fabulosa;
    tus nubes[a] derraman abundancia.
12 La pradera del desierto grita de alegría,
    las colinas se visten para la celebración.
13 Multitudes de ovejas son su vestido
    y se cubren los valles de trigo,
    todos ellos cantan y gritan de alegría.

Isaías 13

Castigo para Babilonia

13 Esta es la profecía contra Babilonia que Isaías hijo de Amoz recibió en una visión:

En un monte desde donde se pueda ver bien,
    levanten la señal de combate.
¡Den la orden para que comience el ataque!
    Levanten la mano para que entren ya a las casas de la gente importante.
He dado órdenes a mi gente consagrada,
    he llamado a mis guerreros,
a los que están ansiosos por mi victoria,
    para que castiguen a los que me han hecho enojar.

Escuchen la algarabía que se oye en las montañas,
    como de una multitud.
Oigan el estruendo entre los reinos.
    Las naciones se han reunido.
El SEÑOR Todopoderoso está preparando
    un ejército para la batalla.
Viene un ejército de tierras lejanas.
    Desde más allá del horizonte,
viene furioso el SEÑOR,
    con armas malditas a destruir el país.

Lloren, porque el día del SEÑOR está cerca
    y llegará como destrucción de parte del Todopoderoso.
Por eso todos los brazos se debilitarán de miedo,
    todos perderán la valentía
    y se llenarán de angustia.
Serán presa del miedo,
    y sufrirán como una mujer que da a luz.
Aterrados, unos a otros
    se mirarán la cara roja de temor.

Fíjense, el día del SEÑOR vendrá;
    día cruel, de ira y enojo ardiente,
para convertir la tierra en desierto
    y destruir a los pecadores que hay en ella.
10 Pues las estrellas del cielo y las constelaciones
    no darán su luz.
El sol se oscurecerá tan pronto salga
    y la luna no dará su luz.

11 Yo castigaré a los malos del mundo
    y a los perversos por su pecado.
Acabaré con el orgullo del arrogante
    y humillaré la insolencia de los tiranos.
12 Voy a hacer que la gente escasee más que el oro
    y que haya menos hombres que el oro que hay en Ofir.
13 Por tanto, haré que los cielos se estremezcan
    y la tierra sea removida de su lugar
por causa de la ira del SEÑOR Todopoderoso
    en el día de su ardiente enojo.

14 Entonces como gacela perseguida
    y oveja sin pastor
todos volverán a su propio país,
    cada uno correrá a su tierra.
15 El que se quede en el país será apuñalado,
    al que lo atrapen lo matarán a espada.
16 Ante sus propios ojos estrellarán a sus bebés contra el suelo,
    saquearán sus casas y violarán a sus mujeres.

17 Incitaré a los medos[a] para que los ataquen,
    son un pueblo al que no le importa la plata
    ni codicia el oro.
18 Con sus flechas derribarán a los jóvenes,
    no tendrán compasión de los bebés
    ni piedad de los niños.
19 Y Babilonia, el más hermoso de los reinos,
    gloria y orgullo de los caldeos,
quedará como cuando Dios destruyó
    a Sodoma y Gomorra.
20 Nadie volverá a vivir allí
    y nunca más volverá a ser habitada.
Los árabes no volverán a acampar allí,
    ni los pastores traerán allí sus ovejas a descansar.
21 Será un lugar poseído por los demonios del desierto.
    Las casas se llenarán de hienas.
La bruja lo habitará
    y allí bailarán machos cabríos[b].
22 Aullarán las hienas en sus torres
    y los chacales en sus bellos palacios.
Ya está llegando a su fin
    y no se prolongará más su existencia.

1 Pedro 1

Estimado pueblo elegido por Dios:

Esta carta la escribo yo, Pedro, apóstol de Jesucristo. Un cordial saludo para ustedes que viven como extranjeros esparcidos por Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia. Según el plan de Dios Padre, él los eligió de antemano y los purificó por medio del Espíritu para que lo obedezcan y sean rociados[a] con la sangre de Jesucristo. Que Dios les dé abundantemente de su generoso amor y paz.

Una esperanza viviente

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos tuvo gran compasión y nos hizo nacer de nuevo por la resurrección de Jesucristo. Así nos dio la plena esperanza de recibir una herencia que Dios tiene guardada para nosotros en el cielo; herencia que no se arruina, ni se destruye, ni pierde su valor.

Por medio de la fe, el poder de Dios los protege para que reciban la salvación que Dios les dará a conocer en el día final. Eso es motivo de alegría para ustedes, aunque durante un tiempo tengan que soportar muchas dificultades que los entristezcan. Tales dificultades serán una gran prueba de su fe, y se pueden comparar con el fuego que prueba la pureza del oro. Pero su fe es más valiosa que el oro, porque el oro no dura para siempre. En cambio, la fe que sale aprobada de la prueba dará alabanza, gloria y honor a Jesucristo cuando él regrese.

Ustedes no han visto jamás a Jesús, pero aun así lo aman. Aunque ahora no lo pueden ver, creen en él y están llenos de un gozo maravilloso que no puede ser expresado con palabras. Eso significa que están recibiendo la salvación que es el resultado de su fe.

10 Los profetas estudiaron los detalles de esta salvación tratando de entenderla y hablaron sobre el generoso amor que Dios les ha dado a ustedes. 11 Los profetas intentaban saber cuándo llegarían los sufrimientos de Cristo y cómo sería el mundo cuando llegara. El Espíritu de Cristo estaba en ellos y les hablaba de lo que Cristo tendría que sufrir y de la gloria que recibiría después. 12 Dios les hizo entender que lo que decían no era para ellos mismos, sino que les estaban sirviendo a ustedes. Lo que los profetas decían es la misma buena noticia de salvación que fue anunciada por quienes les llevaron el mensaje a ustedes. Ellos también hablaron por medio del Espíritu Santo, enviado del cielo. En ese mensaje hay detalles que hasta los mismos ángeles quisieran conocer.

Un llamado para vivir como santos

13 Por eso, preparen su mente para servir. Con pleno dominio propio pongan toda su esperanza en el generoso amor que será de ustedes cuando Jesucristo venga.[b] 14 Antes, ustedes no entendían y por eso seguían sus malos deseos. Pero ahora, son hijos obedientes de Dios y no deben vivir como antes. 15 Más bien, sean santos en todo lo que hacen, porque Dios, quien los llamó, es santo. 16 (A)Pues está escrito: «Sean santos, porque yo soy santo».[c]

17 Ustedes oran a Dios y lo llaman «Padre», y él juzga a todos por igual según lo que hacen. Por eso deben mostrarle respeto en todo lo que hagan durante el tiempo que estén en este mundo. 18 Dios los rescató a ustedes de la vida sin sentido que llevaban antes; así vivían sus antepasados, y ellos les enseñaron a ustedes a vivir de la misma manera. Pero ustedes saben muy bien que el precio de su libertad no fue pagado con algo pasajero como el oro o la plata, 19 sino con la sangre preciosa de Cristo, quien es como un cordero perfecto y sin mancha. 20 Cristo fue destinado antes de que el mundo fuera creado, pero se dio a conocer en los últimos tiempos para beneficio de ustedes. 21 Por medio de Cristo, ustedes son fieles a Dios, quien resucitó a Cristo de entre los muertos y le dio honor. Por eso han puesto su fe y su esperanza en Dios.

22 Obedeciendo la verdad se han purificado y pueden amar sinceramente a sus hermanos. Ámense los unos a los otros de todo corazón. 23 Pues ustedes nacieron de nuevo, no por medio de padres mortales, sino por medio del mensaje vivo y eterno de Dios. 24 Porque está escrito:

«Los seres humanos son como la hierba.
    Toda su gloria es como una flor silvestre.
La hierba se seca y la flor se cae,
25     (B)pero la palabra del Señor vivirá para siempre».[d]

Esta palabra es la buena noticia que se les anunció a ustedes.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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